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Soul Sphere por AustralianRick

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¿Es acaso el destino quien cruzó nuestros caminos? ¿Cuántas personas se llegan a conocer por pura casualidad? Bueno, no importa mucho la respuesta. Pues no cambiará mucho tu situación. Pero algo hay importante, que se debe tener en cuenta. Así como el destino los pone frente a ti, el mismo se los llevara. La casualidad, tal vez no. Es cosa de preguntarle.

En la habitación de hotel ocupada por Antony y Kris, apareció un agujero negro del cual emergieron tres siluetas. Uno de ellos se alejó algo sobresaltado para sentarse en la cama y miraba con preocupación el suelo. Demian trataba de buscar algo de tranquilidad, pero nada de eso parecía que fuera a suceder pronto. Antony pensaba en lo último que dijo el caballero. A pesar de que él fuera como era, en verdad no parecía tener malas intenciones con su trato ¿A caso la diferencia de culturas en verdad era tan fuerte, que no podían entenderse? Quizás y debía empezar por las cosas más fáciles.

- Caballero, las cosas están así. Me gusta la chica... Victoria. Y me gustaría que no me llamarás... Tú sabes cómo. Frente a ella especialmente. Puede que lo malinterprete, no todos lo piensan igual que tú.

Demian solo miraba al infinito tirado en el piso. Cuanta adrenalina había, no sabía si estar agradecido o lamentar el hecho de que "la perturbación" no le importara su presencia para empezar sus charlitas.

Kris no le respondía a Antony solo lo miraba sorprendido. A este no le importaba en lo absoluto todo lo que le había dicho la desconocida, eso era ella, una desconocida.

- A si podemos volver a empezar bien. Porque es casi seguro que Victoria nos acompañará durante nuestro viaje. Puedo olvidarme de todas las cosas que has hecho sin intención y así...

Kris pensaba en cómo es que a pesar de que el tratase de protegerlo de los demás, para su sirviente era él quien estaba equivocado. De todos era él quien más lo conocía ¿Pero porque él era llamado "el caballero"? Nunca había escuchado que se refiriera a Victoria como "esa chica". Probablemente tampoco el Ángel o el Demonio.

– Porque tienes que hacer tanto revuelo... Más aún por una chica que acabas de conocer – Algo le decía que no importaba lo que dijera, no podría cambiar la imagen que tenía de ella. Pero él era su sirviente, al fin y al cabo, debía recordárselo.

- Se que tal vez no lo entiendas bien, pero cuando la vi a los ojos... Supe que ella era alguien a quien debía conocer ¿No es así Demian?

El demonio regreso de relajo mental para asistir levemente y sin interés. Estos líos de mortales no tenían nada de interesante. Menos cuando solo uno está escuchando al otro.

Kris no entendía que lo molestaba más. Si su sirviente tratando de quitarse su título o que lo esté haciendo por una chica desconocida. En su país, funcionaria totalmente al revés, más aún si se trataba del sirviente de Kris Light Sword.

- Este viaje solo lo hice para conocer y entrenar a mi sirviente. Y es lamentable que tenga que decirlo yo en verdad, pero llamarte así es lo único que me recuerda que lo eres. Así, que no y menos por una razón tan absurda como esa.

- Más absurda es tu razón. No se que esperas de mi Kris. Pero en verdad ahora no me interesa mucho – suspiro – Lo mejor entonces sería que nos mantengamos cada uno por su camino. Que busques a alguien más para ser "tu sirviente", no quiero tener que lidiar con eso. Y esta vez es en verdad, como todas las otras veces.

Antony se marchó de la habitación en silencio sin voltear a verlo ni una vez. Dejando a Kris perplejo sin expresión en su rostro y a un demonio echado boca arriba en su cama.

- Demonio – Sin respuesta alguna a su llamado, giro en busca de este. Para ahora encontrarlo tirado en su cama. Lo correría, no estaba con ánimos de aguantar más intromisiones en su vida, pero tenía algo más importante en mente en ese preciso momento –¿Porque era tan necesario que liberáramos a Victoria todos juntos? Sé que pudiste haberlo hecho tu solo y que lo hubieras preferido.

- Suspiro – Caballero, no fuimos a liberar a Victoria. Eso fue, supongo desde tu punto de vista "daño colateral" – risa ligera – El objetivo era que "la perturbación" conociera a "el poder". No era liberarla mi objetivo. La balanza me dijo que Antony debía conocer a Victoria – Si bien eso último no era tan cierto, quizás ni el 50%. Veía con curiosidad al caballero ¿Cómo reaccionaría a la información que acaba de recibir?

- ¿Por qué? ¿Porque debía conocerla? Y más aún ¿Ella "el poder"? Yo soy lo suficientemente capaz de hacerme cargo de su entrenamiento y del mismo Antony – Sabía que el demonio era ajeno a la situación ¿ Pero acaso no sabía quién era el? ¿Que hablaba con un caballero de la corte real? Si se lo propusiera podría deshacerse de una vez por todas de los "obstáculos" que solo parecían aumentar.

- Oh, poderoso caballero – Risa contenida - Hay algo que creo no entiendes del todo. Escuchaste lo que dijo antes ¿no? Tu rol en su vida pudo haber terminado ahora que él conoce a "el poder" – Suspiro – Por lo que ya no requerimos de "tu" poder, ahora hay cosas más grandes esperándolo en su camino y bueno...

Kris salió de sus preocupaciones cuando escucho al demonio, para reírse levemente y mirarlo.

– ¿Crees que me importa? Él es mi sirviente – Su tono se volvía cortante y firme, más acorde a su apariencia - Lo escogí de entre los miles de criaturas que he conocido en mi vida. Criaturas fuertes, débiles, astutas, torpes, grandes y pequeñas. Varias criaturas de leyenda se ofrecieron a acompañarme, pero ninguna era adecuada. Fue a él a quien escogí para seguirme, hasta el final de sus días. Su destino está a mi lado, desde el momento en que lo conocí y así lo decidí.

