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Soul Sphere

Autor: AustralianRick

Resumen:

Antony es un chico solitario, quien luego de pedir a una estrella fugaz
compañía, conocerá a un extraño caballero. Él lo acompañará en un
viaje a través del universo en busca de su verdadero origen.
Durante el viaje se encontrarán con diferentes criaturas, aliados y
enemigos; cada una ofreciendo una respuesta distinta.
Todos en busca del secreto que el universo guarda de él. Sin mas, gracias por leer. Disfruto mucho de leer comentarios.


Clasificación: No menores de 16 años [Reviews - 2]
Categoría: ORIGINALES
Personajes: NSNC
Generos: Acción, Angustia, Fantasía, Romántico
Advertencias: Muerte de un personaje
Serie: No
Capitulos: 15 Finalizado: No
Palabras: 102669 Leido: 2693
Publicado: 20/12/18 Actualizado: 09/05/19





1. El chico que miraba la Luna por AustralianRick [Reviews - 2] (4867 words)

2. El Caballero brillante del otro lado del portal por AustralianRick [Reviews - 0] (5628 words)

En este capitulo aparece mi personaje favorito de toda la serie. No es que tenga nada de especial, pero lo es.


3. La despedida por AustralianRick [Reviews - 0] (6951 words)

4. Intentando llenar el vacio por AustralianRick [Reviews - 0] (5103 words)

5. Los colores de nuestros días por AustralianRick [Reviews - 0] (5143 words)

6. El príncipe, tiene la mirada perdida en el Hielo por AustralianRick [Reviews - 0] (6386 words)

7. Manteniendo tu compañía por AustralianRick [Reviews - 0] (7825 words)

8. El destino que comparten los Astros hermanos. por AustralianRick [Reviews - 0] (6449 words)

 

Antony podía ver como las estrellas en la imagen tridimensional se movían. De pronto se movían más rápido, como si fuera una imagen acelerada. Mientras la imagen lentamente regresaba a su velocidad normal, Allen empezaba el relato.

- El sol y la Luna no siempre fueron grandes. Después de la Gran explosión, una roca gigante empezó a vagar por el universo. Sin embargo, cuando un meteorito a gran velocidad lo impacto, si bien no lo destruyo, la gran roca se partió a la mitad. Ambas mitades se alejaban lentamente a traves del espacio, para luego detenerse. Ambas mitades giraban uno alrededor del otro y sobre su propio eje. Con el tiempo ambos tomaron formas esféricas. En algún momento empezaron a experimentar cambios desde el interior de sus cuerpos celestes. Con su posición constante con respecto al resto del universo, las esferas empezaron a calentar su núcleo. Cuando una fuerte cantidad de vientos espaciales los golpearon desde la derecha, el primero astro formo una ligera cubierta de cristal en su superficie. Los vientos espaciales ahora calentados por el calor del primer astro impactaron al segundo haciendo que su superficie ardiera. Vagaban por el universo, siempre a la misma distancia y en la misma posición con respecto al universo. La fuerza gravitacional los atraía de manera mutua, pero había algo más, algo desconocido.

Kris estaba perdido en las imágenes. Mientras Antony cuestionaba todo lo que creía conocer, pero sentía que no era precisamente el lugar para preguntas o debates. Se le ocurrió que quizás Kris supiera si era posible, pero antes de poder susurrarle su pregunta, Allen retomo su relato.

- La cubierta de cristal se esparció cubriendo completamente al astro, encerrando su núcleo. Las capas de cristal se profundizaban a pesar del calor. Calor que emanaba a cientos, tal vez millones de kilometro su opuesto. En algunos puntos parecía que el calor se combinó con otro material del espacio y formaron nubes de vapor. Por su parte el astro de Cristal parecía haber sido cubierto por una gruesa capa de polvo estelar debajo de las cuales el cristal se parecía derretir formando grandes masas de líquido. Pronto las formas de vida empezaron a surgir en ambos planetas. Las densas nubes de vapor aclimataban varios puntos del sol para permitir que ciertas formas de vida emergieran por debajo del abrasador calor, mientras que en los mares de cristal rico en minerales se empezó a formar vida marina. La niebla se combinó con la energía expulsa por el astro de calor y se condenso formando lagos naranjas. La capa de polvo se solidificaba lentamente uniéndose entre sí y absorbiendo porciones del cristal líquido, formando una gruesa y rocosa capa que en su interior tenía cavernas por donde se filtraba el mar que contenía. Estos astros, serian el Sol y la Luna. Con el tiempo las especies inteligentes tomaron lugar y se empezaron a construir civilizaciones en sus superficies. En algún momento desconocido un habitante del sol, vislumbro por un cristal de los lagos de la solacita, más allá de su hogar a una gran roca celeste plomizo, como un cristal, flotando en el espacio. En la Luna algunos cristales de friogelita se formaban en los mares, y eran usados para ver a grandes distancias. Ambos se vieron, sin saberlo exactamente. En ambos astros, empezó la misión de llegar al otro. A aquellas formas de vida, la única forma que se les ocurrió para unir a ambos astros fue un puente de cristal. Mientras empezaba la formación del puente, en cada astro empezaba el desarrollo de las primeras monarquías e imperios.

