Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bittersweet lie (YoonMin) por URMyStigmx

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Mi primer fanfic en esta plataforma y de verdad que espero que sea de su agrado, me inspiraré mucho y pondré toda mi atención para terminar pronto este fanfic y seguir escribiendo otros que tengo en mente.

 

Un saludo y gracias lector o lectora.

Notas del capitulo:

Hola, el primer capitulo, espero lo disfruten mucho, cualquier crítica es bien recibida.

¿No hay rastro de ellos?

No señor. — Reverenció. — Parece que la tierra se los ha tragado.

Maldita sea. — Rugió con fuerza, una traición no podía ser tomada a la ligera —Tantos años entre nosotros y jamás pudimos verlo.

Min, Jung, dispérsense necesitamos encontrarlos y acabar con el error.

 

El fuerte sonido de la alarma, la tenue luz filtrándose por la ventana, el canto de las aves, pero lo único que deseaba era seguir durmiendo. Dentro de quizás, 5 minutos, vendrá mi madre a tocar la puerta qué se me hará tarde para mi practica de baile, pero algo perturba mi pensamiento, otra vez ese sueño, ese que ha estado en mi mente desde que tengo uso de la memoria, nunca entendí las razones pero dejé de darle vueltas al asunto. No es como si fuera a ser algo malo ¿O sí?

Hoy me propuse que será diferente aparte no es un día como los demás, hoy es un día importante por ti pensé, me levanté de mi cama, realizando estiramiento pues como bailarín debo estar en forma. No mentía que decía que mi madre era puntual para despertarme cuando, los toques en mi puerta captaron mi atención.

—Pasa — Le pedí.

—Buenos días cariño — Me dijo ella, una mujer tan dulce, amorosa conmigo, mi madre.

Una de mis mayores apoyos en mi vida como bailarín, pero había un pequeño problema. Jamás sentí ese lazo tan fuerte que todos describen que tiene como su madre yo sentía que algo no estaba bien entre ambos, su nombre es Park Hye, toda mi vida ella a cuidado tanto de mí, sé que las madres lo hacen pero ella ha sido más protectora que las demás, lo notó en la forma que me mira cuando hago cosas de la vida cotidiana, me estudia como si fuera un fenómeno, no lo entiendo, jamás lo hago, también dejé de cuestionarme esas cosas.

—¿Estás listo para tu gran día? — Me preguntó.

—Claro que sí madre. — Respondí con un poco de emoción en mi voz, después de tanto esfuerzo por fin mi sueño se hará realidad.

Después de una amena charla con mi madre, estaba listo para irme a mi práctica, había tomado mi desayuno, mi madre me llevaría pues le quedaba cerca al trabajo.

—Hey Jimin.

Jungkook quien también aparte de ser mi vecino, practica conmigo en la misma escuela de baile, me preguntó si podía acompañarme a lo cual respondí que si.

Ahora ambos estábamos en la entrada de mi hogar es extraño, jamás sentí ese apego por este lugar, jamás sentí la necesidad de llamarlo un hogar porque nunca sentí que fuera eso. No perteneces aquí mi subconsciente solía bombardearme con pensamientos de esa índole, no es que me sintiera un fenómeno entre los demás, solo que jamás fui tan capaz de relacionarme con personas humanos.

—Están ambos emocionados por hoy, mis pequeños — Preguntó mi madre, Jungkook solo le miraba con la típica simpatía de él, mostrando su enorme sonrisa de conejo.

—Sí señora Park. — Me miró por unos momentos, lo estaba haciendo también, analizándome.

—¿Tengo algo en la cara? — Pregunté sin rechistar, debo dejar de pensar en voz alta.

—No, no tienes nada en la cara Mochi. — Kook río, odiaba que me dijera así, ese era mi apodo de niño pero ya no lo soy más.

—Eres un idiota — Me acomodé en mi asiento, observando el paisaje camino a la escuela de danza.

Me despedí de mamá, pero está vez, me detuvo unos segundos e imitado lo mismo que Jungkook, me miraba con cierto recelo ¿Qué rayos les pasaba a todos? No dijo nada más, solo me sonrió cálidamente y se fue.

