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PRIMER AMOR por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, Elizabeth y yo les traemos el capítulo nuevo, esperamos que les guste

Capítulo 4.- Regalos y otras cosas

 

La tarde cayó rápidamente y fue en ese momento en el que Shun comenzó a despedirse de sus amigos quienes regresaban a sus hogares luego de pasar una gran tarde festejando su cumpleaños, él con una sonrisa los fue despidiendo y por supuesto agradeciéndoles el que hubieran asistido a su fiesta sorpresa.

 

Cuando Shun se despidió de Hades sintió un cosquilleo cuando el moreno tomó su mano para luego dedicarle una sonrisa, para ese entonces Shun se había sonrojado y por supuesto no se libró de las preguntas inquisidoras de Seiya. Cuando todos ya se habían marchado Ikky y Shun estuvieron de acuerdo en ayudar a Aioros a recoger todo lo que se había usado aquel día, el castaño les había dicho que no hacía falta pero aun así los hermanos ayudaron en todo, por lo que dos horas después y con el patio de la casa ya arreglado ambos estaban listos para marcharse

- Muchas gracias por dejarnos hacer esta fiesta en su casa —Shun todo espontáneo lo abrazó en agradecimiento, el castaño mayor lo abrazó también pensando en su propio hijo, Shun también era como un hijo para él.

- Fue un placer —respondió Aioros, Ikky también le dio las gracias y luego de que Seiya se despidiera de Shun con un fuerte abrazo ambos hermanos regresaron a su casa, al entrar al lugar Ikky suspiró había sido un largo y agotador día pero todo valía la pena cada vez que veía la sonrisa de Shun que estaba hablando ausentemente de todo lo que se había divertido, Ikky amaba su inocencia y la forma tan fresca de ser de su hermano, Shun tenía una adolescencia normal, no fue tan dura como la que le tocó vivir a él, pero eso… es otra historia…

- Gracias por todo Ikky — sonrió el menor para luego abrazarlo.

- No me lo agradezcas mucho, es poco para lo que me gustaría darte, sabes que eres mi hermano favorito y me alegra que la hayas pasado bien — el mayor correspondió a su abrazo.

- Iré a darme un baño y a preparar mis cosas para mañana — dijo Shun cuando ambos se habían separado, Ikky asintió al decir:

- De acuerdo, pero antes de irte a dormir ven a mi cuarto quiero darte algo — Ikky sonrió muy divertido al decir esto, Shun en cambio se mostró intrigado, ¿Qué sería lo que su hermano quería darle?. Aun así no preguntó nada más y subió las escaleras rumbo a su cuarto, al llegar fue directamente hacia el baño, en donde llenó la bañera y se deslizó en ella hasta quedar cubierto por el agua, estaba agotado pero feliz, sin duda había sido un cumpleaños maravilloso. Extrañamente no puedo evitar pensar en Hades y en lo que había sentido cuando el mayor pasó sus manos por sus brazos en un intento de calentarlo, Shun movió su cabeza hacia los lados tratando de borrar aquellos pensamientos, Hades era su profesor y amigo de su hermano, él no podía estar pensando en él de otra forma.

 

Veinte minutos después salió del baño y se vistió con una de sus pijamas, cuando estuvo listo fue hacia el cuarto de su hermano y luego de golpear la puerta entró. Ikky se encontraba frente a su escritorio y al parecer revisaba las tareas de los alumnos.

- ¿Estás ocupado?, porque puedo regresar luego si lo estás – Shun preguntó porque no quería interrumpir a su hermano, que se sacó sus anteojos y se levantó al decir:

- No, está bien — Ikky caminó hacia su mesa de noche y sacó del cajón una pequeña caja de color azul con un moño plateado, Shun la tomó y lo miró con una sonrisa en los labios, Ikky le hizo una seña para que lo abriera, Shun lo hizo y al ver la caja es que no lo podía creer, sin pensarlo mucho saltó a los brazos de su hermano para decir:

- Gracias Ikky, pero no debiste, la fiesta fue más que suficiente

- Si pero pensé que te sería útil, es la última moda y todas esas cosas – Ikky sonrió al ver la cara de felicidad de su hermano, Shun le había martillado el cerebro por meses pidiéndole un teléfono celular pero Ikky no se lo había comprado, y le había dicho que le compraría uno cuando vaya a la universidad, y que si tanto quería uno pues que trabaje, así que esto en verdad Shun no se lo esperó