Antony estaba oficialmente perdido, es decir él había visto el puente no podía negar su existencia, y estaba seguro de que vio un castillo cuando atravesaba el bosque en algún punto. Todo le parecía demasiado poco creíble. Pero ahí estaba él, escuchando a un habitante del Sol, hablar sobre cristales que servían de telescopios.

- Pasaron los años, los siglos. No era fácil recolectar el material del que estaba hecho el puente. Al comienzo avanzaban rápido, pero con el tiempo los cristales empezaron a escasear. Y cuando las esperanzas empezaron a desaparecer, no se sabe cuándo, pero se vieron los constructores desde los diferentes puentes. Apresuraron el paso, se vieron tan semejantes y a la vez tan diferentes, unas criaturas pequeñas, enanas y regordetas de piel naranja y algunos tostados, mientras al otro lado del puente veían sus reflejos, pero de color azul intenso. Eran similares y a la vez completamente diferentes, como si estuvieran destinados a conocerse, decidieron convivir.

Cruzar el puente era difícil, pero al hacerlo obtenían la visión de un mundo totalmente nuevo, al comienzo era difícil adaptarse para ambos. El cristal al reaccionar con su contraparte es empezaba a concretar. Se convertían en rocas brillantes que absorbían el polvo del espacio sobre ellas dándoles un color rojizo a tierra, fusionándose y acortándose, disminuyendo la distancia entre ambos. Los cristales de la Luna permitían que la luz del Sol se reflejara aumentando un poco la luminosidad en ciertos puntos, donde la flora empezó a convertirse en frondosos bosques. Los cristales de la Luna también servían de conexión con la helada coraza y mares que cubrían su núcleo, templando la superficie del sol. Los poblados que construyeron el puente al ver la conexión que parecía siempre haber existido, decidieron cual sería el mejor destino de la corona. Cuando se acercara el momento de escoger al sucesor, serian gemelos. Gemelos desde los 8 años, que serían prueba de la convivencia de ambos planetas, se tenían que presentar, los que resultasen elegidos serian preparados para gobernar.

Kris escucho sorprendido como era el sistema de su monarquía. En su planeta era diferente. No recordaba muy bien cómo Dreigan llego al trono, pero debían haber pasado al menos 8 años, desde que el Rey Dreigan, el rey de reyes, tomo el control del rey de las espadas cruzadas. Lo único seguro era que llego derrocando al Rey anterior en un combate, como era tradición, pero Dreigan tenía una cualidad especial. De la cual fue instruido en la academia de caballeros, lamentablemente eso junto con el sello eran recuerdos borrosos a los que nunca les presto real importancia. Por su mente paso la supuesta situación de como avanzaría el sello si hubiera sido puesto con lo que aprendió en la academia, como sería su relación con Antony.

Lo miro un rato, su sirviente estaba mirando maravillado el holograma mientras Allen relataba, a veces olvidaba, que aquel que tenía a su lado, nunca había visto las varias maravillas que el universo tenia, él se las quería mostrar, quería demostrarle a su sirviente el amplio universo que le esperaba.

- Los años pasaron, varias coronas habían pasado, la relación entre ambos astros era buena, aprendían a convivir mutuamente y descubrir los dones que algunos bendecidos por el núcleo poseían, estrellas, galaxia y cosmos. Exploradores descubrieron en coordenadas similares en ambos planetas, como si se tratara de un lugar opuesto del otro, un material diferente a los cristales que en épocas antiguas usaron para crear el puente. Al pasar por lo puntos más calientes del sol, el cristal se volvía como una gelatina moldeable que al volver a enfriarse se convertía en un vidrio. Mientras que si se sumergía en los lagos más helados de la luna el cristal se reinventaba desde su centro, rompiendo lo que sería su carcaza, para dar lugar a un cristal firme, duro, maleable y opaco color azul oscuro. Con el vidrio empezaron a formar esferas con él, que usaron para transportar libros mágicos y semillas especiales, pronto se percataron que dentro de la esfera las semillas crecían con rapidez. La utilidad del cristal helado, opaco y oscuro fue inmediata, era capaz de destruir todo y era extremadamente resistente, casi irrompible, además que absorbía la energía que lo impactara, el escudo perfecto.

Allen se tomó una pausa, como si recordara algo.

