Helen Cho terminó su taza de humeante té sin que su cita llegara. Tamborileó impaciente los dedos y el mesero, con solicitud, le ofreció otra bebida caliente y pastas dulces para acompañar. La Doctora aceptó, mirando su reloj… eran las cinco de la tarde con tres minutos, la cita era a las cinco… pero no estaba dispuesta a dar nada de su valioso tiempo.
Justo cuando tomaba el efectivo de su cartera para pagar, dos mujeres llegaron hasta su mesa, una de ellas, con locuacidad, expresó que estaban ya presentes, puntualmente, cual damas inglesas… su voz aguda y su acento excesivamente confiado molestaron un poco a Cho. La otra mujer, silenciosa y con gesto duro, simplemente tomó asiento.
-Creo que lo mejor será evitar las formalidades e ir directamente a nuestro asunto- dijo la recién llegada, mientras la otra mujer le apretaba la mano en señal de solidaridad, al tiempo que tomaba una silla y arrastrándola ruidosamente, se sentó junto a su amiga.
-Por supuesto- respondió Helen- Hablaremos apenas tu amiguita sanguijuela se retire….
-¡Hey!- se quejó la aludida- Yo no he ofendido a nadie aquí…
-Aquí no… pero no tuviste remordimiento alguno cuando dejaste mensajes de voz en el teléfono celular de Thor diciéndole que era su obligación presentar disculpas y remediar “cierta situación” ¿Verdad? Tampoco te detuviste para mentir y decirle que mientras Jane lloraba por su traición, yo me burlaba de ella y le hacía llamadas amenazantes ¿Tampoco recuerdas eso?- respondió la médico, adelantándose al gesto defensivo de la mujer- Y no te atrevas a negarlo, reconozco tu voz chillona, y si tienes algo que decir… traigo aquí tus mensajes, puedo ponerlos para que escuchemos y lo niegues nuevamente, en mi cara… si es que puedes.
La mujer pareció meditarlo un poco, sin perder una sonrisa cínica en sus labios. Finalmente, tomó su bolso y dio un beso en la mejilla a su amiga.
-Bien, linda… hay que saber cuando es prudente quedarse a cierta distancia… te espero en la barra, supongo que me merezco un Martini doble...
Una vez a solas, las dos mujeres en la mesa se miraron a los ojos… retadoramente, ninguna parecía estar dispuesta a ceder un milímetro del terreno que tenían ganado. Y con gran esfuerzo, ambas se sonrieron y recomenzaron la charla.
-Te creí mi amiga, Helen… te abrí la puerta de mi casa, te conté mis secretos… ¡Cielos! ¡Hasta pensaba que podíamos trabajar juntas en mi presentación ante el comité Nobel con mi trabajo sobre la Convergencia!
-Lamento sinceramente que el comité no eligiera tu trabajo...
-No… no lo lamentas, no mientas… no lo lamentas ni un poco, porque gracias a mi concentración en mi trabajo, gracias a los viajes buscando apoyo, a las conferencias, a todo lo que me mantenía alejada, tú te aprovechaste de nuestra amistad para robar a mi prometido…
-Thor no era tu prometido, tú te negaste a recibir su anillo de compromiso.
-¡Porque me daba el anillo de su madre muerta! Yo vi morir a esa mujer… no iba a usar sus cosas. Y Thor y yo teníamos… tenemos un amor sólido… real…
-No lo es tanto, Jane… porque Thor se cansó de ser ignorado y menospreciado por ti. Eso apaga cualquier llama de cariño. Créeme… y cuando se fijó en mí, yo le dí la atención, el tiempo, los cuidados que necesitaba… ¡Por favor! Thor perdió todo lo que sentía por ti y el amor renació por mí… lo nuestro es fuerte y verdadero. Lo siento, Jane… no hice nada contra ti, tus acciones lo hicieron y si los sentimientos se mudaron, no es mi culpa.
-Thor es influenciable… sin duda lo convenciste como lo han convencido muchos para aprovecharse de él…
-¿Hasta tú, Jane Foster? ¿Hasta tú lo has influenciado en tu favor?