- Si es la última moda, es igual al que tiene Seiya – dijo Shun apreciativamente, era en verdad de última tecnología

- Por supuesto que lo es, pero eso no es todo, esto tiene que ser tu arma desde este momento, nunca está por demás la seguridad hermanito — dijo Ikky con absoluta seriedad, cuando Shun escuchó aquello arqueó una ceja y respondió:

- No Ikky, esto no es un arma, es un celular —le dijo mostrándole el aparato, Ikky bufó al decir:

- Lo es, cuando tengas un problema solo debes llamarme y estaré ahí de inmediato, puedes tomar fotos a las placas del taxi y enviármelas a mi cuando tomes uno, tiene una aplicación que tiene GPS incorporado así que quiero que lo lleves contigo siempre, solo mantenlo en silencio cuando estés en clases, no quiero que mis compañeros te lo quiten por uso indebido, porque eso si Shun, ni creas que voy a hablar con ninguno de tus profesores si alguno de ellos te lo quita, estás advertido —dijo Ikky seriecísimo porque aún recordaba a Milo y sus miradas indiscretas, este muchachito era uno de sus alumnos y no le gustaba como miraba a su hermanito, por ese motivo le había comprado un celular, y cuando en la fiesta vio como Milo desnudaba con la mirada a Shun supo que había hecho una gran inversión, Shun sintió ganas de reír en aquel momento, solo su hermano podía decir algo así, pero de todas formas no quiso molestar al mayor con preguntas.

- De acuerdo, Ikky, será mi arma letal, tú no te preocupes por nada que yo soy prudente —Shun hizo énfasis en su última palabra.

- Está bien, más te vale - luego de su corta plática se despidió del mayor ya que estaba cansado y deseaba ir a dormir, cuando llegó a su cuarto revisó su mochila y que todo estuviera listo para el día siguiente. Cansado pero feliz se dejó caer en la cama y abrazó con fuerza su almohada, el aroma del perfume de Hades no se le había quitado de la mente y prácticamente lo podía oler, su solo recuerdo hizo que se estremeciera entero, pero se recriminó una vez más por estar pensando en Hades, nunca le había sucedido algo así, sin duda el moreno había llegado para remover todos sus sentimientos.

 

A la mañana siguiente cuando se despertó Ikky ya se había marchado, así que se levantó, se preparó el desayuno y cuando terminó salió de su casa, pasó por la casa de Seiya y ambos caminaron hacia la parada de autobuses, el castaño tenía una cara de sueño única pero reaccionó cuando Shun le mostró su nuevo teléfono y le contó la historia del arma letal que Ikky le había dado, Seiya se rió con ganas ante esto, había que tomar en cuenta al hermano de Shun para la paranoia.

 

Cuando entraron al salón y mientras esperaban la llegada del profesor, el comentario general de los chicos fue la fiesta del domingo, lo bien que la habían pasado y todas esas cosas, Shun copió los números de todos ahora que ya tenía celular propio y estaba riendo divertido porque Seiya le había enviado algunos memes buenísimos.

 

Cuando el profesor de inglés entró todos fueron rápidamente a sus respectivos lugares, la clase trascurrió sin ningún tipo de inconveniente, a Shun le tocó realizar una lectura y la hizo sin contratiempos, hicieron un trabajo en grupo en el que se rieron mucho, en fin… fue una clase común y corriente, por eso cuando finalizó, todos juntaron sus cosas y salieron

- ¿Vamos a caminar? — propuso el castaño.

- Mejor ven a la biblioteca conmigo — sonrió su amigo, Seiya resopló y se cruzó de brazos, uno de los lugares favoritos de en escuela de Seiya no era precisamente la biblioteca.

