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Virgin Soul por Vrio

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  “La luna sigue en lo alto” pensó el joven de grises ojos, acostado en aquella cama, viendo su imagen en el espejo de la pared.  Aquellas sabanas que delineaban su blanca figura, si hubiera deseado desaparecer, lo más seguro es que hubiera podido...

su piel tan blanca como solo la Luna...

Su propia imagen: el corto pelo rojo le daba un aspecto enfermizo, como el de un muñeco. Sus ojos no ayudaban mucho, eran grises; grises claros. A veces en ocasiones especiales se convertían en oscuros con destellos azules; pero solo cuando era el tiempo de morir.  

Tal vez por eso, decían que el momento cumbre de su belleza era la muerte” 

Se abrazo, cubriendo su blanquecino cuerpo con las blancas sabanas, mientras oía, afuera la lluvia que golpea contra la puerta de cristal que daba al balcón. Miró a ese lado y se topo con la luz de los relámpagos, que iluminaron parte de su cuarto y rostro. Y una solitaria lagrima se dejo caer por su mejilla, llevándose consigo recuerdos de dolor. 

El pronto estará aquí” pensó con melancolía, viendo a la lluvia imitarlo. Y era lo que se esperaba; como cada noche el venia y entre caricias y besos forzados le pedía que se unieran a la noche, pero era la misma respuesta, era le misma reacción en él. Y así le había quitado el aura de divinidad con la que se había mantenido.Y su ultima virginidad ya no residía en su cuerpo

... era su alma...

Y cada día se hacia siempre la pregunta ¿Qué era para él el amor?  Un viejo recuerdo le vino a la mente mientras otra perla caía de su rostro y  la puerta de su cuarto se abría con lentitud.Ya no trato de voltear a verlo, sabía a lo que venía y sabia que ese juego de palabras nublaría su mente. …l no era malo, solo lo detestaba puesto que no podía amar ¿Para qué lo obligaba? Así era desde su nacimiento, nunca pudo amar a nadie... 

Entre susurros en su oreja que oyó distantes se dejo tender en la cama por aquellas fuertes manos. Las blancas sabanas fueron retiradas y el cuerpo del otro se posición sobre él sin tocarlo, con las piernas  a cada lado de las suyas. Se froto las manos unos momentos y luego las deslizó por debajo de la camisa del blanco cuerpo. Pero no hubo repuesta; no por lo menos una  audible, si bien cerro los grises ojos y respiro con profundidad... 

“¿Esto era lo que quería?”

 “No” Abrió los ojos de un golpe y se  sostuvo en los antebrazos-No —Dijo mirando fijamente a la persona delante, una azul gris mirada le fue devuelta.

-Entonces ¿Qué quieres?— Le susurro  una voz con una tonalidad considerable de gravedad, desde la mínima distancia que mantenían, sosteniendo aquella mirada gris. Una mano se deslizo fuera y desabrocho el primer botón

-¿Qué?—Dijo y desabrocho el segundo.

-Ya basta—Reprocho retirando la mano—No quiero.

-¿No?—Dijo el otro con sorna,  bajando su mirada—En ese caso—La levantó esta vez con un brillo de malicia. Sabiendo lo que se vendría, intento quitárselo, pero sus manos fueron sostenidas por otra más fuerte y levantadas por encima de su cabeza.  Intento patearlo, pero el otro se lo impidió haciendo más presión sobre las piernas con su cuerpo.  Rozando indiscretamente su pelvis con su parte sensible. Causándole una pequeña ola de placer debido a la posición y las piernas del otro que se movían levemente.

-Deja... de..¡hacer eso!—Chilló con lo respiración entrecortada y los ojos cerrados. Rápidamente  el chico se quedo quieto, su corazón había comenzado a latir rápidamente y sus grises ojos habían obtenido una tonalidad oscura.-¡¡Suéltame!!—

Protesto con odio. El otro se inclino hasta su oreja.

-No—Le susurro, con voz entrecortada.

-¡Por favor!-Suplicó.  …l ojos gris-azules se volvió a erguir y para su sorpresa le soltó las manos.Ambos sabían que  quería el otro .Ambos sabían hasta donde llegarían esa noche.Ambos sabían  del dolor de  uno.O por lo menos eso creía uno de ellos. 

El soltarle las manos, era una expresión para decirle que confiaba en él, eso lo tenía claro. Pero ¿Por qué repetir la misma escena cada noche?, ¿Acaso no se había aburrido?

El ojos gris-azules le tomo por desprevenido una de sus manos, le beso la palma y la paso por su cabeza, obligándose a doblarse un poco para alcanzar la altura de la nuca donde sintió una cinta. La expresión del ojos  gris-azul era completamente segura pidiendo misericordia. …l, oculto la mirada en el fleco rojo y con un rápido movimiento soltó la cinta, dejando que una cortina negra-azulada cayera hasta  hacer surcos sobre su mentón y cuello. Aquel largo cabello, que solía traer recogido por el día; enmarcando sus estéticos rasgos, la piel bronceada y los ojos gris-Azul. En verdad le hacia ver diferente. Eso o la expresión de tranquilidad que le demostraba. No sabia en concreto. 