-¡Ni siquiera conoces su vida! Yo estuve en Asgard, yo sé que tan complicada es su familia, ese odioso hermano adoptivo, ese padre controlador… vi morir a su madre… ¡Por si fuera poco, manejé la situación cuando esa Lady Sif me miraba como si quisiera asesinarme! Ella no quería que su adorado Príncipe descendiera de su real divinidad y se enamorara de una mortal… Para ellos nosotras somos solo simples y patéticos microbios indignos de convivir con los dioses.
-Jane… estás siendo dramática… yo no me metí entre ustedes, acepta que su relación estaba en ruinas antes que yo llegara y Thor está ahora conmigo. Acéptalo.
-Solo te diré esto: No estoy dispuesta a cedértelo.
-Pues gracias por el aviso- concluyó Helen Cho, moviendo su mano para mostrar el anillo de Frigga en su dedo anular- Te invitaré a la boda… disculpa si Natasha o Wanda no te invitan a mi despedida de soltera, pero la verdad… es que quiero divertirme sin malas sombras… adiós Jane, fue un gusto ser tu amiga, pero si no vas a superar que ahora yo soy la única que reside en el corazón de Thor, entonces no te sientas obligada a honrar nuestra amistad… tu insufrible amiga debe estar esperando para consolarte, anda… ve con ella…
***
Y mientras, en el Complejo norte, Tony Stark hablaba sorprendido mientras subía las escaleras a grandes zancadas.
-¿En serio? ¿En serio burló todos los protocolos de seguridad y logró entrar hasta el edificio de residencias? ¿Sin ninguna clase de poder de dioses? ¡Wow! ¡Es impresionante! ¡Es grandioso!
-Tu comentario es muy exagerado, Stark…
Thor se adelantó al millonario, avisados del intruso dentro de las habitaciones de Nari y Vali. Un hombre que había logrado evadir las sofisticadas redes de seguridad del complejo de los Vengadores, alguien que sabía a quien buscar y donde buscar… ninguno tuvo dudas sobre quien se trataba, pero estaban preocupados por la integridad de los niños.
-Loki…
Era él, sin duda, no se habían equivocado… Loki estaba frente a las camas donde sus hijos dormían tranquilamente… contemplándolos… había escuchado a los otros subir la escalera y entrar, estaba atento aunque no separaba sus ojos verdes de sus pequeños.
-Ellos son maravillosos… son perfectos… -murmuró, con su suave y modulada voz- no hagan ruido, mi intención no es despertarlos, solo que ya no resistí el deseo de volver a verlos…
-Salgamos… hablemos afuera… - agregó Tony, abrazando al abrumado padre, que no ofreció ninguna resistencia. Tony se estremeció al percibir la fragilidad del cuerpo de Loki… estaba delgado, frío, tembloroso… cuando la luz del pasillo le dio en el rostro, pudo ver con claridad su palidez, las profundas ojeras que rodeaban sus ojos y la resequedad de sus labios…
-Diablos…- murmuró Steve, al verlo también. Nada bueno había en el aspecto del hermano de Thor.
-Estás completamente intoxicado…- recriminó entonces el rubio, mirando el paso vacilante y la mirada un tanto turbia de su hermano menor- ¡Estás drogado! ¡Te di una oportunidad, Loki, y la desperdiciaste comprando más drogas! Mira tu ropa, mira tu rostro… ¡Eres un desastre!
-No…- respondió Loki, asegurándose que sus hijos no estuviesen observando- Calla, los niños… que no despierten…
-Tus niños siguen dormidos, Loki, pero lo que el grandote está diciendo es verdad… no te ves nada bien… ¿Usas drogas? ¿Es cierto eso?
-No… no he usado nada hace dos semanas…
-¿Y entonces? ¿Cómo explicas tu estado?
Quizá iba a hablar, quizá iba a confesar, pero apenas abrió los labios, Loki cayó al suelo pesadamente… Tony pudo evitar que se golpeara la cabeza. Thor entonces acudió para levantarlo en sus brazos y llevarlo hasta otra de las habitaciones.