- ¿Y a qué vas a la biblioteca? – preguntó Seiya frunciendo el ceño

- A buscar el libro que nos encargó el profesor Saga

- Ese trabajo es para la próxima semana – protestó Seiya, a su criterio Shun era muy dramático a veces con lo de los plazos de los trabajos

- Pero quiero adelantarlo – porfió Shun ladeando la cabeza, Seiya sonrió e hizo una seña de despedida al decir:

- Mejor nos vemos luego cuando se te pase el irrefrenable deseo de ser buen estudiante, no vaya a ser contagioso

- Cuando te saques cero no me vengas a estar llorando – contestó Shun divertido

- No papá Shun, me aguanto el cero solito, si quieres bajar nos vamos al coliseo creo, necesitas sol Shunny, no todo en la vida son libros

- Ok., yo bajo al sol más tarde

- Bye

 

Shun sonrió cuando vio a Seiya reunirse con un grupo de chicos y todos salían escandalosamente, sin duda nunca lograría que el castaño fuera de buena gana a la biblioteca, así que salió del aula y caminó directamente hacia el edificio en donde se encontraba la biblioteca, al llegar caminó entre los estantes buscando el libro de ciencias que el profesor Saga les había pedido.  Sonrió cuando finalmente lo encontró, pero hizo una mueca al ver lo alto que estaba, maldita raza, ¿por qué tenía que ser precisamente él el pigmeo de la familia?, Ikky era altísimo, dioses… no hay justicia para el chaparro, pero bueno… ante situaciones desesperadas se puso de puntitas y extendió su mano tanto como le fue posible.

 

Fue en ese momento en el que una mano pasó sobre su cabeza y tomó el libro que Shun deseaba, el de cabello verde se volteó para agradecer aquel gesto pero grande fue su sorpresa al ver de quien se trataba, frente a él estaba el profesor Hades quien sonreía mientras sostenía el libro en su mano derecha.

- Aquí tienes — dijo el mayor mientras extendía su mano.

- Gracias — respondió el joven mientras tomaba el libro, un silencio algo extraño cayó ante la incomodidad del chico que abrazó el libro contra su pecho y bajó su mirada, maldijo internamente a todos sus ancestros porque sintió que se sonrojó sin razón, Hades no estaba haciendo nada ni le dijo nada como para ponerlo todo nervioso, era su sola presencia la que lo descontrolaba. Hades no pudo evitar sonreír al ver las pálidas mejillas del chico teñirse de rojo, le parecía tan gracioso esto en Shun, es que no podía tener el carácter más diferente que el de su hermano mayor. Desde que Shun se cruzó en su camino supo que sería alguien importante en su vida, y en estos pensamientos estaba hasta que Shun todo cortado dijo: - Yo… debo irme, gracias por ayudarme – hizo una seña con la mano y estaba listo para salir del lugar, pero en aquel momento el moreno lo tomó de la mano suavemente para detenerlo.

- Espera, ¿puedes buscarme en la sala de profesores en la siguiente hora? — le preguntó el mayor

- N-no…no lo sé —susurró el chico, sintiendo un extraño hormigueo en su mano.

- Voy a esperarte, tengo algo importante para ti — dijo con seriedad el maestro, Shun solo asintió al ver su mirada.

- De acuerdo, haré lo posible para ir.

- Te espero entonces, mira que me lo prometiste y no se vale romper las promesas — sonrió Hades para luego soltarlo y ver como Shun salía corriendo de la biblioteca.

- Yo no he prometido nada – contestó Shun medio asustado, Hades en cambio rió con ganas al ver la cara de susto que tenía

- Prométemelo entonces, es importante

- Ok. – dijo Shun todo inseguro, Hades le sonrió y se alejó por el pasillo, había dejado su portafolios con todas sus cosas regadas en una de las mesas, no que tuviera nada interesante entre sus papeles, pero a la bibliotecaria le molestaba el regadero en sus impecables mesas

 

Shun en cambio no esperó mucho para correr por el pasillo y  luego hacia su salón al que llegó con la respiración agitada, se llevó una mano a su pecho en un intento de tranquilizar su corazón que latía con violencia, aquel contacto con Hades lo había puesto demasiado inquieto y lo hacía confundir aún más, caminó hasta su lugar y se dejó caer en su silla, para su buena suerte vio como sus compañeros entraban al salón seguidos por el profesor de Física.

 

Cuando la clase comenzó, Shun notó que el lugar que siempre ocupaba Mu estaba vacío y se preguntó en dónde estaría, él no era de los que se fugaba de clases ni mucho menos, su papá lo ahorcaría entonces lo más probable era que se sintió mal y se encontraría en la enfermería.

