Harry, Ron y Hermione habían llegado al expreso de Hogwarts, fue un gran problema porque no había encontrado ningún vagón, todos estaban ocupados y llenos de estudiantes.
—Si esto sigue así, vamos a tener que separarnos.—dijo Hermione.
—Encontré un vagón.—dijo Ron arrugando la nariz.—Pero adentro hay un Slytherin.
—¿Y quién es él?
—Ya sabes.—dijo Ron con una mueca extraña.—Es ese tipo infantil… Universe.
Harry recordaba a ese niño regordete, al parecer su nombre era Sirius y tenía el cabello tan largo que parecía una niña, él era tan cortito lo que le hacían ver incluso mucho más infantil, incluso llevaba ese oso de peluche que siempre cargaba, lo que lo hacía ver aún más un niño pequeño y ridículo.
—Entremos.—dijo Hermione con urgencia.—No quiero estar aquí todo el día.
Abrieron el vagón y para empeorar el asunto, el niño estaba durmiendo en el vagón pero por primera vez no tenía un oso de peluche, sino parecía unido a una larga espada negra en una vaina con adornos de rosas con espinas.
—Oye Universe.—dijo Ron.
Sin embargo el niño no se movió, parecía realmente cansado. Harry hizo señas a los dos para que se sentaran allí mismo, Hermione se encogió de hombros cuando Ron le hizo señas a la espada.
Hermione abrió un libro y se puso a leer para evitar hablar mientras que Universe se dormía tranquilo, Harry siguió su ejemplo pero leyó Quidditch a través de los tiempos y Ron se dedicaba a ver el paisaje aunque todo se viera borroso.
—¿Qué…?
Universe se había despertado y miró a Harry, Ron y Hermione con nerviosismo, luego a la espada larga y negra que estaba recargada sobre su sillón.
—¡Oh no!
El niño se mostraba torpe por intentar ocultar la espada pero era inútil, aquella espada era más grande que él y seguramente pesaba toneladas.
—¡Creí dejar la puerta cerrada!—dijo nerviosamente con un tic nervioso.
—Pues creíste.—dijo Ron burlonamente.—¿Qué es esa espada?
—¡Nada!—dijo con nerviosismo y la metió sobre una bolsa pequeña que parecía más bien un hoyo negro de bolsillo.
—¡Valla!—grito Hermione sorprendida.—¡Un encantamiento de extensión indetectable!
—¡Así me vendieron la bolsa!—dijo nerviosamente.—¡Por mis estrellas! ¡Fui descuidado! ¡Ahora van a hacer preguntas…! ¡Maldita Jaspe, ella me destanteo todo…!
Los dedos de Universe parecían querer estrangular a alguien, pero parecía realmente nervioso, al extremo de darle un infarto.
—¡Ustedes no vallan a decirle de esto a nadie!—gritó con nerviosismo.
—No me grites, Universe.—dijo Hermione con enfado.—De todos modos, es ilegal traer espadas al colegio…
—¡No! ¡Escucha!—dijo Universe asustado.—¡Este año es probable que sea el peor de todos! ¡El mundo colapsará y por eso llevo la espada! ¡¿Entiendes?!
—Ya veo.—dijo Hermione.—Estas oyendo esas noticias falsas del quisquilloso.
El niño le miró con sorpresa.
—Sobre la segunda venida del señor tenebroso.—dijo Hermione.—Sobre lo ocurrido en el mundial del quidditch.
El niño no parecía entender nada sobre lo que le decía Hermione pero luego compuso un rostro sobre entender sobre lo que decía Hermione, un prolongado silencio antes que Sirius se riera a carcajadas.
—¡Oh, sí! ¡Voldemort!—dijo a la ligera mientras que Ron y Hermione se contorsionaban pero luego les rogó.—No vallan a decirle a nadie sobre mi espada, es una reliquia familiar.
A Hermione y Ron se habían paralizado al ver a Universe como si nada, para empezar Harry opinaba lo mismo, esa expresión era extraña.
—¿Qué dije? ¡No he dicho nada extraño!
—Mencionaste el nombre del señor oscuro.—dijo Ron asustado.
—¡Pero a si se llama!
—Pero quien le tema, no le llama por su nombre.—dijo Hermione.
El niño regordete se golpeó la cabeza, realmente se había puesto nervioso.
