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ALAS NEGRAS TIENE MI ÁNGEL por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

¿Cuál es el plan? ¿Loki tiene un plan secreto, algo más que recuperar a sus amados niños?

¿Y qué sucede con Peter Parker?

-Eso… estuvo fantástico…- Tony suspiró, relajándose… entrecerró sus ojos de avellana y le sonrió amorosamente al hombre que tenía frente a él… aquel que le había arrobado el corazón- Mi amado Capitán...

 

-¿Se te pasó el dolor de cabeza?- preguntó el rubio, alzando sus ojos de cielo, saboreando un poco del blanco semen que resbalaba perezoso por el borde de sus labios y observando complacido como su adorado esposo asentía- Me alegro… me da gusto que entiendas, mi amor, que en ocasiones no puedes obtener todo lo que quieres…

 

-¿Quién dijo que me he dado por vencido?- contrapunteó Stark, avispando su gesto- Averiguaré qué cosa ha sucedido con Peter y lo haré entrar en razón, por las buenas o por las malas, nadie me abandona sin darme explicaciones… y además… yo… yo… ¡Diablos!

 

Tony dejó de quejarse, una lengua traviesa y húmeda de nuevo se movía juguetona por su bolsa escrotal, haciéndolo perder el enfado ante el delicioso cosquilleo que recorrió todo su centro, hasta su vientre… crispó sus manos y solo mediante un esfuerzo considerable, pudo resistir los nuevos intentos amorosos de su marido, retiraba la boca y las manos que comenzaron a acariciarlo, mientras murmuraba débiles protestas que se parecían más al ronroneo de un gatito consentido… resistirse era un juego que los dos disfrutaban, entre más esfuerzos Tony hacía, Steve se aferraba más al cetro del castaño, trabajándolo, masturbándolo y logrando poco a poco que volviera a ponerse erecto… en el juego previo, lamía y succionaba la piel del escroto, conocedor del intenso placer que su pareja disfrutaba cuando era estimulado de aquella forma… complacerlo y complacerse, cuando Tony cedía lentamente y comenzaba a gemir con sensualidad, era lo que más le gustaba… Rogers sabía que el instante de la rendición estaba cerca cuando Stark le llamaba con apodos cariñosos “Basta de cosquillas, Capsicle” “No sigas usando esa lengua musculosa, fortachón” “Para ser un anciano todavía levantas con vigor tu estandarte”

 

Y el afán por hacerlo sentir bien, era para que olvidara un poco que, después de tres días consecutivos que Peter Parker no llegara a sus prácticas, justo cuando Tony tenía preparados un par de prototipos de traje para medirlos y darle mayor seriedad a su personaje de “araña”… el millonario se sintió desalentado, no podía creer que los prejuicios de la tía May pudieran más que el deseo del muchacho por ser un superhéroe… revisó las redes en busca de avistamientos recientes del “chico-araña” sin encontrar nada nuevo y sus temores se acrecentaron.

 

-“Simplemente piénsalo, cap… esa mujer, May Parker… dijo que no nos quería cerca de su sobrino… ella está equivocando lo que vió… ella imagina que tú o yo… o los dos… somos mala influencia o algo peor... ¡Demonios! ¡Piénsalo!”

 

Steve no necesitaba imaginar nada… bastaba ver la expresión de la celosa tía, escuchar el enojo y la indignación en sus palabras… no interesaba para nada que se tratara de la pareja de esposos más famosa y poderosa del mundo, no le importaba que fueran los líderes de los Vengadores… ella solo veía a dos hombres que le robaban a su sobrino y quizá de la peor manera. Pero no quería unirse al pesimismo de Tony… no antes de saber hasta el último detalle, enterarse el motivo real por el que el joven Peter estaba despreciando la oportunidad de su vida.

 

-“Si existe un malentendido, te juro, amor… que buscaré la manera de aclararlo y Peter volverá a tus laboratorios…”

 

-“No tengo miedo de que no regrese, Steve…” - respondió Stark, entristeciendo- “Lo que temo es que yo pierda su confianza y malinterprete mi afecto…”

 

Una serie de golpes secos y contundentes en la puerta de la alcoba sacó a los dos de su momento íntimo… un tanto sobresaltados, Tony y Steve saltaron para acomodarse sobre su cama, cubrieron sus cuerpos desnudos con la sábana de seda y justo a tiempo, pues tras los sonidos secos, la puerta simplemente cedió… y de pronto, un hombre alto, rubio, de cuerpo musculoso y sin camisa, de hecho… en calzoncillos… irrumpió con su presencia imponente y su voz varonil.