 

La hora avanzó y finalmente cuando faltaban quince minutos para finalizar la hora, luego de mucho pensarlo decidió que si iría a su cita, dioses… ¿era una cita?, no… ¿o sí?... la verdad le dolía la cabeza de solo pensarlo, y con el convencimiento de que al mal paso hay que darle prisa, levantó su mano y pidió permiso para ir al baño, el profesor lo autorizó y salió del lugar. Caminó a pasos lentos hacia la sala de profesores, y mientras recorría el pasillo vio como la puerta del laboratorio de ciencias se abría y vaya que se llevó una gran sorpresa al ver salir a Mu del curso, ausentemente se arreglaba el cabello con sus manos y tenía una sonrisa en su rostro, pero esta se borró al ver a su compañero de clases.

- Shun, ¿Qué haces aquí? —preguntó con cierto tono nervioso.

- Yo… voy al baño – contestó Shun, ya había mentido para salir entonces había que mantener la mentira hasta el final

- Genial… yo ya iba al salón, estuve en la enfermería pero recordé que había olvidado un libro en este laboratorio — se excusó Mu pero sonó por demás culpable, en especial porque no tenía ningún libro en las manos, Shun sabía que en algo andaba Mu con el profesor Saga pero… su pelilila amigo en la fiesta de cumpleaños les había dicho que nada, que Saga no había ido a su cita como habían quedado y que todo había quedado ahí, aparentemente no era así

- Ajá… - dijo Shun y arqueó una ceja mirando las vacías manos de Mu que suspiró y dijo en tono urgente:

- Ok., Shun… tienes que cerrar la boca y guardarme el secreto, Saga me hizo prometer que no le diría a nadie, ni a Shaka le he contado, así que… ¿me guardarás el secreto Shun?, ¿me lo juras? – Mu tomó a Shun del brazo y lo llevó por el pasillo alejándose del laboratorio de ciencias, era claro que Mu consideraba esto como si fuera un asunto de vida o muerte

- Claro… tu secreto está a salvo conmigo – respondió el muchacho de ojos verdes sin saber que más decir

- Gracias Shun, ¿me perdí algo de física?

- Nada interesante – Shun se encogió de hombros al decir esto, Mu sonrió y soltó a Shun al llegar a los baños del piso

- Me voy al aula, recuerda que me lo prometiste Shun

- Claro, aparentemente hoy es el día de prometer cosas – el joven suspiró con resignación, sólo a él le pasaban estas cosas

- ¿Qué más prometiste? – Mu frunció el ceño, no era normal lo que Shun dijo y mucho menos su tono

- Nada… no me hagas caso, ya vete… - Shun se volteó y siguió su camino, no estaba muy convencido de guardarle el secreto a Mu, no que fuera a contarle a nadie sino que preferiría no saberlo, ya nada ya…

 

Para mantener la mentira, Shun entró al baño sin necesidad de ir, así que se lavó el rostro para tranquilizarse un poco, el prospecto de encontrarse a solas con el profesor Hades lo ponía nervioso, se encaminó hacia allá unos minutos después y cuando llegó hasta la sala de profesores golpeó la puerta con decisión, la voz de Hades se dejó escuchar.

- Con permiso —dijo el joven mientras entraba, Hades, quien en ese momento se encontraba revisando unos documentos sonrió al verlo, y luego de quitarse sus anteojos se incorporó y señaló la silla junto a la suya en claro gesto para que Shun se sentara a su lado.

- Me alegra que vinieras, ten… esto es para ti — el mayor le sonrió mientras le entregaba una pequeña cajita de terciopelo color negro.

- Yo… no puedo aceptarlo — susurró el muchacho sin tocar la cajita

- Por favor, acéptalo que es tu regalo de cumpleaños — le dijo pero el menor volvió a negar.

- No puedo, no sería correcto — respondió el joven desviando su mirada hacia la puerta, Hades suspiró, sabía que no sería fácil, este muchachito era muy tímido pero eso era una de las cosas que más le gustaban de él

- No te estreses que es solo un detallito, no es nada importante - Shun levantó su mirada y se perdió en aquellos ojos oscuros.

- Está bien —aceptó finalmente el regalo, Hades sonrió y depositó la pequeña caja en las manos del chico que sonrió y la abrió, se sorprendió al ver una fina cadena de oro blanco con un dije en forma de unicornio, pero sin duda lo que más llamó su atención fue que este fuera de color negro, no lo que se esperaría de un unicornio que se respete

- Es negro — susurró mientras observaba aquel regalo, el moreno asintió.

