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ALAS NEGRAS TIENE MI ÁNGEL por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Los secretos han caído, ahora nadie sabe lo que sucederá...

Dejemos que la historia se cuente, que el amor triunfe...

Que las situaciones se aclaren, para Loki y para Peter también.

La mano blanca y larga se apoyó suavemente sobre el barandal del piso superior, se detuvo y escuchó: “¿Devolver los anillos? ¿En verdad desean devolver los anillos?”

Y la figura esbelta y elegante se reclinó para observar mejor aquella incómoda discusión… aunque los ojos de jade brillaban con un dejo de celos, en realidad intentaba divertirse lo más que pudiera viendo sufrir al Hijo de Odín… “Devolverlos no significa que te devolvemos tu promesa, en realidad, te estamos exigiendo que la cumplas. Thor, Príncipe de Asgard, de fama intachable, honestidad a toda prueba y valor infinito… te exigimos que elijas entre una de nosotras dos en este mismo instante…”

 

Merecido lo tenía… ligero al repartir promesas de matrimonio, dos mujeres mortales estaban ahí, frente a frente, reclamando quien de las dos era la prometida oficial, quien de las dos estaba todavía en el corazón del asgardiano y a cuál de las dos llevaría al altar.

 

Pero verlo sufrir de esa manera no era realmente lo que le deseaba, por el contrario, su gesto que aparentaba tranquilidad se transformó en una mueca feroz. Sus cejas se arquearon y los labios delgados se curvaron hacia abajo, imposible disimular el desagrado que le causaba ver especialmente a una de ellas: “¿Las dos están de acuerdo? Helen… ¿Estás de acuerdo en esto?”

 

Loki hizo un mohín de disgusto al notar el gesto arrogante de Jane Foster. No cabía duda que la actitud de la científica proyectaba que se sentía muy segura de ganar aquel penoso enfrentamiento, y ella fue la que respondió: “Las dos lo estamos… Es cuestión de dignidad”

“No estoy segura que sea como dices, Jane…”- agregó también la Doctora Cho- “El amor no se puede forzar y estoy segura que Thor tiene muy claro a quien le ha entregado su corazón…”

 

¡Excelente actuación! Buena estrategia, pensó Loki, dando el primer paso para bajar la escalera que separaba las habitaciones de la sala de descanso. Pero también peligrosa… Helen Cho se jugaba su última carta con el papel de novia generosa y comprensiva, lo opuesto de la Foster, quien se comportaba empoderada y altanera… se le presentaban como el día y la noche… Thor no podía ser tan tonto para ignorar que una estaba siendo egoísta y la otra absolutamente una niña buena…

 

“Escuchen… las dos merecen mis amplias explicaciones, las dos han sido damas de mi mayor admiración y respeto… pero este momento… no es el mejor… necesito cuidar la recuperación de mi hermano…”

 

“¡Por supuesto!” –exclamó Jane, con una carga de ironía y arrogancia que molestaron mucho al resto de los presentes- “¿No te lo he dicho, Helen? Thor tiene esa especie de debilidad por proteger al asesino de su medio hermano… no habrá poder alguno que lo convenza de no tenerlo cerca, de no colocarlo incluso por encima de las necesidades de su futura mujer… ¡Es como si ese maligno te hubiese puesto un hechizo para que jamás lo olvides!”

 

-“¡Basta, Jane! Te lo he dicho en el pasado y te lo repito ahora: No hables mal de Loki, no te atrevas a decir una sola palabra que lo calumnie… guarda mejor silencio y queda como una dama…”

 

-“¿Y sí no lo hago… qué? ¿No es mejor hablar claro? Si me eliges como tu esposa, debes tener presente que no soportaré a ese maldito genocida en mi hogar… y además… ¡Sólo es tu hermano! No debes darle tanta importancia ¡No eres responsable de todo lo que provoca o lo que le sucede!”

 

Jane Foster guardó silencio… justamente el “maldito genocida” como acababa de llamar a Loki, hizo su aparición. Bajó la escalera con lentitud, dejando ver su figura alta y esbelta, llevando su cabeza en alto y las nobles facciones de su rostro serenas y atractivas. Usaba una bata de casa de seda, bordada en oro, magnífica y muy acorde al pijama color musgo y las sandalias de cuero negras. Se suponía que aún guardaba reposo, que todavía requería vigilancia, sedación y apoyo para no recaer… su presencia los tomó por sorpresa, especialmente a la Foster, quien de alguna manera creía tener la carta ganadora recriminando a Thor las faltas de atención recibidas por darle prioridad a los asuntos con su hermano adoptado. Helen Cho solo observó con curiosidad, conocía perfectamente la estancia del Dios travieso en las instalaciones y los cuidados que Thor le estaba dando.