- Bostezo, mientras se sentaba en la cama – Sabes, ese puede ser el problema – Se sacudía la cabeza - Míralo así, tú lo escogiste a él. Pero el destino se comparte dé a dos ¿Él no te ha escogido a ti, no es así? – Pronto vio la reacción en el caballero, se le veía rabiar con enojo e impotencia. Parecía ser susceptible al tema – Antes que hagas algo alocado, te ayudare y me retirare – Sonreía ligeramente mientras se marchaba, sabía que debía mantener sus intervenciones a raya. Por el momento su mejor entretenimiento seria buscar a Antony, que deberá estar donde aparecerá el Ángel – Si quieres ayuda...

Antes que Demian saliera de la habitación y cerrará la puerta tras él, fue interrumpido por el caballero.

- El me escogió, lo hizo sin darse cuenta la primera vez que nos conocimos. Es mi responsabilidad al haber respondido, ayudarlo... En el camino que ustedes le tienen preparado, es claro que no les importa "él" ... Yo lo acompañare, hasta que acepte deshacerse de todos ustedes y siga el camino que la guardia real y el destino le tiene preparado.

Contrario a lo que esperaba Demian, el caballero parecía haberse recuperado rápidamente. Se le notaba ligeramente, no, completamente seguro. Que personaje más obstinado se había encontrado

-Suspiro – Pero ¿No es más fácil, escoger un camino menos "obstaculizado", caballero? – Con sutileza cerró la puerta dejando al caballero solo en la habitación.

Kris llegó a su cama y sacudió la parte donde se había sentado el demonio. No le gustaba sentir la presencia de otros en su lugar de descanso. Hecho todo su peso en la cama causando un crujir y que su cuerpo rebotara ligeramente en el colchón, se encontraba exhausto.

- Yo sé que él aún no me escogió, rayos claro que lo sé. Pero algo dentro de él lo hizo, lo mismo que acepto nuestro vinculo y lo mismo que imprimió mi símbolo. Aaarg.

Kris pasaba sus manos por su cabellera mientras renegaba. ¿Porque se tarda tanto en trabajar, porque no es más rápido?

- Si se tarda más, si no logro que me acepte ¿Que será del caballero que perdió a su sirviente? –

Para un caballero era deshonroso que uno de sus seguidores dimitiera, pero había algo más importante. El misterio que guardaba su mirada y la razón por la que supo sin dudas que lo había encontrado, las perdería. Y al parecer se irían con cualquiera, cualquiera menos él.

Con la almohada sobre su cara parecía tratar de descansar, pero su mente lo mantenía ocupado ¿Que había hecho mal? ¿Que lo había llevado a este punto de quiebre? Por ratos, pensaba que era demasiado trabajo por un simple sirviente, más aún alguien que requería tanto entrenamiento como él.

- Rayos que será difícil lograr entrenar a este en verdad...

Sabía que los sobrenaturales tenían razón, a primera vista el chico no tenía gracia. Y durante el tiempo que había empezado su entrenamiento se volvió bastante claro, más ahora que se habían presentado estos acompañantes. Pero tenía algo, algo que quizás se ocultaba en su mirada, la cual reflejó una noche melancólica el día que lo conoció ¿Por qué su mente lo atormentaba de tal manera? ¿Qué respuesta buscaba en la noche de su mirar, que lo llevó a escogerlo? Pero no era solo la mirada.

- Hay algo en él, no comprendo bien. Pero cuando lo conocí sabía que había "algo". Y no sería un Light Sword si me pierdo un reto, más aún si abandono a quien escogí en un futuro incierto donde no esté.

Por su parte, el pelinegro estaba dentro del ascensor, se encontraba ansioso. Iba en dirección a la sala de recepción, en espera que de alguna manera Victoria estuviera allí. La había dejado a su suerte, pero no por su propia voluntad, había sido arrastrado. Algo que ya le pasaba frecuentemente, pero nunca le había afectado de esa manera.

- Veamos si esto aún es un sueño, debería poder manejar la situación a mi favor... Debería poder haberlo hecho desde un inicio la verdad.

Ahora más que nunca no se quería levantar, ella era especial. No importaba lo que diga Kris, no era una chica más.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, logro ver a Charlie saliendo de un portal de luz y tras él estaba ella. Salía del portal con suavidad, se le veía complacida, hasta se podría decir feliz, como si algo bueno pasara por su subconsciente. Al verla, aunque ella no cayera en cuenta de su presencia, veía el brillo vivaz en sus ojos violetas. El color de sus ojos resaltaba en la habitación, coloridos y vivaces como reales violetas. Tenía que hablarle, tenía que hacer que note su presencia.

- Victoria... Qué bueno que hayas podido llegar – Caminó hacia donde se encontraban los otros dos, no podía evitar sentirse avergonzado después de todo lo sucedido. Sabía que arreglar el malentendido sería complicado. Pero esperaba que al menos ella se hubiera dado cuenta de cómo era Kris en realidad.

- Si... Charlie muchas gracias por traerme – Miraba sonriente al rubio de cabello medio castaño, el cual le devolvía una sonrisa galante. Era la primera persona a la que parecía agradarle, a parte del chico que acaba de volverse a encontrar – Tú... Antony ¿Sabes dónde está el caballero? Me debo disculpar, por lo sucedido. Me sobresalte un poco, supongo – No entendía muy bien cómo, ni por qué. Pero algo que hizo había alterado al caballero.

- Pero si no hiciste nada Victoria, él es el que tiene problemas – ¿Que le sucedía a esta chica? Cómo podía pensar en disculparse con el caballero, al único al que había ofendido era a él. Pero era algo a lo que no le tomaría importancia ahora y trataba de olvidar cada vez que podía.

