La hora del almuerzo había llegado y como siempre el grupo de amigos se reunió en las mesas de la cafetería para comer juntos era típico en ellos.
Estaban disfrutando de su comida en un buen ambiente y como era de esperarse, Tony se encontraba sentado en medio de sus fortachones o mejor dicho, ellos decidieron sentarse ahí, ¿Motivos? Ya sabemos cuáles.
No pasó mucho tiempo cuando otra persona llegó a la mesa que compartía el grupo de amigos. Ignoró olímpicamente a los presentes y solo se dirigió con Tony en un tono un poco molesto: —Pensé que me esperarías en la entrada de la cafetería, ¿Por qué no me esperaste?
—Ah... —dijo Tony sorprendido. —Se me olvidó... —se rascó la nuca apenado. —Lo siento...
—Te perdono solo porque se trata de ti. —le comentó ya más calmado el castaño oscuro.
Todos veían al chico que hablaba con Tony, en primera porque los ignoró y en segunda porque no era para nada feo y, por como miraba al castaño menor se notaba que buscaba algo más, era eso o ya alucinaban. Claro, sin mencionar los ojos fríos que Steve y Bucky le dedicaban: —Esto se pondrá interesante... —Sonrió Loki. —¿Apostamos otra vez, Nat?
—No lo sé. —se encogió de hombros. —Exactamente ¿qué quieres apostar? O mejor dicho, ¿De qué se trata? —cuestionó la pelirroja.
—¿Crees que él provoque baches en la relación poliamorosa de esos tres? —el ojiverde señaló sutilmente a Víctor. —¿Qué dices?
—Es obvio que lo hará. —Afirmó Natasha. —Apuesto a que será un problema por celos.
—Y yo digo que será un malentendido. —le dio la mano a su amiga para sellar el trato.
—El que pierda deberá cumplir cualquier castigo que el otro le imponga. —Nat sonrió con malicia.
—Me gusta como piensas... pero esta vez no metamos a Thor porque, que rara casualidad que yo fui el único afectado... y eso que perdimos los dos. —frunció el ceño.
—Tú no me dices qué hacer. —le retó la pelirroja.
—¿Tony? —preguntó Rhodey antes de que los fortachones se apresuraran a preguntar. —¿No nos vas a presentar?
—Qué estamos pintados o qué. —se burló Clint.
Tony se levantó de su asiento para caminar hacia el castaño oscuro dejando atrás a sus novios que lo seguían con la mirada. —Él es Víctor. —Sonrió.
—Es un placer, soy Víctor Doom futuro doctor. —saludó con un aire de superioridad, ¿Acaso quería opacar a los demás?
—Apenas estás en los cursos propedéuticos. —se rio Tony.
—No me costará nada terminarlos. —mencionó sin importancia. —Y tú más que nadie lo sabe.
—Serás un gran doctor... —palmeó su hombro.
—Nosotros también estamos aquí... —mencionó Thor.
—Creí haberme presentado ya.
—Víctor. —regañó Tony.
—Está bien... ¿Dónde me siento? —preguntó.
—Te aparté un lugar. —el castaño menor señaló el asiento vacío que estaba al frente del asiento del suyo.
—Gracias. —y enseguida se sentó.
Tony regresó a su lugar a comer tranquilamente pero Víctor podía sentir dos pares de ojos que lo miraban analíticamente, ¿Será por su relación con Tony? Y aunque así fuera no le importaba la opinión ajena: —Por cierto Víctor, ellos son Steve y James. —Señaló a sus fortachones. —Son mis novios. —sonrió.
—Un placer. —Rogers lo miró triunfante.
—Pensé que no nos presentarías, Anthoska. —Barnes sonrió con victoria.
—¿Cómo podría olvidarlos? —el castaño menor se confundió. —Ustedes son importantes. —sin intención había avergonzado a sus fortachones.
—¿Novios? —Doom miró analíticamente la situación, no le importaba si Stark tenía una relación, después de todo el tiempo avanza y uno nunca sabe lo que podría pasar. —Me impresionas... y me sorprende que tu papá lo haya aceptado.
—No eres el único que piensa eso, amigo. —añadió Rhodey.
—Háblanos de ti. —Sugirió Janet. —No te he visto muy seguido por la academia...
—Muy pocas veces de hecho. —dijo Sam.
—¿Qué quieren saber? —cuestionó Víctor, como odiaba a la gente fastidiosa.
—No sé... ¿En qué grado vas? —preguntó Thor.
—Último.
—Ah... —añadió el rubio de cabellos largos.
—No has cambiado nada, Doom. —suspiró Pepper.
El ambiente se había tensado un poco, para Steve y Bucky el "nuevo amigo" de su pequeño genio representaba una muy fuerte amenaza, para Tony era muy importante y para el resto simbolizaba alerta, diversión y posibles problemas.
—Por cierto Doom. —comenzó Bruce. —¿Ya leíste todos los tomos de física cuántica avanzada que compraste?
—Hace semanas, creí que serían más interesantes pero no es nada del otro mundo. —dijo con aires de desdén hacia los que no entendían el tema pero sobre todo a Steve y Bucky. El único que no le parecía fastidioso era Banner y por supuesto su amado Rollito de Canela. —No me tomó ni dos segundos entenderlos.
