Mientras miraba la carta a un lado de mí en el sofá del departamento, hablaba con Itachi en video.
Demorare un poco más en llegar. Tal vez unos tres días- mi hermano luce molesto.- Tengo unos asuntos que resolver en Sidney, tratare de ser rápido.
No te preocupes por eso. Tómate tu tiempo- le dije distraídamente, mientras miraba una y otra vez la carta.
La verdad es que la reunión familiar no me causaba mucha alegría, y mientras más tardara mejor. Aunque sé que eso también es alargar el problema.
Te noto distraído ¿sucede algo?- oigo que me pregunta.
A mi hermano no se le va nada. Pero esto no es algo que deba de hablar ahora mismo con él y mucho menos por video llamada.
Son cosas mías. Ya te contare cuando llegues.- le dije sonriendo a pesar de mí mismo y la turbulencia en mi mente.- ¿Dónde te quedaras?
Pensaba pagar una habitación de hotel… no estoy seguro.- me contesta. Lo veo hojear unos papeles.
Si quieres te quedas conmigo. El departamento tiene espacio suficiente y como tres habitaciones que no uso.-Le ofrecí. La verdad es que me hacía falta la presencia de mi hermano. Sobre todo porque quiero saber su opinión en esto.
OK, hare eso.- afirma.- ¿te envío dinero para el hospedaje? Sé que el Roppongi es caro.
Yo sonrío.- Buen chiste ese. Sabes que tengo para que te puedas quedar. Además, este lugar fue generosidad de Sakura.
¿Sakura? ¿La chica que fue tu novia?- Me pregunta sorprendido- No sabía que aún se vieran.
Yo me enderecé para levantarme del sofá y lleve la conversación conmigo hacia la cocina para beber agua y prepárame algo de comer.
No es lo que piensas- dije después de acomodar el móvil de manera que pudiese hablar sin necesidad de tenerlo en la mano y que Itachi me viese. Mientras estaba en el refri y sacaba una botella de agua le aclare- Sakura y yo solo somos amigos. Además está casada con un millonario hombre griego y está embarazada.
Itachi lucia asombrado-Vaya…al parecer esos viajes de estudio laboral dieron sus frutos.
Yo reí con sorna- Que no te oiga decir eso.
Un teléfono sonó al fondo, y tras ver a Itachi atender la llamada de una mujer, se volvió a mí- Lo siento. Hablamos después, Ok. Mi secretaria dice que Izumi ha llamado hace tres horas y solo ahora se le ocurre decirlo.
Como se cuan de importante es su mujer para él lo dejo- está bien, no te preocupes. Envíale saludos a mi cuñada.
Tras colgar, comienzo a prepararme una tortilla con tres huevos y mucha cebolla y tomate. Tengo hambre, ya son casi las nueve de la noche, no he comido, y debería bajar al restaurant o pedir algo de comida por teléfono.
Me decanto por la última opción. No tengo deseos de ver a nadie.
Marco el número de la recepción y le pregunto a la recepcionista que si me podría conseguir el número de un buen lugar donde ordenen comida. Ella dice que si y con entusiasmo se ofrece a traérmela personalmente. Yo se la agradezco, pero la verdad no tenia deseos de ver a una mujer con ojos con un mensaje invitando al sexo tan claramente. Mi mente no está en eso. Así que cortésmente le cuelgo y me decido a bajar un poco a tomar aire y meterme en cualquier lugar que vea que vendan comida caliente.
La noche es fresca, lo supuse. Me siento algo atontado.
La verdad es que nunca espere semejante cosa.
En la carta, mi abuelo prácticamente decía, sin pelos en la lengua, que fue un homosexual que se cambió de nombre y nació en una familia rica. Que el chico por el cual me fui, Naruto, no es más que el nieto del hombre que él amó.
Era todo un día de revelaciones. Todo puesto en dos hojas de papel.
Mientras caminaba vi un puesto de ramen, algo poco usual en un barrio de lujo, pero ni modo.
Entre, me senté y ordene un buen tazón de ramen, el mejor que tuviesen. Estaba tan distraído, pensando en lo que la carta de mi abuelo ponía que no note que a mi lado había sentado alguien.
No te hacia comiendo ramen en un puesto callejero.- la voz inconfundible de Naruto me saco de mi nube.
Yo no me podía creer mi mala suerte. Hice un ademán de pararme, pero fui detenido por un brazo y una mano firme.- Ya ordenaste, el señor se sentirá mal si te vas sin comer.