 

-¿Cómo puedo saberlo? ¿Cómo?- exclamó Thor, haciendo honor a su investidura de Dios del trueno, pues sin darle tiempo de nada a sus amigos, entró como una ráfaga en la tormenta, caminando de un lado a otro, manoteando en el aire y cuestionando con la prisa de quien desea saber sin perder más tiempo- Díganme ustedes… ¿Cómo lo hago?

 

-Por todos los cielos, rubio imprudente- suspiró Tony, decepcionado de que su segundo round amoroso de esa noche acababa de irse a cesto de la basura- ¿Lo que deseas saber puede esperar a la mañana, eh? ¿Puede?

 

-No… es necesario saber… ya… en este instante…

 

-Si te calmas un poco… podrías contarnos…- agregó Steve, cubriendo bien la erección de su esposo, que levantaba una tienda de campaña en la fina tela de la sábana- Igual todavía no estábamos dormidos…

 

Las precauciones salían sobrando, Thor no parecía siquiera darse cuenta de lo inoportuna que era su presencia en la alcoba de los otros dos. Tras meditarlo un poco, rascándose la bien cuidada barba y colocándose sobre los hombros la bata que Rogers le arrojara, Thor se sentó en la orilla de la enorme y mullida cama para mirarlos fijamente y preguntar:

 

-¿Cómo puedo saber quién es el padre de los hijos de Loki?

 

***

 

-Me reconocerá…- murmuró la joven mujer, mientras acomodaba un rizo rebelde de su hermoso y largo cabello del color del fuego.

 

-Eres mi esposa, eres la madre adoptiva de esos dos niños… solo mantén firme tu decisión de que Alan y Austin regresen a nuestro lado, no pierdas de vista que es nuestra meta… ¡Solo eso debe ser importante en estos momentos!

 

Loki observó atento a la pareja, sus ojos de jade destilaron un brillo homicida al tener cerca de nuevo, al causante de su caída, pero lo disimuló bastante bien, fingiendo estar atento a lo que los abogados de Stark mencionaban… hablaban de intentar llegar a un arreglo sin ir a juicio, decían que lo mejor era quedar en buenos términos y aceptar una custodia compartida, que al final, los niños tenían el derecho de disfrutar de sus dos padres y también de tener un hogar estable.

 

-Yo puedo darles ahora un hogar estable, Thor me ha dicho que no volveré a pasar por estrecheces económicas…

 

-No es solo eso, señor Laufeyson… recuerde que ante la ley, no tiene el tiempo suficiente de abstinencia de consumo de drogas para considerarse rehabilitado… esa es una desventaja todavía mayor, ni siquiera los documentos de cesión de la custodia son tan relevantes como el hecho de que usted se encuentra en riesgo de sufrir una recaída y volver a consumir.

 

-¡Yo no haré eso! ¿Ustedes vinieron aquí a conciliar este problema o a ponerme más trabas? Si no son capaces de obligar a ese hombre a devolverme la custodia de mis hijos, entonces… simplemente los tomaré y me marcharé… ¡Soy un Dios! ¡Sus leyes mortales a mí no me importan! Igual que no me interesa ningún documento que provenga de este mundo y que dicte cualquier orden que me impida estar con mis niños, criarlos, educarlos… ¡Eso quedó claro! ¿No es así?

 

Tony tosió un par de veces para llamar su atención… no era bueno dar señales de inquietud o desacuerdo cuando ya estaban las partes frente a frente.

 

-¿Hay algún problema, señor Laufeyson?- preguntó el juez, poniendo en orden los documentos que el secretario acababa de colocar frente a él.- ¿Tiene algún conflicto que resolver antes de dar inicio?