 

-Veo que ser una mujer con clase es algo que no se da en todas las Midgardianas, Jane Foster…- dijo Loki, caminando a paso lento y solemne hacia Thor- Pero les voy a decir algo que quizá aclare las cosas de una buena vez…

 

-Loki… no es necesario…- dijo Thor, tomándolo suavemente por los hombros, como si quisiera guiarlo de regreso a su alcoba.

 

-Tranquilo… las grandes ocasiones siempre merecen grandes decisiones…- respondió el de ojos verdes, sonriendo y retirando las manos del rubio con suavidad- Y así, puedo decirle, Doctora Cho… que agradezco sus atenciones, de corazón las agradezco… estoy seguro que, en el fondo, usted era atenta conmigo para demostrarle a Thor lo buena compañera y apoyo que podía ser si ingresaba en la familia… buen intento, sin duda… usted merece ser amada. Pero lo siento mucho… Thor no será quien lo haga, ni hoy ni nunca...

 

-Creo que no lo hice, así como dices… Loki…- intentó responder la profesionista, pero el otro la dejó con la palabra en la boca, dándole la espalda para dirigirse a Foster.

 

-Y Jane… cada ocasión que intentas quedarte con Thor eres más irritante y vulgar, eres como una de esas pequeñas criaturas que infectan a los bilgesnipes y les chupan la sangre y la vitalidad… pero que también les infligen dolor y malestar. Intentas arrebatarle el prometido a la que crees tú rival, sin el menor escrúpulo, no sientes el menor remordimiento, pero no entiendes que tú no estás en el juego desde hace varios años… Thor te olvidó hace tanto ya, que de verdad, ni siquiera vales la pena para sentir algún tipo de menor por tu cercanía. Sal de aquí con dignidad, Jane Foster… y no regreses.

 

-¿Y piensas que tu opinión me importa o me detendrá?- desafió la científica, alzando la mirada con altivez.

 

-Quizá no… pero esto sí te detendrá… a las dos por igual les digo: Señoras, basta de pelear, dejen en paz a Mi Hombre. ¿Lo escucharon bien? Thor es Mi Hombre… y no pienso dejar que un par de simples mortales me lo arrebaten… ahora, si me disculpan… cariño, me siento ya un poco cansado… te espero en mi alcoba.

 

Y ante la mirada atónita y las expresiones de pura sorpresa y hasta terror de las dos mujeres, el pelinegro hizo un mohín coqueto a Thor, acarició su barba entre castaña y rubia y besó su mejilla, dirigiéndose de nuevo escaleras arriba, sin volver la mirada ni una sola vez.

 

- ¿Es una broma? - preguntó Jane, tomando valor- ¡Es una maldita broma del peor gusto! ¿Verdad?

 

***

 

-Pett… Pett sé que estás por algún lado de este inmundo callejón…- exclamó una voz vibrante y sin asomo de discreción, resonando por entre los escondrijos y la oscuridad de la estrecha privada, donde se refugiaban varios muchachos sin hogar- ¡Lo siento! ¡Perdóname! Me comporté como un estúpido… no supe como reaccionar, no supe como tratarte y ahora estoy arrepentido y muy preocupado… todos estamos preocupados… hasta tu Tía… ella sí te quiere, pero piénsalo, se volvía loca de celos pensando que en realidad estabas enamorándote de ese sexy, madurito, millonario de Tony Stark… ¡No pienses que a mí me parece sexy! No se compara contigo… solo es que… niño mío… ellos también te extrañan… te aprecian de verdad… y yo te amo y ya no sé qué hacer para que me perdones…

 

Solo el silencio respondió… el encapuchado en traje de spandex hizo un gesto de desesperación… y esperó… esperó por cuatro horas exactas sin quitarse de su vigilancia… plantado a la entrada del callejón, caminando de un lado al otro, esperaba una respuesta y no la obtuvo.