-No, Loki… no seas dramático, hermano… no finjas para escapar de tus errores- murmuró, aunque al momento de levantarlo, se dio cuenta de que su peso era alarmantemente bajo… quizá en su condición de mortal, Loki no tenía el mismo peso que cuando poseía sus poderes y divinidad, pero en el fondo sabía que no era eso, sino que en verdad algo muy, muy malo ocurría en su vida.
La médico disponible más cercana en esos momentos era Helen Cho, que dormía en la habitación del dios, así que fue llamada por él para que hiciera un reconocimiento a la salud del pelinegro y determinara si estaba simulando un desmayo o de verdad tenía alguna condición. Helen se colocó un par de guantes de látex y comenzó a auscultarlo…
-Bueno… luce pálido, algo deshidratado… yo diría que no ha comido alimento sólido en varios días… sus pupilas no están dilatadas… eso es bueno, sin signos de intoxicación, no hay aliento alcohólico… buscaré huellas de agujas en su piel…
-Ninguna aguja entraría en su piel- dijo Thor, algo incómodo al ver como Helen procedía a desabotonar la camisa de Loki.
-¿Ni ahora que es mortal?- cuestionó Steve, provocando con sus palabras que un estremecimiento recorriera al Asgardiano de los pies a la cabeza.
-Revísalo, Helen… por favor…
La Doctora Cho cerró los ojos un instante, al descubrir el pecho del otro y dejar a la vista todas las marcas en su cuerpo.
-Son golpes recientes…- dijo, palpando su costado y comprobando el crepitar de varias costillas rotas- Golpes propinados por alguien que sabe hacerlo… siempre en áreas que no están expuestas… creo que este hombre debe trasladarse a un hospital urgentemente…
***
-Te traje café…
Thor parpadeó repetidamente, volvió la mirada a la recién llegada y sonrió, tomando el vaso con la humeante bebida y agradeciendo aquella atención. Luego, volvió a mirar al herido… tres días después de que entrara al complejo de los Vengadores, Loki se recuperaba de sus heridas y estaba casi listo para continuar sus cuidados en la casa de Stark.
-Gracias, Helen… confieso que necesitaba esta bebida.
-Lo has cuidado sin descanso, has vigilado su sueño y hasta lo has ayudado a comer… y probablemente él no te lo agradecerá. Ahora que me he enterado un poco más de su historia, me parece que no debieras acercarte a él…
-No digas eso… Loki es mi hermano, está limpio, llegaron los resultados de sus exámenes, no ha probado sustancias tóxicas en semanas… y en sus bolsillos estaban todos y cada uno de los dólares que le arrojé al suelo, como si fuese un limosnero. Me siento realmente mal por haberlo tratado así… pero no tengas miedo, si no quiere mi apoyo, yo no voy a insistir.
Helen asintió y besó a Thor en los labios, le dijo que regresaría a su trabajo en los laboratorios hasta la hora de la comida, que si la necesitaba, tan solo le llamara y ella subiría. Le dijo que lo amaba, le sonrió encantadoramente y alisó los largos cabellos rubios… entonces se marchó.
-¿Quién es ella? No es la misma mortal por la que abandonaste todo en el pasado…
-Rompimos… Jane y yo rompimos hace tiempo… y no, no abandoné todo por ella, abandoné Asgard y renuncié al trono porque era importante encontrarme a mí mismo, encontrar mi misión en esta vida.
-Y encontraste el amor en otra mortal…
-Sí, Loki… así es… encontré el amor. Helen es inteligente, tierna y me ama sin buscar rivalizar conmigo.
-Además es muy linda…- dijo el de ojos verdes, perdiendo la mirada al lado contrario- Siempre has deseado una relación tranquila, sin problemas… me alegro que por fin la hayas encontrado.