Yo lo mire molesto.- Esto es increíble. Sé que Japón es pequeño, pero toparme precisamente contigo es…
Es un puesto de ramen, y vivo en el mismo complejo que tu ¿Qué esperabas? Dice recalcando la obvia asociación.- sabes que no soporto la comida muy elaborada. Si no tengo ramen no siento que haya comido.
Ok, vaya cosa. Algunos hábitos nunca cambian.-digo volviéndome a sentar.- si puedes por favor no me hables. Un vaso de agua por favor.- ordeno.
Naruto me observa y su mirada luego de un momento se centra en su tazón- ¿Ni siquiera si te digo que fui a España para verte?
Mi corazón salto un poco. Ya me lo imaginaba después de que Sakura me lo dijese, pero estaba decidido a alejarlo.- Si fuiste fue por tu elección.
Quería verte- insiste.
Yo agarro mi vaso de agua y luego de darle un trago lo miro.- Bueno ¿para qué? Ya te había dicho que…
Toda pura mentira. Tu y yo lo sabemos bien.- me interrumpe. Naruto sorbe unos fideos.
Yo no le contesto sin embargo. Sé muy bien todo lo ocurrido en el pasado, por eso, no estoy dispuesto a hacer nada. Mucho menos por él por quien he hecho más de lo que he podido aguantar, amar a Naruto es demasiado doloroso, aún estoy pagando por solamente haber comentado sentirme confundido.
Mi ramen llega al fin. Yo me dispongo a comerlo y veo que Naruto se demora a posta para esperarme.- se te va a enfriar. Los detestas si están fríos.- digo, refiriéndome a los fideos.
Naruto sonríe pesadamente.- No importa. Quiero que al menos me escuches.
Y su expresión luce tan atormentada que finalmente decido ceder. Sé que estoy cometiendo un error, pero ¿Qué más da? Solo por hoy lo escuchare.-
No aquí. Hablaremos cuando haya terminado, en mi depa.- le digo- solo hablaremos. Escuchare lo que tengas que decir y luego te vas. ¿Trato?
Naruto luce aliviado, y su aliento forma un alo de vaho en torno a su cara.- Es mejor que nada. Pediré otro.- esta vez luce algo mas tranquilo- Viejo, póngame otro con doble ración de cerdo.
Comemos al mismo tiempo. Oigo los sorbidos ruidosos de Naruto mientras come ramen. Su forma de comer no ha cambiado a pesar de que ahora se ve más maduro.
Comimos en silencio, sin decir nada. Terminando, saco mi billetera para pagar.
Ya lo hago yo- Naruto me mira decidido a pagar por mí.
Yo me pongo de pie y lo ignoro mientras le pago al cocinero que nos mira con interés- Ya hiciste demasiado al reservarme sitio en el restaurant. Es como un hoy por ti mañana por mí, no te lo tomes tan a pecho.
No luce convencido. Termina su segundo tazón de ramen y luego se levanta.-Adiós, viejo. Ya vendré mañana.
Al despedirse, salimos y pasamos al lado de una máquina expendedora. Hace tanto frio que compro dos cafés. Le ofrezco uno a Naruto y volvemos a reanudar la caminata.
¿Y, como te fue en estos cinco años?-me pregunta de repente.
Tan bien como se podía esperar. Tengo mi propio negocio- le dije sin dar más detalles.
Tu abuelo te extraño todo este tiempo. Deseaba verte.- me dice.
Yo me detengo mientras sorbo mi café.- No me estás diciendo nada que yo no sepa.
Y aun así te fuiste- siento un tono recriminatorio en su voz.
Lo miro por un momento antes de seguir caminando.- Ya te contesté a eso muchas veces. Si me pediste que hablara contigo para esto puedes volver tu solo.
Naruto se queda en silencio entonces. Seguimos caminando. La fría noche y nuestras pisadas es lo único que se siente vivo. En esa zona, no hay perros callejeros casi, ves uno que otro gato pasar, pero aparte de dos o tres personas que han pasado, solo estamos Naruto y yo.
Confieso, que estoy disfrutando de esta caminata más de lo que debería. Pero no me gusta el silencio sepulcral que hay entre nosotros.
¿Y? ¿Qué querías decirme?- lo presiono un poco.
Naruto entonces se pone frente a mí- Yo…la verdad es que…
Pero fue interrumpido por el insistente tono de su celular.