- Así es, sabes hay una vieja historia sobre él —comentó y vio la mirada de Shun iluminarse, por aquel motivo decidió continuar hablando— Los unicornios son criaturas mágicas y siempre fueron blancos, pero alguna vez nació un unicornio negro que fue separado de la manada porque lo creían perverso, pero no... resultó que su magia era más poderosa de la normal, y por eso su color, fue ese unicornio  de color negro el que salvó a toda su manada de unicornios y restauró la magia en la tierra

- ¿Se acaba de inventar la historia verdad? — sonrió el joven mientras observaba aquel dije.

- Algo así, esa es la versión resumida de la que me contó mi abuelo alguna vez, pero lo importante es que espero que lo conserves y que siempre que lo veas me recuerdes — sonrió Hades, Shun se sonrojó al escuchar aquello, no necesitaba observar un dije para pensar en él, y es que desde el primer día Hades estaba en sus pensamientos.

- Claro que si, pero ya debo irme, debo regresar a clases —dijo cambiando rápidamente de tema.

- Lo sé, te veré más tarde —le recordó.

- Sí, con su permiso, y muchas gracias por el obsequio —Shun hizo una seña con la mano y salió del lugar, por su parte Hades regresó a su asiento y continuó calificando trabajos.

 

Shun regresó al aula y vio a Mu quien ya se encontraba como siempre en su lugar charlando animadamente con Shaka, wow… esto de guardar secretos de este calibre no iba con él pero… no podía echar de cabeza a su amigo, ¿o sí?, no… mejor no, porque no quería ni pensar en que su secreto se supiera, pero… ¿lo suyo con Hades era algo que ameritaba tener en secreto?, no… ¿o sí?, bueno… él no se lo había contado a nadie pero… ¿eso lo hacía un secreto?, ¿será que Hades ha dado dijes a toda la comunidad escolar?, no… no claro que no, Shun se sentía especial cuando estaba con él, y en verdad esperaba que fuera así y no fueran solo ideas suyas… dioses… ¿y luego por qué le dolía la cabeza?

 

El resto del día trascurrió con normalidad, cuando la campana de salida se dejó escuchar los estudiantes comenzaron a guardar sus cosas haciendo el mayor escándalo posible, Shun se encontraba guardando sus libros cuando en aquel momento Mu se acercó hasta él.

- Shun — lo llamó y él levantó su mirada.

- ¿Qué hay? — dijo Shun a manera de contestación

- Sólo quería avisarte que hoy en la tarde nos reuniremos en casa de Sorrento para hacer la tarea de  matemáticas — Mu dijo esto en tono casual, ellos solían reunirse al menos dos veces a la semana para hacer sus tareas, en especial la de matemáticas, Shun y Mu eran muy buenos en ella así que intentaban ayudar a los demás.

- Claro, ahí estaré.

- Nos veremos a las cuatro — le recordó.

- Ok. -  Shun cerró su mochila y esperó a Seiya que estaba distraído contestando un mensaje de texto, tenía una sonrisita en el rostro que no podía ocultar, así que cuando volvió a la realidad fue hasta Shun y preguntó:

- ¿Nos vamos?

- Sí.

 

Los amigos salieron del salón hablando de todo y nada, mientras caminaban hacia la salida se cruzaron con Hades, el profesor sólo les sonrió y les deseo un buen regreso a casa.  Mientras caminaba Shun le comentó a Seiya que sobre la reunión de estudio de ese día, pero su amigo se excusó alegando que tenía que acompañar a su padre a realizar unos importantes trámites, por alguna razón al de cabello verde no terminó de convencerse con esta explicación pero no dijo nada, simplemente le sonrió y dijo que sería en otra ocasión.

- Nos vemos luego, Shun —se despidió el castaño cuando llegó hasta la entrada de su casa.

- Adiós, dale mis saludos a tu padre —le dijo.

- Claro.

 

Seiya abrió la puerta de su casa y cuando se perdió en el interior de ésta, Shun caminó hacia la suya, buscó las llaves y entró, se quitó los zapatos y dejó su mochila en el sillón de la sala. Como siempre su hermano aún no había llegado así que subió a su cuarto para sacarse el uniforme, se dio una ducha y luego buscó en su guardarropa que podría ponerse para salir, finalmente escogió usar un jean azul oscuro, zapatillas deportivas y una camisa de color blanco, se peinó y luego bajó nuevamente a la sala, suspiró. Ikky no había llegado así que dejó una nota en la cocina y tomando nuevamente su mochila salió de casa.