 

-Ningún problema, señoría- se adelantó el abogado- Disculpe… el señor Laufeyson solo está un poco nervioso e impaciente por comenzar…

 

Loki estaba a punto de decir algo impertinente, algo despreciativo hacia una autoridad mortal, ¿Cómo se atrevía a hacerse llamar “señoría”? Si él ni siquiera llamaba “padre” o “rey” al mismísimo Odín… sin embargo, la mano de Tony, sujetando con fuerza su antebrazo, le sirvió como advertencia para que guardara silencio y no comenzara mal algo de lo que dependía la custodia de sus hijos.

 

Tras varios minutos de formalidades, la discusión dio inicio… básicamente, los dos mantenían con rigidez sus demandas: ninguno cedía y ninguno quería negociar.

 

-Creo que estamos en un callejón sin salida- dijo Theodore, con un aire de insufrible soberbia- Yo no quiero compartir la custodia de mis hijos, pues legalmente me pertenecen. Y no me arriesgaré a que vivan con un adicto…

 

-Yo no soy un adicto… tú me administraste esas drogas…- se defendió Loki, conservando la calma, pero mirándolo con una chispa de odio en sus ojos de jade- ¡Tú me forzaste a ser lo que ahora soy!

 

-Basta, señores… no estamos aquí para pelear- interrumpió el juez, conteniendo las emociones a flor de piel de ambos- Señor Laufeyson, ¿Tiene los argumentos para defender esa acusación, así como para comprobar que los documentos de custodia fueron firmados bajo presión?

 

-No firmé bajo presión… firmé bajo los efectos de drogas administradas por este hombre…

 

El juez hizo varias anotaciones antes de dar una opinión preliminar… no fue del agrado de Loki, ni tampoco de su adversario, pero aquella orden era indiscutible y ambos estaban obligados a acatarla.

 

***

 

Furioso… esa era la emoción que lo embargaba… furioso de ver y no poder evitar que sus amados niños fueran entregados a ese hombre y esa mujer. Los dos pequeños no lloraron, pero en ningún momento dejaron de negarse, de gritar que no querían estar con ellos y sus voces infantiles clamando por su padre Loki todavía le taladraban el cerebro.

 

Destrozó la habitación que le fuera destinada en el complejo norte, en el mismo piso de la habitación de los niños, sin otra forma de desahogar su enfado, gritó y arrojó contra la pared todo lo que estuvo a su alcance, rasgó las cortinas, quebró los espejos, las sillas, las mesitas, desgajó las hermosas plantas que adornaban su ventana, golpeó con su puño cerrado las paredes hasta que sus nudillos sangraron… ¡Esa maldita mortalidad, ya no era resistente como antes! Le dolió hasta el alma… pero su destrozado corazón dolía más...

 

-Tranquilo… ¡tranquilo! Sabemos que es difícil, pero debes mantener el control- Loki tuvo que ceder ante el abrazo fuerte de un hombre alto y rubio… lanzó un par de maldiciones más y por fin se detuvo, el hombre miró con tristeza las marcas ensangrentadas en la pared y las manos desechas del antiguo hechicero, lo compadecía lo suficiente para impedir que continuara haciéndose daño, por eso intentó hacerlo sentir mejor- Solo estarán lejos una semana… pronto volverán…

 

-Ellos no querían irse, Capitán… ellos no querían irse… han estado conmigo los últimos dos años… ¿Cómo es que esperan que demuestren tranquilidad con unos extraños? ¿Cómo puedo quedarme sin hacer nada mientras ellos sufren?

 

-Por el contrario… deja que se demuestre como en dos años no se interesó en ellos, limitándose a provocar que perdieras empleos… deja que los evalúen como familia, los niños ni siquiera responden a los nombres con que ellos los registraron. Ten paciencia, amigo mío… llegará tu turno dentro de una semana…

 

-No lo soportaré… estar sometido a las leyes mortales me hace enojar. Esta ley que me ha quitado el derecho de tener a mis niños… No… no soportaré...

 

-Al contrario- agregó una tercera voz, grave, varonil… contundente- Al contrario, Loki… vas a soportar y esperarás tu turno. Dentro de una semana demostrarás a estas personas, que representan la ley de este mundo… que esos niños deben estar al lado de su padre… del verdadero.

 

Cuando el primogénito de Asgard entró, Loki forcejeó hasta liberarse del abrazo del Capitán Rogers. Caminó con paso inseguro hasta su cama y haciendo a un lado las finas sábanas y cubrecamas que había desordenado en su arranque de rabia, se dejó caer pesadamente. Entonces, los otros pudieron darse cuenta de que su estado físico no era el mejor.

