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El complemento de Ryan por Kenza

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Notas del capitulo:

Por el momento las actualizaciones serán seguidas xd aunque realmente no soy de tardar en actualizar, así que no seré "señorita tardanza":D

OK, muchas gracias a l@s personitas que siguen leyendo la historia. Capítulo 3,, espero que sea de su agrado. 

"¿Qué es ser recto? Una línea puede ser recta o una calle, pero el corazón humano, no. Más bien está curvado como un camino a través de montañas".

 

Tennessee Williams, un tranvía llamado deseo, 1947

 

 

 

 

•••••••

 

Ryan sintió que alguien le tomaba con fuerza la muñeca justo antes de que fuera arrastrado de un tirón y lo llevará a toda prisa a través de un pasillo hacia un armario de almacenamiento.

 

 

—¿¡Que demonios!? —Ryan exclamó con miedo cuando escuchó que la puerta se cerraba detrás de él y alguien lo agarraba por el cuello. Su corazón latía con fuerza dentro de su pecho y

las palmas de sus manos se pusieron sudorosas cuando miró a su atacante para ver los brillantes ojos verdes que lo fulminaban con la mirada. 

 

 

—¿Liam? —Ryan susurró conmocionado, los recuerdos de sus pasadas experiencias de acoso escolar surgían de los rincones de su mente, recordándole que no debía defenderse. El miedo de ser lastimado había vuelto repentinamente. 

 

 

—¿Qué estás haciendo? —Ryan exclamó mirando al chico con el que había compartido la cama la noche anterior.

 

 

—¿Qué les has dicho? —Liam apretó la camisa de Ryan con más fuerza, la tela comenzó a rasgarse mientras sostenía a Ryan contra la estantería,

 

 

—¡Dime, maldita sea! 

 

 

—¡Nada! —Ryan gritó cuando los estantes de metal comenzaron a cavar en su columna. No sabía que hacer, sentía impotencia, miedo y confusión.

 

 

El chico apuesto y cariñoso de la noche anterior había desaparecido por completo y en su lugar estaba un imbécil desquiciado de ojos verdes que deliraba.

Pareció pasar una eternidad en un instante mientras se miraban a los ojos; Liam tratando de descifrar a través de su mirada si él estaba mintiendo y Ryan tratando de averiguar quién era exactamente esa persona que se le había presentado de una forma amable y era completamente lo contrario.

 

 

Pero Liam parecía confiar en lo que vio porque sus manos comenzaron a liberar lentamente el agarre en la camisa de Ryan para luego bajarlo de nuevo al suelo.

 

 

—¿Qué estás haciendo aquí? —Liam dio un paso hacia atrás, pasando una mano preocupada por su cabello mientras apoyaba su espalda en la puerta impidiendo la salida.

 

 

—Un imbécil me arrastró hasta este cuarto, —Ryan respondió con enojo mientras acomodaba su estropeada camisa, sabía que no era eso lo que Liam quería decir, pero él no estaba de humor para ser educado. Después de todo, no le gustaba para nada ser agredido. Pero parecía que Liam tampoco estaba de humor para juegos cuando le miró de mala manera por encima del hombro.

 

 

—Me mudé aquí hace un par de semanas, estoy viviendo con mí tía y mi prima, —Ryan suspiró, con un ceño fruncido mientras observaba a Liam.

—¿No entiendo por qué me has traído aquí?

 

 

—¿Maggie es tu prima? —Liam ignoró la pregunta de Ryan mientras nerviosamente mordía su labio inferior, su mirada se encontraba perdids en la habitación. Parecía como si estuviera tratando de resolver un problema mayor. Y Ryan se dio cuenta de que él era el principal problema de Liam. 

 

 

—Ellos... —inclinó la cabeza, mirando al guapo adolescente confundido. 

—No saben que eres gay, ¿verdad? 

 

 

—¿Acaso todos saben que eres gay? —escupió Liam con prepotencia mientras se pasaba otra mano por el cabello.

 

 

—Maggie lo sabe, —Ryan se encogió de hombros porque le resultó mucho más fácil de aceptar una vez que alguien más lo hacía. 

 

 

—Y creo que también ese chico, Jake, —Ryan esperaba que entendiera bien el nombre. 

—Lo sabe. 

 

 

—¿Jake? —Liam dejó escapar una risa gutural. 

—Aquel chico es un jodido rarito. 