 

Caminó hacia la estación de trenes, la casa de Sorrento estaba un poco alejada de la suya, así que debía hacer un viaje de casi cuarenta minutos. Para su buena suerte a esa hora del día las personas no solían utilizar el tren así que pudo viajar con comodidad. Llegó hasta la parada correcta y tuvo que caminar cinco cuadras más, cuando finalmente llegó hasta la casa de su amigo golpeó la puerta y un joven de cabello lila y ojos del mismo color, Sorrento al verlo le sonrió y lo invitó a pasar.

- Llegas justo a tiempo, Mu acaba de llegar también — le comentó, mientras caminaban hacia la sala. Saludó a Mu y de inmediato se ubicaron  en sus respectivos lugares, sacaron sus cuadernos y comenzaron a trabajar, Sorrento fue a la cocina para traer jugo y algunas botanas.

- ¿Por qué Seiya no vino contigo? —preguntó Mu.

- Dijo que debía acompañar a su padre a realizar unos trámites — le comentó lo que el castaño le había dicho, Mu arqueó una ceja al responder:

- Es extraño, vi a Seiya en el centro pero no estaba con su padre.

- Tal vez iban a encontrarse en algún lugar — respondió Shun encogiéndose de hombros, su castaño amigo tendría que darle muchas explicaciones de ser eso cierto, Seiya no estaba en condiciones de perder una sesión de estudio y menos de matemáticas.

- Sí, tal vez tienes razón.

 

Continuaron trabajando hasta que fueron las ocho de la noche, el primero en marcharse fue Mu, a quien su chofer había ido a buscar, finalmente Shun se despidió de Sorrento y comenzó a caminar hacia la estación de trenes, para su mala suerte esta vez sí tuvo que viajar de pie, y es que la unidad iba colmada de personas. Cuando llegó a casa Ikky ya había regresado.

- Ikky!!!, ya llegué — saludó el chico desde la puerta de entrada

- Cocina!!! – respondió el mayor, así que Shun fue hasta allá y sonrió al Ikky paleta en mano cuidando que no se queme la carne

- ¿De cocinero?

- Si, iba a comprar hamburguesas en el camino pero no sabía si ya comiste o no, o a qué hora llegarías y no me gusta el pan remojado y… ya sabes lo complejo que soy yo con la comida por lo que mejor me puse a cocinar, mejor ayúdame y por los cubiertos, platos, vasos y esas cosas – Ikky abrazó a Shun y le besó la frente, aparentemente estaba de muy buen humor

- Está bien — Shun caminó hacia el estante en donde se encontraba toda la vajilla y luego las acomodó en la mesa, cuando todo estuvo listo Ikky sirvió la cena y ambos comenzaron a comer.

- ¿Cómo te fue hoy con tus amigos? — preguntó el mayor.

- Bien, es sólo que Seiya no fue — le dijo, y sonó triste y preocupado por ello

- Tal vez tuvo cosas que hacer – contestó Ikky encogiéndose de hombros y restándole importancia al asunto

- Eso fue lo que me dijo, pero Mu lo vio solo caminando en el centro, creo que me mintió y se fue a otro lado — Shun estaba jugando con su ensalada y eso era por demás extraño, se notaba su preocupación por Seiya, a la final él era su mejor amigo y ellos nunca se guardaban secretos, no comprendía por qué ahora el castaño lo estaba haciendo.

- Bueno, si tantas dudas tienes mañana hablas con él y arreglan todo —le propuso Ikky, Shun sonrió.

- Sí, tienes razón…

 

Cuando terminaron de cenar, Shun se encargó de lavar todo ya que Ikky debía subir a su cuarto para corregir algunos exámenes, cuando todo estuvo ordenado en la cocina apagó las luces y se marchó a su cuarto, se colocó su pijama y se dejó caer en su cama cubriéndose con las mantas, sin pensarlo se llevó la mano a su cuello y sostuvo el dije que Hades le había regalado, era tan bonito y el sólo verlo le hacía pensar en su profesor, y es que nunca le había pasado algo igual, no dejaba de pensar en el moreno, sabía que era tonto pensar en que Hades pudiera verlo de otra forma, para él seguramente sólo era el hermano menor de uno de sus mejores amigos, debía dejar de pensar en él y sólo concentrarse en sus estudios, tal y como se lo había prometido a su hermano.