 

-Loki… estás… ¿Drogado?

 

La pregunta provino de Tony Stark, quien se acercó a él cuestionándolo con una mirada directa y palabras sin rodeos. Steve hizo un gesto desaprobatorio… aquella espontánea sinceridad en su esposo solo le acarrearía muchos más problemas al ya de por si embrollado Loki, y si quedaba duda de ello, bastaba ver el gesto trasfigurado de Thor, que simplemente no estaba tan dispuesto a aceptar lo que era bastante evidente…

 

-No me hagas esto…- murmuró entre dientes, yendo a tomar al pelinegro por las solapas de su traje y zarandeándolo con violencia para obligarlo a mirarle a los ojos- No me hagas esto, te lo pido… he puesto toda mi fé en ti, demuéstrame que eres el de antes… ¡Fuerte, arrogante! ¡Incapaz de dejarse vencer por los ardides de un mortal!

 

-Thor…- murmuró Loki, reconociendo la determinación de las palabras y el brillo en la mirada de zafiro del mayor- Yo te juro, por mis hijos… que no he tocado las drogas…

 

El tufo fermentado en el aliento del ojiverde le confirmó que decía la verdad… quizá… porque entonces pudo aclararse y ver que, en efecto, Loki trastabillaba y hablaba lento porque eran los efectos de una terrible borrachera. De manera que solo lo depositó suavemente en el piso y se disculpó por su arrebato… tomando sus manos sangrantes y revisando sus nudillos lastimados.

 

-Mira tus hermosas manos…- le dijo- Mira lo que has hecho… tu sangre derramada por un mortal que no vale la pena...

 

Thor acarició los nudillos lastimados con todo el cuidado, reposando las largas y blancas manos sobre las grandes y cálidas de él, las llevó a sus labios y depositó un beso casi en el aire, como el aleteo de una mariposa, para después sonreírle con ternura. La debilidad de Loki ante la ausencia de sus hijos le tocaba el corazón.

 

-Enviaré a alguien para que le realice una curación…- dijo Tony, adelantándose para dejar a los hermanos que hablasen a solas. Estaba seguro que lo necesitaban, aclarar sus propios sentimientos y quizá Thor se animara a cuestionar a Loki sobre sus dudas, todas sus teorías y preguntas de las que el rubio les había contado la noche anterior- Y haré que preparen una habitación de invitados… todo esto está hecho un desastre… vamos, Steve… vamos por la enfermera...

 

***

 

Helen Cho entró sin anunciarse, algo en la cercanía de Loki hacia Thor la inquietaba, no podía precisar qué… pero sentía repulsión, rechazo, no quería ver al antiguo Dios del Caos junto al rubio. Hizo un gesto de decepción mezclado con alivio al ver que Thor estaba de pie junto a la ventana del cuarto de invitados, descorriendo las cortinas para que la brisa vespertina pudiera entrar, mientras Loki permanecía sentado, con las manos inmersas en un cuenco de agua tibia y aceites aromáticos.

 

-Pensé que Stark enviaría una enfermera…- dijo Thor, sin encontrar otra opción que acercarse y saludar a su prometida con la familiaridad de siempre, es decir, con un beso en la frente- No es necesaria tu sabiduría, querida, las heridas de mi hermano son simples… solo necesitan una limpieza y un vendaje.

 

-Si, lo sé… Tony lo hizo, pero yo insistí en venir. Te aseguro que no me molesta hacerlo personalmente… después de todo, atendí sus heridas anteriormente y siento que es mi deber revisarlo en esta ocasión también. Querido, Loki es tu familia, será siempre bienvenido en nuestras vidas y en nuestro hogar… cuando nos casemos.