- Pequeño chico de la perturbación, déjala tranquila. Ella acaba de salir de la prisión donde estaba – Miraba a Antony con una sonrisa "comprensible y de apoyo".

Si lograba usar a la chica, para poner a la perturbación de su lado sería un gran paso. Además, que dañaría el orgullo de ese caballero, al ver que sería él quien tendría más poder sobre su sirviente que él mismo.

– Sin embargo, Victoria, no es muy buena idea que vallas donde el ahora – Victoria lo veía extrañada, pronto entendió que no debía parecer estar "en su contra" – En estos momentos debe estar despejando su cabeza de lo sucedido en el calabozo.

Antony miraba con terror y confusión al Ángel, se comportaba como una persona totalmente diferente. Pero al ver la cara de Victoria, se daba cuenta que ella creía en el Ángel y que confiaba en lo que él decía. Quizás tendría que aceptar este teatro para poder acercarse a la joven que había captado su atención.

Victoria parecía estar recapacitando la situación, Charlie tenía razón. El caballero se veía bastante alterado, sin razón alguna para ella ¿Por qué le daba tanta importancia a ese chico? Era simple a primera vista, no captaba la atención ni la mirada.

- Esta bien, supongo... - Pronto dirigió su mirada hacia Antony, tenía una duda. Que, si bien no podía ser respondida directamente con facilidad, podría concluir una respuesta si preguntaba con precisión – Los "sirvientes" siguen y sirven a sus amos ¿Porque tú eres diferente con Kris?

La cara de Antony se ruborizo con rapidez. Se sentía avergonzado de sí mismo por haber terminado en esa situación. La chica que había llamado su atención se refería a él como "el sirviente", sin siquiera poner su nombre antes o después. Si es que tan siquiera lo sabía. Era claro, para ella había una diferencia entre "Kris" y "el sirviente" a quienes no había conocido más que un par de minutos.

- Por el simple hecho de que yo no soy su sirviente... Llamarme así es algo que él decidió por su cuenta, desde el momento que lo conocí... – A su mente regresaban otra vez los recuerdos de la noche en que conoció a Kris. Parecía haber pasado un tiempo, pero en verdad solo habrían sido unos días.

Charlie estaba intrigado, por la forma en la que se refería "la perturbación" al caballero, parecía tenerle menos aprecio del que mostraba. Pero por la relación que mostraban ambos parecían tener cierta confianza el uno con el otro y era claro que el caballero le tenía una extraña estima.

- Y... ¿Hace cuánto lo conociste, amiguito? – Trataba de no sonar muy interesado y a su vez simular ser comprensivo con la "situación" por la que atravesaba aquel muchacho. Pero en verdad solo quería saber que tanto tenía que "superar" al caballero para poder tener control sobre la chica y el chico de "la profecía" de la balanza, puesto que el demonio claramente no era competencia para él y no pareciera tener intenciones de pelear – Claro está, si recuerdas...

Victoria se reía ligero ¿A estas alturas qué importancia podía tener eso? Por la estima que le guardaba el caballero era claro que de alguna manera esos dos, que no tenían nada similar, se llevaban conociendo un tiempo.

- Bueno, como unos dos días – Antony no entendía la importancia de eso ¿ Es que acaso inclusive al Ángel le interesaba más el caballero, con quien no parecía estar en buenos términos, que él? Aun a pesar de que él era "la perturbación".

Los ojos de Victoria se abrieron completamente en un simple instante  ¿Que acababa de escuchar? ¿dos días? ¿Cómo podía importarle tanto alguien que había conocido hace dos días? Tanto como para confrontarla a ella ¡A ella! Cuando lo conoció sintió que todo el tiempo que estuvo encerrada, hubiera sido en espera de aquel caballero en brillante armadura, galante y risueño que venía por ella ¿Entonces porque la liberaron, en serio había sido por aquel chico y el caballero simplemente lo siguió porque le pareció? Su cuento de hadas parecía estar dirigiéndose a un sendero oscuro.

Charlie se veía agradablemente sorprendido, no importaba mucho que había sucedido en esos dos días. El poco tiempo era algo a su favor, él podría ganarse la confianza de los presentes y deshacerse del caballero sin mucho trabajo.

- Dos días... - Victoria parecía aun no procesar lo que había escuchado – Dos días...

- Si, si ¿Pero eso qué importa? Victoria, yo no sé porque Kris decidido referirse a mí de esa manera desde que lo conocí. Aun en estos momentos no lo entiendo – Era cierto que empezaba a entender en algo lo que para Kris era un "sirviente". Y era cierto también que hasta el día anterior estaba pensando en aceptar la situación y ver a qué aventuras alcanzarían juntos. Pero desde el momento en que vio a Victoria, pensó en que había algo más en su viaje.

Victoria parecía revitalizada, como si hubiera encontrado alguna salida del callejón donde sus expectativas parecían ir a terminar, mientras ignoraba a Antony. Si luego de dos días de conocerlo había desarrollado tanto apego hacia el chico. Claramente lo único que ella tenía que hacer era hablarle, sería sencillo.

- Gracias, pequeño. Me has alegrado el día, como no tienes idea – Debía ubicar al caballero rápidamente, de alguna manera – Y dime ¿Sabes dónde está el caballero?

Charlie se veía un poco decepcionado, la chica se había recuperado del trauma con facilidad. Lamentablemente para él, parecía que "Victoria" no era tan insegura y confiada como él pensaba, no tanto. Simplemente sería un poco más trabajoso. Pero se trataba de él, Charlie, el ángel más talentoso de la academia en el cielo.