 

En los días que siguieron, las cosas estaban tranquilas, Shun no había discutido con Seiya pero… las cosas entre ellos no estaban del todo bien, Shun insistía que Seiya le estaba escondiendo las cosas, y Seiya decía que estaba paranoico y que no pasaba nada, pero lo cierto era que Seiya se excusaba de todos los trabajos en grupo, nunca podía hacer nada en las tardes, dejó de ir a la casa de Shun a hacer las tareas, siempre ponía de excusa a su padre pero Shun podía ver claramente que el auto del padre de Seiya no estaba en casa, Seiya estaba en algo y no le quería contar, eso no hacían los mejores amigos, por lo menos a criterio de Shun.

 

Una mañana de esas, Ikky caminaba hacia la sala de profesores, tenía una hora libre así que pensaba pasarla leyendo un libro y quizás un buen café también era buena idea. Cuando abrió la puerta de la oficina sus ojos se abrieron cual platos ante la escena que tenía en frente, Saga, profesor de ciencias, tenía acorralado contra la pared a un joven que él conocía muy bien, la pareja se besaba y Saga acariciaba con soltura todo a su paso.

- Por todos los dioses… — Ikky no gritó pero su tono fue completamente audible, la pareja al escucharlo se separó, el jovencito se sonrojó hasta las orejas y sin saber qué hacer, tomó su mochila y sin ver nada más salió apresuradamente del salón, Saga suspiró y cuando vio el ceño fruncido de su amigo sabía que estaba en problemas.

- Lo lamento, él es una tentación muy grande para mí —se defendió mientras se sentaba en una de las sillas vacías.

- Es Mu Aizawa, el hijo del director, ¿sabes lo que pasaría si su padre se entera de lo que estás haciendo con su hijo?, vas a perder el trabajo y no vas a poder desempeñarte como profesor nunca más - Ikky no recordaba cuantas veces había tenido aquella charla con su amigo, y es que casi desde el inicio del año escolar que Saga había puesto sus ojos en aquel atractivo muchacho, y eso obviamente estaba terminantemente prohibido por lo que el mayor se enfrentaba a sanciones severas si se llegaba a descubrir su relación, el problema es que antes estaban en los coqueteos, pero al parecer ahora ya habían pasado esa etapa, Ikky lucía muy muy preocupado

- Lo sé, no volverá a suceder, lo prometo —juró el de cabello azul con una sonrisa, el de ojos azules solo meneó la cabeza, estaba seguro de que Saga no cumpliría lo que prometía, nunca lo había hecho después de todo.

 

Ikky decidió dejar ese tema por la paz y se sirvió una taza con café, tomó su libro y se concentró en su lectura, pero le resultaba difícil cuando tenía a alguien como Saga que no dejaba de hablar sobre lo hermoso que era Mu, Ikky supuso que como solamente él sabía su secreto, su compañero maestro podía contarle y abrir su corazón, por eso con santa paciencia lo escuchaba mientras lo miraba y sonreía ligeramente, se notaba que Saga estaba en la etapa de enamoramiento en donde veía todo adorable en su joven novio, porque así no lo llamara de esa forma, a buenas cuentas Mu era el novio de Saga

 

El fin de semana pasó rápidamente, el día lunes llegó y los estudiantes comenzaban a entrar a sus respectivos salones, Shun no había hablado apropiadamente en más de tres días con Seiya, el castaño misteriosamente tenía ocupaciones varias todas las tardes por lo que no se había podido comunicar con él, se sintió solo en esos días porque su hermano también tuvo que salir a resolver unos problemas que se le habían presentado en el colegio y casi ni había estado en casa, el fin de semana fue más de lo mismo porque Seiya se había ido de viaje con su tío Aioria y no supo de él hasta el lunes en la mañana que fue a clases

- Shun ¿Cómo estás? - Cuando el chico escuchó aquella voz levantó su mirada, pero no sonrió como siempre solía hacerlo.

- No sé, dímelo tú — le respondió, Seiya arqueó una ceja al escuchar el tono de voz del su amigo, por lo que preguntó

- ¿Pasa algo?