 

 

De repente a Ryan le comenzaba a desagradar el muchacho. La forma en que Liam era despectivo sobre la sexualidad de alguien le molesto y aún más sabiendo que parecía tener problemas con la suya.

 

 

—¿Y tu no? —Espetó Ryan, retorciéndolo sobre sí mismo. Tuvo problemas, pero toda su ira estaba dirigida a sí mismo, no a todos los demás. Nadie lo hizo homosexual, después de todo. A Liam no le gustó la forma en que Ryan le estaba hablando porque al instante se dio la vuelta y abrió la puerta.

 

 

—Si le cuentas a alguien lo que pasó entre nosotros... —Liam miró a Ryan con furia.

apretando la mandíbula con miedo e ira. 

—Te romperé las piernas. ¿Entendido? —Ryan miró a Liam en un estado de confusión.

 

 

—Ya entendí, —dijo en voz baja, sin estar completamente seguro del por qué le tendría que contar a alguien sobre su revolcon. Pero no pudo decirle aquello porque al momento siguiente había salido del cuarto y se apresuro en mezclarse con la multitud de alumnos que se acumulaban fuera de la escuela. Ryan se quedó donde estaba durante unos minutos, recuperando la compostura.

 

 

 

 

•••••••

 

 

 

 

 

Durante el primer día de clases, había sido bastante parecido a lo que Ryan había sospechado que sería ... Un poco traumatico.

 

 

El resto de la semana tampoco fue mejor. Pasó los siguientes cuatro días enteros esquivando a Liam, lo que significaba esquivarlo al verlo en los pasillos, guardar silencio cuando era nombrado en una conversación y tratar de no verlo durante los horarios de clase. 

Lo cual, dado que él era parte del equipo de fútbol americano de la escuela y tenía bastante popularidad, todo el alumnado parecía incapaz de hablar de otra cosa que no fuera lo bien que juega Liam. Afortunadamente, no compartian clase juntos, todas menos una en particular y para horror de Ryan, se trataba de educación física o como a los estudiantes de Rockwood les gustaba llamarlo, 'Gym'.

Ahora, Ryan no se apresuraba en jactarse de tener una buena figura; su cuerpo era carente de músculos, su abdomen estaba plano y sus brazos tenían un débil contorno de bíceps, pero no atribuyó nada de eso al ejercicio. Ryan si pudiera podría correr todos los días bajo el sol y no conseguiria resultados. Su metabolismo no cambiaría en nada. 

 

 

Cuando estaba en la sala de psiquiatría. Le gustaba pensar que era bueno ocultando objetos, así lo hacía con las barras de chocolate pero parecía que las enfermeras eran astutas para encontrar los envoltorios. Pero a pesar de ello, nunca lo obligaron a hacer ejercicio al aire libre como a los demás pacientes.

 

 

Pero un paseo por el patio fue suficiente para satisfacer sus necesidades. De alguna manera Ryan no creía que una simple caminata enérgica fuera a complacer al entrenador Brusiki. Un hombre aterrador de bigote grueso y cejas pobladas. 

Ryan sospechaba que había estado en el ejército en algún momento de sus cincuenta y cinco años de vida.

 

 

—¡Bombea esos brazos! ¡Conduce esas piernas flojas hacia adelante! —vocifero el hombre. 

 

 

Rya apenas había completado una vuelta de la pista de carrera antes de que respirara con dificultad y podía sentir que el sudor comenzaba a acumularse debajo de su parte superior y sobre su cabeza, haciendo que su cabello comenzará a humedecerse. Parecía que nadie más se había mantenido en forma durante las vacaciones de verano, ya que la mayoría de sus compañeros estaban tan agotados al finalizar el trote. 

 

 

—¿Cómo puede hacer que sesenta minutos parezca toda una vida? —Ryan jadeó entre respiraciones mientras se arrastraba de regreso a los vestuarios al final de la clase, tocando su espalda mientras sentía una puntada y estallidos de dolor en su estómago.

 

 

Jake dejó escapar una risita sibilante a su lado. 

 

 

—Deberías verlo cuando es el encargado de hacer los juegos deportivos en el festival de primavera.

 

 

Ryan miró por encima del hombro a Jake; su piel bronceada brillaba con el sudor y sus labios se separaron mientras tomaba grandes bocanadas de aire.

 

 

Ryan sacudió la cabeza.

