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El complemento de Ryan por Kenza

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Notas del capitulo:

Llegando con un capítulo corto, en realidad lo tuve que dividir. Ups!

  Gracias por las lecturas y los rvs!! 

“Se necesita cierta inteligencia y perspicacia para descubrir que eres gay y luego una tremenda cantidad de pelotas para vivirlo y vivirlo con orgullo.” 

 

Jason Bateman

 

 

 

Capítulo 7 

 

 

 

En el momento justo antes de que los labios de Liam chocaran contra los suyos, el tiempo parecía moverse en cámara lenta mientras el mundo seguía girando.

Y cuando finalmente sus labios se tocaron todo a su alrededor no importaba en lo más mínimo.

 

La brisa enfrió su cálida piel, el dolor de su tobillo dejó de molestarle y el miedo que había sentido de que ambos fueran vistos mientras estaban a la intemperie se había desvanecido.

A Ryan no le importaba nada más, excepto los labios de Liam sobre los suyos, ya que parecían fundirse entre sí. Las manos del castaño sujetaban la cabeza del rubio mientras lo acercaba deliberadamente contra su cuerpo, obligándolo a reducir el espacio entre ambos.

 

Pero Ryan no podía haberse separado del muchacho aunque quisiera; era como si cada molécula de su ser fuera cementada al suelo.

 

Rompiendo el beso por falta de aire, Ryan tomó grandes bocanadas muy necesarias mientras que los labios de Liam se dirigieron directamente a su cuello, continuando un cálido camino de besos a lo largo de su piel sensible.

 

—¿Te quedaras conmigo? —Liam continuó besandole por lo largo del cuello hasta dirigirse de regreso a sus labios, así fue como la pregunta que le había hecho quedó colgando en el aire.

 

—Te necesito, —el castaño gimió en su boca

—¿Estarás conmigo esta noche?

 

Ryan sabía que Liam no había querido decir lo que había dicho, estaba convencido de que había sido un impulso, quería responderle pero su mente había quedado en blanco.

 

El ojiverde lo apartó para escuchar su respuesta mientras que el rubio seguía conmocionado por lo que estaba sucediendo, dentro de su estómago parecía que miles de mariposas revoloteaban como locas. Y así mientras hacían contacto visual asintió con la cabeza y ahí fue cuando todo cambió.

 

Los besos que habían sido lentos y suaves rápidamente pasaron a segundo plano, convirtiendose en intensos y desenfrenados.

Los toques que habían estado rozando a lo largo de su piel se volvieron ásperos cuando Liam atrajo a Ryan contra él, como si nunca lo quisiera dejar ir otra vez.

No podía creer que el castaño lo estuviera sosteniendo de esa manera, besándolo con tanta devoción; cuando sus labios se separaron repentinamente dando lugar a que Liam tirará de su brazo izquierdo para asi levantarlo de su lugar.

 

—¿A dónde vamos? —Ryan frunció el seño con confusión pero el chico no le respondió, en cambio volvió a atacar sus labios empujándolo hacia atrás, él no podía ver a donde se estaban dirigiendo ya que tenía los ojos cerrados, solo se dejaba guiar por el muchacho. 

 

—A mí tienda, —Liam sonrió contra sus labios, sin que pareciera importarle que estuvieran a la vista de las demás tiendas de acampar. Pero fue entonces cuando un pensamiento horrible cruzo por en la mente de Ryan

 

—¿Qué sucede con Rachel? ¿Dónde está ella? 

 

—Está durmiendo en la tienda de Hilda, junto con un par de amigas más. Al parecer una de ellas tuvo algún problemas con su novio. 

 

Ryan estuvo tentado de preguntar quien era ese novio en cuestión, pero mantuvo la boca cerrada cuando Liam lo agarró de la mano y lo arrastró hasta su tienda. Era un artilugio masivo en el que incluso podía levantarse. Y fue situado lejos de todas las demás tiendas de campaña, lo que la hacía ver privada. 