- Pues mi mejor amigo se fue de viaje y no me llamó en todo el fin de semana, somos amigos Seiya, o por lo menos se supone que lo somos, no entiendo porque no me cuentas lo que sucede – el castaño no pudo responderle, porque en ese momento Ikky entró al salón y dio por comienzo a la clase, llamó a algunos estudiantes para que pasaran al frente a resolver unos ejercicios, Shun estaba seguro que a Seiya nuevamente se le había olvidado hacer su tarea, pero él no iba a ayudarlo como usualmente lo hacía, pero grande fue su sorpresa cuando el castaño resolvió el ejercicio en la pizarra sin ningún problema.  «¿Cómo lo hizo?» se preguntó el de ojos verdes, de cualquier manera la clase continuó y de esa manera la mañana trascurrió rápidamente entre clase y clase.

 

Cuando la hora del almuerzo llegó Seiya se acercó hasta el lugar de Shun y preguntó a quemarropa:

- ¿Me vas a decir que rayos te pasa?

- Nada, a mi no me pasa nada — respondió Shun en un tono nada amable y bastante sarcástico

- Oye, no entiendo porque me hablas así — a Seiya no le gustaba la forma en la que su amigo lo estaba tratando.

- Tal vez cuando tú confíes más en mi hablemos diferente — le respondió.

- ¿Quién te ha dicho que no confío en ti?, ¿pero sabes qué?, no tengo porque darte explicaciones, no eres ni mi hermano mayor y mucho menos mi padre para que te pongas en esa posición— la paciencia de Seiya había llegado a su límite, tampoco estaba para aguantar recriminaciones de Shun si ni siquiera le daba explicaciones a su padre, en cambio Shun se mordió el labio inferior, le dolía la forma en la que Seiya le estaba hablando, pero más aún le dolía que Seiya no lo viera como un hermano porque así era como el de cabello verde lo veía a él.

- Si eso es todo lo que querías decirme, pues bien… me voy, yo tampoco tengo por qué seguir escuchándote – y sin decir nada más salió rápidamente del salón, corrió por los pasillos tropezando con algunos estudiantes pero en aquel momento no le importaba. Pero al dar vuelta en una esquina no se percató de que alguien iba en su misma dirección y terminó golpeándolo de frente, y claro… ambos fueron a parar al suelo. Shun cerró sus ojos al sentir el impacto, y cuando los abrió sus mejillas se sonrojaron, había caído nada más ni nada menos que sobre Hades.

- ¿Estás bien? — preguntó el mayor, mientras lo sostenía.

- Sí, gracias, estoy bien, lo siento mucho… dioses… que vergüenza… — dijo el muchacho, pero ninguno hacía nada por levantarse, Shun se perdió en los ojos negros de su profesor, Hades hizo lo propio, ninguno de los dos comprendía que les estaba sucediendo, lo que si sabían era que nunca habían sentido algo parecido al estar tan cerca de una persona

- No… no te avergüences, déjame ayudarte – Hades se puso de pie y tendió la mano a Shun que la tomó para poder incorporarse

- En verdad lo siento

- La verdad… yo no… - Hades tocó suavemente el brazo de Shun que sintió su corazón latir con ese leve roce, el mundo pareció detenerse para ellos dos, esa mirada fue profunda y cuando la campana volvió a sonar fue que la pareja salió de sus ensoñaciones, Shun susurró una nueva disculpa y corrió por el pasillo dejando a Hades con una dulce sonrisa en el rostro

 

Notas finales:

Uyyyyyy, será que Hades hace su movida???, esperamos que les guste lo que viene y nos cuenten lo que piensan, nos pueden sugerir cosas porque el fic no está exactamente terminado, aun faltan los ultimos toques, les dejamos con un pequeño extracto del capítulo que viene:

Shun se arrodilló en el piso y empezó a recoger los papeles, Hades estaba haciendo lo mismo, el pequeño no dejaba de disculparse por haberlos botado y Hades decía que no importaba, y en eso estaban cuando sus manos se rozaron al tomar el mismo papel, ambos estaban arrodillados en el suelo cuando sus miradas se encontraron, el corazón de Shun latió con violencia porque sintió a Hades muy cerca, el aroma de su loción le nubló los sentidos, el calor de su cercanía le llegó a los huesos, el joven se estremeció entero por aquel simple roce, y más se estremeció cuando Hades acarició de mejor manera su mano, luego con la punta de sus dedos subió lentamente por su brazo, apenas tocándolo, su contacto visual no se había roto, pero Shun bajó la cabeza y cerró los ojos cuando la mano de Hades llegó a la base de su cuello


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