- Fue en ese preciso instante que los problemas empezaron. Se ideo utilizar la gran mayoría de los cristales para envolver en grandes esferas cada planeta, las esferas no afectaría el día a día, pero los protegerían y les permitirían mejorar la calidad de vida en ambos astros, el sobrante serio usado a disposición de cada corona.

- Luego de siglos de recolección, de acumular montañas de estos cristales hasta creer haber sacado hasta la más ínfima parte de cada planeta, se planeó empezar con el proceso de vitrificar las rocas. En ese preciso momento todo acabo, hace 16 años fuertes brisas empezaron a tornar los bosques de cada astro y entre los dos apareció una fuerte estrella fugaz cuyo fuego era de color fucsia. A medida que avanzaba se iba deteniendo, pero quizás fue por estar entre ambos astros que su velocidad salió disparada y cuando iba a atravesar entre ambos astros se dirigió directo contra el Gran Puente destruyéndolo justo en el centro. Los ejércitos de ambos planetas fueron rápidamente hacia el puente y se encontraron algo inusual en el interior del meteoro que impacto el puente, una beba con cortos cabellos castaños un poco claros, tendría unos meses de edad quizás. Pero eso no le importo a los reyes, asustados por lo ocurrido decidieron que era un peligro y pensaban eliminarlo, pero tenían tanto miedo que no se atrevieron. Así fue como a la edad de 80 años los reyes gemelos de ese tiempo decidieron crear un calabozo gigante para ella sola. Para que sea resistente se tenía que usar parte de las piedras y en espera de poder estudiar sus restos, su tumba sería el frio interior de la Luna que la conservaría. Pero quien daría las rocas necesarias, esa pregunta inundo las mentes de los reyes, quizás la mitad cada uno. Pero ese mismo día las jóvenes sacerdotisas dieron su primer pronóstico, aquellas consideradas presentes de los dioses desde su nacimiento, dijeron que debía ser la Luna que se encargara de la construcción en su totalidad. Sus rocas eran más heladas dijeron. Lorlelaine y Sol belén sellaron el destino de ambos astros ese día, la construcción empezó en ambos planetas. Mientras que la Luna era perforada para construir un calabozo subterráneo, todos los magos alrededor del sol colocaban las láminas de vidrio sobre el planeta y con el manejo de las flamas que los caracterizaban elevaban estas. Las láminas se estiraban en reacción al calor, pero eran sujetadas por las masas de fuego que eran elevadas junto a ellas alrededor de todo el sol. Cuando alcanzaron una gran altura, Sol Belén de 6 años empujo a la vez todas las llamas del sol dejando una capa gelatinosa alrededor del sol, que parecía iba a ceder en cualquier instante. Una fuerte corriente de viento helado atravesó el puente, formando un arco de cristal cuando ingreso al sol, la corriente se esparció por el interior de la gran esfera, convirtiéndolo en una esfera de cristal transparente. Sin embargo, con las flamas en su superficie y el contacto con el frio espacio los volvió una membrana transparente carente de flamas en el tercio más cercano a la Luna. Está de más decir, que aquella corriente de Frio fue la mismísima Lorlelaine.

Antony estaba impresionado, aquella chica que había visto antes había congelado todo el sol por su cuenta, era definitivamente asombrosa.

- Mientras, Lorlelaine y los sacerdotes de la Luna por medio de un circulo místico. congelaron y movieron las múltiples rocas de la Luna, formando el esqueleto de lo que ahora sería el calabozo. No podían formarlo completamente de esas rocas, puesto que, si alguien entraba en contacto con tantas rocas unidas, su vida sería deteriorada rápidamente. Para finales del año la Luna tenía un calabozo gigante debajo de ella y la Niña que había permanecido con una familia "maldecida" hasta entonces fue llevada en una jaula a la prisión, donde esperaría el final de sus días. Los sacerdotes colocaron 100 talismanes en su celda, para que cada sacerdotisa encantara 50, cuyo poder aun es desconocido.

Para Antony era sorprendente, como la reclusa había sobrevivido tantos años y más aún la razón tan poco coherente todo lo que se movilizo para "aislarla" y el miedo que la recién nacida les infundía a los habitantes del sol y la Luna. Ella había estado sola, mucho más sola de lo que él, alguna vez se había sentido, ahora le parecían absurdas sus quejas de su anterior vida, cuando vivía con sus hermanas.