El ambiente que se había creado entre nosotros, se vio interrumpido por alguien, que escogió justo ese momento para llamar. Por la cara de Naruto veo que no se trata de su persona favorita.
Agarra su teléfono celular y veo que en la pantalla sale la foto de una linda chica pelinegra, a la cual tiene como Molesta en nombre de contacto.
Perdona un minuto- se disculpa y veo que descuelga- ¿si?...... Ya te dije que no iba a quedarme en casa hoy. Lo siento.
La chica del otro lado no parece conforme con esa respuesta y después de un minuto Naruto se agito- ¿QUE HICISTE QUÉ? ¿CON QUE PERMISO?
Su grito me pone un poco ansioso- NO ME IMPORTA. DILE A TU MADRE QUE DEVUELVA LAS COSAS A MI HABITACION.- vuelve a gritar.
La chica le da una respuesta y por los sonidos de hastío de Naruto al parecer está llorando.- Esas lagrimas falsas no conmueven ni a una piedra, preciosa. Me cansa tener que repetirte lo mismo cada vez que hablamos. Métetelo en la cabeza. No he pensado, ni por un minuto, en casarme contigo. Todo esto del compromiso es una loca invención de los Semae…
¿Semae? En nombre me suena. ¿Tiene Naruto contacto con la familia anterior del abuelo? ¿Cómo?
Ya. Si te vas a matar, te digo que la pistola está en el primer cajón de la derecha en mi closet.-Naruto ahora luce sereno.- No me importa. Solo me quitaras un peso de encima… ¿Qué vas a acabar con mi tarjeta de crédito? ¡Si ya lo hiciste Sanguijuela! Te has gastado cada centavo que te ha dado la gana en un anillo de diamantes.
La conversación me ha dejado pasmado. La verdad nunca espere que Naruto, siempre cordial, se dirigiera así a una mujer. Al parecer lo que me conto Sakura era verdad.
Mira, no tengo tiempo para esto.- dice y tras una pausa donde los gritos de ella se oyen hasta donde estoy yo, Naruto termina por aventar el teléfono contar el piso partiéndolo en pedazos.
Yo me quedo algo sorprendido.
Naruto está transpirando y luce alterado.- ¿Tu novia?- le pregunto.
Naruto me mira aun enojado- ¿Crees que le hablaría a mi novia así?
Ciertamente no, pienso.-Lo siento, ha sido una pregunta estúpida de mi parte.- me disculpo.
Naruto suspira.- ¿te interesa? La verdad es que desearía poder ser otra persona en este momento. Estoy atado en un compromiso con esta bruja, solo porque los Semae hablaron en mi nombre.
Mi interés vuelve caer en el apellido- ¿Semae?
Naruto entonces me mira fijamente- ¿leíste la carta o no?
Naruto sabía de la carta- ¿Cómo sabes eso?
¿Quién crees que te recomendó para con el abogado?- dijo mientras caminaba y yo hacía lo mismo, un poco sorprendido de que Naruto supiese algo.
¿Por qué lo hiciste?- Naruto se detuvo después de que hice esa pregunta.
¿A qué te refieres?- dice sin comprender.
Pues a lo del abogado. ¿Por qué hablaste con él para que viniese a verme?- le recrimino. – Naruto, sé que fuiste muy querido por el abuelo, pero antes de que esto pase a mayores te pediré que te quedes fuera de esto. No sabes lo que estás haciendo.
Digo. Si mi padre descubre todo esto, ahora si ni mi marcha podrá hacer que salve a Naruto.
Mi padre no tolerara que yo haya visto al abogado primero.- le digo molesto- esto es muy delicado.
Si tu padre tiene algo que decir sobre esto pues entonces que lo diga.- La cara de Naruto al decirme esto demuestra enfado.- le guste o no, yo solo cumplo lo que tu abuelo quería que hiciese.
Tanta coincidencia. Termino por atar algunos cabos.
¿Cómo sabias de la carta?- le pregunto, un poco molesto.
Naruto me miró, sabiendo lo que se avecinaba.- Estuve ahí el día que te la escribió.
Y solo déjame preguntarte, solo por curiosidad y no porque tenga realmente deseos de matarte.- Le digo tras una pausa.- ¿Tú le dijiste al abuelo que pusiera esa loca condición de que viviese contigo a cambio de algo que aún no sé?- pregunto con cuidado extremo. Estoy tan shockeado y algo molesto que hasta estoy temblando. Y no de frio.