 

Helen curó las heridas de las manos del pelinegro, admirando para sus adentros lo blancas y suaves que eran, grandes, finas, varoniles y elegantes… correspondían ampliamente a toda la complexión de su dueño. Y la profesionista por primera vez se estremeció reconociendo lo atractivo que Loki era… lo naturalmente sensual de sus miradas, de su sonrisa, del tono suave de su voz… agradeció al cielo que él y Thor eran hermanos, porque de lo contrario, podría jurar que lo que estaba sintiendo eran celos…

 

Loki por el contrario, se comportó tan calmado e indiferente a la mujer, que desde luego, le recordó al mayor su fama de Dios embustero, que no estaba ganada en vano, Loki sabía mentir… y aunque quizá la Doctora Cho acababa de entrar a su lista de enemigos mortales, ante ella, se comportó tan encantadoramente como la situación se lo permitía… incluso le contó un par de anécdotas sobre las travesuras de Nari y como hacía sufrir a su hermano, interrumpiendo sus lecturas o trazando grandes y coloridos círculos de colores en sus pinturas.

 

Cuando la profesionista se retiró, el sueño llegó de golpe a Loki… era el cansancio, la tristeza y el alcohol conjugados. Estaba exhausto.

 

-Vete con tu mujer…- le dijo a Thor, con acento irónico y desdeñando las atenciones de su hermano- Ella te espera impaciente, no le agrada verte junto a mí...

 

-Ya he dicho que me quedo hasta que duermas… no discutas conmigo…- aclaró Thor- Además, no sé de donde sacas que a Helen no le agrada verte junto a mí. Ella solo sabe que somos hermanos.

 

-Odio este cuerpo mortal…- murmuró Loki con voz pausada y cambiando la conversación- Cada golpe produce dolor, cada herida tarda días en sanar… y mi fuerza, mi magia… mi poder… son nada, una burbuja de jabón que se rompe al intentar tomarla… me siento inútil, desamparado… impotente… y ahora sin mis niños… ¡No tengo razón para seguir vivo!

 

-Yo soy tu fuerza, Loki. Me tienes a mí y sabes que no te dejaré solo- respondió el rubio, ayudándole a quitarse la bata para entrar en la cama, que era mucho más pequeña y sencilla que la anterior. Con las manos vendadas, al menor solo le restaba aceptar que solo, sería más complicado desvestirse, aunque por supuesto, no era imposible, estiró sus brazos para sacar una manga y luego la otra, moviendo su negra cabellera… despidiendo el perfume a sándalo y vainilla que le acompañaba en los días de la juventud, de cuando los dos eran libres y eran irresponsables, de cuando escapaban juntos y se perdían por días enteros en los barrios bajos de Vanaheim, bebiendo y corriendo aventuras insensatas... – Has pasado malos días, pero tus hijos son niños de sangre real… pelearemos por ellos, te lo juro.

 

Loki sabía que el tiempo estaba corriendo, que necesitaba apresurar su plan y conocía el alcance del único poder que aún le restaba: la seducción. Empleaba lo recursos que como dones naturales sabía que enloquecían a su hermano… con ellos lo dominaba en el pasado y aunque lentamente, poco a poco volvía a tender sus redes para que el hijo de Odín cayera en ellas. Restaba muy poco para que entrara solo a la guarida de la serpiente, y entonces, lo atraparía como a un ingenuo conejito. Y es que no solo necesitaba la ayuda de Thor, necesitaba dominarlo por completo y lo más pronto posible.

 

Jugaría sus cartas fuertes y se arriesgaría en esa noche.

 

-¡Qué inútil me siento ahora, tampoco mis manos me sirven para nada!- se quejó haciendo un mohín encantador con la nariz, echando su cabello a un lado para dejar descubierta la blanca piel de su cuello, especialmente aquel triángulo de pecas que tanto le agradaba besar a Thor en el pasado, se estiró como gatito mimoso y el pobre rubio estaba a punto de entrar en combustión espontánea.

 

Thor cerró los ojos, aspirando el perfume del pelinegro, bajó un poco su rostro y perfiló con la nariz la curva grácil de aquel cuello de cisne, cada milímetro de su sedosa piel de alabastro olía a pecado, a noches del pasado que regresaban a gritarle que lo tomara, que dejara de fingir… que necesitaba a Loki desde la última vez que estuvieran juntos y que cada noche que lo creyó muerto era como si también él mismo muriera un poco… quería decirle que lo adoraba, que lo echaba de menos como se extrañaba el agua fresca en medio de un desierto… la noche, el perfume, el cuerpo cálido que se acercaba como al descuido… electrizaban cada una de las células de su cuerpo.