- Unos años luego en la elección de los nuevos reyes los elegidos fueron los gemelos nacidos en diferentes astros, Ictarius Lever y Froz Lever. Ellos habían "nacido" meses luego de la llegada de la niña y casi de la misma forma peculiar, "estrellas" fugaces una en cada planeta, crearon brisas y ventiscas. Pero al acercarse más a la superficie se mostró su verdadera forma, brillantes esferas de luz, naranja y azul respectivamente que descendieron en los templos de cada gran astro. A diferencia de aquella niña, por la forma tan suave y mágica en la que aparecieron fueron considerados como buena fortuna y futuros herederos. Se les permitió vivir en los santuarios, interactuar el uno con el otro y formar el lazo de "hermanos" que requerían para ser candidatos a la corona. Al pasar los años demostraron ser de caracteres opuestos pero similares en apariencias. Mas, por sobre todo, su relación de hermanos parecía como si en verdad lo fueran. Si bien pocos conocen su apariencia, ellos fueron los escogidos para ser sucesores de las coronas – Allen tomo una gran pausa y respiro aliviado - Así fue como llegamos hoy, la niña no ha mostrado ni una pisca de peligro y por decreto de los últimos reyes se le mejoro la alimentación y se le permite ser educada dentro de la prisión. Al menos estos son un poco más conscientes de lo inútil que es temerle a una niña que no ha hecho nada más que nacer, aunque aún no consiguen su liberación.

Una vez el holograma desapareció, Xin tomo la voz

- Como pudieron escuchar la rebelión tiene por objetivo obligar al sol a ayudar a la Luna a formar su propia esfera protectora puesto que fue su culpa y de las Sacerdotisas, que la Luna este en problemas por la falta de protección y cambios climáticos. Aparte de meteoritos en todos lados, la luna está cada vez más llena de agujeros y sus lagos se ocultan más en lo subterráneo.

- A sí que por eso eran los huecos – Kris interrumpió el ambiente, con lo que para él era un gran descubrimiento – Tranquilos, como al parecer tienen intenciones nobles, yo, Kris Light Sword, peleare al frente de sus filas.

Antony miraba con horror a Kris, esperaba que el caballero quisiera pelear, era uno de los tópicos que más mencionaba ¿Pero al frente? Para Xin, el caballero parecía que iba a ser de alguna ayuda, el aura que desprendía era fuerte, más fuerte de lo que un simple caballero real aparentaba.

– Eso lo veremos en el campo de batalla, por el momento espero no recibir quejas tuyas o de tu compañero.

– Fácil hasta podemos jugar algo ¿Qué juegos conoces Antony? – Kris giro su cabeza hacia Antony para encontrarlo mirándolo con intriga como si hubiera echado a perder algo y Xin le compartía una mirada que parecía dudar de sus capacidades.

Antony murmuro para que solo Kris lo pudiera escuchar – Al menos ahora, no soy el menos fiable de los dos... - el pelinegro de orejas grandes fue interrumpido por Allen, que mientras les indicaba a las demás criaturas que la reunión había finalizado, se les acerco pues tenía algo que decirles.

- Ahora que todo termino síganme. los llevare a lo que de ahora en adelante será su habitación – Miro a ambos esperando que lo siguieran para luego avanzar hacia el ascensor, mientras Xin se quedaba en la habitación revisando unos papeles en la mesa.

Una vez dentro del ascensor Antony sentía que mientras descendían por debajo del piso principal, sonaban como si rocas se movieran – Esto, Allen esta tiene por esqueleto las cavernas de la Luna ¿no es así?

- Exacto extraño humano, como te diste cuenta – miro al exótico humano con curiosidad, tal vez tenía más de lo que parecía.

- Era una corazonada... - Antony recordó algo que tenía que decirle a Kris, el cual movía la cabeza en espera de llegar a su destino – Sabes, todo eso de su señoría y de la presentación, fue más para que no nos mataran, no vayas a creer que te sigo tu juego del amo y el sirviente – él no sabía exactamente como lo había tomado Kris cuando lo dijo en la sala, pero sería poco consecuente haber estado resistiéndose tanto para luego aceptar de la nada.

Mientras la puerta del ascensor se abría y Allen pasaba con Antony siguiéndolo, Kris estaba parado, quieto, estupefacto y ligeramente irritado. El altanero de su sirviente había vuelto a como estaban en su casa, le había hecho creer por un instante que estaba a su servicio. Justo cuando él pensaba que el traje tenía poderes mágicos.

- Kris, ven – bostezo - Si no vienes tú, no nos podremos ir. Luego de todo lo que ha pasado descansar seria genial ¿No crees? – bostezaba mientras llamaba al caballero desde fuera del ascensor.

Kris dejo la plataforma del ascensor bastante confundido, irritado y algo desanimado. Pero se dio cuenta de algo, no estaban igual que en "la tierra". Habían progresado, aunque un poco más lento de lo que él creía, por ratos brincaban, pero luego regresaban a su lento progreso, eso debía pasar. Porque más su sirviente le pediría que se acercara para no desperdiciar la oportunidad de ser compañero de cuarto de su señor, una rara oportunidad para un sirviente común. Era útil poder interpretar lo que decía.