Naruto me mira a sus ojos parecen un poco alertas.- Sasuke…
¡Solo contesta la maldita pregunta!-le grito. La verdad es que ya no me importa si alguien nos sigue o nos ve.
Naruto termina por asentir, admitiendo que si lo hizo.
Mi ira alcanza nuevos niveles. La verdad, es que todo estaba ahí, muy claro.
La carta.
La reunión temprana con el abogado.
La loca condición del abuelo.
Que desastre.- Yo suspiro.- ¡Al diablo con todo!- le grito. La verdad es que estoy muy enfadado.
Cinco años. Cinco malditos años separados de todos y todo lo que conocía, para cuidarle el trasero a un idiota. En lo que yo hacía… ¿Qué? ¿Permanecer lejos?, este imbécil se puso siempre de primero en la línea de fuego.
Si le hubiese pasado algo, de nada hubiese servido que me haya separado de mi insensible familia.
Me muerdo los labios. Mi frustración y cada asentimiento negativo que tengo alcanza su punto máximo.- Sabes que, creo que quiero estar solo- le digo.
La cara de Naruto se vuelve un poema.- Pero… déjame explicarte.
No quiero oírlo, no quiero saber nada.- le digo tajante mientras camino con rapidez hacia el Roppongi Hills.- Todos estos años desperdiciados en alguien como tu… ¡dios mío!
¿A qué te refieres con eso?- Naruto me persigue.
¡No me sigas idiota!- le grito. Le aviento lo que me queda de café-¡no te me acerques!
Espera…- su voz agitada me hace darme cuenta de que estoy corriendo.
Sin embargo, no me detengo. Al entrar al Roppongi, corro hacia el ascensor y presiono el botón de mi piso y el de subida rápidamente.
La puerta del elevador se le cierra en las narices ¡Bien merecido te lo tienes!
Mientras subo, mi temblor no para, mi agitación tampoco cede, y antes de que me dé cuenta de lo que pasa, lagrimas corren por mi rostro.- Maldito imbécil. Podrías haber muerto- susurro para mí mismo como si él me pudiese oír. Que patético soy.
Unos segundos después, la puerta del ascensor se abre, y camino apresuradamente hacia mi puerta, y para mi consternación, Naruto está parado frente a esta, molesto y totalmente bañado en sudor. No puede ser.
¿Cómo…?- aun no me lo creo.
Pero no importa. La verdad es que solo quiero estar en mi cuarto. Alejado de esta persona.
Quítate, y vete- le digo.- de ser posible también desaparece- concluyo antes de comenzar a pasar la tarjeta o la llave de la habitación y marcar el código.
Y antes de que pueda parpadear, Naruto me jala hacia adentro y me presiona contra la pared. La puerta se queda entre abierta. La llave se me ha caído de la mano. Su rostro está demasiado cerca del mío y su olor me está haciendo estragos en mi sistema.
Estuviste llorando- Me dice. Y no lo pregunta, lo afirma.
Yo me quedo en silencio.- ¿Por qué Sasuke? ¿Por qué crees que soy un idiota? ¿Qué es lo que te molesta tanto?
Yo no puedo contestarle. La verdad solo le afectaría.- No puedo decírtelo.
Naruto luce frustrado.- ¿Por qué no confías un poco más en mí?
Porque sería como ponerte una sentencia de fusilamiento, pienso, mientras lo veo sé que mi confusión pasada solo fue una excusa para no hacer más nada.
Tenía miedo. Tenía miedo de que me gustara un chico. No quería ser así. Peor… poco a poco, me vi envuelto en la calidez de sus acciones y de sus palabras. Fue justo como cuando estuve con Sakura. Ese fuego que te quema que piensas que solo sentirás una vez en la vida, lo volví a sentir con él.
Lo estoy sintiendo ahora.
Mi silencio solo oculta mis palabras, pero supongo que mi rostro me delata, porque vuelvo a lagrimear de la frustración.
Naruto me mira.- sigues siendo difícil.- dice mientras me agarra uno de mis brazos y lo coloca fuertemente contra la pared detrás de mí.- No me hagas esto. No llores. No lo soporto. Saber que te he incomodado lo suficiente como para que llegues a este extremo me mata.
Trago saliva. Mi voz tiembla- Entonces, déjame en paz.- le pido sin aliento.
Lo veo sonreír débilmente- Lo siento Sasuke, no puedo.- dice, antes de tomar mi labios en un beso.
Y juraría que ese momento duró una eternidad.