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Soul Sphere por AustralianRick

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Para los Ángeles, que habitaban en un reino flotante entre las nubes, iluminados por la luz de una dimensión cambiante, la balanza tenía una materialización física. Cuentan sus relatos que en el mismo instante en el que fue creada su dimensión, el primer ente de luz recibió una reliquia con dos brazos. Estos brazos siempre permanecerían inertes, a menos que así lo designe "la balanza". 

Crearon un templo para la estatuilla, vigilada por los seres más cercanos al equilibrio y a su vez más sensibles a las perturbaciones de este. El templo de los guardianes de la perpetuidad, vigilado por 7 ángeles. Entro ellos estaba el Ángel Mayor del Clero, Cleric Hallo. Cleric se denominaba el padre de toda la luz, a su vez como la fuerza de Luz más ancestral. Algunos relatan que fue Cleric uno de los Ángeles que ayudaron a construir el templo, pero que su temperamento iracundo y ansias de guerra le impedía escuchar los cascabeles del perpetuo equilibrio.

Para Cleric Hallo, la balanza era un ente superior, una fuerza sin manifestación física; que no interferiría en la guerra entre los mundos, a menos, que lo considere necesario. Él percibia que la balanza tenía un plan más grande, un plan mayor, una meta; la balanza tenía planes para el universo en el que habitaban todas las dimensiones bajo su poder y no era interferir en las riñas entre la Luz y la Oscuridad. Estas mismas ideas lo llevaron a formar la casa de los guardias de la Luz; donde instruía a Ángeles creados de las voluntades más fuertes, voluntades que se negaron a desaparecer de la existencia en su dimensión y que escogieron regresar a este plano como fuente de luz para nuevos Ángeles.

En el otro rincón de este mundo, donde la luz del cielo es rápidamente diseminada sin dejar rastro. En el mundo de la oscuridad, donde las llamas del infierno son la única luz que existe, El infierno. Al igual que su contraparte luminosa poseía un santuario para la balanza. Esta era vigilada por los herederos de los deseos más fuertes de los vivos, aquellos que se sospechan fueron los que crearon inicialmente a los demonios. Los 7 acechadores: Avaricia, Gula, Soberbia, Ira, Envidia, Pereza y Orgullo. Demonios que vestían una túnica roja y negra que cubría toda su existencia sin permitir distinguir sus verdaderas formas. Ellos habían sido reencarnados generación tras generación por los deseos de los vivos.

Su entendimiento de los deseos más intensos del corazón mortal le permitía reconocer a entes del plano de los vivos capaces de originar los movimientos de la balanza; antes de que la propia balanza se inclinara. Ellos podían reconocer las perturbaciones en la realidad, aquellas que iban a impactar en el equilibrio de la balanza de una u otra manera. Una frase, un silencio, un movimiento, una pausa; eran miles las razones que originaría un posible movimiento en la balanza. Si un acechador percibía un sentimiento fuerte, digno de ser capaz de mover la balanza, y a su vez los 7 prevenían una inclinación en la balanza; el intérprete de las estrellas sin firmamento, Demon Star, sería avisado.

Demon Star, el demonio de más alto rango luego de los acechadores y guardián del templo, finalmente había recibido el llamado. Se trataba de un demonio con una poderosa presencia, mirada firme, larga cabellera negra, cuernos prominentes en su frente color grises y su cuerpo era cubierto por una túnica negra con bordes rojos.

- La ira de la humanidad, muestra el camino; el hermano de la furia ha sentido el potente deseo de rabia en la humanidad. Y ese deseo, se presentará otra vez. Es la señal Star, envía a tus persecutores más hábiles. El momento en que la ira trace su camino de vuelta a su dueño y la balanza empiece a moverse, debe ser para nuestro beneficio.

- Comprendido sus magnificencias, se harán sus infernales voluntades. Invocare al demonio más apto disponible; a Demian, el cazador de sueños.