 

Fue de pronto que una figura menuda, usando un apretado traje en rojo y azul se desprendió de las paredes y se balanceó con toda la intención de alejarse de ahí. Wade le gritó al descubrirlo, corrió tras él, haciendo uso de su fuerza y habilidad sobresalientes, pero bien pronto se dio cuenta que no podría seguirle el paso… la arañita se le escapaba de entre las manos y quizá del corazón.

 

-Te lo juro, Pett…- murmuró mientras se dejaba caer de rodillas para recuperar el aire- Nunca quise hacerte daño…

 

-Eso lo hubieses pensado antes de lastimarme…- dijo una voz juvenil a sus espaldas. Wade se volvió a toda prisa, pero a pesar de que exclamó feliz de ver a Parker nuevamente, el muchacho estaba a una distancia prudente para no ser alcanzado- Tomaste de mí lo que querías y después te burlaste… y me abandonaste… ¿Qué quieres ahora haciendo esa comedia de las súplicas y el chantaje?

 

-No… Pett… no es así como piensas… por favor… hablemos…

 

Peter se quitó la máscara, dejando ver sus ojos de avellana enrojecidos por el llanto, y su tierna y casi infantil carita pecosa reflejando un gesto de tristeza y decepción.

 

-Así que mi Tía y tú creyeron que yo estaba enamorado del Señor Stark… Y creyendo que eso te daba permiso para ser un canalla, tomaste ventaja sobre mí… te burlaste y me dejaste sin más explicación. ¡Quizá del mundo entero pude esperar una traición! Pero… ¿De ti, Wade? ¿Por qué lo hiciste?

 

-Niño… mi querido niño… Me equivoqué… hablé con imprudencia… estaba celoso… estaba muy celoso… pensé que lo que tu Tía decía era verdad y yo… lo sé, fui un canalla, un cobarde… me siento muy arrepentido… Pero el mismo Señor Stark ya me puso en mi lugar… ellos te están buscando y están desesperados por tu ausencia…

 

-No te creo una sola palabra. Mentiroso una vez, mentiroso siempre.

 

- ¡Llama al Señor Rogers… del Capitán América no vas a dudar! ¿Verdad? Él, que es todo patriotismo y honestidad… Él te dirá lo mucho que te quieren y lo mucho que te necesitan… por favor, no lo hagas por mí si no quieres, pero hazlo por ellos… no pierdas la oportunidad de tu vida…

 

- ¿Es que todo es una broma para ti? ¿Todo es un chiste? No Wade… no pienso llamar, ni pienso volver. No te creo, no le creo a nadie y no los necesito… Haré de mi vida lo que yo quiera sin la ayuda de nadie, y me cuidaré bastante de tipos como tú, para no volver a ser lastimado jamás…

 

¿Cómo podía Deadpool convencer a su arañita que no estaba jugando? El corazón le sangraba, y no porque, después de confesar ante los Vengadores lo que en realidad había sucedido entre él y Peter, cuando aprovechando su vulnerabilidad, lo lastimado que se sentía después de reñir con May y después de huir de su casa, simplemente lo envolviera con palabras dulces y se lo llevara a la cama, tuviera que pasar varias horas recuperando los testículos que Stark le volara con el rayo repulsor, cumpliendo su amenaza de hacerle pagar el dolor que le causara al muchacho, sino porque en realidad estaba arrepentido y se maldecía mil veces por el error cometido. Peter estaba muy resentido, desconfiaba de todos… y él tenía mucha culpa…

 

-Sé que me burlé del aprecio que tienes por los Vengadores, perdóname… conoces mi naturaleza, es casi imposible que yo haga una cosa seria sin meter la pata con una estupidez verbal o con un gesto idiota… perdóname… y créeme… ellos te quieren bien y te necesitan a su lado… Tony Stark… sufre por tu ausencia…

 

-Basta, Wade… si me extrañaran… ya hubiesen encontrado la manera de dar conmigo- concluyó Parker, lanzando una nueva telaraña a lo alto del edificio- ¡Lárgate de mi vida y no me vuelvas a buscar!

 

Peter se marchó y Wilson ya no intentó seguirlo o detenerlo.

 

-¿Y ahora qué $%##&%$& le diré a esos dos? ¿Qué Pett me odia y no es tan sencillo convencerle de algo? Stark me descuartizará hasta que sus baterías se le agoten… Pero eso no me preocupa… ¿Acaso no me perdonará jamás?