-Yo… la he encontrado… pero no hablemos de mí, porque en realidad quiero pedirte disculpas… Te he estado juzgando mal todo este tiempo… has cumplido tu palabra de permanecer limpio, has hecho un gran esfuerzo y es admirable… pero, debes decirme quien te agredió, quien te golpeó… no voy a permitir que vuelva a hacerte daño. Dime su nombre y haré que pague, que se arrepienta de haber osado ponerte la mano encima...
-No… no vale la pena… Thor, tan solo que yo te preocupe un poco, es suficiente…
Thor le sonrió, tomó su mano con la intención de confortarlo y un impulso soberano nació del fondo de su alma… la llevó hasta sus labios, depositando un beso leve en los largos y pálidos dedos.
-Me preocupas… y me preocupa que no puedas atender a tus niños… no he creído ni por un momento que los abandonaras porque no los amas y al contrario… parece que los dejaste bajo el techo de Rogers y de Stark porque te preocupan demasiado… hablé con tu ex pareja, con el padre de esos niños y parece un hombre razonable, pero inflexible…
-¿Hablaste con Theodore?- cuestionó Loki, aguzando sus sentidos- ¡Cielos eternos de Asgard! Y… ¿Qué te dijo sobre mí?
-Básicamente… mostró los documentos donde cedes la custodia de Nari y Vali, a los que llama con estúpidos nombres midgardianos.
-¡Yo no firmé eso en mis cabales, Thor!- exclamó el de ojos verdes, reflejando angustia en el tono de su voz- Debes creerme… ¿Por qué yo regalaría a mis hijos? ¡Ellos son la razón por la que sigo con vida! Yo no los cedí, yo no quería ese arreglo… pero sin mis poderes, dependiendo de esas drogas… estuve sometido a su voluntad por un año completo… creyendo ilusamente que dejaría a su esposa por mí y que formaríamos una familia… yo me estaba engañando…
-Loki… si te duele contarme, no es necesario que lo hagas- dijo Thor, reconociendo en su interior que estaba odiando al padre de los hijos de su querido hermano- Yo comprendí… sé que nunca fue tu intención cederlos, pero tiene un documento legal en este planeta… con tu firma…
-Fueron meses horribles… yo intentaba alejarme, recuperarme… pero él se encargaba de endulzar mi oído y darme esas drogas… muy pronto no tuve fuerzas para luchar, solo quería esas malditas sustancias… aun ahora tengo pesadillas, alucinaciones… un dolor muy grande en cada centímetro de mi cuerpo, en cada poro de mi piel… cada día apenas abro los ojos deseo la droga… pero pienso en ellos, en los hijos que traje al mundo… y resisto… un día a la vez…
-Calma…- agregó Thor, acercándose para abrazarlo. Loki correspondió al gesto como un cervatillo temeroso, se aferró al mayor sintiendo que su fuerza era suficiente para ampararle, para devolverle un poco más de ganas de seguir.
-Si algo me sucede… si me pasa algo irremediable… cuida de ellos, Thor… cuídalos… llévalos contigo a Asgard y edúcalos como las costumbres mandan… hazlos buenos, haz de Nari un guerrero noble como tú, ayuda a Vali para que la magia que fluye por sus venas, despierte y lo ayude a ser poderoso…
-¿Me dices eso porque tienes miedo de morir?
-Ahora soy mortal… sé que no viviré mucho tiempo ya… mi cuerpo parece que no lo soportará… la abstinencia de las drogas por una parte y…
-Y los ataques cobardes de tu ex por el otro… ¿Fue él, no es así? ¡Fue ese maldito imbécil el que te atacó!
***
-¡Es hora de ver a papá!- exclamó una voz varonil, en tono alegre.
La puerta de la habitación se abrió, Loki y Thor se separaron de aquel abrazo que estaba ya prolongándose más allá de lo prudente y volvieron la mirada. Tony entró llevando a Nari en sus brazos, seguido de Steve, que hacía lo propio con Vali. Ambos niños exclamaron felices por volver a ver al autor de sus días, de inmediato lucharon por bajarse y correr hacia él.