Antony pensaba en que, si bien no quería que aquella chica de ojos Violetas se acercara al caballero, alejarla de él sin razón alguna solo empeoraría la situación. Además, aunque no le gustara aceptarlo, que valla donde Kris y este le dé una negativa podría favorecerlo. Porque era claro que es lo que recibiría de él. Simplemente se lo diría, ya que técnicamente al menos conseguiría que la chica fuera a su habitación. Antes de poder responderle, una idea asomo su mente, de que quizás no sería una idea tan buena. Pero los presentes, sobre todo Victoria que parecía seguir esperando una respuesta del indeciso, se alertaron cuando el ascensor anuncio su llegada.

En la mente del pelinegro con orejas, la situación actual en la que estaba lo golpeó con rapidez. Estaban en una guarida llena de rebeldes, intrusos como Victoria serían considerados una amenaza. Debía apresurarse e idear algo, pero sus ideas se mezclaban sin control. Solo atinando a mirar a Charlie con advertencia, en espera que capte la situación.

Charlie lo miraba sin darle importancia. Más cuando las puertas del ascensor se abrieron y una silueta familiar salió, se felicitaba a si mismo por lo que había logrado en tan poco tiempo. Era el demonio quien salía del ascensor, bostezando, tan despreciable e incorrecto como de costumbre. Pero parecía satisfecho con verlos frente a él ¿Que podía estar planeando un ser como él?

- ¿Demian? ¿Qué haces aquí? – Antony lo miraba con curiosidad y un poco más relajado. Lo poco que podía recordar instantes previos a salir de la habitación luego de confrontar a Kris, era a Demian echado en la cama. Y no parecía que fuera a levantarse pronto – Pensé, estarías durmiendo. Cómo aprovechas cada muro para apoyarte, una cama sería bueno...

- Exhalación – Al menos tratas de ser gracioso... Lo seguiría haciendo, pero cierto ser estuvo algo... No diría alterado, sorprendido tal vez – Sonrisa ladeada - Y no parecía desear que me quedara más tiempo en su habitación.

Como se lo imaginaba desde que el ascensor se detuvo, de alguna manera el Ángel si había traído consigo a la chica. Lo único que agradecia era que no tuviera que empujar a la perturbación a conocerla, él mismo parecía gustoso de hacerlo

– Veo que llegaste – Al escucharlo Charlie resoplo victorioso – Victoria – El Ángel lo miraba con desagrado al verse ignorado.

- Últimamente Kris se altera con facilidad, era menos complicado antes... - Fue rápidamente interrumpido, mientras Victoria se acercaba a Demian.

- Si... Dices que vienes del cuarto de este chico, Antony ¿No? – En su mente ideas muy turbias se empezaban a formar – Y que Kris estaba o esta hay ¿No? ¿Por qué?

- Suspiro – No sé, no importa mucho. Será su cuarto también ¿Porque no?

Otro miembro "útil" se agregaba su colección. ¿Por qué me liberaron? ¿Quiénes son ustedes? ¿Cuándo terminarás con mi existencia? ¿Porque sigo aquí parada hablando de un completo extraño con otro completo extraño? ¿Por qué no cumplo las expectativas de quien me liberó y tan siquiera me dignó a hablar con el orejón que parece ser el único interesado en mí en kilómetros a la redonda? Esas eran buenas preguntas, pero parece ser que dieciséis años de encierro repercuten en el sentido común. Cansado y por pura casualidad, se dio cuenta que Antony lo miraba con presión. Como si le dijera que parara de hablar, el también deseara no tener que responder banalidades en estos momentos.

- Mira que se llevan bien para solo conocerse solo dos días, hasta comparten habitación. Antony – La voz de la joven de ojos centellantes parecía alegre, pero a la vez recriminador

- Espera, espera. Eso es porque no hay más habitaciones en este lugar, no es algo que yo haya decidido porque quiera – ¿Qué sucedía con las situaciones últimamente? Todo parecía solo empeorar con una facilidad salvaje.

- Así que no hay más habitaciones en el lugar ¿No? Mira tú, las apariencias engañan...

- Si, si ¿Ves Victoria? Todo lo que pasa con Kris son simples circunstancias de la vida – Lo que decía era verdad. Todo lo que había pasado hasta el momento había sido causado por Kris, de alguna u otra manera. Los accidentes, el aterrizaje, sobrevivir, el viaje...

- Mira tú, qué bonitas circunstancias las tuyas. Hospedado con un caballero de compañía y guardián, en una de las pocas habitaciones que quedan en este edificio de apariencia elegante mientras dos extraños tipos te llevan instantáneamente a múltiples lugares.

- Si lo dices así, pues si parecen cosas buenas... - Victoria lo miraba con recriminación. Por su parte Demian había logrado recostarse en un sofá de la sala mientras la función empezaba – Pero, es que no conoces al caballero...

- Ah, ahora dos días te vuelven experto en el tipo. Pero no tienen cercanía alguna ¿No? – Ella entendía la parte de que al parecer al pequeño orejón no le agradaba del todo el caballero. Sin embargo, pese a solo conocerlo dos días parecía tenerlo totalmente prejuzgado – Pero te entiendo, los pocos minutos que lo logre ver fueron suficientes. Para darme cuenta de que era especial.

- Bueno, bueno, amiguita. Victoria, no todo lo especial es bueno. Basta con mirar, lo rápido que se prende su temperamento – Sabía que tenía que ganarse la confianza de ambos adolescentes, pero en verdad escuchar tanta glorificación del caballero lo empezaba a alterar. Era casi tan ordinario como "la perturbación". Además, que él era mucho más atractivo que el caballero ¿Seria la armadura o el pelo rojo? Quizás la chica estaba ciega y ya.