 

***

 

Steve Rogers se aseguró que las dos mujeres tomaran sus bolsos y se encaminaran hacia las limousines que se las llevarían lejos del complejo y con un poco de suerte, lejos de la vida complicada de Thor. Ninguna quería retirarse, especialmente Jane, quien aun desafiaba la reacción de Odinson ante las frases increíbles de su hermano menor.

 

-Hey… se trata de que nos comportemos como adultos civilizados… Jane, quizá es tiempo de que comprendas que no encajas más en este romance… que ya no eres parte de este show, tu tiempo finalizó…

 

-Pues eso les debe quedar claro a las dos, Cap: Señoras… pueden retirarse con dignidad “alguien” muy especial está esperando allá arriba a este rubio cabeza-hueca- respondió Stark, empujando a Thor a seguir el mismo camino de Loki- Pero está esperando, caballerosamente, que ustedes se vayan… ¡Chyao! ¿Podrían irse ya? ¡Bye bye!

 

-¿Thor?- cuestionó el Capitán, arqueando la ceja- ¿Qué esperas para subir?

 

-Loki acaba de decirlo… lo dijo…- balbució Odinson, cuya expresión de puro éxtasis claramente indicaba que la presencia de Jane y de Helen pasaba a segundo término- ¡Lo dijo! ¿Qué se supone que debo decirle? ¿Cómo?

 

-Me parece que interpretamos mal sus palabras, quizá solo quiere dejar establecido que su hermano lo protege contra todo, aun contra nosotras…- argtumentó Jane, arrebatando de mala manera su bolso a Rogers, que insistía en despedirlas.

 

-¿Que el Beach Boy es “SU” hombre te parece que no queda claro?- exclamó Tony, en medio de carcajadas de felicidad- ¡Su hombre! ¿Saben lo que eso significa, doctoras? ¡Que se terminó el anonimato! ¡Que ya no quiere esconderse! ¡Anda, tonto… ve por él! ¡Te está esperando! Ese Dios de la Travesura, en la alcoba… está esperando a SU hombre… ¿Es que lo dejarás así toda la noche?

 

Animado por el deseo y por sus amigos… Thor por fin reaccionó, asintió con un movimiento de cabeza y subió. De dos zancadas se paró frente a la puerta de la alcoba de Loki y casi golpeó con los nudillos para llamar… pero en lugar de eso, simplemente giró la perilla y al notar que la puerta estaba abierta, entró…

 

Todo estaba silencioso y en semipenumbra, Loki estaba de pié, mirando por la ventana, perdiendo su mirada de esmeralda en la preciosa noche estrellada. Los últimos rayos del sol ya se habían desvanecido y un tibio viento de verano se colaba moviendo ligeramente sus negros cabellos, que llevaba sueltos y en desorden, como si los hubiese sacudido un poco para dejar caer los mechones con gracia espontánea sobre sus hombros.

 

-Mañana…- comenzó a hablar sin darle oportunidad al mayor- Mañana estaré frente al Juez de este mundo… ¿Y sabes lo que me dirá? –Thor negó con un monosílabo, sin dejar de acercarse- Pues me dirá que no soy bueno para pelear la custodia de mis niños… dirá que no puedo tenerlos la semana que me corresponde por la recaída en mis adicciones… me dirá todos los errores que cometí al llamar, al amenazar a esa mujer y al drogarme… y los perderé… Perderé a Nari y a Vali… entregarán la custodia a Theodore y a su esposa y yo… yo no tendré razón alguna para seguir viviendo…

 

-¿No tendrás razones para vivir, dices?- cuestionó Thor, deteniéndose a un paso del menor, justo tras su espalda- ¿Y yo… no importo? ¿Y yo… padre de esos maravillosos niños… no cuento?

 

-Nunca he confirmado que tú seas el padre…- sonrió Loki, sintiendo el aliento cálido del rubio muy cerca de su nuca.

 

-Tampoco lo has negado… y al final… no es necesario. Lo he sentido muy dentro de mi corazón, sé que es verdad…

 

-No seas vanidoso… mis hijos son perfectos, por eso te interesa que sean tuyos. Pero… ¿Y si uno o ambos hubiesen sido más como Jötnar? ¿Si tuviesen piel azul y ojos de fuego?