En ese preciso instante el corazón de Ryan comenzó a latir más rápido de lo normal.

 

Su piel hormigueaba cuando el castaño tiró de él hacia adentro y rápidamente cerró la tienda, bloqueándolos del mundo exterior en su prisa de estar solos y con privacidad.

 

Ryan apenas tuvo tiempo de observar lo que le rodeaba antes de que Liam tirará de él al acolchonado suelo.

 

Se estremeció de dolor cuando el castaño le había golpeado el tobillo, sin intención alguna. 

 

—Oh, lo siento, —el muchacho trató de no reírse, 

—¿Debería besarlo para que te sientas mejor? —Liam se movió para atender su tobillo.

 

—Solo cállate, —Ryan agarró a  Liam por su camiseta y lo tiró hacia atrás hasta que sus rostros estuvieron a centímetros y sin dudarlo presionó sus labios contra los del ojiverde, incapaz de creer la situación.

 

Pero Liam rápidamente tomó el control, deslizando sus manos por la espalda de Ryan hasta levantar la parte inferior de su suéter, comenzando con unas caricias leves haciendo que el rubio se retorciera cuando el calor irradiaba por todo su cuerpo.

 

Amaba sentir el cuerpo de Liam encima del suyo 

 

—Eres tan jodidamente lindo,—gruñó el castaño contra su cuello cuando de repente se sentó a horcajadas sobre Ryan y tiro de su camiseta para revelar una vasta extensión de músculos ondulantes y una "V" muy atractiva a la vista que envió calor a las regiones inferiores del cuerpo de Ryan.

 

Liam estaba sonriendo, disfrutando de la forma en que Ryan se estaba sonrojando, mientras se inclinaba hacia adelante y comenzaba a besarlo nuevamente.

 

Sus labios eran como el néctar; No podía apartarse de ellos.

 

—Solo quiero seguir besándote toda la noche, —susurro Liam sobre los labios del rubio mientras hundía sus dedos en su cabello y frotaba sus caderas contra las de él, enviándole chispas por todo el cuerpo. 

 

—Liam, —Ryan jadeó sin querer 

—Por favor detente, —y sin embargo, cuando las manos del ojiverde se dirigieron hacia el suéter de Ryan intentado quitárselo, el rubio entró en pánico.

 

—¡No! —agarró la mano de Liam con fuerza impidiéndo que le quitará el suéter, así no revelaría las cicatrices que había estado tratando de ocultar.

 

No sabía si el ojiverde ya las había visto desde la noche en que se habían encontrado en el club nocturno, pero Ryan no quería correr ningún riesgo. No quería que Liam lo mirasé con lástima; eran cicatrices que jamás se borrarían y eso le dolía demasiado. 

 

—Vamos, Ryan, —lo besó de nuevo logrando que sus manos se soltarán del agarre del rubio, deslizandose una vez más bajo el suéter del recién nombrado. 

 

—¡Dije que no! —exclamó, apartó sus manos e intentó salir de debajo del cuerpo del castaño. 

 

—¿Qué te pasa? —Liam exclamó confundido, mirando a Ryan desde el suelo, no sabía lo que le estaba sucediendo al rubio.

—¡Estas actuando extraño! 

 

pero esa frase que acababa de decir Liam atormentaba a Ryan.

Su madre le había gritado tantas veces la misma oración que el chico se estremecía sin razón cuando cualquier persona se lo decía, pero ahora que Liam había pronunciado las palabras que más le dolían lo hacía sentir peor.

 

—No ... no puedo. Lo siento, —bajó los extremos de su suéter estirando los puños para que taparan por completo sus muñecas y así cruzó los brazos sobre su pecho.

 

—¿Q-Qué? Pensé que ambos queríamos... 

 

—Lo sé... -yo también... —Ryan dejó escapar un gruñido de frustración, no queriendo que el muchacho creyera que estaba molestandole, porque realmente sin ninguna duda quería estar con Liam. 