Todos están locos hoy me dije a mi mismo, porque todo había trascurrido de forma extraña, el enorme complejo de la escuela, siempre era digno de admirar, como fue que entre ahí, bueno desde pequeño tuve una afición muy grande por el baile, es una forma de expresarte, así como el canto pero con tu cuerpo.

Obtuve una beca gracias a mamá, porque una de sus amigas es la directora de la institución y viendo lo apasionado que era para mí el baile, hice una presentación frente a la junta directiva de la escuela y quedaron asombrados y satisfechos con mi desempeño.

Las amplias instalaciones y los enormes pasillos, siempre me trajeron cierta melancolía, pero siempre era como un bloqueo mental cuando intentaba descubrir el ¿Por qué? Ver a la multitud tan emocionada y andando de allá para acá como siervos en el bosque, la euforia de un cierre de semestre con éxito y la presión de las actividades.

Presentación especial de estudiantes de la escuela apto para todo público claramente, era nuestro último ensayo ese día, antes de que el momento llegará, yo haría una presentación de baile en solitario, tenía mi lección ese día con el señor Chung-ho quien ha sido mi instructor durante todos estos años.

Saludo a algunos de los estudiantes que he conocido en estos meses, intercambio unas cuantas miradas y eso es todo. En el salón donde nos esperan estamos todos sentados, escuchando las aburridas instrucciones sobre cómo será la ceremonia, dejé de escuchar a los dos segundos que inicio.

—Jimin. — Escuché mi voz, era mi instructor.

—Digame.

—¿Estas listo para tu gran día?

—Pues sí, estoy un poco nervioso pero ya pasará, hyung

—Harás un excelente labor Jimin, vamos — El señor Chung-ho hizo sonar la música.

Dando pasó a mi coreografía, por alguna razón cuando la hice quise expresar muchos sentimientos con los cuales crecí. Movía mi cuerpo al compás de la música, podía sentir las miles de emociones recorrer mi cuerpo como si este reaccionará por si solo a su musa, la música en ningún momento hubo error, termine mi coreografía satisfecho, pero la perfección es un defecto que poseo, así que cuando ya mi instructor tuvo que retirarse yo me quedé un rato más, para estar listo para esta gran noche.

 

— Fuiste entrenado para este día, no me falles.

Como si el fallar fuera algo que en su vida tuviera cabida, no soy como los repugnantes humanos.

 

El terrible abarrotamiento de la escuela estaba asfixiándome había tanta gente que todos parecían hormigas, las personas empezaban a tomar sus asientos en el antiteatro, tras bambalinas ni de pensarlo, era un caos total, personas corriendo con sus atuendos, el grupo de Jungkook que iban a realizar una coreografía estilo libre de hip hop, eran de los primeros en la lista.

Observe el lugar, pude divisar a mamá sentada entre las filas al frente, sonreí porque ella siempre viene a verme, pero lo que más me sorprendió fue ver a papá ahí, no digo que él sea un mal padre, pero generalmente nunca está en casa, lo entiendo, se preocupa que tengamos todo lo necesario con madre, pero es la primera vez que me ve hacer esto. ¿Por qué será?

Entre la muchedumbre divise ciertas personas, a simple vista me causo un escalofrío en mi columna al ver como con insistencia observaban el lugar como si buscarán algo, este día no puede salir mal ¿O sí?

Tú y tus conjeturas Jimin, acaso tus suposiciones no se podrían quedar en tu cabeza ¿Eres chamán, brujo, adivino?

Todo fue tan rápido, tan… Se fue todo a la mismísima mierda.

¿La razón? Muy fácil, todos en este maldito mundo están locos, no entiendo nada.

Las presentaciones fueron todas muy bien, mis compañeros felices por demostrar a sus familias sus habilidades con los pasos, así fueron trascurriendo una presentación tras otra, la de Jungkook fue excepcional, más de alguna chica hiperventiló y deseaba con ganas tirar algún comentario obsceno, conozco a las chicas de mi escuela.

Ahora era mi turno, el anfiteatro se quedó en silencio, camine hasta situarme a mitad del escenario. Dando una rápida mirada a mi madre que sonreía expectante y luego a mi padre quien con un asentamiento terminó de darme el ánimo que necesitaba es tu noche Jimin me dije a mi mismo.