En el mundo de la oscuridad, debido a que la energía para formar un ente tarda tiempo en acumularse, es difícil ver el origen de un demonio en intervalos superiores a 20 años. Sin embargo, su longevidad puede ser eterna; por eso mismo todos los entes nacidos en las mismas décadas son denominados "hermanos". Existen varias castas y casas, pero sin lugar a duda la casa de los cazadores de sueños era reconocida por su aptitud para reconocer los puntos débiles y momentos perfectos para el ataque. Su origen era la energia de soñadores, soñadores que perecieron de manera injusta. Es esta naturaleza aquello que les impide descansar hasta eliminar todos los sueños que no merecen existir. Son entre las estirpes demoníacas, los más sigilosos, tranquilos y maquinadores. Su control y conocimiento situaciinal era el mas limpio de todos. Los miembros más jóvenes de la casa de los sueños eran: Demian, el demonio nacido durante el último choque entre ambos reinos, hace 17 años; se cree que contiene en sí además de los sueños frustrados de los mortales, los sueños de los perdidos en guerra; y su "hermana" Sherly, nacida hace 14 años de manera desconocida.

Demon Star, al escuchar el llamado de los acechadores, se movilizó rápidamente a la casa de los cazadores de sueños. El choque de ambos mundos estaba aproximándose y la mayoría de demonios estaban preparándose. Solo los demonios menores de dos décadas eran libres de discernir, pero no importaba; el joven demonio era su mejor opción.

Cuando finalmente llegó al pico más alto del infierno, donde se hallaba la casa de los cazadores de sueños, las puertas se abrieron por su presencia e ingreso a la gran sala de la casa. La casa tenía dos escaleras de caracol a cada lado, estaba llena de adornos de oro, cortinas de color rojo, labrados de madera y vitrales barrocos conmemorativos de héroes de guerras antiguas.

Un joven se asomó por una de las paredes del piso superior el cual estaba conectado a las escaleras de caracol. El joven tenía pelo negro con un fleco que le cubría parte de un ojo, cuernos grises oscuros de tamaño mediano, un caminar desganado, una piel blanca, ojos rojos intensos. Vestia con una túnica corta y unos pantalones de templo negros.

- Demian saca las manos de tus bolsillos y alístate, partirás hoy día mismo a la tierra.

- Señor Star ¿Porque dejo la guardia del templo? – Con un tono de voz aburrido le llamo la atención la presencia del demonio - Además, no dije que no quería participar en guerras, no es mi estilo...

- No será una guerra, será una misión de sigilo. Tienes que encontrar, vigilar y controlar al origen del desequilibrio de la balanza, e inclinar los sucesos hacia nuestro lado. Los Asechadores han dado la señal.

- Bueno... Y qué tal si mandan a mi hermana... - El joven con cuernos parecía recién haberse levantado o estar aburrido, bostezaba con frecuencia - Nadie estará más emocionada en ir a la tierra que ella, más si es en una misión.

- Demian, creo que no entiendes tu lugar. Contra mi palabra tu solo debes obedecer, en silencio y agachando tu cabeza, en símbolo de respeto.

- Tss. Esa no es manera de pedir favores su excelencia - La mirada de Demian cobro vida, su mirada se veía retadora y amenazadora - ¿Quiere jugar otra vez?

El comportamiento que tenía para su superior era inadmisible, pero Star sabía que era culpa suya. Culpándose de que los caídos en guerra eran su responsabilidad por haber sido incapaz de manejar la situación. Cuando los lamentos de los caídos y los deseos de la oscuridad le dieron forma a Demian, el decidió que lo entrenaría y cuidaría para redimir de alguna manera el error que cometió con aquellos que cayeron en la guerra. Desde pequeño cultivo su temperamento, lo entreno en todos los ámbitos; la pelea, la estrategia, le enseño a descubrir las debilidades de sus enemigos. Con el tiempo se dio cuenta de que Demian aprendía rápido, demasiado tal vez. Con el tiempo se aburrió de sus enseñanzas, nada era nuevo, no conocía contrincantes de su propia casa que lo pudieran enfrentar.

Para Star era un peligro que Demian empezara a retar a demonios de más alto rango en busca de nuevas experiencias y decidió que el mismo lo enfrentaría mientras le enseñaba. 
Hasta que llegó el momento. Si bien Star salía victorioso de sus enfrentamientos; sentía que la distancia entre Demian y él se acortaba a gran velocidad. Si Demian lo lograba vencer, se sentiría con el derecho de tomar su lugar. Causaría un desequilibro en la jerarquía del inframundo y traería a bajo todo lo que había logrado en estos millones de años.