 

—¡Tienes novia!

 

—Asi que, ¿es por eso? —el castaño frunció el ceño.

—Eso no nos detuvo la otra noche. 

 

—A tí, no te detuvo la otra noche, —le corrigió.

—No tenía idea de quien eras, —se desconcertó al pensar más en ello.

 

—¿Y...? —Liam se levantó de un salto dando un resoplido con molestia.

 

—¡Y no creo que quiera estar con alguien que tira algo así como una relación por la ventana tan fácilmente! Rachel es una buena chica, —Ryan no había hablado con la chica, pero por lo que escuchó de Maggie, podría deducir que era bastante amable.

 

—Ella no se merece esto. 

—Si quieres estar conmigo, y solamente conmigo, entonces tienes que decirle. 

 

—Ryan ... —murmuró Liam en voz baja. 

—Sabes que no puedo hacer eso. No puedo decirle a todo el mundo que... 

 

—¿Que eres gay? —termino la oración por él.

 

—No soy gay, —respondió negando con la cabeza.

 

||típico de estado de negación|| pensó Ryan. 

 

Cuando la evidencia ante él estaba completamente claro. 

 

—Lo entiendo, —asintió con la cabeza. 

—Creo que será mejor que me vaya a mí tienda

 

—Oye espera, —el castaño le bloqueó la salida intentado detenerlo. 

—No puedes irte así sin más, hablemos un poco sobre esto ¿de acuerdo? Podemos intentar estar juntos. 

 

—¡En secreto! —Ryan exclamó con indignación. 

—No quiero ser tu pequeño secreto de armario.

 

—Entonces, mandarias al demonio una relación que nos hace bien a ambos por un pequeño detalle, —el más alto negó con la cabeza. 

—¡Eres un jodido egoísta!

 

—¡¿Un pequeño detalle?! ¿Egoísta? —Ryan miró a Liam con sorpresa. 

 

—¿Estás bromeando? tú le mientes a esa pobre chica sobre tu verdadera orientación sexual, prácticamente la estás usando de tapadera para mostrar la imagen falsa que impones ante todos, ¿quién es el más egoísta aquí?

 

La mandíbula de Liam se apretó con enojo cuando Ryan había terminado de hablar. Pero antes de que el ojiverde pudiera reaccionar, el rubio lo empujó y salió a toda prisa de la tienda como le era posible ya que su tobillo lastimado no le dejaba ir más rápido.

 

Se sentía furioso con una frustración latente recorriendole por todo el cuerpo. Su rostro se congeló de inmediato ante la fria brisa así que apretó el paso de regreso a su tienda, lo menos que quería era pescar un resfriado, suficiente tenía con su tobillo herido.

 

Envolviendo sus brazos con fuerza alrededor de su pecho, Ryan no quería nada más que ir a casa, pero por ahora tendría que conformarse con su tienda. Solo esperaba que Maggie lo llevara a casa por la mañana.

 

—¿Qué estás haciendo por aquí, a esta hora? —Una voz lo interrogó haciendo sobre saltar al rubio con sorpresa cuando Jake le habló estando frente a él enseñandole su característica sonrisa amable. 

 

—Emmm, yo solo ... estaba tratando de calentarme con la fogata —Ryan se estremeció contra una brisa fría mientras agachaba la cabeza evitando los ojos de Jake porque nunca había sido bueno mintiendo.

 

—¿Quieres que te haga compañía? No tengo nada que hacer —Jake le miro espectante.

 

—N-No, gracias —el rubio entró en pánico, sinceramente necesitaba estar a solas. 

—Creo que solo voy a dormir. Buenas noches. 

 

Jake lo vio irse mientras lo observaba con curiosidad forzandose a sí mismo a seguir caminando, en cambio Ryan maldijo a su tobillo por milésima vez en el día. 


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