Capítulo 2
Sasuke besaba ferozmente a la peli rosa, ella le desabotonaba la camisa torpemente y la deslizó por sus hombros. Él por otro lado le quitaba la polera y bajaba su falda velozmente, recorría con sus labios sus muslos desnudos. Alzó su vista en mi dirección, abrió mucho sus ojos, pero en ningún momento se detuvo. Pasó la lengua por su muslo sin apartar su mirada de la mía y sonrió de medio lado. ¿Qué?
Me dolía el pecho. Era como si me quemara. Unas delicadas gotas se deslizaban por mi rostro y mi labio inferior temblaba. ¿Por qué me observa mientras lo hace? ¿Cuál es la idea?
-Naruto…no sigas viendo-susurró Kisa. Pero no podía dejar de ver la escena, por alguna razón no podía apartar mis ojos de la penetrante y lujuriosa mirada del Uchiha.
Ella se levantó y deslizó la cortina, cerrándola y tapando la escena.
Kisa se acercó cuidadosamente y me abrazó, me aferré fuerte a ella. Me sentía muy mal, demasiado mal. Acariciaba mi cabello con ternura.
-Siempre estaré cuando me necesites-susurró.-Para lo que sea.
-Kisa…duele-sollocé en su hombro. No entiendo lo que acaba de pasar, sólo sabía que dolía, mi corazón dolía demasiado.
-Lo sé Naru…-dijo ella intentando calmarme.
No estoy muy seguro, pero…creo que Kisa también derramó un par de lágrimas porque sentí húmedo mi hombro.
-Se acabó…-murmuré.
-No te rindas-dijo Kisa firme.
-Pero…-alcé la vista.
-Estoy segura que si llega a conocerte completamente se enamorará de ti-dijo acariciando mi mejilla con ternura.
Sus palabras me dieron un poco de fortaleza, pero a la vez me extrañaron porque pareciera como si me hubiera conocido desde siempre, pero eso era imposible ¿no? Porque la recordaría…
Y… ¿Habrá visto lo mismo que yo?
Al poco rato mi madre nos llamó para que bajaramos a cenar, Kisa le dijo que debía irse porque sus padres estarían preocupados a lo que mi madre sólo asintió con una expresión triste.
-Nos vemos Naru-dijo despidiéndose, la observé hasta que desapareció de mi vista.
¿Por qué sentía que la conocía desde antes?
Una voz me sacó de mis pensamientos, era la novia de Sasuke que salía de la casa de éste, refunfuñando. Al cruzarse con mi mirada, frunció el ceño y apartó la vista molesta. ¿Ah? Quizás seguía enojada por lo que había pasado en el parque de diversiones. Porque dudo que se haya dado cuenta de que Sasuke me observaba a mí.
Subí a mi habitación cerrando la puerta tras de mí y lo vi. Sasuke estaba sentado al borde de su cama con el torso desnudo, su mirada era fría. Alzó la vista y cruzamos miradas, sonrió de medio lado y con una ceja alzada, mi corazón dio un vuelco. Teme seductor. Pero las imágenes de la escena que presencié se hicieron presentes, me acerqué a la ventana, le saqué la lengua y cerré la cortina.
-Dios, actué como un niño pequeño-Suspiré.
Me tiré a la cama, cerré los ojos y me quedé profundamente dormido.
Al abrir los ojos me encontré viendo el azul cielo y unos inmensos árboles mecerse al compás del viento, al incorporarme me quejé, los músculos me dolían. Una chica vino corriendo a mi, era pequeña y vestía un vestido blanco. No podía ver muy bien su cara, la miraba confundido. Ella se volteó y gritó algo, acto seguido dos siluetas pequeñas se acercaron. ¿Qué estaba pasando? No entendía nada.
Una silueta de un hombre se paró enfrente de nosotros, vi como éstos se tensaban y yo me estremecí, sentí temor, mucho temor.
Se agachó y me acarició las mejillas, lo único que podía distinguir de él, era su torcida y maliciosa sonrisa. Grité con todas mis fuerzas.
-¡Naru-chan!-gritó mamá, abrí los ojos y ahí estaba ella, su cálida mano me acariciaba el cabello preocupada.-¿Qué soñabas cariño?-preguntó con el ceño fruncido.
-No...no lo sé-susurré aún con esa sensación de miedo.-Todo fue muy confuso.
-Todo está bien bebé-dijo con los ojos cristalizados y me abrazó.
-¿Mamá?-Ella no respondió, se apartó de mí, me sonrió y besó mi frente.
-Tienes que ir a comprar-dijo con las manos en la cintura.-Así que vístete
-Pero…-reclamé.
Bastó con que me mirara feo y acepté a regañadientes. Ella salió de mi habitación cantando. Suspiré.
Entré al baño que estaba en mi pieza, era pequeño, solamente tenía un inodoro, lavamanos y una ducha. Me metí a esta y me duché lo más rápido que pude. Agarré una sudadera naranja, unos jeans y zapatillas azul oscuro.