El piso estaba completamente oscuro alumbrado por pequeñas luces a lo largo de un pasadizo. Pasadizo el cual parecía tener el ascensor justo en la mitad. Se podían ver puertas de maderas a cada lado, unas 4 a cada lado y las paredes estaban recubiertas por papel tapiz azul profundo

- Allen

- Si, criatura humanoide que servirá trabajando por su comida a partir de mañana.

Antony sentía como si por alguna razón, no fuera completamente del agrado de Allen por ratos - ¿Porque no hay nadie acá?

- Bueno, la verdad es un misterio. Sabes hasta ahora nadie ha querido vivir acá, prefieren el piso 6 hasta el 15. Podría decirse que los pisos superiores no son los más usados.

- Y eso, es bueno o malo... - Al pelinegro le empezaba a preocupar un poco su estadía en el hotel subterráneo, aunque visualmente el piso en el que se hallaban no tenía nada resaltante, excepto el no tener luz.

- Me es desconocido, para mi todas los pisos lucen exactamente iguales, excepto por el color, quizás sea por eso, fácil a nadie le gusta el azul, rojo, celeste, naranja – Allen recordó que los pisos tenían colores similares entre si – Aunque la habitación del general es el piso subterráneo 15, el cual luce exactamente igual a este, seguramente disfrutan la estadía en el ascensor – Allen sentía perder valioso tiempo, al dialogar con el extraño humano – Si tienen alguna duda, importante, mi habitación está en el segundo piso, la primera a la derecha – Dicho esto Allen regreso al ascensor, dejando a los jóvenes en el pasadizo del 3er piso subterráneo.

Justo antes de que las puertas se cerraran Kris lo despidió - Gracias criatura extraña, ya te puedes retirar, mi sirviente y yo escogeremos una sola habitación como acordamos – El cual lo miraba alarmado por la forma en la que le hablaba, pero decidió simplemente ignorar y regresar a sus asuntos.

- Oye Kris –Llamó la atención del caballero –Mira, todo el piso está vacío. Podríamos usar una habitación cada uno, no es como si causáramos molestias en este piso desolado – Para Antony era una buena idea. No entendía muy bien porque debían compartir una habitación, habiendo tanto espacio de sobra en todo el piso y fácil en otros también – Yo iré a la de la derecha y tú a la que está por allá – Señalo la puerta al otro extremo del pasillo – Nos vemos mañana.

- No – Antony se detuvo con la puerta a medio abrir, extrañado por la respuesta de Kris, él era el que en un comienzo "quería marcar la diferencia" por la cosa del señor y el sirviente, o bueno al menos la cama ¿Acaso planeaba hacerlo dormir en el piso? – Prometimos algo y como caballero real debo cumplir mi palabra, y tu como mi sirviente debes de seguirme, no te vayas a poner engreído – Kris miro con una mirada entre burla y acusación a Antony. Camino a la habitación pensó que la convivencia sería una buena oportunidad de poner sus lugares en claro, por una buena vez.

- Pero, pero – Antony acababa de recordar que en verdad habían prometido o aceptado algo muy parecido, de verdad que no quería seguirle el juego a Kris. Pero debía admitir que era cierto, de alguna manera u otra él había prometido compartir habitación – Vale, acepto que prometimos eso, pero yo lo acepte, así que técnicamente tú, me estarías siguiendo a mi – Antony le lanzo una mirada burlona a Kris el cual lo miraba con sorpresa por lo que acababa de decir – Vamos, esta habitación es casi igual que la mía, seguro y estaremos "como en casa", caballerito.

Para Kris, el hecho que Antony sintiera que ambos estaban al mismo nivel era un problema. Pero en ese instante había insinuado que él estaba por debajo, él, el Kris Light Sword. El creador el sello que resplandece en su hombro, mostrando a quien le pertenecía y con quien compartiría su destino.

Kris entro a la habitación esperando idear una manera para demostrarle su lugar. Debía infundirle respeto. Hasta ese instante habían estado avanzando bastante bien, que empezaban a trabajar como grupo ¿Hacia dónde debía orientar esta situación para que sea como él quiera? ¿Qué quería exactamente el?

- Antony, acércate llego el momento de... ¿Hablar? – Al entrar a la habitación no había nadie y solo se había ausentado tres o dos minutos, fue cuando escucho sonidos provenientes del baño - ¿Antony?

