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"Vacíos encontrados, la luna llora en tu mirada." por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

Aquí el 10

- o - 🌙 - o -


 


—Giovanni te perdonó, ¿verdad? —Aioros preguntó tranquilo— De otro modo no creo que pudieran tener la relación que llegué a creer romántica. Siempre los veía juntos.


—Si... —aceptó en un susurro— él me perdonó frente al patriarca, dijo que a pesar de todo yo era su amigo y que me perdonaba por la maldad tan grande que le hice. Shion al principio no estaba de acuerdo y le insistía a Giovanni que era importante castigarme de manera ejemplar para que ni yo ni nadie cometiera tal bajeza. Pero él no lo permitió…


—¿Cuál era el castigo del patriarca?


Shura sentía un nudo en la garganta y en el estomago. Cerró los ojos fuertemente y sus manos formaron puños temblorosos.


—El castigo para tal acto repudiable era ser encerrado de por vida en el calabozo más profundo. Aunque eso era poco, porque la otra opción era la muerte en deshonra.


Los ojos azules del castaño se abrieron aún más de lo que ya estaban, por su mente estaba claro lo que hubiera pasado con Shura de ser castigado en aquel entonces, lo mismo que había ocurrido con él quince años atrás…


—¿Q-quieres decir qué...?


—Si, Aioros... Iba a ser expuesto y repudiado ante todo el Santuario por mi crimen, luego sería ajusticiado frente a todos en el coliseo…


—¡Oh no! —el centauro se llevó las manos a la boca como si hubiese visto a un aparecido. La angustia se adueñó de cada parte de su cuerpo al imaginar a Shura, su amado en una situación tan humillante, no hubiera podido soportar el dolor de ver al hombre que amaba de esa forma sin poder ayudarlo, no hubiese podido vivir.


—Le debo mucho a Giovanni, Aioros... Si hubieses visto como me defendió a pesar de que yo no merecía su piedad y amistad. Él gritó, suplicó que no me castigaran ni me exiliaran de la orden dorada... Le dijo a Shion que él no valía tanto para que me castigaran de esa manera, pero no sabe cuan equivocado está, él en verdad es único aunque no lo demuestre abiertamente. Incluso él... soportó por mucho tiempo que yo le llamara por tu nombre.


Shura se hubo sonrojado al decir lo último, y apartó la mirada del mayor con sentimientos revueltos. Por un lado sentía vergüenza por lo que estaba a punto de confesar, también por como trató a Death durante las noches en las que estaban juntos y lo que Aioros pudiera llegar a pensar ahora de él, sentía miedo de que el otro decidiera de una vez por todas alejarse de él ya cansado de tantos secretos. Sentía angustia, desilusión, pánico, cansancio todo junto en un cóctel tóxico que amenazaba su estabilidad mental segundo a segundo, haciéndole doler la cabeza y agitándole el pecho que ya no podía con los latidos de un corazón que latía al mejor estilo de los tambores que anuncian una próxima guerra. Todo era un caos en su interior pero era necesario que se sincerara si quería demostrarle a Aioros que en verdad podía confiar en él.


Aioros por su lado alzó ambas cejas en un gesto de contrariedad y confusión, por lo que escuchaba estaba deduciendo que Shura no le había dicho todo lo que realmente deseaba, pero eso último que salió de los labios españoles y la extraña y nueva actitud que adquirió el más joven ante su persona lo hacían sentir perdido, y en verdad deseaba saber todo lo que el caprino escondía.


Necesitaba saber y conocer todos los detalles de la relación entre Shura y Death, Aioros de Sagitario quería la verdad completa.


—¿A qué te refieres con eso?


Aioros sentía que en cualquier momento Shura saldría huyendo, por eso entre sus manos tomó las de Capricornio, acunándolas, acariciándolas y transmitiendo una sensación de calma y comprensión que hizo sentir al menor que podía hablar sin miedo, eso era lo que Aioros quería y ya lo había conseguido, Shura iba a hablar con la verdad en una mano, y el corazón en la otra.


—Aioros, no quiero que me odies por lo que vas a escuchar. Por favor prométeme que no me odiaras por lo que estoy por decirte... —le rogó con la mirada brillante y acuosa, sus manos se habían puesto frías y Aioros pudo sentir ese miedo del corazón contrario si le rechazaba.


El griego sonrió con cariño y compresión, y aún con las manos de Shura entre las suyas, las besó con un amor enorme, logrando que la tez pálida se tiñera de rojo escarlata.


—Nunca podría odiarte, amor mío. No importa lo que me digas, yo te amo y quiero que lo sientas. No importa lo que hayas hecho, jamás tendré sentimientos negativos hacia a ti.


—Aioros…


Finalmente el sonrojado español sonrió agradecido dejando escapar un par de limpias lágrimas de sus ojos verde profundo. Aioros se acercó al rostro contrario depositando un nuevo beso dulce sobre la frente del más joven donde los cabellos del negro flequillo le hicieron cosquillas en la nariz.


—Te lo dije antes y te lo repito de nuevo, no voy a juzgarte, sólo deseo que puedas liberar ese peso que llevas sobre tu alma y corazón para que puedas sentir de lleno mi amor —limpió con sus dedos las lágrimas de su amado.