Desde ese instante, dejo de ser el maestro de Demian, alegando que ya no tenía tiempo y lo dejo. Para asegurarse de que no retara a demonios de alto rango, lo mantenía ocupado con misiones de bajo nivel cada cierto tiempo. Con el pasar de los años para el Demian de 17 años, el mundo era aburrido, sin nada que ofrecerle, sin nada que valiera la pena buscar, había perdido la motivación.

Demian, ansiaba encontrar algo que llamara su atención, que llenara su existencia, que le brindara nuevas emociones. Él siempre pensó que en el instante que derrotara a Star, comprendería un poco mejor que es lo que el mismo buscaba para su destino; pero sabía que Star no permitiría que altere el orden de los demonios por su simple capricho. Sin embargo, siempre se mantenía a la espera que se presente la situación.

- Hermano, esa no es manera de hablarle al gran Star. Él ha sido nuestro protector, además es tu trabajo como miembro de elite de la casa de los sueños, buscar, encontrar y vigilar todo lo que cause perturbación a la balanza.

Star, reconoció por el otro lado de las escaleras, frente a Demian, la silueta de una chica de piel pálida, ojos rojo oscuro, cabellera negra purpura en una coleta, mirada seductora, voz sobrada y relajada, era Sherly. Para él Sherly no pertenecía a la casa de los sueños. Su comportamiento era muy déspota y sus ansias de pelea eran demasiadas. Difícilmente pensaba la situación dos veces y acataba ordenes sin dudar. Era un buen demonio, pero no era apta para la casa de los sueños. La única razón por la cual se le permitía quedarse era que al parecer, Demian había desarrollado un vínculo emocional con ella, por el hecho de que eran "hermanos". Había varios hermanos en el mundo de los demonios, pero para el caso de Demian, su única hermana era Sherly. Sin embargo, Star nunca la entreno. Ella recibió instrucciones con los demás demonios como era debido. Nunca vio talento en ella, más que para mantener a raya a Demian.

- Demian, no tengo tiempo para jugar contigo. La misión es en la tierra, posiblemente tengas que recorrerla completamente para cumplir tu misión.

- Vamos Demian, eso estaría bien para ti. Siempre te quejas de lo aburrida que es la dimensión en que vivimos, a pesar de que solo te quedas en casa. El mundo de los mortales quizás te llame la atención.

Demian no escucho mucho de lo que decían ellos dos, estaba aburrido. Se acababa de levantar y tenía sueño. Pero por lo que dijo su hermana Sherly, su misión era en una nueva dimensión. Quizás en ella encontrar algo interesante. Tratando de cubrir su poca expectativa y su pereza, giro su mirada hacia Star, para que le indicara que tenía que hacer exactamente, a ver si valía la pena el intento.

- Supongo Sherly. Eh estado esperando por algo así.  Cuentame Star, de que trata la misión esta vez. Espero que no sea vigilar por un mes a otro grupo de niños, que crees planean derrocarte.

Demian, siempre que podía le mandaba miradas de burla a Star. Le parecía gracioso como uno de los demonios más poderosos de su era, vivía con el temor de que alguien lo intentaría derrocar. Bajo su mando las cosas habían ido, medianamente bien, al menos para él.

- Te recuerdo, con quien estás hablando. Pero parece que no entiendes, que todo y todos somos reemplazables – Para Star era una pérdida de tiempo confrontar a Demian, él no tenía la intención de entender - Iras a la tierra, en busca de un chico que despertó el interés de la Ira. A diferencia de otras ocasiones, los 7 grandes han reaccionado. Encuéntralo, vigílalo y asegúrate que todo lo que suceda sea un designio para que el balance gire hacia la oscuridad.

- Exactamente, como sabré yo que es un "designio de la balanza".

- Eres un demonio de la casa de los sueños, son luego de los 7 grandes y yo los más cercanos al equilibrio. Cuando estés cerca del origen de la perturbación, sentirás el tintineo de la balanza. Al ser un ente de la oscuridad sentirás cuando una situación se incline hacia nuestro lado o el opuesto. Evita que sucedan unas y asegúrate que nada impida que la balanza pese más para nuestro lado. Eso es todo.  Sabes cómo llegar a otras dimensiones, te lo enseñe bien, lo sé...

