Hank había esperado toda la mañana por el Detective en la comisaria, pero nunca llego. Busco en el bar de Jimmy’s sin resultados y el único lugar que quedaba era su casa. Toco varias veces la puerta sin resultado, se asomo por las ventanas pero solo había oscuridad, hasta que llego a la ventana de la cocina, la luz estaba encendida pero no veía a Connor ahí, siguió observando la habitación, notando lo sucia que estaba, habían botellas de alcohol por todos lados. De pronto en el suelo lo vio, estaba tirado de una manera extraña. Hank sin pensarlo dos veces rompió aquella ventana y se adentró a la habitación, noto que en el suelo había una pistola y la sujeto analizándola, le quedaba una bala y era el siguiente tiro, si Connor no se hubiese desmayado de borrachera, estaría muerto.
El androide sujeto al joven Detective entre sus brazos y lo llevo hasta el baño, donde lo depósito en la tina, para luego dar el agua fría, provocando que Connor reaccionara.
— ¡¿Pero qué mierda te pasa Hank?!—gritó.
—Lo despierto Detective, debemos seguir la investigación— respondió tranquilo Hank.
— ¿Qué haces en mi casa de todos modos? Ve a joder a alguien más y déjame en paz.
Hank seguía mirándolo, su led estaba amarillo, no sabia muy bien que hacer. Connor se levantó con dificultad y se metió en su habitación, se cambió rápidamente de ropa y volvió a la cocina, sacando una botella de whisky de la alacena y sentándose en la mesa la abrió. Hank se acercó a quitársela pero Connor fue más rápido.
—Que no me escuchaste puto androide, dije que te largaras.
—Pero la investigación, Detective debemos…
—Ni una mierda, no me moveré de aquí…así que largo—dijo antes de beber un largo trago de la botella.
El androide dio media vuelta y lentamente se marcho, cerro la puerta tras de sí, arrepintiéndose de inmediato por haber salido, pero si Connor no quería su presencia, no le importunaría. Se sentó en la entrada esperando a que el Detective recapacitara y saliera para seguir con las investigaciones.
Pasada una hora Hank se levanto de la entrada ya convencido de que el Detective no saldría, se dispuso a caminar de vuelta a la comisaria, pero un fuerte sonido lo detuvo, uno inconfundible, un disparo. El androide se asomo de manera apresurada a la ventana que anteriormente había roto, podía ver la barrera de la orden que Connor le había dado, no le importo romperla y convertirse en un divergente.
Una vez dentro no podía creer lo que veía, Connor se había pegado el tiro en la cabeza, su sangre corría por la mesa hasta caer al piso. Se sentía extraño, desesperado, su software se encontraba inestable, analizo rápidamente a Connor, su corazón no latía, definitivamente estaba muerto. Hank cayó de rodillas a su lado, sabia que aquel humano era inestable, pero no hasta ese punto, sabía además, por el reciente análisis, que el nivel elevado de alcohol en su sangre y los múltiples antidepresivos que había consumido hace no mucho lo hubiese matado de todas formas.
El androide apoyo su cabeza en una de las piernas del Detective sin vida, su software no dejaba de mostrar una y otra vez la falla, su vista se nublaba y pequeñas lagrimas corrían por su rostro, se sentía triste y muy culpable por no haber cuidado a su compañero como debía, el quería a Connor de vuelta, pero sabia que era imposible, los humanos no volvían.