 

-Vamos a la cama…- susurró- verás que pronto pasan siete días… y tus niños regresarán…

 

Loki asintió, fingiendo una resignación que no sentía para nada. Su pecho ardía en deseos de venganza, se reprochaba duramente en su interior… ¡Había sido tan imbécil de creerle a Theodore! ¡Había sido tan débil al sucumbir al placer efímero y engañoso de las drogas Midgardianas! Y el resultado de sus errores estaba a punto de costarle la separación definitiva de los seres que más amaba en el universo: sus hijos. Por ellos estaba dispuesto a todo.

 

-Extrañaba tus brazos por las noches… extrañaba el calor de tu piel…- ronroneó, obligando al otro a recostarse junto a él, enlazándole por el recio cuello.

 

-También yo te he echado mucho de menos, Loki…

 

-Cariño…- murmuró Loki, permitiéndose aceptar que controlar a Thor sin revelarle sus propios sentimientos era mucho más difícil de lo que inicialmente calculó… la palabra que usaba para demostrarle su amor se escapó de sus labios sin sentir, abrió los ojos con el temor de verse descubierto, pero en realidad, Thor estaba mucho más perturbado como para darse cuenta.

 

Fue cuestión de un instante, Thor hizo un movimiento y se colocó sobre el cuerpo esbelto de su hermano, se miraron fijamente a los ojos, bebieron sus alientos ante la mutua cercanía y Loki se sonrojó deliciosamente cuando percibió la evidente emoción del mayor en la forma del endurecimiento del enorme paquete contenido en el medio de sus piernas. Loki se deslizó suavemente para acomodarse, abrir sus piernas y rodear con ellas la cintura del rubio… entonces, en el medio de las redondeces de su trasero, Thor, cerrando los ojos, punteó un par de veces… a través de la ropa, frotándose con clara intención sexual…

 

Loki gimió de placer… y Thor dejó escapar un suspiro ronco y anhelante. Luego, embistió con dureza, todavía vestidos los dos… permitiendo que el deseo los llenara, las ganas de poseerse, las nostalgias por los tiempos que se habían quedado atrás… de un amor que podía ser y que nunca se realizó…

 

-Descansa…- dijo con voz ronca de pronto, retirándose un poco para obligar al menor a bajar sus largas piernas.

 

-¿Descansa? ¿Acaso tú no…? ¿Acaso no quieres estar conmigo…?- cuestionó el otro, asombrado.

 

-Loki… te he llorado muchas noches y sus días… me he sentido que entregaba mi alma a Hel para ir a buscarte y traerte de regreso, he odiado que me engañaras fingiendo tu muerte y después, que intentaras robar el trono de nuestro padre… mi corazón ha viajado del amor al odio y del odio al amor tantas veces, que no quiere que lo destroces una vez más…

 

-Pero… me besaste, supongo que lo recuerdas… en la tina de baño de Stark… eso significa que aún sientes por mí algo más que amor fraterno… algo más que el sentimiento de protección que la familia te impone…

 

-Loki…- murmuró Thor, retirándose un poco más, aunque el otro no lo dejó ir, entrelazando sus manos en un gesto de súplica- No puedo regresar a ti… no sin cometer una falta muy grande… no sin provocar un daño mayor…

 

-¿La mortal? ¿Quieres decir que como antes dudaste de mi amor con esa insoportable Jane Foster, ahora te pierdo ante Helen Cho? ¿Tan frágiles son tus sentimientos que me cambias con tanta facilidad?

 

-No con facilidad, te lo juro por las memoria de nuestra madre… No con facilidad es que se puede olvidar a quien lo ha sido todo en tu corazón, pero deseo intentarlo… porque… me propongo ya no pensar ni decir, lo que ahora mismo puedo pensar y decir… no quiero lastimar a Helen, no quiero lastimarte a ti… y no quiero volver a sufrir… duerme hermano… descansa… y no temas por la ausencia de tus niños, te juro que haré lo imposible para que se queden a tu lado y nada ni nadie intente de nuevo arrebatártelos…

 

-Mis hijos… Mis hijos necesitan a su lado a su padre, ellos…- dijo, comenzando una confesión que detuvo muy a tiempo, movió las manos nervioso y pensó mejor lo que estaba a punto de hablar- Ellos lo son todo… si tuviera mis poderes, no necesitaría arrastrar mi orgullo para defenderme y retenerlos… si pudiera usar mi magia vaporizaría Theodore, pero antes, lo obligaría a confesar, lo haría suplicarme perdón por haberme obligado a usar drogas… ¡Si tan solo el Padre de Todo devolviera mi magia, yo…!