Antes de que Star, pudiera terminar su oración, Demian ya no estaba. Había abierto sus alas negras para emprender su viaje a otra dimensión a gran velocidad, una velocidad que le permitiera superar las leyes de su dimensión.

- Ese chico. Nunca escucha cuando algo le llama la atención. Espero esta vez sea de utilidad todo lo que se le enseño. Sherly, me retiro. Si llegara a necesitar de tu ayuda, te lo hare saber.

- Comprendo señor Star. Yo estoy a su servicio, no importa lo que me pida.

Star se retiró de la mansión de los cazadores de sueños. Esperaba que Demian se mantuviera a raya en lo posible. Lejos de su alcance estaba a total libertad sin nadie que lo controle, su juicio era bueno, pero su búsqueda de emociones fuertes era peligrosa. Si llegaba a significar un problema para la misión, tendría que tomar el asunto en sus manos.

La información de que la perturbación había aparecido, llego a los Ángeles. Además, pudieron sentir cuando alguien atravesó su dimensión; por lo que asumieron de que los demonios habían mandado a alguien. Para Cleric Hallo, era inadmisible que los demonios se le adelantaran; que esos seres sin luz tomaran la delantera, ufanándose de su cercanía con la realidad.

Se dirigió rápidamente hacia la casa de los Guardianes. Lamentablemente para él, los mejores guerreros estaban preparándose para la guerra. Solo quedaba el Ángel más problemático de todos, Charlie. Si bien tenía talento, su forma de pensar le parecía un problema para un ente de la luz. Charlie era uno de los Ángeles más destacados del templo de los guardias de la luz. Su habilidad para los encantamientos era grande, sin embargo, su aptitud física, capacidad de discernir, pero sobre todo su "lealtad" era un problema.

Charlie partencia a la categoría "Ángeles de Viento", se les consideraba una entidad problemática. Sus pensamientos tenían libre albedrio y su relación con el entorno hacía de sus encantamientos bastante poderosos. No desarrollaban aptitudes para el combate físico, todo lo ponían en tela de juicio y las ordenes solo las acataban si les parecía "correcto". En el mundo de los Ángeles, donde se les considera la materialización de todo lo bueno, toda orden dictada por un superior se consideraba "correcta". Sin embargo, esto no aplicaba para los seres de Viento, en especial para Charlie. A pesar de eso, Hallo podía aprovechar entre otras cosas, que para Charlie los demonios eran seres inferiores que no merecían oportunidades y que por eso la balanza estaba en su contra.

Hallo llego al corredor de los alumnos. La casa de los guardianes era también el centro de entrenamiento para los mismo, una especie de internado. Los corredores eran amplios y tenían diez habitaciones cada uno. Cuando llego a la última puerta del corredor, ingreso para encontrarse con Charle, flotando boca abajo.

- Señor Hallo, un gusto verlo. Estaba practicando el encantamiento del "mundo al revés". Como puede ver, toda la habitación esta de cabeza – Su voz era alegre y risueña, su piel blanca bronceada. Sus ojos eran celeste oscuros sin llegar a ser azules, era un color raro. Su pelo era ondulado con un color entre castaño y rubio, por partes era claro y por partes oscuro. Usaba un pijama blanco y un polo celeste de manga corta - ¿Qué se le ofrece?

La cara de Hallo mostraba sorpresa y desagrado, la habitación estaba a ciencia cierta de cabeza. Él estaba pisando el techo, mientras veía a Charlie flotar en medio de la habitación. Charlie siempre se entretenía con cosas banales sin ninguna utilidad, lo mejor era encargarle la misión y esperar lo mejor. Esperaba que aunque seasu habilidad natural le fuera de ayuda.

- La perturbación ha llegado a oído de los demonios. Esos seres sin luz trataran de inclinarla a su favor. Tu familia está encargada de la protección de la balanza, por lo que es tu deber ir e inclinar la balanza hacia el lado de los ángeles.

-Sera genial ser de ayuda al cielo, más si es en contra de los demonios.

- Bueno eso es todo. Een el camino descubrirás que debes hacer, confió en eso. Dirígete a la tierra en cuanto estés preparado.

Hallo, extendió su capa y se retiró lo más rápido que pudo de su habitación, caminando por el corredor.