Kris al entrar al baño, vio a Antony sentado en el piso de cuclillas, mientras se llenaba una gran tina de losa con una regadera encima – Kris mira, este baño es como el mío, pero más grande y con una tina ¿Qué tal si me dejas bañarme primero? – Y hay lo tenía, a su sirviente, pidiéndole en el piso de manera más o menos aceptable que le permitiera bañarse ¿Quizás bromeaba nada más? La verdad no importaba mucho, no podía evitar su sonrisa de satisfacción. Aunque ¿Bañarse en una tina? Que de especial podía tener eso – Kris, estas divagando otra vez ¿No es así?

Se ríe altruistamente - Vale, para que veas que soy un amo compasivo, te podrás bañar primero – Se podía sentir la satisfacción en su manera de hablar - Igualmente yo quiero comprobar eso de "como en casa" que mencionaste antes de entrar.

- Esto ¿Está bien? – Algo extrañado se incorporó para revisar los interiores del baño – Sabes, parece haber de todo acá y mi ropa – Se huele – Aun huele bien, me ah de durar un par de días hasta que consiga una muda. Viendo que la maleta se congelo, luego se incinero y finalmente dejo de existir, asumiré que mi vieja muda ya no existe qué piensas... ¿Kris? – El caballero ya no estaba en el baño, caminaba en los alrededores de la habitación y no parecía prestarle atención – Vale, me bañare te aviso al terminar.

La puerta del baño se cerró. En la habitación, Kris estaba sorprendido, por lo similar que eran las habitaciones del lugar donde había acabado. Era casi "como en casa" de su sirviente, excepto por el vidrio que reflejaba videos. Mientras pensaba en esto, se percató de lo que había dicho su sirviente. Su maleta se había incinerado con su contenido y recién le daba importancia

Kris por un instante se sintió ligeramente culpable, era como si hubiera perdido lo único que tenia de su anterior hogar. Él sabía que no era culpa suya y que era más que seguro que el contenido de la maleta no haya sido más que un simple par de prendas.

- Espero no le preste importancia, le han dado ropa nueva no tendría por qué ensuciar esta – Por la ventana de la habitación observo algo parecido a una cascada congelada que obstruía la vista – Puesto que no nos quedaremos mucho tiempo en este planeta, espero.

La rebelión podría ser en unos días, como bien podían acabar esperando un año o más. Él tenía que averiguar la manera de regresar a la tierra y así poder volver a su planeta. Aquellas sacerdotisas, capaces de crear una esfera alrededor de todo el planeta, debían saber cómo regresarlos a su planeta. Sin embargo, no pareciera que estas fueran a ayudarlos de buena manera. No tenía muchas opciones a su disposición.

Inmediatamente recordó, el radar que las hermanas de su sirviente le encargaron. En ese planeta, satélite o astro existía un pariente a Antony. Él no quería perder el tiempo en eso, pero se lo habían encargado ¿Que haría si el chico se quiere quedar con aquel pariente? Él no tenía intenciones de ceder, pero no había ideado una excusa que funcionara. Para un sirviente normal un "no" o "sigamos el viaje, juntos" bastaría. Para aquel extraño chico de orejas que había escogido, que parecía aceptaría irse con cualquiera que parezca buena compañía no funcionaria. Esperaba que el propio Antony se hubiese olvidado ya del tema.

Pronto la puerta del baño se abrió, salió el pelinegro de orejas marrón con una toalla sobre su cabeza y con la misma ropa con la que entro.

- Eso era lo que me hacía falta, en serio – resoplaba relajado - Gracias a alguien no me había podido bañar – El pelinegro miro a Kris, el cual parecía seguir perdido en sus ideas – Oye, caballerito, te bañaras o planeas dormir con todo y armadura.

- Estaba pensando en que haremos luego y como iremos a mi planeta.

Antony lo veía confundido y asombrado, el caballero no era de pensar mucho, por como lo veía parecía estar haciendo un gran esfuerzo mental.

- Que tal si me dejas las ideas a mi – Kris lo miro con interés – En este planeta hay Gryphos, Babosas lunares y demás. Estoy seguro de que algún ser mágico podrá transportaron a nuestro hogar. Como las hechiceras... - La imagen de su amada Lorlelaine vino a su mente – Sería una buena excusa para reunirnos con Lorlelaine ¿No te parece?

- Sirviente, crees que te permitiré reunirte con aquella mujer, que entre otras cosas intento encerrarnos a morir y llevarte con ella – Como podía seguir pensando en aquella mujer después de lo sucedido y lo que habían escuchado, acerca de ella y su hermana – Es más factible que las venzamos y las forcemos a regresarnos a nuestro hogar, aunque no sé qué tan seguro sea eso. Sé que prometí que sin importar que, te mostraría las maravillas del universo. Pero hubiera preferido que empezáramos en mi hogar.

- ¿Cuándo y a quien le prometiste eso? – lo miro confundido – La luna y el Sol, parecen suficiente maravilla por su cuenta sabes.