-Con calma, recuerden lo que hablamos… vayan con cuidado, sin correr y sobre todo, no salten encima de… bueno… yo lo intenté…
Las advertencias no sirvieron de mucho, ambos niños corrieron y subieron a la cama del convaleciente a toda prisa, lo abrazaron… llenando de besos el rostro hermoso de su padre. Y Loki los recibió sin importarle cuanto volvieran a doler sus heridas, que apenas iban sanado… sin importar nada, solo el divino instante en que volvió a sentir el amor y las caricias de aquellas amadas manos infantiles…
-Nari… Vali… mis adorados niños… ¡Los extrañé mucho!
Thor contempló la escena, igual que sus amigos… con un nudo en la garganta. Ya no era aquel Loki el mismo que ambicionaba someter al mundo… vengarse… el que odiaba todo y a todos, comenzando por sí mismo. Loki era ahora un padre preocupado por el destino de sus hijos. Y los niños… ¡Se notaba, por las Nornas! Que todo su corazón era para el hombre al que llamaban cariñosamente “papá”
-Venimos por ti porque es hora de ducharse…- dijo Tony, controlando un poco la efusividad de los pequeños- Los niños no quieren ir a bañarse si no los acompañas y pues, he pensado en un buen baño comunitario… ¿Quieres venir?
-¿Un baño comunitario?
-¡Oh, no te preocupes! Tengo una tina lo suficientemente grande y llena de burbujas donde cabemos todos… Tú, los niños, Steve y yo… Supongo que… no tienes prejuicios sobre la desnudez… ¿O sí? Es un baño… sabemos comportarnos…
No fue invitado, pero Thor no pensó por un instante perderse aquello. El pretexto fue que Loki todavía estaba débil y necesitaba ayuda para tallar bien su espalda y retirar los vendajes antes de meterse al agua. Así que fue el primero en entrar… y tal como Stark prometía, era una tina tan enorme que parecía una piscina, en el agua cristalina y perfumada flotaban ya diversos juguetes para los niños y un montón de perfumes, aceites y jabones estaban disponibles en una cesta.
-Vamos… yo te ayudaré…
Loki pareció dudarlo solo un instante… pero aceptó. Frente a él, sumergido en el agua tibia que le llegaba apenas a las rodillas, con el espléndido y musculoso cuerpo, perfectamente esculpido, definido, tostado por el sol, Thor extendió su diestra para invitarlo a entrar.
Se sonrojó un poco… Thor estaba ya completamente desnudo y su magnífico animal era impresionante aún en reposo. Pero aquello era un baño solamente y había más personas presentes. Nai y Vali saltaron apenas Tony les ayudó a quitarse las pijamas… luego él hizo lo mismo y finalmente Steve… los cuatro se metieron hasta el centro, donde el agua llegaba a un metro, para ayudar a los niños… aunque ellos, que nadaban perfectamente, estaban más interesados en comenzar a hacer burbujas y jugar sin descanso antes de enjabonarse.
-Puedo hacerlo…- renegó, arrugando la nariz en un mohín travieso. Desabotonó su bata y la deslizó para hacerla caer al suelo, luego se deshizo de la parte inferior del pijama de seda y el cuerpo, delgado más que esbelto, pero elegante, elástico y de blanca, perfecta y suave piel, quedó también desnudo. Tomó la mano que Thor le ofrecía y entró al agua… sonriendo… caminó hasta estar cerca de sus hijos y comenzó a reír… suavemente… reflejando una felicidad que parecía haber olvidado por largo tiempo… - Acércate, Dios del Trueno…
El mundo desapareció para los dos… en ese momento, que comenzó con un intento de Thor por ser servicial con su hermano adoptivo, violentas emociones parecieron despertar en algún lugar de su corazón… un secreto bien guardado, un propósito jurado por olvidar y seguir adelante flaqueaba ante la visión exquisita de verlo juguetear con sus niños… y saberlo, también, completamente desnudo.