- Eso fue culpa de él – señalaba a Antony con fuerza - Fue claramente su culpa. Lo enojo hasta que exploto y se desquito con la primera persona que vio – Antony la miraba sorprendido y confundido. Mientras el Ángel parecía rendirse con el asunto. Pero no había más explicación, él lo enojó y no se pudo desquitar con alguien más

- Eso es cierto, en parte – bostezo – En Serio ¿Planean perder su tiempo acerca de Kris? Podrían preguntar cosas más importantes, conocerse mejor. Técnicamente te liberamos de tu prisión de – tos – dieciséis años, más o menos, quien sabe, yo no. Para que se conocieran.

Victoria llevó su mano al pecho en sorpresa mientras por un instante pensó que el aire se escaparía de su pecho ¿El pequeño había estado en lo correcto todo este tiempo? Pensar que aquello que pensó nunca iba a suceder, se diera a causa de aquel ser frente a ella.

- Espera, como que yo lo enoje, eso no es cierto. El tipo... - Pronto percibió la mirada del Ángel que lo veía con decepción a la par de Demian – Esperen... Ya ves Victoria, nuestro destino era conocernos. Quien te sacó de la celda, quien viste primero – Con los movimientos de sus manos parecía quitarle importancia a lo mencionado - Esas son puras casualidades. Yo vine a este planeta para que seas libre y me conozcas.

- Estas... Deben ser mentiras – La situación en la que se hallaba era casi tan mala como estar encarcelada otra vez. Su destino ¿Conocer al pelinegro de orejas? ¿Acaso la vida se reía de ella otra vez, poniéndole al galante caballero; brillante sonrisa, profundos ojos llenos de compasión color verde esmeralda; para que sea el pelinegro su destino? Lamentablemente, aun esta miseria era mejor que la celda... Aunque sea por poco.

- Claro que no Victoria, Demian lo dijo. Y el casi siempre, bueno pues, no se, es creíble... - Eran uno de esos momentos en los que volvía a recapacitar su situación. Estaba en otro planeta y un ser sobrenatural que se nombró a sí mismo un demonio le daba indicaciones de vida, no es que las del Ángel fueran mejores ¿Estaba bien creerle todo? Aunque esperaba que lo de Victoria sea cierto – Nuestro destino es estar juntos para siempre.

- Nunca dije eso – Parecía haber encontrado algo con que entretenerse en la mesita de noche del cuarto de estar, parecía un libro o algo parecido – Conocerse y atar sus destinos para siempre, no es necesariamente lo mismo, ni de cerca.

Charlie se había acercado a la sala del cuarto de estar. Planeaba expresarle abiertamente como ya todo estaba bajo su control, pero pareciera que tener a la balanza aún pesaba. Pues con solo un par de oraciones, sin siquiera mirarlos, había puesto la situación de ida y vuelta un par de veces.

- Demonio, tú te diviertes con esto ¿no? – No podía negar que él también, el flujo de estados por las que pasaban los dos mortales era entretenido. Pero debía guardar compostura y parecer el comprensible, el amable que brindaba seguridad.

- Sorprendentemente... No, además – Cansado se levantó del sofá, había algo que lo inquieta desde hace un rato – Tu – Con la mirada y un movimiento de cabeza, parecía referirse a la chica de pelo castaño – Vamos. Demuéstrame tu poder, demuéstrame lo que vales – Sus alas negras, imponentes y amplias hicieron su aparición en la sala, dejando en silencio la habitación con el batir que hicieron al emerger liberando unas plumas a su vez.

La impresión que aquellas alas negras causaron en Charlie lo hicieron retroceder, esperaba que nadie se hubiera dado cuenta. Pero las alas del demonio lo tapaban, dejándolo pasar casi desapercibido en la conmoción.

Antony veía frente a sus ojos, a un ser sobrenatural. La habitación se había llenado con un humor extraño, una sensación extraña lo recorría en su interior ¿Él era Demian? Solamente dio un par de pasos hacia ellos, exactamente hacia Victoria y cada paso parecía quebrar el ambiente ¿Era el mismo? Sus ojos rojos tenían un brillo aterrador, su sonrisa era tétrica, era alguien totalmente diferente. Sea lo que sea que planeaba hacer contra Victoria, ella no tendría posibilidades por más poder que tuviera. Haber estado encerrada toda su vida, tendría que haberla debilitado. Estaba seguro de que él lo sabía, era algo característico en Demian saber esas cosas. Pero frente a ellos, tenía por primera vez a quién podría llamar Demonio, no eran simplemente poderes, cuernos y mala actitud.

- Victoria – Se daba cuenta que no había nada, ni nadie entre ellos dos. Él estaba a una distancia en la que más difícilmente llegaría en menos de unos segundos y el Ángel no estaba en los alrededores – Llama al ascensor. Demian, ella no está en condiciones...

- Ja, Yo estoy en mucho mejor condición de lo que tu estarás – Sacudió su pelo hacia un costado mientras desde su lugar parecía pararse firmemente frente al demonio – Pareciera que me liberaste por tu propia voluntad y capricho...

Demian le devolvió el enunciando con una risa ligera, sacando las manos de sus bolsillos. Por el momento todo marchaba de una manera... Interesante. La chica parecía estar dispuesta a hacerle frente ¿Pero por cuánto tiempo?

– Solo diré... Que no te pediré permiso para empezar – En la palma de su mano aparecía una pequeña bolita negra flotante a la cual como corrientes de viento negras empezaban a rodear, pero estas corrientes provenían de diferentes direcciones y no producían brisa alguna. El único sonido era el del aire siendo cortado. Con una ligera sonrisa en su rostro, se pronunció – "Tentaciones de la noche" sub orden 5, articulo 4 "El rencor de los olvidados" – Con sus dedos como impulso, sin mucho esfuerzo lanzo una esfera negra que parecía tener algo dentro de ella tratando de escapar. Se dirigía lentamente hacia Victoria. La propia esfera parecía pelear consigo misma.

- Pensar que por un momento te tome en serio. Nada más esa bola negra inestable que parece pelear por no reventar...