 

-Los amaría igual que como los amo ahora…

 

-Quizá no seas el padre… ¿Por qué tomarías esa responsabilidad? Yo no te la estoy dando…

 

-Soy tu hombre… ¿No es cierto? –soltó Thor entonces, animándose al fin a poner las cosas en claro con aquel voluble, encantador, pero indescifrable ángel que era su adoración- Eso sí que lo dijiste. Soy tu hombre… y solo a tu hombre serías capaz de engendrarle hijos… Nari y Vali son míos… mi sangre y tu sangre, unidas... no lo niegues más… y te doy mi palabra de que juntos lucharemos por ellos… no cederé la custodia a ningún mortal…

 

Loki cerró los ojos, suspirando aliviado por la promesa que acababa de escuchar… permitió que un par de brazos fuertes y cálidos lo rodearan, lo estrecharan contra un pecho poderoso cuya respiración se agitaba por su presencia, por la mutua cercanía… si… varios y terribles errores entorpecían el proceso para recuperar la custodia de sus niños… y su última carta estaba ya sobre la mesa… la paternidad de ambos. Y la certeza de tener a Thor, al amado tonto, a aquel por quien su corazón latía en secreto y a voces, aquel a quien una vez se entregó en cuerpo y alma… le daba un poco de esperanza, un poco de paz en las tribulaciones de su alma inquieta.

 

¡Si pudiera contarle todo el resto de la historia! Si Thor se enterara que la esposa de Theodore no era otra que la misma Sigyn, asgardiana, portadora sin duda de intriga mucho mayor que todavía no era posible descifrar. Guardó silencio para no complicar aquel momento cuyo perfume era el de una dulce reconciliación… estaba decidido a recuperar su eterno amor, su eterno amante, al hermano que hacía mucho tiempo dejó de serlo… y para eso, requería callar asuntos que quizá después, serían motivos de discordias mayores.

 

-Lo eres… al menos lo has sido en el pasado…- respondió Loki, volviéndose de frente al rubio y empujándolo con firmeza hasta lograr que se sentara sobre la cama- Mi hombre… el único que ha tenido con toda sinceridad… mi amor…

 

Con un movimiento se montó a horcajadas sobre las rodillas del otro, frotándose un poco mientras desabotonaba la camisa midgardiana de Thor y pegaba su boca roja en un beso apasionado y hambriento. Loki estaba excitado. Y Thor no podía permanecer insensible a eso…

 

-Dioses de lo eterno…- gruñó, mientras su entrepierna respondía de inmediato a la cercanía del pelinegro- Loki… no podré detenerme si sigues haciendo esto…

 

-¿Quién dijo que quiero que te detengas?

 

Las manos del mayor cerrándose sobre el redondo trasero fueron la respuesta, firmemente agarrado, Loki fue impulsado hacia adelante y atrás para continuar estimulando al enorme animal que despertaba entre las piernas del Dios del Trueno. Saboreándose de antemano, humedeció un poco los labios y se quedó atrás, listo para liberar el miembro erecto que se desplegó, duro, fuerte y palpitante… lo tomó con ambas manos, mientras murmuraba todo lo que extrañaba sentirse partido en dos por aquel buen trozo de carne Aesir, Thor sonrió, llevando un dedo entrometido hasta la parte media del blanco trasero, por debajo del ligero pijama y localizando el orificio suave y cálido, para preparar su entrada.

 

Nuevamente, el gemido de Loki, mitad de dolor y mitad de placer, terminó por hacer estallar los sentidos de su hermano adoptivo… Thor movió en círculos su dedo, procurando relajar el paso a la fuente de su futuro placer… Loki estaba ya con ambas manos empapadas de los líquidos derramados por los dos… tomó el miembro del rubio y lo unió al suyo propio, mientras la ropa le era prácticamente arrancada para dejarlos a los dos casi desnudos… Loki con la camisola del pijama verde y Thor con los pantalones, la ropa interior y la voluntad de resistir, debajo de las rodillas.

 

No hubo demasiado juego previo… los gemelos tenían casi cuatro años de edad y la última vez que habían estado juntos fue un desastre de rapidez… En el drakkar… rumbo a Svärtalheim… cuidando que Foster siguiera dormida y no los escuchara gemir mientras hacían el amor. La misma ocasión en que Loki quedara impregnado…

 

Loki apuntaló la cabeza enrojecida y húmeda, se la encajó de golpe casi hasta la mitad y después, simplemente dejó que se deslizara hasta el tope. Los dos se quedaron muy quietos por varios segundos, no era sencillo acostumbrarse al tamaño del intruso… pero de verdad el hijo de Laufey estaba deseoso, comenzó a moverse lentamente… subiendo y bajando… logrando relajarse y que la penetración fuese completa y satisfactoria.