-Hey, campeones- dijo Steve- Allá están las toallas para tallarles esas orejas que siempre olvidan en la ducha… el que gane la toalla azul, será el primero en usar el deslizador acuático…
-¡Yo lo ganaré! ¡No, seré yo!- exclamaron los niños, nadando y chapoteando felices hasta alcanzar la cesta, derribarla por completo en la tina y buscar la prenda indicada. Con ella entre sus manos, Vali nadó de regreso, seguido muy de cerca por su hermano, que intentaba arrebatársela a toda costa- ¡Dámela! ¡Intenta quitármela!
-Sin peleas…- dijo Loki, preocupado y de inmediato, los dos dejaron de gritar, pero siguieron jugando hasta llevar la toalla al capitán.
-Tenemos un ganador… ¡Vali! ¡Aplausos para él!
Todos festejaron aquel pequeño triunfo, y entonces, un asistente llegó para entregarles un juguete inflable que les daría largos minutos de diversión. Con los niños entretenidos, vigilados de cerca, Tony y Steve se recargaron en uno de los extremos… tomaron cada uno un vaso de jugo de frutas y se relajaron… era esa mañana el inicio de un domingo tranquilo, completamente dedicado a la familia.
-¿Sabes quién completaría esta escena y la haría perfecta?- cuestionó Stark en voz baja, dejando que su esposo besara tiernamente sus hombros.
-Lo imagino…- respondió Rogers, apretando levemente la cintura del castaño- Parker…
-Si… si yo tuviera un hijo… me gustaría mucho que fuera como Peter… y que me adorara como esos pequeños diosesitos adoran a Loki… así, incondicionalmente…
***
-Bien ha dicho el Capitán Rogers que sus orejas están sucias- retó Loki, simulando un enfado que estaba muy lejos de sentir, mientras tallaba vigorosamente tras los pabellones auriculares de Nari- ¿Acaso comes tierra por los oídos, hijo mío?
-Me gusta jugar en el lodo…- respondió el pequeño, luchando porque terminara pronto el suplicio.
-Anda… ya es hora de salir de aquí… se arrugarán como uvas pasas…
No había prisa… aunque el aroma del desayuno que llegaba a la terraza les despertaba el apetito. Thor terminó de tallar la espalda de Loki, tal y como había prometido, y comentó lo bien que lucían ahora las huellas de los golpes, con suerte, desaparecerían en un par de días más y no dejarían huella alguna… solo restaba cuidar que las costillas sanaran y no se lastimaran nuevamente. Loki estaba sonrojado, las atenciones de su hermano lo estaban abrumando y poco a poco, los dos bajaban las barreras que se habían impuesto desde su último desencuentro… era agradable recuperar un poco la confianza y cuidados del rubio.
-¿Tú ves lo que yo veo ahí?- preguntó Steve, mientras se anudaba la bata y se acercaba a Tony para ayudarlo a secar su cabello.
-Amor de hermanos…
-Pareciera algo más…
-Tonterías… Loki es un gran padre y eso pone sensible a cualquiera, incluyendo a Thor…
-Tal vez, pero… ¿Y qué me dices de eso, querido mío?- volvió a insistir Rogers, tomando a Tony por la barbilla y haciéndolo girar el rostro: Los ojos de avellana del millonario se abrieron con sorpresa… porque justo en ese instante, la cercanía y el reencuentro hacían su magia…
Thor posó sus labios sobre los labios de Loki… el pelinegro no se negó a la caricia y cerró los ojos, correspondiendo… fue un beso sencillo, sin otro contacto que el de sus bocas, sin más palabras o caricias… solo un beso… pero en esa pequeña acción… a los dos se les fue la vida.
-Tus hijos nos esperan…- dijo Thor, sonrojado también, dando un salto para salir de la tina y envolverse en una toalla enorme…- Y muero de hambre…
Loki permaneció todavía un instante más sin poder moverse… meditando en lo que acababa de suceder. Alzó sus dedos índice y medio y repasó con ellos el contorno de sus labios… como deseando atrapar la sensación… e intentar comprenderla… retenerla por la eternidad…