De pronto todo a mi alrededor desapareció solo era yo y los movimientos que por tantos meses ensaye, tenía que hacerlo perfecto, no miraba al público, jamás lo hacía en mis presentaciones, solo movía mis brazos, mis manos cubriendo mis ojos, mis piernas moviéndose ágilmente con la música, pero como un golpe a mi realidad, sucedió.

Algo me hizo tropezar.

Pero no fue un tropiezo que viniera de mí, no, algo lo había provocado, haciendo que me detuviera, estaba frustrado, al ver la cara de mi madre supe que algo no estaba bien, el semblante de mi padre cambió de igual manera, retomando una postura a la defensiva ¿A qué cosa?  Solo hasta que en medio del silencio, todos me miraban a mí pero mis padres no lo hacían, miraban otra cosa, entonces lo supe, abrí mis ojos desmesuradamente.

Todo sucedió tan rápido, toda esta catástrofe.

Jimin  escuché de mi madre, pero todo pasó a segundo plano cuando esa mano me sostuvo la mía, esos profundos ojos me miraron, no podía apartar la vista de ellos, mi madre me gritaba que me apartará pero era tan hipnotizantes, una fuerte corriente eléctrica viajo por todo mi cuerpo, removiendo todos mis sentidos, haciéndome flaquear, caí de boca jadeante, esa sombra solo sonreía parece que había conseguido algo.

—Jimin, vamos levantante — Mi madre extendió su mano hasta mí, pero no pude tomarla estaba tan adolorido, aturdido.

—Maldita sea — Masculló mi padre en un ataque de furia.

—No se supone que no sabían que estábamos aquí.

—Pues al parecer querida, nos han encontrado y han tocado a Jimin.

—Eso no es bueno, yo los distraeré tu intenta hacer lo de siempre. — Mi padre se acercó a mí, tomándome entre sus brazos, me hizo jadear del dolor.

—Aguante un poco Jimin, por favor.

En medio del bullicio, pude verlo, cuerpos, inertes, sin vida, mucha sangre, que mierda es todo esto, pensé en mis amigos, en mis profesores, esto es una completa locura.

—Escuchame Jimin, lo que escuches, no salgas, no hagas nada, mantente a salvo.

—Pero padre… — Antes de terminar mi pregunta, él ya se había ido.

La curiosidad es algo que a los humanos los mueve a cometer actos estúpidos, debí pensar en eso antes de intentar saber que era todo eso, aún seguía aturdido pero el dolor ya no era tan fuerte, mi padre me había metido en una habitación al lado del escenario, abrí la puerta, encontrándome con lo que menos esperaba, sombras oscuras, ojos rojos, rugidos siniestros.

Mis padres… Ellos, estaban luchando pero ya no usaban sus típicas ropas, ellos ahora vestían de negro, sus vestimentas de cuero, sus armas, tenían armas, cuchillos colgando de un cinturón.

—Oh dulce, Hy, hace tanto que no te veía. ¿Terminamos lo que dejamos pendiente?

—Namjoon, ha pasado tanto, por supuesto, me encantaría atravesar tu cuerpo con mi látigo infernal, ironías no crees, usar el arma que yo te robe contra ti.

—Me encantará ver si puedes tocarme un pelo, déjame antes poner un ambiente mucho más ameno para todos ¿No creen chicos?

Mi mirada se enfocó en todo ese montón de criaturas eran ¿Perros? Tienen aspecto de perro pero son más feroces y grandes que uno, ni siquiera parecen lobos, veo que se comen el alma de las personas, mi padre pelea contra dos más, una espada de luz, contra otras dos espadas pero de un tenue color negro y rojo, seguramente manchada por la sangre de todos esos inocentes.

En medio de todo eso, una pieza que conocía bien empezó a sonar danse macabre, una sátira creada para el día de las brujas hacía monjes que morían y sus huesos ese día justamente salían a bailar en sus tumbas, lo consideraban algo maldito, pero a nadie pareció molestarle o parecían más familiar, lo que para mi sorpresa fue encontrar a mi instructor el señor Chung- ho, peleando a fuerzas con otra de esas cosas, pero en su mano empuñado tenía un guante, de este emanaba una fuerte luz.