 

-Tenía hambre de ti… mi amor…- gruñó Thor, ayudándole a entrar y salir levantándolo como si no pesara nada, y embistiendo con dureza cuando Loki estaba abajo- Este es tu lugar… sobre mí… devorándome…

 

-Cállate…- gimió el menor, sin bajar el ritmo de su vaivén- Tú eres mío… ¿No es cierto?

 

-Lo soy…

 

Pasaron los minutos más hermosos, con el perfecto vals del amor, Loki se aferró con fuerza al cuello del rubio, clavó sus uñas esmaltadas en la bronceada piel de los fuertes hombros, porque de verdad estaba ansioso de tenerlo dentro y el placer lo estaba elevando a todo galope hasta el éxtasis… gemía y se quejaba con sensualidad… y cada murmullo de su voz enardecía más al rubio, que igual que un potro salvaje, reparaba inmisericorde, haciendo rebotar el blanco trasero, que lucía ya enrojecido y con las claras marcas de los dedos de las manos de Thor. El sudor de los dos cuerpos intensificaba los aromas del amor, del perfume a sándalo, de las saladas lágrimas que Loki derramaba porque igual que en la tristeza, no podía contener el llanto cuando estaba harto de placer… y según los espasmos del falo que tenía en su interior, parecía que estaban muy próximos a terminar… comenzó a halar su propio miembro para llegar al orgasmo junto a su amante… y Thor, al notarlo, lo reemplazó en tan grata tarea… llenándose las manos, el pecho y hasta el rostro cuando la blanca explosión lo hizo derramarse y como si esa fuese la señal… terminó también… abundante, caliente y placentero…

 

***

 

Sábanas limpias, ducha obligatoria… las reglas de la cama con Loki no cambiaban demasiado, a pesar de los años transcurridos… y Thor las acataba con alegría. Ayudó a cepillar el negro cabello, amando cada mechón, cada rizo, cada gota de agua perfumada que aun resbalaba por aquella elegante y arqueada espalda, de piel tan blanca, de piel tan sedosa… besó sus hombros… era casi imposible escapar del impulso de continuar venerándolo.

 

-Todavía hueles a mí…- susurró a su oído, esperando hacerlo reaccionar y volver a la cama para una tercera sesión amorosa- Y me encantas… me gustas… como siempre me has gustado… tu cuerpo, tu cabello… tu boca… Loki, te amo… jamás he podido olvidarte. Estás en mi corazón y en mi mente, unido como la luz al día… como las estrellas a la noche…te amo… te amo…

 

-Deberías cuidar tus palabras…- respondió Loki, alzando su diestra hasta alcanzar la barba del asgardiano y acariciarla, sin volver el rostro y ladeando un poco su cabeza para seguir siendo besado- En el pasado hemos jurado amarnos y siempre terminamos distanciados… hay dolores que ya no quiero aumentar en mi vida… tengo demasiados problemas, estoy metido en suficientes conflictos como para arriesgarme a que me vuelvas a romper el corazón… o peor aún cariño… no quiero rompértelo yo a ti…

 

-¿Crees que terminaremos de nuevo? ¿Crees que estar juntos es un error?

 

-No lo sé, Thor... siempre he sido un descrédito para tu reputación, para tu futuro…

 

-Cállate… -concluyó el rubio, recostando a Loki y colocándose sobre él, dispuesto a amarlo nuevamente- Mañana, en la audiencia… no estarás solo, no lo estarás nunca más… esos niños, mis hijos… nuestros hijos… no serán apartados de ti…

 

***

 

Y la mañana siguiente llegó… todo sucedió tal y como Loki temía. Nada le fue favorable, incluso el Juez se vió inclinado a ya no extender más las audiencias, apresurándose a finalizar.

 

Loki escuchó con atención la resolución del Juez… no podía creerlo, sus acciones estaban actuando en consecuencia y sin darle el beneficio de la duda, la custodia de Nari y Vali le estaba siendo concedida al mortal. Además: “Se daba la indicación que en adelante se les llamara Alan y Austin Thyerson” y quedaban legalmente bajo la custodia absoluta de Theodore Thyerson.