Kris recordó cuando se despidieron de las hermanas de su sirviente, este estaba inconsciente - No importa, solo lo prometí - No parecía buena idea recordarle aquello a su sirviente, era algo que hasta para él era obvio – Si el Sol y la Luna te parecen interesantes, caerás maravillado cuando veas mi hogar, es cientos de veces más grande que la tierra. Las criaturas fantásticas están en todos lados, es completamente maravilloso – Recordaba como era su planeta, amplios campos, grandes montañas, nevados. Al haber visitado la "tierra" y los astros estaba más seguro que su hogar era el más asombroso – Lo veras con tus propios ojos cuando lleguemos, que espero no tarde mucho.

- Pareces bastante confiado en vencer a Lorlelaine y su hermana, no se ve como algo precisamente sencillo. La bella Lorlelaine, aparte de bella, calmada y elegante es bastante poderosa. Es de suponer que su hermana también.

- El general, el grypho – hacia mímicas como si se tratara de un ave - Seguro ha tomado esto en cuenta. Deben haber planeado alguna manera de impedir acabar como acabaron los restos de nuestra nave, sin restos de su existencia.

- Cierto, cierto ¿Que fue eso? Fue genial, fuera de la tierra todos parecen tener poderes mágicos – Recordó lo sucedido en la caverna – Cierto tú también, no es tan genial como congelar o incinerar, pero sigue siendo asombroso ¿Todos en tu planeta también tiene esas extrañas habilidades?

Para Kris esto era nuevo, estaba teniendo una conversación normal con su sirviente. Nunca se había detenido a conversar casualmente con él o alguien, era el primero también en eso.

- No, no todos, es algo con lo que se nace o eso creo recordar... Cuando aún estaba en la academia, me enseñaron que todos tienen un talento dormido y un vínculo... Si se cumplían ciertas condiciones se podía manifestar. Pero... no fui precisamente el alumno más atento.

- No me sorprende en lo absoluto sabes ¿Pero si sabrás acerca del tuyo? ¿no? –Lo veía venir, hubiera sido demasiada suerte que Kris recordara algo.

- No recuerdo mucho de mi tiempo en la academia, solo quería acabar rápido para enlistarme en la guerra. Ni siquiera recuerdo cual es mi talento ni mi vinculo – Se sentía avergonzado, el en verdad nunca creyó que aquello que le dictaban en la academia de caballeros le fuera a servir y menos para dialogar – Pero – la confianza regreso a su rostro y le mostro un pulgar en alto – Una vez regresemos, aprenderé de nuevo todo lo necesario. Quien mejor que yo para explicarte lo que quieras saber sobre mi hogar.

Antony suspiro, se sentía ansioso por dentro, él nunca pensó que algo como la magia existiera. Aquel infantil caballero, venia de un mundo de fantasía – Tal vez le pueda preguntar a Allen, tiene pinta de saber esas cosas– Bostezo mientras se metía en la cama – Mañana le preguntare...

Kris miro a su sirviente metiéndose en la cama

– No, no te lo permitiré. No hay manera

- ¿Dormir?

- Preguntarle a alguien más, acerca de algo que yo puedo saber, eres mi sirviente. Solo espera un rato, no seas impaciente.

- Y siempre regresas con lo del amo y el sirviente. Sabes, no es que lo acepte ni nada por el estilo. Ser el sirviente de alguien mas no suena nada bien ¿Pero exactamente que implica eso?

- Pues que me debes acompañar a todos mis viajes, pelear por mí y conmigo, protegerme, serme leal, ser tu prioridad, obedecerme... Tú sabes esas cosas.

- Y en todo lo que has dicho, que no pienso seguir por cierto ¿Porque no le puedo preguntar a Allen? No te hace ningún daño – Lo miraba con curiosidad, intriga y duda. Cada vez sentía que comprendía menos al caballero ¿Qué quería Kris del exactamente?

- Porque yo quiero ser quien te lo cuente, eres mi sirviente yo te lo quiero contar – Ni él sabía exactamente que implicaba ser un amo. Pero sabía, que, si alguien resolvería las dudas de su sirviente, tenía que ser él. Era su deber y su derecho – Estoy en mi derecho ¿Porque no quieres comprender?

- Enserio, no puedes hacer una rabieta por eso. Además, si lo hago ni siquiera te darás cuenta, no te quita nada.

- Claro que sí, me quita. Me quita... Autoridad. Me quita autoridad ¿Si no confías en mi para resolverte tus dudas, entonces qué imagen tendrías de mí?

- La de un niño con armadura y poderes mágicos – dijo con la mayor tranquilidad - La misma que eh tenido desde que te conocí y seguiría así, aunque la respondieras. Tu eres como eres y no es tan malo.