Al ver que el demonio no respondía a su provocación y que en su rostro parecía burlarse de ella, empezó a acumular energía color violeta alrededor de su mano derecha. Se acumulaba como si fueran pequeños haces de luz violeta, hasta formar una esfera que rodeaba su mano de un color violeta transparente. La esfera parecía rotar alrededor de su mano a gran velocidad. Cuando la sintió lista la lanzó en dirección de Demian, en línea contra su esfera

– "Galaxia" – Exclamó con una sonrisa en su cara al ver la cara de sorpresa, la impresión que parecía haber dejado en el pelinegro de orejas que estaba congelado.

Sin embargo, la expresión de aquel con alas negras parecía algo desanimado. Con sorpresa, pero sobre todo terror, vio como la esfera de energía violeta que había lanzado a gran velocidad; al impactar con la esfera negra era completamente arrastrada hacia su interior, haciéndola un poco más grande y algo más rápida

– Pero qué demonios –

Pensó en cargar otra esfera, pero empezaba a sentir temor. Nunca había visto algo así, la forma en la que su esfera fue absorbida, creía haber visto como si unas pequeñas prolongaciones de la esfera la jalaran. Como si arrastraran la energía que había creado. Por un instante creyó ver el interior de la esfera. Instante en el que pensó podría perder su alma si no salía de su camino. Cuando trato de poner un pie fuera del camino fue interrumpida por la voz decepcionada del demonio, cuyas alas habían desaparecido y se dirigía al sofá.

- Puedes intentar escapar... Peeero la esfera te seguirá. Fue creada "especialmente para ti" – Rio – Míralo así, cuando veas lo que te espera. Apreciarás mucho mejor los dieciséis años que pasaste encerrada en un lugar tan bello como ese calabozo. Y yo aprenderé a no perder mi tiempo, otra vez – Que decepción, haber liberado a alguien casi tan inútil como el chico. Debería simplemente hacerse cargo de la misión y jalar a la perturbación, para regresar a descansar a su casa.

- Demonio, que es esa cosa... Qué horror de la oscuridad tengo el desagrado de estar presenciado frente a mis sagrados ojos... La esfera parece retorcerse... - el Ángel hablaba con repudio, pero sentía una perturbación en su interior, casi temor. Pero era algo que no aceptaría.

- Demian, estas bromeando ¿No? No está bien que hagas estas bromas... Victoria está... - Giró a ver a Victoria. Estaba recostada contra el muro, con las pupilas contraídas y se deslizaba lentamente hacia el piso – Demian detén esto, no ves que...

- Silencio un rato ¿Desde cuándo soy yo el objetivo de su conversación? Yo no bromeo, y señor Ángel, lo que ve frente a usted es algo llamado... No sé, "rencor de los olvidados" ¿Puede ser no? – Con su mirada vio como Antony se acercaba a Victoria, pero pronto atrajo su atención – No deberías ponerte en su línea de acción, yo te recomendaría que la rodearas. No eres más útil que ella, pero sí más importante para la misión al menos. No me puedo permitir que te pierdas porque en fin, en la oscuridad formada por millones de lamentos y gritos rencorosos por el fin de tus días.

Antony se había quedado congelado con un pie adelante ¿El rencor de millones de almas? ¿Eso era esa esfera?

- Bueno, yo me hago cargo amiguitos "Lanza de Aquiles" – La pequeña esfera de su mano rápidamente tomó la forma de una lanza de regular tamaño, que fue lanzada con gracia hacia la "burbuja" de oscuridad.

Charlie miró al demonio con aires de victoria, pero al ver que este no se inmuto en lo absoluto regreso a la burbuja que daba por destruida. Sorprendido estaba, cuando vio su lanza clavada o mejor dicho que había atravesado la burbuja, pero que esta seguía se rumbo y se hallaba a más de mitad de camino.

- Sabes que no es una burbuja ¿no? Es una esfera o, mejor dicho, un portal con forma de esfera por así decirlo. No puedes reventarla, solo se cerrará cuando pasen dos cosas o yo lo ordeno o mágicamente y para suerte de ustedes se sature de energía – suspiro – Lamentablemente para ustedes, no se puede sobrecargar con luz, como ven no la absorbe. Este es el adiós, Vick – Tiempo perdido en vano. Además que la esfera tampoco era muy fácil de mantener. Por suerte todo acabaría pronto.

- Demian, detente. No puedes hacerle eso a Victoria, porque lo haces... Tú me dijiste que tenía que conocerla – Se sentía la desesperación en su voz, todavía tenía miedo. Pero ver como esa esfera avanzaba cada vez más cerca de Victoria lo atemorizaba aún más – No puedes, no después de liberarla... - Había sido llamado inútil varias veces ese día, pero nunca lo había sentido tan cierto como ahora. No había nada que pudiera hacer.

"Libertad" fue la palabra que resonó en la mente de Victoria y algo en ella reacciono ¿Qué estaba haciendo? Había perdido dieciséis años de su vida en una celda soñando con el exterior, con personas, con vivir libre. Para verse arrinconada por una esfera creada por un ser que no le tenía ni el más mínimo aprecio o interés, que la veía nada más como una herramienta. Ella se lo había prometido, en el momento en que vio su celda por última vez. Nunca más, nadie, se referiría a ella como una reclusa. Lentamente se paró de pie, sin más temblores. Dirigiéndose hacia la esfera con paso decidido.

- Al menos resultaste agradecida, nos ahorrarás el tiempo y te entregaras a la esfera...

- Silencio, te mostrare el poder que guardan las galaxias... - Parada frente a la esfera extendió su mano hacia esta y empezó a juntar haces de luz – Los cimientos de cada una de ellas. El poder que guardan las partículas - Con los haces de luz formando una esfera similar a la anterior introdujo media esfera en la bola de oscuridad - ¡Galaxia! –

La esfera aumento de tamaño y pequeños haces de luz escapaban de su interior, hasta que la espera reventó como una burbuja de brea manchando el suelo de la habitación.