—Si bueno. Es solo un nombre y las cosas debes mencionarlas como es. Además que de verdad hablo en serio. Este año, será el peor, habrá caos…—dijo con nerviosismo tratando de fingir una sonrisa pero luego agregó en un murmullo. —No me acordaba de él...
—¿Qué sucederá este año?—dijo Harry como si pensara que debía escucharlo.
El niño le miró a los ojos como buscando la forma de tratar de explicarle, varias veces intentó abrir la boca pero no salió ningún sonido.
—No puedo decírtelo.—dijo al fin con actitud temerosa.—Es confidencial.
—¿Qué tan confidencial es? Deberías ir a Dumbledore…
—NO. No lo entiendes…
—Entonces ayúdanos entender.
Miró a Hermione pero para él parecía realmente más estúpido y mucho más infantil, a Harry no le agradaba porque en el pasado se había burlado de ellos sobre lo que Draco Malfoy y los demás hacían, era como Peter Pettigrew, una rata detrás de los más fuertes y era el saco boxeo de los Slytherin. Luego dejó caer lagrimas mientras pensaba en su respuesta.
—No puedo.—dijo Universe ocultando su mirada.—Es realmente difícil, solo… solo puedo decir que no tiene nada que ver con V… el señor oscuro. Ya está. Eso. Así que por favor… por favor no digan a nadie sobre mi espada ni mi bolsa con el encantamiento de extensión indetectable… Por favor…
Harry miró al niño que por primera vez era honesto. Ron le miró a Hermione pero ella afirmó con la cabeza.
—Está bien.—dijo Hermione.—Pero si algo ocurre con esa espada iré con el director.
—¡Gracias!—dijo con alivio.
—¡Pero es un slytherin!—dijo Ron.
—Te recuerdo que un slytherin nos salvó el curso pasado.—dijo Hermione.—¿Verdad, Harry?
—Así es.—dijo Harry volviendo a su libro.—Supongo que ya no está en el colegio, una lástima.
Harry había pensado mucho en el Slytherin todas las vacaciones, se había decidido escribir alguna carta pero tampoco sabía dónde vivía y sobre todo no podría revelar que era el mismo muchacho que había salvado a Sirius Black del beso del dementor. Así que intentó olvidarlo y concentrarse en otra cosa pero no pudo.
El niño de Slytherin estaba sentado en el vagón con una expresión bastante estresante. Harry le miró con enfado.
—Ya dijimos que no íbamos a decir nada.—dijo Harry.
—¡NO…!—miró a Harry.—No se trata de eso. Estoy preocupado.
—Hablando se entiende.—dijo Hermione.
—Mi hermano fue secuestrado este verano.—dijo Universe molesto.—¿Eso querían oir?
Harry, Ron y Hermione estaban bastante serios. Universe parecía bastante temeroso.
—¿Y fuiste a la policía?
—Está en casa, ahora.—dijo Universe tapándose la cara.—No es algo que la policía ni los aurores podrían resolver.
—¿Y que hay de tu padre?
—Es un muggle.—dijo con pesar.—Y bastante malo en combate, no tiene ningun talento en ningun arma.
Miro por la ventana como si intentase irse donde estaba su hermano menor. Harry veía que ese año, habia sido honesto, mas honesto que durante los tres años pasados. Hermione le miró ceñuda.
—¿Es por eso que traes la espada?
—Si.
—¿Temes que te hagan lo mismo?
—Yo no temo que me secuestren, es más que lo intenten.—dijo Universe enfado.—¡El problema es que se metio con mi familia! ¡No se si me creas pero yo no soy un cobarde!
Una misteriosa chica de piel azul había abierto la puerta del vagon, ella parecía realmente confundida por verlos a los tres. Su largo cabello azul parecía confundirse con el cielo azul, sus ojos eran del mismo tono, su vestido era tan largo que se asemejaba a un vestido de gala.
—Dejaste la maldita puerta abierta.—dijo Universe con los ojos rojos de insomnio.
—Lo siento.—dijo la chica.—Que no hayas dormido por días por culpa de esas tres no es mi culpa.
La chica le miró enfadada pero luego replicó.
—“Tu princesa roja” dijo que han activado los escudos y la base del diamante han sido reabiertos como ordenaste.
—Lari.—dijo Universe.—Cállate.