- El señor Hallo siempre esta apresurado. Esta vez ni se inmuto, ni se dio cuenta de que él también estaba de cabeza... Bueno, la tierra ¿Eh? Mejor me alisto. Fácil encuentro una manera de ahorrarme el trayecto, a ver cuál hechizo usare esta vez...

Mientras Charlie revisaba sus apuntes y libros, Demian había aparecido en el centro urbano de una ciudad de la tierra. Había bastante concurrencia y el apareció en el baño de un centro comercial. Demian estaba un poco confundido, había escuchado relatos acerca de la tierra y como era. Un mundo con varias especies que vivían unas con otras y aquellos llamados humanos estaban en constante evolución. Al salir de la habitación donde se encontraba, observaba gente pasar y mirarlo fijamente, algunos con curiosidad y otros con miedo. Se dio cuenta rápidamente de lo fuera de lugar que se encontraba con su atuendo. Sus alas negras resaltaban de sobremanera y al parecer el traje de templo que utilizaba era bastante llamativo. Miro a su alrededor, veía gente de un lado a otro saliendo de tiendas. Dio unos cuantos pasos hasta encontrarse con una chica, le toco el hombro para que ella voltease. Cuando la chica giro, la miro fijamente.

Demian era especialista en recolectar información. Indago en la memoria de la chica, revisando todos sus recuerdos en busco de algunos de utilidad. Cuando termino le pidió a la chica si le podía prestar dinero para comprar. La chica media aturdida, tranquilamente le extendió su tarjeta a Demian. Por lo que él había logrado averiguar, con eso bastaría para comprar algo para pasar desapercibido.

- Gracias, supongo... No sé cuándo te lo devolveré, pero toma, con esto debería bastar para pagarte lo que gastare – Demian le extendió unas monedas de oro a la chica, quien lo miraba absorta, ida - Más bien, ven conmigo, para entregarte la tarjeta cuando acabe - El esperaba que fuera un efecto secundario de indagar en sus recuerdos.

- Claro...

Se dirigieron a la tienda más cercana, donde parecían vender ropa para él, e ingresaron.

Mientras, Charlie se las había arreglado para llegar a la tierra instantes después que Demian. Rápidamente miro a su alrededor. Los Ángeles "paseaban" de vez en cuando en el mundo de los mortales, para él este mundo no era nada nuevo. Pero, debido al apuro con el que partió y el hecho que estaba más entretenido en sus apuntes, no se percató de su atuendo. Estaba llamando la atención, solo un poco más de lo que a él le gustaría. Reviso sus bolsillos rápidamente. Los ángeles tenían un tipo de cambio bastante similar al de los mortales por la interacción que tenían, les resultaba más fácil tener fluidez en los intercambios.

- Es momento de mezclarse con los mortales. En cualquier tienda conseguiré algo para cambiarme, mientras averiguo que hacer ahora que ya estoy acá...

Demian estaba en la tienda de ropa siendo ayudado por su nueva compañera. La chica estaba de lo más feliz pasándole prenda tras prenda, a pesar de que él le indicara que solo quería algo simple para pasar desapercibido.

- Creo que ya terminé. Dime si me veo lo suficientemente corriente, como para no llamar la atención.

Demian salió del vestidor. Habían desaparecido sus alas negras. Tenía puesto un polo negro ceñido con una carita sonrientes blanca de fondo negro; el borde del cuello y las mangas eran color blanco. Su pantalón era negro, suelto y largo con una cadena por adorno y un juego de zapatillas blancas con negro. Según él era la ropa más común que logro ver en los recuerdos de la chica. No como las pantalones brillantes o camisas con lentejuelas que vio en sus recuerdos.

La chica lo miraba perdidamente. No esperaba encontrarse ese día con un chico de su agrado y menos que fuera comprar ropa con ella. No entendía mucho lo que pasaba, pero estaba bien.

Cuando Demian salió del vestidor, se encontró de nuevo con el chico atractivo que le llamo a la atención. Pero ya no estaba con su disfraz de película oriental, parecía uno de esos chicos malos que andan en motocicleta. Sin embargo, en su mirada tranquila y altiva se podía ver más. El chico frente a ella tenía algo que le gustaba.

- Te ves bien, nada mal para alguien que le gusta andar disfrazado.