 

-No…- murmuró, apretando los puños y maldiciendo el no poseer sus poderes. Los mortales hubiesen caído a sus pies, convertidos en cenizas tan solo por atreverse a tocar a sus niños…

 

-Señor Laufeyson, queda usted autorizado para apelar esta decisión, si encuentra argumentos nuevos para retener la custodia. También se abre la negociación para conciliar las condiciones de las visitas, que deben estar supervisadas y además, debe usted entregar dos veces por mes, un certificado médico que acredite que se encuentra libre del consumo de drogas…

 

-Señoría, quisiéramos solicitar que reconsidere su decisión- dijo el abogado de Loki- A mi cliente no se le ha dado la oportunidad de ser evaluado como padre, igual que al señor Thyerson.

 

-No puedo disculpar sus faltas, abogado… las amenazas y las drogas son asunto serio.

 

-También el incumplimiento de las obligaciones de sustentar la pensión a la que los niños tienen derecho y que en tres años, el señor no hay pagado… ni un solo centavo… y eso hay sido dispensado por la ley… ¿Por qué no aplica de igual forma hacia el señor Laufeyson?

 

La medida del abogado surtió efecto, al menos a medias… se ordenó una evaluación supervisada para la mañana siguiente. Los pequeños no irían a casa con Loki, pero estarían juntos y se practicarían algunas pruebas. Así pues, todo estaba listo a las ocho de la mañana en punto. El salón tenía una pequeña mesa, varios juguetes y áreas de ejercicio. Una de las paredes estaba recubierta de espejos, Loki calculó que serían observados desde el otro lado, así que solicitó que además de sus abogados, su hermano Thor estuviese presente.

 

-¡Padre!- gritaron ambos al verle, lucharon por desprenderse de los brazos de la Trabajadora Social y corrieron a donde el pelinegro los recibió con brazos abiertos, sonrisa franca y lágrimas en los ojos- ¡Papá! ¡Papá Loki!

 

-Queridos de mi corazón… motivos de mi vida… los extrañé…

 

-¡Vámonos ya! ¡Vámonos papá, ya no quiero estar aquí, quiero ir a casa contigo!- exclamó Vali, fuertemente abrazado a su padre, su pequeño cuerpo se estremecía y sus ojos grises brillaban por las lágrimas contenidas- No nos dejes otra vez…

 

-Vali, cariño… estas buenas personas los han cuidado con amor… quizá sea necesario que estén con ellos unos días más- intentó explicarles, mientras la Trabajadora anotaba los claros signos de ansiedad que mostraba el niño- Debes tener confianza… te aseguro que tu hermano y tú estarán muy bien.

 

-No es cierto, papá… ese hombre nos grita demasiado… y castiga a Vali dejándolo sin cenar. Eso a mi hermano no le importa porque es fuerte, yo le llevo pan a escondidas, pero no me gusta que lo hagan llorar…

 

-Nari… eso que estás diciendo ¿Cómo es? ¿Cómo los castigan? ¿Los han golpeado?

 

-Responde a esta dama, hijo mío…- dijo Loki, animando al pequeño y poniendo un gesto de muy pocos amigos.

 

-No nos pegan… yo sé que soy más fuerte que ellos y si me pegan, yo lo haría con más fuerza… a mí no me castigan, haga lo que haga, porque me tienen miedo… yo soy fuerte, muy fuerte… pero a Vali lo castigan porque no quiere defenderse, ni me deja defenderlo… pero yo puedo cuidarlo y no tengo miedo de ese hombre y esa mujer…

 

-¿Hay alguna otra prueba que necesite del error que han cometido separando a mis hijos de mi cuidado?- cuestionó Loki, volviendo a estrechar a los dos contra su pecho.

 

-Vali, Nari… el señor Theodore es padre de ustedes… ¿Por qué no lo llaman así?

 

-¡No es nuestro padre!- gritaron ambos, volviendo sus caritas molestas- ¡Padre Loki lo es! ¡Tío Thor también es nuestra familia! Y nadie más… esos no son nada, no los queremos…

 

Loki estaba esperando ese momento… el más sensible para los abogados y el Juez, y no necesitó mediar sino un par de palabras para que sus niños expresaran su disgusto por un hombre desconocido… esa era su última carta y la jugaría.

 

-Theodore jamás ha sido la figura de un padre para mis niños… y quizá sea hora de confirmar esto: Él no es el padre biológico… daré paso al verdadero padre para que reclame sus derechos

 

-¿Y quién sería, señor Laufeyson? ¿Y por qué ahora desea revelar esa información?