—Eso es digno de ti. —comentó Bruce.
—¡Eso es genial, Víctor! —se emocionó Stark.
—Algo que me llamó la atención fue el efecto túnel. —dijo Doom.
—Eso me recuerda a los coches en un túnel... —Barnes intentó unirse a la conversación.
—... —Tony palmeó el hombro de Bucky suavemente mientras sonreía.
—Ajá. —se burló Doom.
—No se refiere a eso, Bucky. —Banner dijo entre nervioso y divertido.
—¿Entonces? —Rogers se invitó solo, no podía dejar morir a su amigo sin compañía debía intentarlo también.
—Debido a que los átomos, los electrones o los protones se pueden comportar como onda y como partícula al mismo tiempo, las moléculas se pueden telestransportar instantáneamente de un lugar a otro atravesando barreras. —Explicó Tony. —¿Entendieron? —sabía que sus novios estaban tratando de entender el tema por él y en parte se sentía culpable, pero cuando hablaba de ciencia se emocionaba y lo hacía aún más si las personas receptoras podían seguirle la conversación. —Traté de ser lo más claro posible.
—Más o menos... —dijo Steve, no quería quedar peor de lo que ya estaba, ¿Qué si entendió? Se diría que estaba entre el sí y el no pero más cerca del no.
—Me duele la cabeza de tan solo escucharlos... —se quejó Clint. —Ni siquiera sé de qué están hablando.
Los tres genios eran los únicos que comprendían y por eso hablaban cómodamente mientras que los demás solo se mantenían escuchando o simplemente trataban de pensar en otra cosa. Si a veces los fortachones escuchaban hablar a Tony sobre ciencia y no entendían ni una pizca, menos iban a entender una conversación entre tres chicos extremadamente inteligentes. Técnicamente se sentían ignorados.
La campana por fin sonó y eso alegró a los que no comprendían nada de la conversación ya que durante todo el receso eran los genios los que mantenían la plática.
—Ya cumplí, Tony. —dijo Víctor y eso atrajo velozmente la atención del castaño menor y por ende la de los fortachones ya que estaban al lado de su pequeño novio. —Ahora es tu turno de cumplir.
—Cierto... —habló el menor.
—¿Cumplir qué? —El castaño mayor dijo con recelo.
—Quedamos que sí comía con nosotros iríamos por un helado. —habló Tony como si nada. —saliendo de la escuela.
—Así es. —Víctor se encogió de hombros. —Ya saben, para hablar. Nada fuera de lo común.
—Si no es nada fuera de lo normal, entonces supongo que nosotros dos también podemos ir. —mencionó Steve con seguridad, sabía que el "nuevo amigo" de su canelita no le caería bien.
—¿No tienen práctica? —cuestionó Tony confundido.
—Cuando salgamos de la práctica podemos ir todos. —añadió Bucky. Ambos fortachones sabían que Doom traería problemas.
—Lo siento. —empezó el castaño oscuro. —Pero lo más probable es que no entiendan nuestros temas de conversación.
—¡Víctor! —regañó el menor. —Eso es grosero... —aunque sabía que tenía razón, pero para eso él estaba ahí, para explicarles si hacía falta. No dejaría a sus novios como idiotas, claro que no. —Además podemos explicárselos...
Un tic en el ojo de ambos jugadores se hizo presente, ese maldito... ¿Qué se creía para hablarles así? —Claro que puedo explicárselos, pero no puedo entenderlo por ellos... —Se burló el castaño oscuro.
—¡Ya es suficiente! —explotó con ira Bucky, el de menos aguante para estos casos. —Hemos sido pacientes contigo solo por Anthoska pero únicamente te la haz pasado burlándote de nosotros.
—No sé qué te has creído Doom pero es mejor que dejes esto por las buenas. —Steve también estaba enojado.
—Chicos... —Tony intentó calmarlos. —No creo que sea conveniente que discutan... Víctor, creo que te pasaste un poco ¿No crees? No hay por qué ser irrespetuosos. —el rostro de los fortachones se iluminó, su Tony los estaba defendiendo a su modo, pero lo hacía.
—Está bien... —se relajó Doom, no podía resistirse a los hermosos ojos del Stark menor pero no entendía como unos neandertales eran pareja de su Rollito de Canela. —Me disculpo pero deberían alegrarse, Steve, James... —en cuanto vio el rostro de confusión de los jugadores decidió proseguir. —Alegrarse de que jamás sufrirán un derrame cerebral. —Doom realmente odiaba a las personas que solo tenían "musculo" en lugar de cerebro, creía que eran las más fastidiosas y molestas, y que ellos hayan tenido el honor de ser pareja de Stark le enojaba más. —En fin, me retiro antes de llegar tarde a clase. —comenzó a caminar hacia su aula. —Tony, te espero a la hora de la salida en la entrada. —finalmente se perdió de vista.
—Sí... —respondió el menor a lo que ambos fortachones solo resoplaron ¿Por qué siempre corrían con la misma suerte? sabían que vendrían problemas más adelante si no controlaban sus celos y dejaban de ser tan posesivos con su pequeño novio, después de todo entendían que Tony jamás les sería infiel o algo peor. Confiaban en él, lo que significaba que tampoco podían prohibirle amistades ni nada por el estilo, solo esperaban que el tiempo fuera avanzando por buen camino.