 

 

—No, gracias. Ni si quiera quiero imaginarlo. —Jake le dirigió una pequeña sonrisa, haciéndole saber que encontraba gracioso su comentario, pero ninguno pudo seguir hablando mientras intentaban concentrarse en caminar derechos.

 

 

—Ustedes dos deberían hacer más ejercicio, —una voz se rió detrás de ellos, pero Ryan apenas tuvo que mirar

antes de que Liam pasara corriendo por su lado, girándose para enfrentarlos mientras corría hacia atrás. 

 

 

—¡Vete a la mierda, Li! —dijo Jake juguetonamente a su compañero, quien se complació enormemente en mostrar su físico bien formado. La boca de Ryan se había secado repentinamente cuando sus ojos recorrieron los brillantes bíceps de Liam y

hombros anchos, recordando cómo su piel se sentía tan suave debajo de sus labios. Alejando rápidamente esos pensamientos, Ryan se recordó a sí mismo a la persona que lo había empujado a un cuarto del conserje y lo había amenazado; y entonces se encontró una vez más detestando a Liam.

 

 

Él y Ryan compartieron una mirada incómoda cuando sus ojos se encontraron por primera vez desde el incidente en el cuarto. 

 

 

—El entrenador estará dando clases particulares después de la escuela, deberías venir, —Liam seguía mirando a Ryan mientras hablaba desconcertándolo por completo. 

 

 

—Um, —tragó con dificultad el nudo en su garganta, compartiendo una mirada con Jake. 

—Gracias pero yo-... No tomaré clases particulares, estoy bien así.

 

 

—Concuerdo con él, lo que menos quiero es tener que soportar horas extras al profesor, —se rió Jake. 

—Hay más en la vida que practicar todo el tiempo deportes. 

 

 

—¿Cómo qué? —Ryan vio el humor en la cara de Liam cuando trataba de tomarle el pelo, pero Jake no se dio cuenta. 

 

 

—¡Como tu novia, seguir disfrutando de tus citas con ella! —Exclamó Jake, lanzándole a Ryan una mirada como si dijera "¿tengo razón?"

 

 

Pero Ryan sintió que alguien le había lanzado un martillo en su pecho y se había roto todas las costillas que ahora le estaban perforando los pulmones. En silencio, el cuerpo de Ryan siguió caminando al lado de Jake, pero su mente había entrado en un completo estado de shock mientras luchaba por encontrar su aliento de una manera que no tuviera nada que ver con el esfuerzo físico. ¿Novia?

 

 

—Oh, mira, allí está Shannon, —Jake saludó a una chica que estaba sentada en las gradas.

—Tenemos que compartir notas sobre el proyecto de Historia. ¡Te veré en los vestuarios! 

 

 

Iba a responderle pero Jake ya había salido corriendo y dejó a Ryan solo con Liam. El aire entre ellos se había vuelto pesado cuando Liam disminuyó la velocidad para caminar a su lado, ambos parecían dos adolescentes terminado una caminata, pero estaban lejos de aparentar eso.

 

 

—Escucha ... sobre las clases particulares de gimnasia, —Liam rompió el silencio pero Ryan seguía repitiendo el comentario de Jake en su cabeza. 

 

 

—Deberías venir, —Ryan volteó la cabeza lentamente para mirar a Liam, tratando de parecer imperturbable, aunque nunca había sido tan bueno disimulando.

 

 

—Escucha, —Liam se inclinó tan cerca para hablarle en susurros que lo había puesto nervioso al instante.

 

 

—junto con un grupo de amigos planeamos ir al lago este fin de semana, una especie de celebración por sobrevivir la primera semana del último año, —Ryan dejó escapar una risita mental, se le hacía tan estúpido que algunos estudiantes festejaran el haber sobrevivido apenas la primera semana del el último año.

 

El tendría que festejar después de todo por lo que había pasado, y lo que todavía debía pasar, de repente sobrevivir el último año le parecía muy fácil. Pero ya no estaba muy seguro.

 

 

—Será divertido. Puedes… puedes traer a alguien si quieres, —murmuró Liam, evitando la mirada de Ryan cuando se arriesgó a mirarlo. Ryan abrió la boca, tratando de decir algo pero no se le ocurrió nada. 

 

 

—O no vengas, —Liam se encogió de hombros, volviéndose repentinamente hostil,

—Depende de ti. 

 

 

Y al igual que en el salón del conserje, Liam dejó a Ryan sintiéndose perplejo y confundido.

 

 


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