-¿Qué quieres?—Le preguntó, poniendo ese mano que había soltado su pelo, ahora en su mejilla, en una completa expresión cariñosa. El pelirrojo, siguió con la cara oculta .Ante el silencio,  deslizo la mano del pelirrojo por su cuello, hasta llegar al pecho cubierto por la tela de la camisa-¿Acaso no lo sientes?--El pelirrojo retiro la mano y lo encaro con la mirada fría.

-Quiero estar solo—Dijo con  voz imponente.

-No debes—Susurro en respuesta. El otro esquivo la mirada cariñosa.

-No es de tu incumbencia... yo no debería importarte...—Miró la lluvia que aun resbalaba por la puerta de cristal, lluvia que no daba paso a la luz  de Luna.—Solo soy tú juguete—Dijo con frialdad.—Solo soy un...—No pudo terminar la oración pues sus labios fueron sellados por los del otro. 

Sintió como sus camisa era retirada casi con desesperación, al igual que sus pantalones desabrochados. La tela de la ropa interior, deslizada con torturante pasión por entre sus piernas, acariciándolas lujuriosas. No quería eso . Lo que deseaba no sabía como sentirlo.No conocía ninguna otra expresión que no fuera la de tranquilidad. No, hasta que él llego y despertó el odio, la repugnancia, la soledad, la frialdad, la indiferencia , el placer, el temor y la desesperación...

Pero ¿Por qué se empeñaba en demostrarle ese emoción que especifícamele le había causado curiosidad? ¿Por qué, sí al fin y al cabo no era propio de su naturaleza?¿Por qué intentaba convertirlo en humano, a él? ¿No era eso un sacrilegio?Pero ¿Qué importaba?  La ropa  calló por los costados, algunas fuera de la cama y otras a la orilla. Pronto toda una extraña sensación, un cosquilleo placentero hicieron efecto en su cuerpo.  Afuera llovía, y se veía la tormenta aumentar.Unos ojos grises miraron al exterior, y luego los cerro mientras unas manos recorrían con hábil experiencia su cuerpo; rozándola la espalda,  agarrando  las nalgas, acariciando internamente los muslos, deslizándose con ligereza entre el pecho y el ombligo, lamiendo su cuello. Causándole una gama de sensaciones

... Esa noche...

“Esta noche...”  

¿Hasta donde sería capaz.?..

“¿Hasta donde se detendrá?” 

Versé así mismo excitado, no fue exactamente la mejor experiencia; la produjo temor. Ver la boca de él, bajar desde su ombligo, hasta su propia excitación;le dio inseguridad.Y todo esto se mezclo con el placer. No era la primera vez, pero cada vez que sucedía le pasaba lo mismo. Pronto, sabía que todo terminaría pronto, él se retiraría a su habitación cubierto desde la cintura por la sabana, llamaría a una de sus sirvientes y la usaría para descarga su excitación.

 Pero repentinamente detuvo, paso saliva antes de abrir los ojos y voltear a verlo. Apenas pudo darse uso de razón; el oji-azul, tomaba con una mana el erecto miembro, dirigiéndolo a su entrada y así sintió la calidez de esas entrañas, apretándolo. En una extraña sensación, en una primera vez. Era la primera vez  del pelirrojo .El ojos gris-azul lo sabía y por eso había decidido que sería esa noche. Ya no más sirvientas para satisfacer lo, ya no esperar más.

 Se mantuvo quieto. Ambas respiraciones agitadas. 

Y comenzó, moviéndose primero lento, para luego adquirir ritmo.El pelirrojo tomo sus caderas, apretándolas  a la ves que se hundía todo lo posible. Presa de un sofoco y desesperación, quería sentir más, quería que acabara, pero a la vez, que no terminara. Una opresión en su pecho, mezcla de placer, de desfogo, del poco raciocinio que le quedaba. Pero no podía dejar de moverse. Su cuerpo le pedía que no parara, y creyó escuchar su voz que eso gritaba

… Si…estaba gritando de placer…y el oji-azul le acompañaba.

 Soltando suspiros,  jadeos, siendo más brusco en sus movimientos, deseosos. Con un calor interno que parecía no querer consumirse. Trato de concentrarse en la nueva sensación, a la vez, buscando algo que lo mantuviera con razón. Los movimientos le indicaron que pronto sería el final, se inclino sobre él, tomo la pálida mano y la obligó a moverla sobre su ya doloroso miembro. Absortos, en el placer; ambos gimieron cerrando por completo los ojos. Las respiraciones chocaban, mientras se levantaba para volverse  a dejarse caer tratando de no hacerce daño. Abrió  los ojos  y se topo con la gris mirada, que fijamente parecían buscar algo. -¿Qué...quieres?—Dijo gimiendo, pero aún antes de que contestara, sintió al  otro correrse en su interior, a la vez que apretaba la mano alrededor de su miembro, logrando que alcanzara el orgasmo.

 .........

 Afuera aun llovía, pero era todo un diluvio, el viento golpeaba contra los vidrios haciéndolos retumbar, las copas de los árboles susurraban en tristeza aterradora. Y dentro de la elegante mansión, en el segundo de  dos cuartos que contaba con balcón, una cama dejaba que dos cuerpos  reposaran, tratando de controlar sus alientos, el sudor que se mezclaba con otros fluidos corporales. La luna, no pudo ser testigo de la perdida de su hijo. La lluvia, fue quien vio la tristeza de esa alma... 

Fue testigo de la desesperación de un alma aún virgen.

 

Notas finales:

Y eso fue mi primer intento de Lemon...que nostalgiaT.T


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