—Pero estoy corroborando tus órdenes…
—Que te calles…
Miró a Harry con una sonrisa pero parecía apunto de gritar de histeria, la chica azul le devolvió la mirada con enfado.
—Ya veo, estos… “chicos” no son de confianza, pero sí lo son esos “chicos de las donas” y la niña con la espada de Rose quartz.
—¿Por qué no me haces caso?—dijo con una sonrisa parecida al de un psicópata.
Ella suspiró con fuerza. Ron parecía realmente interesado.
—Base diamante. ¿Dónde se encuentra esa base?—dijo Ron emocionado. —¿Esta hecho de diamantes?
—Claro que no está hecho de diamantes.—dijo la chica.—Se los diría pero “él” no quiere ni confía algo importante.
—¡No es que no confié en ellos!—dijo Universe empeorando todo.—Él es Harry Potter y tiene suficientes problemas con Vol… el que no debe ser nombrado… Nuestros problemas lo arreglaremos nosotros.
La chica parecía sorprendida pero Sirius Universe parecía más enojado que nunca alguna vez lo hizo, Ron se había decepcionado que no hubiera una base de diamantes incluso a él le había emocionado en saber de qué se trataba del problema de Universe.
Hermione parecía sorprendida de lo que escuchaba.
—Es una gran conspiración del diamante.—dijo Hermione con una sonrisa dentada.
La chica le miró con frialdad pero luego sonrió.
—Le has acertado.
El niño Universe se palmeó la cabeza pero en ese justo momento la puerta se abrió la puerta nuevamente. Era Draco Malfoy junto con su grupito de idiotas, los dos pegados uno al otro.
—Miren esto.—dijo Draco con una matiz de burla cuando tiro la puerta.—Potter, Granger y Weasley con Universe, es que la basura se junta sola. Rio burlonamente pero puso los dos ojos en Universe, sacó su varita para hechizarlo pero dos enormes tipos habían llegado al vagón, eran aún más grandes que Crabbe y Goyle.
Los dos enormes amigos de Universe con los que a menudo se juntaba habían puesto sus gruesas manos en el hombro de Malfoy, ambos pertenecían a Hufflepuff y Gryffndor pero casi siempre se les veía juntos, nadie les había visto el rostro pues usaban capucha y mascaras blancas en los que solo dejaba ver sus labios y ojos. Unos aseguraban que se trataban de hibridos, otros que eran robots por su falta de emociones y otros más opinaban que eran realmente feos que debían ocultar lo que eran.
—Hola Malfoy.—dijo uno de ellos.
—Estas molestando.—dijo el otro.
—Y no estamos de humor para soportar a un niño tarado.
—¿Por qué no te vas y practicas algunas maldiciones imperdonables?
—Es decir, eres para lo único que has sido creado.
Él se dio la vuelta con enfado y les apuntó con la varita.
—Podría practicar con ustedes.
Los dos gemelos habían visto a Universe pidiéndole su opinión, pero el parecía más ocupado en morderse las uñas que el hecho que estuviese Malfoy allí.
—¿Podemos golpearlos?—dijo uno.
—Tenemos permiso ¿no?—dijo el gorila viendo a Universe.
—Sí, hagan lo que quieran pero vallan a pasarse la mano.
—¿No vallan a pasarse?—dijo Malfoy burlonamente mientras que Goyle y Crabbe golpeaban su palma con el puño opuesto.—¿Oyeron eso?
Crabbe golpeó a Rossend pero pareciera que no le hizo nada más, como si golpéese en una pared, en el pasado ya había demostrado ser fuerte pero los golpes de Crabbe y Goyle dolían, no por nada eran los bravucones de excelencia, Amycus los sacó del vagón y parecía mucho más fuerte que nunca, Rossend sacó a Malfoy, los tres Slytherin habian hecho un escándalo masivo, la chica de piel azul había cerrado la puerta pero se escuchaban golpes muy fuertes y gritos de los demás Slytherin e incluso vitorearon echándoles porras a los dos gorilas de Gryffindor y Hufflepuff, Ron sacó la cabeza para ver.
—¡Oh por Merlín!—gritó Ron emocionado.—Creo que Amycus le rompió una pierna a Goyle.
—¡Los gemelos por fin se han defendido!—grito una chica.
—¡Dales duro Rossend!—gritó otro.