– Ahora que tengo su atención, me gustaría saber ¿Dónde puedo encontrar al caballero? ¿O es que tienes otra prueba para mí?

Con un tono de voz altivo parecía intentar burlarse de Demian, pero inmediatamente sintió un escalofrío atrás de ella. Con rapidez busco en la habitación y solo pudo encontrar la mirada petrificada del pelinegro y al Ángel con una expresión confusa.

- ¿Que te hace pensar que eso era todo? – Su voz era profunda y parecía resonar dentro de élla.

Victoria giró su mirada lentamente a su espalda, para encontrar unos ojos rojos brillantes y un rostro tétrico que le susurraban al oído. La impresión fue lo suficientemente fuerte para que al retroceder cayera al piso.

- Tranquila, eso es todo por ahora... Después de todo dudo que sepas hacer algo mejor que eso. Por ahora será suficiente – Se acuclillo frente a ella y le estiro su mano – Poder, me llamo Demian.

Antony miraba confundido la escena. Era cierto que Demian era un poco extraño y varias cosas sobre él no las comprendía bien. Pero lo que más le intrigaba era que nunca sabía la profundidad o el significado de lo que hacía. Parecía muy elaborado para alguien tan desanimado.

Charlie veía cómo su trabajo de los últimos minutos era superado y arrollado por las oscuras artimañas del demonio. No solo la reto, la arrincono y luego hizo que reaccionara sobre su situación actual, para finalmente introducirse como una especie de guía duro. Lo que más lo fastidiaba es que ese era su plan, encima algo mejor. Claramente sería mejor viniendo de él mismo. Pero cambió de estrategia al pensar que si avanzaba lentamente con el Poder y la Perturbación lograría superarlo. Ahora inclusive su venganza contra el caballero parecía tambalear si es que Demian recuperaba el dominio de la situación.

Victoria por un momento pensó en tomar su mano para levantarse, pero pronto se recuperó de la conmoción. Recordó que para Demian no es más que una herramienta y que posiblemente piense lo mismo del chico de mechones negros, aunque pareciera que él es más "importante". Dispuesta a rechazar su mano y demostrar que no estaba dispuesta a dejarse llevar por la corriente que imponía aquel demonio regresó su mirada frente a ella, donde estaba el Demonio, más ya no encontró la mano estirada hacia ella ni tampoco a él.

- Antony ¿Qué tal si te probamos a ti también? Mira lo que logró ella – Si bien su rostro mostraba una sonrisa plácida no parecía bromear.

Demian estaba frente a Antony quien lo miraba intrigado y confundido ¿Acaso él también tenía la habilidad de hacer esas cosas tan asombrosas?

- Vamos, Demonio sabes que eso no pasara, él es técnicamente un humano. Es bien sabido que ellos no tienen aptitudes para ningún tipo de talento natural.

Antony recordó su "realidad" al escuchar eso. Pero fue una de esas veces en las que se preguntaba si él era un "humano" en verdad. No lo parecia fisicamente.

Charlie trataba de hablar con compostura, de superar la impresión que había dejado el Demonio en él. Pero nunca había sentido la presencia de un demonio tan intensamente como en esos instantes. Si bien nunca había visto uno frente a frente antes, él sabía que era un Demonio desde el momento en que lo conoció. Pero ahora, ahora entendía el significado de la palabra Demonio. Pero si Demian se había mostrado como un "Demonio" de verdad, él se mostraría como lo que era. Magnificencia personificada, brillo y resplandor que superarían la impresión que había dejado en el aquel Demonio. Pero más que la apariencia fue el cambio de su personalidad lo que más le impactó, si es que hubo cambio alguno.

– En esta ocasión, es mi deber y responsabilidad proteger al inde...

Antony estaba en su mente, en su mundo ¿Si Demian tenía razón? ¿Si el podía descubrir quien o que era en verdad? ¿Podría despertar algún poder tan asombroso como aquellos que lo rodeaban? Pronto recordó las palabras de Kris, quien le dijo que había visto algo único en él ¿Se refería a talentos ocultos? Qué fue lo que vio en él el caballero en aquella noche en que lo conoció. Pero... Si acaso con con ese poder podía conseguir que Victoria le preste atención y demostrar lo que podía hacer.

Sus pensamientos fueron esfumados cuando las puertas del ascensor se abrieron, siendo estas mismas las que interrumpieron al Ángel que parecía imponer otro teatro para los ojos de Victoria. Los cuales veía brillar mirando hacia el ascensor. Sospechaba de quien se trataba, recordaba haberle dicho que separaran sus caminos. También recordaba que era el único que podría decir conscientemente que estaba de su lado.

- Él no es indefenso y si llegase a necesitar que alguien lo proteja ese seré yo – Kris salía del ascensor, mirando la escena intrigado. Se dirigía hacia su sirviente, su paso era calmado y seguro – Antony ¿Si acepto usar también tu nombre al llamarte? ¿Usarías tú el mío también y seguirías siendo mi sirviente?

Era la manera de Kris de disculparse, era algo difícil para él. Pero la conclusión a la que llegó era que quizás su sirviente sentía que había perdido libertad en el momento que fue escogido. Que su sirviente no comprendía que no había sido denigrado sino ascendido en el estatus social. Él quería demostrarle que, si bien estaría a su lado, nunca sería nada similar a un prisionero. A su lado, pero a su propio ritmo, sería como descubriría un mundo asombroso lleno de aventuras, con él.

– Fue incorrecto de mi parte no haberme dado cuenta antes – Se acuclillo frente a él y puso ambas manos en sus hombros y miró fijamente con una amplia sonrisa a su confundido sirviente. El propio Kris estaba confundido, si bien lo había recapacitado en el ascensor no sabía exactamente que hacer o decir para regresar todo a su rumbo. Pero sabía algo y es que para "mejorar" Antony tenía que poner de su parte esta vez.