 

Un beso de Thor lo obligó a guardar silencio… las manos grandes y cálidas que de pronto sujetaron sus mejillas y cuello, obligándolo a quedarse quieto y recibir la boca ansiosa que con sus acciones contradecía sus palabras. Loki correspondió de inmediato… los dos estaban locos, desesperados por comerse a besos, por recorrerse la piel, por probar a recordar los viejos caminos que sus manos conocían de memoria… el tacto sedoso de los muslos blancos de Loki, su firme vientre, las redondas nalgas… y también el pecho cincelado en acero de Thor, sus anchas espaldas, sus brazos poderosos… por largos minutos perdieron la razón devorando sus bocas, trabando sus lenguas en una danza húmeda y sensual… se necesitaban con el cuerpo y no tenían remilgos en demostrarlo, aunque todavía restaba la última barrera… la de aceptar que también se necesitaban con el alma, con el corazón… ¡Con la vida entera!

 

***

 

La noche a solas no había sido buena para Helen, que caminaba de un lado al otro de su alcoba, igual que una fiera enjaulada… tuvo varias veces el impulso de regresar al cuarto y cuestionar que diablos sucedía con su amante que prefería quedarse a cuidar a su hermano que estar con ella. Las heridas de Loki, si bien eran dolorosas no eran para nada peligrosas, el vendaje solo fue una medida de protección por el ungüento aplicado para que reposara esa noche, por la mañana seguramente podría estar sin cubrirlas y usar sus manos con normalidad.

 

Asomó por la ventana y entonces lo descubrió… sentado en lo alto del edificio adyacente, con el rostro al viento y contemplando el todavamanecer. El alma le volvió al cuerpo. Seguramente Thor había preferido quedarse a solas para meditar, y era lógico… Loki, en medio de su ebriedad debió quedarse dormido casi de inmediato, ¡había sido una tonta! ¿Pues qué cosas imaginaba? Sonrió y tomó su bata para salir a la terraza y acompañarlo, demostrarle que como su futura esposa, estaría con él en las buenas y en las malas. Y por supuesto, en todo asunto familiar.

 

La Doctora, sin embargo, fue interrumpida por la voz de Viernes, que recomendaba no salir de las habitaciones, ya que en esos momentos se implementaba un protocolo de seguridad ante la llegada de un intruso no autorizado. Thor, escuchando también la advertencia, voló hacia su ventana y la calmó…

 

-Bajaré a ver de qué se trata, no te preocupes. Stark en ocasiones exagera con eso de la seguridad en este complejo que más parece una caja fuerte que un Centro de entrenamiento de los Vengadores.

 

Y en efecto, tuvo que recorrer varios edificios antes de llegar a la antesala de visitas, donde, también en pijamas, Steve Rogers y Tony Stark hablaban con dos mujeres que los guardias ya tenían bajo custodia. Tras un breve exámen visual, el rubio se dio cuenta que se trataba de la mortal May Parker, la familiar del adolescente que tanto le simpatizaba y la otra mujer… era ni más ni menos que Jane Foster… la científica lanzó una sonrisa triunfal al ver a su anterior pareja mirarla con el gesto asombrado y sin tener la menor idea de qué hacía ahí, acompañada de la tía de Peter Parker.

 

-El asunto es sencillo, señores…- dijo May Parker, cruzándose de brazos y plantándose sin temor alguno frente a los otros dos- Si no me entregan en este instante a mi sobrino Peter… los acusaré de secuestro, corrupción de menores y abuso.

Notas finales:

Luego de un par de semanas algo locas por el trabajo (y me falta una más, por lo menos) les dejo el siguiente capítulo...

Aquí ya comenzamos a ver que Loki tiene un plan, que involucra a Thor, que el rubio está atando cabos y que el amor entre ellos está latente, todavía reprimido, pero casi listo para explotar... esperemos que de la mejor manera...

También algo no muy bueno sucede con Peter Parker... eso lo veremos en el capítulo próximo.

Por lo pronto, espero disfruten de este y como siempre, agradezco sus reviews

¡Nos leemos!


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