Bajé las escaleras perezosamente y entré al living. Mi padre, Minato, estaba leyendo el periódico. Me parecía mucho a él, tenía el cabello rubio, largo a los lados, y ojos azules. A su lado se encontraba mamá acostada en su regazo. Eran demasiado tiernos.
-¿Qué debo comprar?-dije bostezando.
Mamá se incorporó de un salto y sonriente me tendió una lista. La leí rápidamente y la metí al bolsillo de mi pantalón.
Al salir de casa miré el cielo, nubes grises cubrían el cielo y una brisa me desordenó el cabello. Lloverá. No quise ir a buscar un paraguas, porque me encantaba la lluvia, sentía que limpiaba todo a su paso y por lo mismo quería que limpiara mi ser. Deseando que se llevara mis sentimientos no correspondidos y la sensación que me dejó ese extraño sueño.
Sentí un cosquilleo en la nuca, me lleve la mano a esta extrañado. Miré hacia atrás y vi a mi azabache favorito observándome desde el porche de su casa, estaba sentado en las escaleras. Mi pecho se encogió ¿Hace cuanto que estaba ahí? ¿Habrá estado esperando por mí? Sacudí la cabeza negando, imposible, él tenía novia.
Apreté mis manos en forma de puños, bajé las escaleras y pasé a su lado sin mirarlo. “
“Ignóralo, ignóralo”
No iba a seguir babeando por él, no más. Me quedó claro que yo no le intereso, que está feliz de la vida acostándose con esa chica y para colmo sacándomelo en cara. No iba a soportar esto. No. Yo merecía algo mucho mejor que ese maldito teme pervertido y...sexy. No no no. Grrr.
Me agarraron del brazo deteniéndome, me volteé furioso. Sasuke me miraba con el ceño fruncido.
-¿Qué quieres?-dije soltándome de su agarre.
-Te estaba esperando-dijo. Lo miré estupefacto ¿Qué?
-¿Sobre qué?-pregunté con el ceño fruncido y cruzándome de brazos.
-Eh...ya sabes-dijo bajando la mirada avergonzado y rascándose la nuca. Interesante...hasta Sasuke Uchiha se avergüenza.
-No. No lo sé-solté enojado y me volteé siguiendo mi camino.
Él aceleró su paso hasta quedar a mi lado, volteé los ojos.
-Deja de seguirme-dije entre dientes. Quería golpearlo. ¿Sobre qué quiere hablar? ¿De lo maldito que es? ¿Disculparse? ¡Ja! Lo dudo. ¿Explicarme el por qué me miraba de esa forma mientras se cogía a otra? Definitivamente quería golpearlo.
-Naruto escúchame-dijo deteniendome nuevamente.
-Dios mío ¿Qué mierda quieres teme? ¿Acaso quieres explicarme el por qué mierda me mirabas de esa forma mientras cogías con tu novia? ¿Para qué?-grité furioso. Llegué a mi límite. Él apretó sus manos en puños, estaba molesto.
-Sí.
-Ja-me mofeé.-No tienes que explicarme nada, supongo que estabas tan cachondo que te gustó que te mirarán mientras cogías-dije en tono de burla. Dolía, pero no podía mostrarme débil. En todo caso, ¿Por qué quería explicarmelo? No tenía porqué hacerlo, si no somos nada…
-No es eso…-murmuró mirando a la nada. Suspiré.
-Sasuke da igual, no me debes explicaciones-dije mostrando una sonrisa forzada.
Él me agarró de los hombros y me miró intensamente. No podía apartar mi mirada de esos hermosos ojos onix.
-Naruto…-dijo con voz ronca y me di cuenta que miraba mis labios. Me sonrojé. Cada vez se iba acercando más a mí.
¿Qué está pasando? ¿Planea besarme? ¿Sabrá que me gusta? Dios mío no puedo haber sido tan evidente ¿o si? Pero el tiene novia ¿no? Mi cabeza me daba vueltas. Una parte de mí quería golpearlo con todas mis fuerzas y otra permitir que hiciera lo que quisiera conmigo.
-¡Naru-chan!-gritó una voz muy conocida llamándome. Rápidamente miré en su dirección.
Kisa agitaba su mano mientras se acercaba a nosotros. Nos miró con curiosidad y al ver a Sasuke su expresión cambió a uno de burla.
-Ups ¿interrumpo?-preguntó mirando al Uchiha. Este la miró con odio y me soltó.
-Sí, lárgate-soltó furioso.
-Mmm deja pensarlo-dijo fingiendo que lo hacía.-No quiero-le sacó la lengua.
-Kisa, hablo enserio-dijo acercándose a ella. ¿La conocía? ¿Cómo? Fruncí el ceño confundido.
-Y yo también lo hago Sasuke-dijo entrecerrando sus ojos con una mueca de disgusto.-Sé lo que hiciste ayer y no dejaré que te salgas con la tuya-lo amenazó.
-Kisa-gruñó el azabache.