Mientras la chica se dirigía a cancelar lo que Demian traía puesto, el miraba con intriga a la joven.  Era un poco mayor que él, 20 años por lo que había visto en su mente. Lo trataba de una manera bastante amical y no era por efecto del encantamiento. Era una buena chica, no le daba muchas vueltas a la situación donde se encontraba. Los mortales eran interesantes.

- Bien ¿Nos vamos? Tengo otras tiendas que te quiero mostrar. Con lo que me distes, fácil podemos conseguir una casaca, u otras cosas más. Eres nuevo en la ciudad no...

Demian que estaba siendo jalado por la chica fuera de la tienda, se acercó a su oreja por detrás.

- Ya es hora de que me valla, pero no te preocupes no te dejare ningún recuerdo malo... "Los caprichos de los ojos, los delirios de la mente son tan solo susurros para el corazón, como susurros de un coati" - Demian, modifico los últimos recuerdos de la chica, para que ella creyera que él era un amigo suyo que se iba de viaje por mucho tiempo y que hoy día habían ido a hacer compras para su viaje. Además, les puso caducidad a esos recuerdos, con el tiempo desaparecerían. La chica le agradaba no quería dejarle ningún trauma.

Cuando la muchacha volteo en reacción a lo que había escuchado, Demian ya no estaba, solo quedaban unas cenizas en el suelo y una pluma negra que caía. La muchacha de cabellera negra corta y suelta a la altura de su hombro, quien andaba con un vestido corto crema con estampados de flores y un cinturón rosa en la cintura, se quedo parada. La muchacha que llevaba una bincha en su pelo y una chompa corta color coral con unas sandalias de plataforma para el verano, se quedó mirando al vacío, antes de empezar a dejar correr una lagrima.

- ¿Amigos? No sé porque, pero presiento que no olvidare tan rápido como quieres... Te pareces tanto a él... Siempre soñé con volverlo a ver una vez más, gracias por prestarle un poco de luz a mi existencia...

Charlie por su lado, salía de la tienda bastante campante. Tenía puestos mentes de Sol con un delgado marco dorado, una camisa celesta manga corta abierta sobre su polo blanco y unos pantalones blancos junto con sus zapatos marrones.

- Vale dije desapercibido, pero cuando te vez bien, te vez bien – Bajo con su mano los lentes de sol, para mirar a su alrededor - Por otro lado, siento una presencia demoniaca, irse en aquella dirección.

Charlie giro a su alrededor y logro apreciar a una muchacha caminando rápidamente, y parecía que estuviera llorando. Él se apresuró a encontrarla.

- Señorita, que te hizo aquel demonio – Charlie le hablaba de manera galante, tratando de parecer que comprendía la situación.

- Demonio? No... Nada de eso... Él era raro nada más, algo como él... Un amigo mío por así decirlo... Si te preocupo el verme triste, no son lágrimas de tristeza. Es más como si algo dentro de mí se liberara por unos momentos, parecido a la nostalgia. Él se va de viaje hoy día y siento que pronto me olvidare su cara... y no podré hacer nada al respecto, lamento que tengas que escuchar las tonterías que digo – dijo la chica mientras se secaba las lagrima con su mano.

- Rayos, el demonio es bueno. Mira que meterte tanto drama con un hechizo. Hasta pareciera que te enamoraste de el en los cinco minutos que se abran visto.  El encantamiento debe ser bueno, nadie se enamora en cinco minutos de un extraño...

Charlie no pudo terminar su frase o más bien decir sus pensamientos en voz alta. La muchacha del vestido de flores le dio un manotazo que lo descuadro, antes de retirarse enojada. La gente alrededor lo miraba con gracia.

- Genial, ahora parece que me hubieran terminado.  Malditos demonios, solo llevan caos a donde se dirigen. Mejor me voy de acá.  Tanta cosa y les borro la memoria a todos los presentes.

Charlie miro alrededor, pero la chica ya no estaba. Era una lástima, pero ella se quedaría con el encantamiento del demonio que le había hecho enamorarse. Charlie se preparó para tomar vuelo en busca del demonio, mientras recitaba el encantamiento que tenía preparado para esa situación.