Harry por fin se decidió a ver y se dio cuenta que los gemelos los habían golpeado duro, sobre el suelo, Malfoy estaba intentando huir pero Rossend había golpeado la cara a Malfoy tirándole varios dientes, Amycus había cacheteado a Crabbe pero no era cómico, era siniestro, sus mejillas habían cambiado a un alarmante color rojo y parecía que les hizo daño de verdad, Universe salió a ver y parecía horrorizado.
—¡Les dije que no se pasaran!
Los demás reído cuando Malfoy y sus gorilas se marcharon a tropezones y con sangre de sus labios y parecían adoloridos mientras que los dos grandulones habían revelado que tenían el cabello negro oscuro como Universe, pero llevaban una clase de mascara adherida a su cara como todos decían que tenían.
Fueron al vagón donde estaba su amigo a pesar de los vítores de los demás, no hicieron nada más, simplemente se abrieron paso entre la muchedumbre.
Los dos gorilas se quedaron en la puerta para entrar.
—¿Y ahora?—dijo Rossend a Amycus.
—No lo sé.—dijo Amycus.—¿Sirius?
—Larimar ya se va.—dijo Sirius Universe.—Ve a Beach city, nos mantendremos informados y recuerda, no viajes por medio del océano, no sabemos que tanto puede resistir Lapis a Jaspe.
—Lo hare por medio del Warp pad.
—Bien, bien. Perfecto. Si te topas con una gema corrupta, tú…
—Huiré y correré al warp pad más cercano y voy con la per… Garnet.
El chico se había molestado.
—Y si no tienes escapatoria…
—Usaré esto.—dijo la chica mostrando un collar con una especie de espada en miniatura.
—¡Muy bien!—dijo Universe.—Vete ahora porque volverá Malfoy y es posible que quiera emboscarte ahora que Rossend y Amycus lo golpearon horriblemente.
—Tú nos diste permiso.—dijo Amycus.
—Dije que no se pasaran.
—Yo no puedo detener mi fuerza.—dijo Rossend.
—¿Saben? Olvídenlo, no quiero sigan con su conducta agresiva llegando al castillo.
Miró a Potter con enfado.
—Si necesitas a un golpeador, aquí tienes uno.
—¿Podré golpear a Malfoy?—dijo Rossend con algo de emoción en su voz.
—Mientras obedezcas las leyes del quidditch, sí.
—Ah, dijiste quidditch.—dijo Rossend.—Odio el quidditch.
La cara de Sirius Universe quedó estupefacta, nadie podría odiar el quidditch, solo un par de trols con derrame cerebral odiaban el quidditch. Ron se enfadó con él.
—¿Qué no te gusta el quidditch?—dijo Ron enfadado.—¡El quidditch es el mejor deporte del mundo mágico!
—Si eso es lo mejor, no me imagino lo peor.—dijo Amycus.—Preferimos la lucha, el karate y el sky. Esos son verdaderos deportes.
—Olvidas el hockey.—dijo Rossend.
—No veo la utilidad de jugar con tres pelotas en el campo. Además que los jugadores no hacen suficiente esfuerzo físico, los mejores deportes se determinan por la muestra de poder, de fuerza de voluntad, de entrenamiento diario, persiguiendo sólo una cosa, la gloria. Tenemos al mejor de quidditch de Gryffindor pero es un fideo, no hay gloria en eso.
—Vamos, hay más esfuerzo en una bailarina de ballet que en el quidditch.
Harry se sentía ofendido, salió del vagón solo sin sus cosas y buscó a Angelina Johnson que parecía ser la capitana de quidditch del siguiente año, allí estaban los gemelos Weasley y Katie Bell, los chicos parecían entretenerse con alguna clase de broma, Lee Jordan parecía reírse en esos momentos.
—Ustedes, acompáñenme.
—¿Por qué?—dijo Fred.
—¿Estas bien, Harry?—dijo George.
Los chicos le habían seguido sin preguntar pero no entendían como o en qué estado estaba, pero Harry estaba realmente alterado. Llegó al vagón pero encontró a Universe leyendo sobre la magia de las mentes o algo así mientras que los otros dos estaban leyendo comics.
—¿Para qué nos trajiste aquí?—dijo Angelina.
—Ellos dicen que quidditch es el peor deporte y no se compara con los deportes muggles.