Kris no entendía que decía su sirviente. En parte era obvio que no se refería a él con respeto, eso era claro. Pero, también le daba la sensación de que lentamente, llegaría el momento en que le tenga respeto. Aunque igualmente él tenía que ser el que respondiera la primera pregunta de verdad, era una cuestión de orgullo. Él tenía que responderle de alguna manera – No, yo lo responderé, seguro si lo intento para mañana lo abre recordado, no subestime a un Light Sword.

- Como digas caballero, ahora tratare de dormir. Trata de no hacer bulla mientras piensas – se rio bajito – no es que sea posible, pero por si acaso...

Kris quería recordar sus clases, pero eran recuerdos tan borrosos. Algunos que tenía eran simplemente de él cuando tenía 8 años dibujándose en su cuaderno con la armadura que usaría al graduarse. Tenía que intentar, debía demostrar que era alguien capaz para lo que su sirviente necesitara, así como él lo era. ¿Lo era? ¿Exactamente que quería el de Antony? Él sabía que precisamente fuerte no era, era curioso por así decirlo a lo más y parecía tener algún trastorno, cambiando de ánimo con tal rapidez. Por el momento no esperaba fuerza, agilidad, velocidad, talentos ni nada por el estilo; pero sus ojos le decían que había algo más en aquel, aparte de lo anterior, bastante común ser.

Mientras Kris miraba al techo, perdido en sus pensamientos usuales, Antony tenía otro sueño, últimamente tenía varios.

En este podía verse caminando por un sendero, o más bien como si avanzara solo. Todo era negro, el sendero era blanco y delgado. De pronto empezaron a aparecer llamas a los costados del sendero, parecía granizar a la vez, relámpagos y explosiones. Pero todo era ajeno a él, no producían sonidos. Mientras avanzaba el sendero todo se alejaba, en algún punto del sendero, cerca del final, atravesó una puerta la cual se cerró. Inmediatamente el sendero desapareció y todo lo que restaba era oscuridad. Empezaba a sentir frio, pero no de alrededor, frio desde adentro de él. No sentía como si se fuera a congelar, era un frio extraño que a su vez lo despedazaba, un frio que se sentía desconocido. El frio de la desolación, nunca había sentido aquello antes. La desolación.

La noche paso, en algún momento dejo de soñar, no para levantarse, solo para dormir. Al amanecer, cuando una voz en los pasillos parecía indicar que había amanecido, Antony fue el primero en levantarse de los dos. A su lado vio a un Kris profundamente dormido.

- Kris, Kris, oye ya es de día – pronto recordó que Kris no tenía por qué levantarse, no había nada que hacer para él y claramente no se lo imaginaba ayudándolo en lo que le habían encargado – Mejor, me voy...

Tenía planeado primero encargarse de la comida y luego de lo demás. Observando más cuidadosamente la habitación, se percató de la armadura de Kris, nunca la había visto de cerca. Estaba en el piso de la habitación, una parte al lado de la otra. La armadura se veía bastante bien, tenía relieves, diseños, no parecía ser simple metal forjado, se veía como una obra ¿Quién era aquel caballero? Trato de levantar lo que parecía ser la muñequera, no era excesivamente pesada, pero se le complicaba mantenerla alzada – Mejor la regreso al piso, siento que, si la suelto haría un hueco y si se rompe, no quiero saber que haría Kris... - Al dejarla, hizo sonido metálico.

- ¿Sirviente? - Kris sonaba adormilado y cansado – No hagas bulla tan temprano en la mañana, hoy no es día de entrenamiento...

- ¿Kris, te afecta viajar? El primer día te levantaste bastante normal, hoy pareciera que no hubieras descansado.

- Estuve ocupado – bostezo –

- ¿Ocupado? ¿Haciendo qué? – ¿Aquel simple caballero como podía estar ocupado? – Espera, no abras...Pasado la noche pensando en vez de dormir ¿No?

- bostezo – Por quien me tomas, claro que dormí... Luego de ocuparme de mis cosas.

- ¿Qué cosas? – pronto recordó la conversación de la noche anterior ¿En verdad el caballero se había tomado en serio eso de que tenía que ser el quien le respondiera? – Oye, no te preocupes le puedo a preguntar a Allen o a Xin, no es algo que debas hacer.

- No, yo soy quien debía responderte, debo hacerlo, pero no logre recordar... - su voz sonaba desanimada, sentía que había fallado – Te eh fallado...Si quieres...Si quieres le puedes preguntar...Ya no me importa...

Para Antony no era algo tan importante, pero sentía que para el caballero sí. Era extraño, en verdad no entendía porque se encaprichaba en cosas sin importancia. Pero, parecía haber pasado la noche en vela por culpa suya.

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