– Es que... En mi hogar... Ser sirviente de un caballero real es un gran rango de estatus, un honor. Más aún si se trata del caballero central de la guardia real, quien seria yo. Más llegue a la conclusión que no es lo mismo para ti... -

Antony parecía confundido, pero al ver la cara de Kris entendió un poco. Su cara parecía avergonzada y su tono de voz el usual e infantil.

- Pero como eres el primero, pues no sé muy bien qué hacer. Quizás cometa otros errores en el futuro – Todo esto sucedió por lo de la celda. El problema recae que para prevenirlo debía comprender porque sucedió – Pero estaré feliz aprendiendo a tu lado, yo de ti y tú de mí –

Kris ya había dicho todo por su parte ahora faltaba lo más importante una disculpa por parte de su sirviente. Claramente como él había entendido las cosas, él fue el primero en errar y por eso debía ser él quien debía dar el primer paso.

Antony se percató de que, si para él esto era difícil, para el caballero que estaba en sus mismas condiciones era peor. Más aún si el único en quien se acompañaba no entendía nada de él. Para Antony el único que parecía tener alguna expectativa en él era Kris, aunque nunca lo presionaba al respecto. Kris ahora estaba frente a él, esperando una respuesta que por lo poco que comprendía Antony sería algo importante. A pesar de todo lo dicho y lo sucedido sabía que Kris quería un poco de reciprocidad en lo que él consideraba un "buen trato". Además de que confirmaba que para Kris esto era algo importante. Y en momentos así era que recordaba que Kris le mantendría compañía y no tenía por qué ser algo malo. No si lo veía como Kris lo veía.

- Si es una forma extraña de decir que quieres que nos llevemos mejor a tu manera... Pues está bien, también lamento pues un poco de todo hasta ahora. Aunque...

Antony entendió que Kris quería ser tomado en cuenta y tratado con más confianza y respeto, o al menos eso haría. Después de todo desde el punto de vista de Kris el se portaba bien, y casi siempre era así.

- Excelente, acepto tu disculpa Antony mi sirviente.

Kris estaba un poco avergonzado por lo que había dicho. En verdad no había pensado en una situación en la que dijera "no", pero eso no sucedería. Era largo llamarlo así, pero si lo llamara "Kris" o "Señor Kris" o "Amo Kris" de ahora en adelante estaba bien. Pues tal vez y ayudaba al sello a trabajar más rápido si Antony ponía inconscientemente de su parte. Pronto recordó que había otra razón por la cual subió y se levantó del suelo para dirigirse a la cocina.

– Antony y ¿Aún no hay comida aquí? – Ahora que había logrado su objetivo y de una manera inusualmente sincera por parte de su sirviente, podía regresar a lo importante. Comer.

- Cuales disculpas. Además que te iba a decir que me tienes que decir que quieres de mí exactamente...

Kris se acercó a donde Antony otra vez, en verdad debían empezar por un punto.

- Bueno pues quizás si hablamos más tarde – Pone su mano al lado de su cara y habla más bajo, intentando susurrar a su oído – Cuando no estén "los demás".

Victoria no entendía qué rayos pasaba. Pero el enano tenía un puesto inmerecidamente bueno con el caballero ¿Podría tenerlo ella también?

- Caballero, espera... Yo aún no me disculpo por lo que sucedió en el calabozo, a pesar de que fuiste a rescatarme – el tono de voz que usaba dejaba indignados a los demás ya presentes en la sala, sobre todo a Antony.

Demian desistió de esperar algo "interesante" de los presentes, simplemente bostezo tranquilamente y dio media vuelta.

- Regresaré a mi sofá, si algo sucede... Naa, solo regresare a mi sofá – en el camino se cruzó con Charlie – Parece que hoy te esforzaste bastante – Al ver como el Ángel resoplaba se rió por dentro un rato antes de continuar – En no hacer nada, eso sí fue de gran ayuda. Casi como para que piense en algún día agradecerte, se rio ligeramente antes de recostarse

- Maldito demonio, tienes suerte que no te elimine...

Demian detuvo su caminar por un leve instante para girar e interrogar burlonamente al Ángel.

- ¿Así como eliminaste mi esferita? Vamos, déjame descansar – Su tono de voz era calmada y apagada, pero denotaba burla en él. Antes de echarse dio un vistazo al escenario, aquel que parecía se repetiría varias veces en el camino a su misión. Que molesto.

- Yo podría haberlo eliminado si hubiera querido, solo estaba siguiendo el teatro – El, Charlie, estaba siendo menospreciado por un demonio. No una, sino dos veces en un solo instante – Yo retare al chico y haré que despierte su potencial oculto, hay veras quien no hace nada... - Lo último lo dijo susurrando, para sí mismo. Si lograba ser el quien liberara el poder del chico, en caso el caballero estuviera en lo correcto, él tendría la ventaja absoluta.

Kris levantó su mirada hacia la chica, trataba de no mostrar ni el más leve signo de desdén hacia ella. Su sirviente había dicho que era importante para él o algo por el estilo. Si quería proseguir su entrenamiento tranquilamente tendría que estar en buenos términos también con ella, al menos por el momento.

- ¿Disculparte por qué? Esto.... ¿Victoria?

Kris se levanta y va a la cocina encontrando por suerte en la mesa algo de comida. Luego de haber cumplido su objetivo principal podía ir por lo otro importante y luego a su habitación.

Bueno pues, yo ni sabía que te íbamos a rescatar – se mete un bocado un pan – Mi plan era acabar rápido para regresar...

- ¿Acabar rápido que, Joven caballero? – La voz de alguien familiar resonó en la puerta de la sala, siendo el único pasmado ante la situación Antony.

 


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