—Gracias, Aioros... te amo tanto y es por eso que he hecho lo que te confesaré en este momento... Yo, estuve con Giovanni en varias oportunidades. Después de lo ocurrido él me tenía un poco de desconfianza pero conforme el tiempo pasaba y yo trataba de que nuestra amistad volviera a ser la de antes, todo fue mejorando hasta el punto de que la confianza volvió... Fue en ese entonces que yo le confesé mi amor por ti y que lo ocurrido fue por saberte tan cerca pero sentirte inalcanzable. Lloré frente a él y le conté todo sobre cuanto te amaba y lo mucho que deseaba estar a tu lado pero que me era imposible por la inmensa culpa de tu muerte, Aioros…


—¿Y qué pasó después entre ustedes, Shura? —Aioros acariciaba los negros cabellos con serenidad.


—Giovanni siempre estaba dispuesto a escuchar cuando necesitaba desahogarme, pasaba mucho tiempo con él para tratar inútilmente de difuminarte de mi corazón y pensamiento pero no podía más, te deseaba. Deseaba tu atención, tu tacto, tu amor, tu calor. Fue por eso que... Le pedí a Death que apagara mis ansias.


—¿Tus ansias? Death acababa de pasar por mucho cuando se volvió tu confidente…


—Lo sé, y me arrepiento de haber cargado mucho más su estado emocional. Pero fue la única forma que encontré para poder sobrellevar el hecho de que estuvieras a mi lado pero no conmigo. Por eso, le pedí a Giovanni que me permitiera hacerle el amor imaginándote a ti... Yo sé que fue una estupidez y que probablemente cualquiera en el lugar de él me hubiera mandado al Hades por semejante petición pero Giova no lo hizo…


Los apenados y tristes ojos jades se encontraron con las impresionadas turquesas contrarias. La incomodidad pronto se adueñó de Shura, pero aunque fuera impactante, Aioros lo instó a seguir con su relato acariciando la piel expuesta del brazo ajeno con su pulgar.


—No temas, Shura. Por favor continua —le sonrió conciliador.


Shura asintió lentamente y casi con pesar antes de proseguir.


—Él aceptó mi pedido, al principio se mostró sorprendido y receloso pero poco a poco lo asimiló y me dijo que, si con eso calmaba aunque sea un poco el dolor de mi alma, entonces encantado me ayudaría. Y desde ese día hace ya menos de un año, yo lo buscaba para apagar mi deseo o al menos intentar apaciguarlo. Sin ser consciente orillé a Giova a ser algo que no merecía.


—Nunca... nunca creería que alguien como Deathmask aceptara ponerse en una posición semejante —meditó—. No le conozco a gran profundidad, después de todo Afrodita, tú y él eran los mayores cuando eran aprendices y además tuvieron un poco más de contacto con Saga que conmigo aunque más adelante tú y yo nos acercaríamos lo suficiente para ser amigos. Pero aún no puedo creer que Death tenga tanta empatía por otra persona, es increíble que se haya preocupado tanto por tus sentimientos y que aparte intentara descargarte un poco de ellos.


Las palabras del mayor provocaron que Shura liberara un suspiro cansino.


—Todos consideran que Death no tiene sentimientos pero están equivocados. Él siente más que cualquiera pero no demuestra como es en realidad por el temor a ser considerando débil por el resto de nosotros. Ha cambiado mucho más de lo que te imaginas, Aioros. Pero lo que no cambia es el enorme vacío que lleva en su corazón.


—¿Vacío? —cuestionó con extrañeza— Consideras que le hace falta algo supongo, por eso dices que lleva un vacío interior.


Shura negó.


—No es que yo lo considere así, es que es así. Lo he sentido, y aunque él no me lo haya dicho abiertamente sé que le falta algo. A Giova le hace falta la calidez de otra persona a su lado.


El griego se separó del peli-negro con una mirada interesada. Sin saberlo bien, estaba conociendo al de Cáncer por medio de Capricornio.


—Si lo que necesita es un romance, hay muchos de nuestro compañeros que podrían emparejarse con él.


—No es tan fácil como parece. Giovanni no quiere cualquier alma sin más que sólo esté por estar. Él en verdad necesita alguien que comprenda y sienta también el mismo vacío, para que así pueda valorar cada segundo que estén juntos.


Por la forma en la que su amado hablaba del otro caballero Aioros podía notar que en verdad lo conocía con profundidad. Y una interrogante anidó en su pensamiento, una pregunta que reverberaba por salir a la superficie de su curiosidad. Debía hacerla.


—Shura, ¿alguna vez tú consideraste que podrías ser esa persona que Death necesita?


El peninsular miró directo a los ojos del otro hombre. Esa pregunta, en su vida se había planteado algo semejante.


Era extraño pensar que lo que Aioros decía podía ser cierto pero en realidad él nunca se tomó en cuenta como esa persona que llenara el vacío en el corazón del italiano. Después de todo el único nombre que habitaba en su mente era el del apuesto griego. Y estaba consciente de que Death era su mejor amigo y aunque se hayan acostado en más de una ocasión, no podría quererle de otro modo que no fuera ese amor fraternal.


Aioros mientras tanto esperaba paciente a que Shura terminara de meditar su pregunta y lo que respondería en respuesta. Pero la espera había terminando.


 


 


 


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