 

-Porque recientemente lo he recuperado… porque es mi apoyo y lo será para sus hijos… porque la noticia está por revelarse al mundo y es justo que la sepan ustedes por mi boca y no por personas ajenas…

 

-Le advierto, Señor… he visto que los niños lo aman y que no tienen ningún vínculo con quien dice ser su padre también… ¿Está seguro de desear entrometer a un tercer actor en este asunto ya complicado? ¿Tiene usted alguna prueba para negar la paternidad del señor Fhyerson y revelar la del verdadero?

 

-Por supuesto…- dijo Loki, colocando a Vali en el suelo y acercando a Nari para colocarlo mirando a la pared de espejos- Querido… ¿Recuerdas a Mjölnir, verdad? El martillo mágico, que tanto te ha gustado, quiero que extiendas la mano y lo llames… ordénale al martillo volar a tu mano… atrápalo con cuidado cuando llegue…

 

Nari obedeció… por supuesto que recordaba el arma de su Tío Thor… extendió su brazo y lo llamó: “Mjölnir, ven…” murmuró… todos guardaron un silencio expectante, por segundos que se antojaron eternos, no parecía suceder nada. La Trabajadora Social se atrevió a preguntar de qué se trataba aquella especie de demostración, pero sus palabras se quedaron a medias cuando el cristal de hizo añicos… el estruendo la hizo gritar y cubrirse con los brazos como reacción de defensa… cuando fijó de nuevo la mirada pudo ver el cuadro completo:

 

Nari sostenía el fabuloso martillo Mjölnir en su diestra, como si nada pesara, como si fuera un juguete más… lo sostenía alto, con orgullo, con firmeza… y no más orgulloso estaba Loki al verlo y su sonrisa no dejó ninguna duda al ver acercarse, atravesando los ventanales rotos, al Dios del Trueno… feliz, satisfecho y colorado de un creciente amor y orgullo por saberse confirmado, de la manera más hermosa e infalible, de su paternidad con los hijos de Loki.

 

Ahora más que nunca antes estaban juntos… unidos y listos para formar una familia, un hogar y un futuro.

 

-Yo lo sabía…- dijo Nari, al ver al rubio Odinson, al ver su estampa poderosa, su presencia varonil y su aura protectora- Mi hermano me lo dijo y yo le creo… él sabía que no eras nuestro tío… sino nuestro padre…

 

Los cuatro reunidos por primera vez como familia… Thor pasando su brazo por la cintura de Loki, y ambos niños junto a ellos. Así fue revelado el secreto, los abogados hablaban entre sí, las cosas daban un giro dramático y desconocían los motivos de Loki al revelarlo todo así de improviso… solicitaron ambas partes al Juez un plazo para reorganizar sus alegatos, y para entender lo que estaba sucediendo.

 

-Me quedaré con mi familia hasta mañana… si puedo, me los llevo a casa… si no, entonces digan donde pasaremos este día y esta noche, pero algo si es cierto: Lo pasaremos juntos… y mañana el Juez que diga lo que tenga que decir.

 

Las palabras contundentes de Thor surtieron su efecto. Nadie se atrevió a detenerlos, caminaron hasta la parte exterior del edificio de Justicia y en un alarde de fuerza, solicitó a los niños que se sujetaran a su padre Loki. Luego revoleó su martillo y se elevaron por el cielo sin el más mínimo esfuerzo.

 

Sigyn y Theodore al enterarse, se retiraron a toda prisa en lugar de colocar su inconformidad. Nadie, con excepción de Loki, sabía con certeza que diantres estaba sucediendo…

 

Y nadie tampoco tenía idea de lo que podía ocurrir en las siguientes horas…

Notas finales:

De regreso por fin. Les cuento que mi laptop tuvo un pequeño accidente y me cuesta bastante trabajo escribir decentemente. Pido disculpas si se ha ido algún error, pero mi teclado escribe letras combinadas y en ocasiones no me doy cuenta.

Este capítulo me ha costado un enorme esfuerzo, porque tengo que corregir muchas veces buscando palabras mal escritas, espero les guste.

La historia ya va más allá de su mitad, eso creo... gracias con el alma a quienes siguen siendo fieles lectoras, las adoro, en serio... no sé si ya las aburro o el fandom muere o qué sucede, pero yo escribo con todo mi amor y se lo dejo de igual forma. Agradezco los comentarios que me dejan, los adoro.

Besos a ustedes, que me leen.

Esta historia se las dedico de corazón.

Sangre samurai.


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