Los gemelos habían hiperventilado por ver a dos chicos que odiaban el quidditch, Ron agregó:
—Ellos dicen que no es un deporte y no ve la utilidad de usar tres pelotas.
—Me parece aburrido ir sobre una sola pelota.
—Ese es el punto, todos van por ella.
—Solo es una pelota metiéndola en una portería.
—No es solo eso, hay reglas, lineamientos que se deben cumplir.
—Ademas el futbol es un juego de impacto.
—El quidditch es un juego de impacto.
—No lo es.
El resto del equipo de Gryffindor estaba callado, Universe parecía concentrarse en otra cosa pero estaba al pendiente, sus ojos no leían absolutamente nada. Hermione parecía interesada en leer sobre el libro reglamentario de hechizos para cuarto año.
—No tenemos por qué perder el tiempo con ellos.—dijo Lee Jordan.—Si no les gusta el quidditch no lo vean.
—Pero serán más raros de lo que ya son.—dijo Fred.—Rossend Pink es un Gryffindor, si no lo olvidas.
—Pero suele juntarse con un Slytherin.—dijo Angelina y Ron no podría estar más de acuerdo.
—Ustedes dos no son precisamente la imagen de la buena salud.—dijo Harry aferrándose a sus lentes mostrando sus barrigas.
Ellos se habían visto pero miraron a Universe que estaba contento leyendo, intentando no involucrarse en su pelea.
—¿Qué quieres decir?
—Que están gordos, como Crabbe y Goyle…—dijo Ron enfadado.
Los hermanos habían compuesto una cara de horror detrás de sus mascaras, cualquiera pondría esa cara cuando te comparaban con ellos, Harry sonrió porque por primera vez había dado el merecido a esos dos grandulones y habian reaccionado a un comentario.
—Como… Crabbe y…
—…Goyle…
Universe dejó el libro que estaban leyendo y les miró fijamente.
—Eso no quiere decir que van a dejar de comer.—dijo con enfado.—En especial tú, Rossend.
—Pero si tú también estas gordo.—dijo Ron con burla.
Universe se tomó la barriga.
—Sí, ya necesito ejercicio.—dijo Universe pero volvió a su libro sin importarle mucho.
—¿Qué es eso de ejercicio?—dijo Amycus asustado.
—Entrenamiento.—dijo Universe.—No me vengan que no se los dije, porque lo hice.
—Entrenamiento.—dijo Rossend como ido.—Ahora que lo dices… Steven ha bajado varias libras y sigue comiendo donas pero hace entrenamiento.
—Sí. Es más delgado que Siri.—dijo Amycus.—Pero recuerda que estaban parejos.
Los dos voltearon a verse así mismos con convicción sobre el entrenamiento, Angelina y Katie volvieron a su vagón pero Fred y George parecían realmente molestos. Les retamos a ustedes dos, si son tan hábiles para jugar quidditch que no vale la pena, deberán enfrentarse a nosotros, a todo el grupo de quidditch.
—Me parece bien.—dijo Amycus.—Escoge a tus mejores jugadores, pero dudo que dures un poco en tierra, con la gravedad de este planeta, es decir, si somos gordos pero realmente rápidos.
—¿Estás dispuesto a jugar futbol rápido?
—Jugaremos lo que sea.—dijo Fred.
—Bien, dos partidos.—dijo Amycus.—Veremos que deporte es mejor.
—El mágico montados en una inútil escoba…
—…O un juego de idiotas por una pelota.
—Lo decidiremos antes de los exámenes. ¡Elige los 7 jugadores!
—¡Bien! –Gritaron los gemelos con fuego en sus ojos, por primera vez los veía bastante mas animados pero parecían seguros de poder ganarle al equipo de Gryffindor.
Ron y Harry esperaban darles su merecido, Universe no se habia metido en medio de la pelea pero si era amigo de los gemelos Pink, él tendría que jugar contra ellos, con lo torpe e inútil que era, debería meter a Neville en el equipo nada más para equilibrar la balanza.
Fred y George sacaron su pergamino y un calendario, ubicaron los días en los que prácticamente estabas libre del colegio y sacaron plumas de sus túnicas para firmar pactos entre ellos dos, Harry de tan solo pensar que iban a perder grandiosamente le provocaba sentirse bien.