Debo estar volviéndome loco, sí eso debe ser.

Fue lo primero que pensé que seguramente era otra pesadilla y que dentro de unos minutos despertaría y me encontraría en mi habitación pero no fue así, todo era catástrofe. Las sirenas de la policía se escuchaban tan fuerte que volvía a sentirme tan aturdido.

—Vaya, los humanos como siempre arruinando la diversión — Bufó ese tal Namjoon que había estado peleando con mi madre. — No pensé que terminarían escondiendo al niño en el mundo más aburrido y lleno de mierda entre todos.

—Era la única manera. — Respondió mi madre, ligeramente cansada y llena de algunos rasguños que seguramente ese tipo le ha causado.

 Es tu turno, ya sabes que hacer.

Volvió a suceder, alguien me ha empujado y mucho más fuerte ahora, mi cabeza dolía tanto, todo daba vueltas, solo pude ver de nuevo, esa misma sombra que toco mi mano, posicionarse sobre mí, el terror se apoderó de cuerpo, comencé a gritar intentando quitarlo de encima pero no podía era fuerte, sostenía mis brazos con fuerza, me miraba sin pestañear, esos ojos tan profundos de nuevo.

—Quitate de encima — Vociferé muy molesto, movía mis piernas con fuerzas, no sé cómo pero pude moverlo hasta quitarlo de mí, dándome el tiempo suficiente para intentar correr.

Corría por el pasillo fuera del anfiteatro, no iba a voltear, no quería hacerlo, sentía que esa iba a ser la última vez que quizás vería a mis padres,  no estaba seguro, hasta que a mitad de camino había una silueta al final del pasillo, me asusté pues no parecía ser ningún oficial de policía ni nada por el estilo, empezó a correr hacía mí, me sobresalte tomando el pasillo contrario a ese, podía sentirlo casi pisando mis talones pero ¿Cómo era tan rápido?

Tomó mi camiseta, estampándome contra la pared, empecé a llorar cubriendo mi rostro, no quería verlo, si iban a asesinarme que fuera de una maldita vez, tampoco deseaba ver a quien iba a ser mi perpetrador, pero solo escuchaba su respiración agitada cerca de mí lentamente quité mis manos encontrándome con un chico.

Tenía un empuñado un cuchillo, podría atravesarme la cabeza con este, tenía el cuchillo apuntándome a mí pero no lo hacía, solo me miraba, al parecer teniendo una pelea con su subconsciente si hacerlo o no.

—Por favor… No, no lo hagas. — Mi voz salió tan adolorida, hasta yo mismo podría haberme dado lástima si estuviera en otra circunstancia, pero era vivir o morir.

El chico solo me miró, presionó sus labios con fuerza, seguramente llenándose de valor.

—Hoseok, qué mierda estás haciendo, mátalo de una maldita vez.

 —Eso haré Jin— Dijo el chico.

Así que esos son sus nombres, pensé, bueno era mi fin, solo cerré mis ojos esperando el golpe pero jamás llego, abrí con temor mis ojos, encontrando un enorme látigo deteniendo el cuchillo que el chico estaba a punto de clavar en mi cabeza.

—Jimin.

—Jungkook. — Le dije a mi amigo, pero ahora él también estaba vestido como mis padres. — ¿Qué significa todo esto Kook?

— No hay tiempo para explicaciones Jimin, lamentamos que debas enterarte así, pero hay cosas que tú ignoras y deberás descubrir por ti mismo, adiós Jimin.

Y ahí estaban, mis padres, mi instructor y mi amigo, formados los 4 irradiaban una extrañaba luz cegadora, haciendo que los dos chicos que se encontraban conmigo tuvieran que retroceder, la luz empezó a envolver mi cuerpo, ellos me miraron por última vez antes de unir sus manos y enorme circulo se abrió bajo mis pies, solo desaparecí.

Notas finales:

Hasta aquí, espero les guste.

 

Un beso, nos leemos pronto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).