Ella lo ignoró, me tomó del brazo y me arrastró, lejos del pelinegro. Ella se volteó y le gritó.-Piérdete maldito bastardo- y le mostró el dedo de al medio.
-Zorra desquiciada-le respondió este.
- 1-0 -gritó Kisa riéndose.
Sasuke no nos siguió y yo...no entendía nada. Estaba muy confundido. ¿Por qué hablaban con tanta confianza? ¿Acaso me perdí de algo?
-Kisa ¿Qué fue eso?-pregunté después de un rato de silencio. Ella me miró dudosa y sonrió.
-Ay Naru-dijo suspirando y negando con la cabeza.-Hay tantas cosas que aún no entiendes.
-¡Pues obvio que no!-exclamé deteniéndome y haciéndole frente.-Explícame-dije con un puchero. Ella sonrió con dulzura y acarició mi mejilla.
-Naru...aún no es el momento-susurró.-Por favor no preguntes más.
-Aguarda…Eso quiere decir que…¿nos conocemos de antes?-dije estupefacto. Ella suspiró.
-Si, y es lo único que te responderé-se cruzó de brazos, evidentemente molesta y siguió caminando, yo la seguí aún más confundido.
¿Qué? ¿Por qué no la recordaba? Y si hablaba así con Sasuke eso quiere decir que ¿yo también lo conocí antes? ¡AAAGH!
Ella se dió cuenta de mi comportamiento y me tomó de la mano sin mirarme.-Naru-chan te juro que en algún momento recordarás, aunque sinceramente quisiera que no lo hicieras-dijo con voz triste.
No quise preguntar más, algo me decía que no lo hiciera. Mi mente gritaba por no indagar más. Además, se notaba que no era un tema del que Kisa quisiera hablar y no quería hacerla sentir mal.
Compramos lo que decía la lista que me entregó mamá en el supermercado y Kisa me dejó hasta el porche de mi casa. No hablamos nada durante las compras ni en el camino.
-Kisa…-susurré y esta me miró.-¿Por qué no te recuerdo?-pregunté con la voz quebrada.
Sin saber el por qué tenía muchas ganas de llorar, sentía que una parte de mí se rompía pero ¿Por qué?
Ella desvió la mirada mordiéndose el labio.-Naruto por favor, no hagas esto más difícil-dijo con la voz quebrada.
Me dejó con la palabra en la boca, ya que se fue corriendo.
Abrieron la puerta y apareció la larga cabellera roja de mamá, tenía el ceño fruncido.
-¿Naru-chan?-dijo cambiando su expresión a una cálida sonrisa, me tendió los brazos y yo me acurruqué en su pecho.
El olor de mi madre siempre me calmaba, me hacía sentir a salvo. Cerró la puerta y me ayudó con las bolsas de las compras, fuimos a la cocina y ordenamos la mercadería.
Papá entró y acarició mi cabeza con ternura.-Ve a sentarte hijo, nosotros preparáremos la comida-
Cerraron la puerta de la cocina y escuché murmullos.
Me recosté en el sillón tapándome los ojos con mi antebrazo. Mi cabeza daba vueltas, tenía tantas preguntas pero la persona que podía dármelas no quería.
-¿Naru-chan?-dijo mi madre moviéndome con suavidad.-Ven a comer, está listo-Al mirarla noté que tenía los ojos hinchados y rojos.
-Mamá ¿Qué pasó?-pregunté en un susurro acariciando su mejilla. Ella negó con su cabeza, me tomó de la mano y me sentó para comer.
Mis padres hablaban animadamente, pero yo no tenía ganas de interactuar para nada así que sólo asentía o negaba o emitía sonidos en respuesta.
-Permiso, estaba muy rico-murmuré mientras me levantaba de la mesa, llevé los platos al fregadero y los lavé.
Iba a subir, pero necesitaba sentir aire fresco y despejar mi cabeza. Abrí la puerta de entrada cuidadosamente para que no rechinara y salí rápidamente.
Estaba lloviendo, sin importarme nada caminé sin rumbo, hasta llegar a un parque. Me senté en una banca mirando a la nada.
-Hey tonto, te estás mojando-dijo una voz de hombre y cubriéndome con un paraguas de la lluvia.
Alcé mi vista hacia el desconocido, sonreía cálidamente, sus ojos eran color miel y su cabello café oscuro. Era muy atractivo.
-Perdón pero ¿Te conozco?-pregunté con curiosidad. Él me miró confundido, dudó un segundo y negó con la cabeza.
-Oh, creo que te confundí con alguien más-dijo encogiéndose de hombros. Me reí.-Por cierto soy Himura Takumi-Me extendió la mano.
-Encantado, yo soy Namikaze Naruto-dije estrechando su mano.
-Un gusto Naru-chan-sonrió cálidamente.
Tuve un deja vu. El mismo chico pero más pequeño tendiendome su mano y a su lado dos personas más. Sentí una punzada en la cabeza, me la toqué y me quejé. Ugh.
-¿Naruto?-dijo con tono preocupado.-¡Naruto!
Todo se volvió negro, la oscuridad se apoderó de mí.