- "Vean marchar, véanlo irse, al enviado de la luz. Véanlo marchar con los recuerdos de su día. Cuando ya no logren ver la luz que el emana, no recodaran el sol de esta mañana". Listo, con eso no recordara nada nadie que me vea – Mientras Charley volaba por el centro comercial, cada vez más rápido, dejaba a su rastro luces brillantes y plumas blancas que aparecían de la nada - Espero les haya pasado algo malo en la mañana y si no, bueno... Ya vivirán otro día.

Demian había llegado a un bosque en un pueblo, bastante alejado de donde empezó su viaje. Había atravesado una gran masa de agua, si bien con la velocidad que uso no era problema, no podía acelerar mucho porque podía perder el rastro de la perturbación. Pero tenía un ligero presentimiento, ya no estaba donde él creía. Sin embargo, había sentido otra presencia.  Un ente de la luz había llegado a la tierra, más precisamente, había llegado donde él había estado.

- ¿Así que los egoístas de los ángeles enviaron a un debilucho para enfrentar a los demonios?

- Eso debería decir yo. Pensar que mandan a un niño a hacer el trabajo de un adulto.

Demian miro rápidamente a su costado. Hay estaba un ángel, un chico con ropa de la tierra, pero con alas blancas y grandes, completamente estiradas. Emanaba un aura de luz mientras flotaba a su lado. Li que más le llamaba la atención, era el como lo había encontrado tan rápidamente. Sin embargo, algo mucho mejor podía estar esperándolo en su destino, por lo que acelero el ritmo, provocando que las hojas de los arboles cayeran.

- Ey, acaso los demonios no saben hablar tampoco... O es que eres muy joven para eso también...

- Tss... Tenemos la misma edad, aparte de inútil, estúpido - su voz sonaba decepcionada.

Charlie se mostró enojado por la forma en la que le hablaban.

Demian llego a una casa en el bosque. Escuchaba dentro de la casa la voz de dos muchachas hablando por teléfono, no era algo importante. Al parecer, el origen de la perturbación se había ido, en línea recto hacia el cielo. Probablemente las muchachas de adentro sabrían algo, pero no quería interactuar con más gente de lo debido. Demian se agacho al césped y con su mano toco el tronco de un árbol.

A su tacto, el tronco y las raíces empezaron a brillar de color verde - "Llamado del origen, sub orden 3, articulo 2, relatos de primavera" - En su mente, Demian podía observar como dos chicos partían en una nave extraña hacia el cielo y a su mente venia la palabra, Luna, Luna, una y otra vez. Era extraño, no entendía muy bien como los mortales planeaban ir a la luna, fuera de su planeta. Pero sin duda alguna esto parecía ser interesante, más interesante que el chico que lo miraba curioso mientras tocaba el tronco.

- Ey ¿Como haces eso? No sabía que se podía hablar con las plantas...

Demian suspiro profundamente. No parecía que el chico lo fuera a dejar en paz, pero no sentía ningún tipo de amenaza hacia su misión departe suya. La "balanza" tampoco le indicaba nada y eso que se había percatado que si era capaz de "sentirla" al menos de cierta manera.

- Ey, brother - Demian lo llamo para captar su atención y mirarlo de manera burlona. Tenía el presentimiento que el pequeño Ángel no tenía idea de que hacer. Mientras más rápido se librara de él, más rápido tendría este juego ganado – Adiós - Antes de que Charlie le pudiera responder, Demian ya había desaparecido, dejando cenizas en el suelo.

- Valla... El asqueroso demonio es rápido... Tiene buenas cartas... Pero pocas... Si hablamos de trucos, no está a mi nivel, nadie lo esta - Una puerta de luz salió frente a Charlie - Puedo sentir la dirección que toma su asquerosa esencia. Aunque solo dejes pequeños rastros de manera inadvertida, serán suficientes para trazar un camino. Parece que tenemos el mismo objetivo, pero para tu mala suerte, te enfrentas a un ser superior. "Persecución divina"-  La puerta de luz se abrió y Charlie entro por ella tranquilamente, no parecía tener apuro. Se colocó de nuevo sus lentes de sol, el sol estaba fuerte, miro el tronco del árbol una vez más - Mientras sigas avanzando, el camino de luz me llevara a tu destino, fácil antes que tú mismo llegues... - Paso por la entrada y esta se cerró detrás de él.

 


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