Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pasión asesina por La_Oscura_Reina_Angel

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Bueno aqui vuelvo a subir tu regalo Luna ^^
 

Pasión asesina

 

 

Yurai Yohanes, mi esposo, el amor de mi vida, siempre llegaba cada noche y me daba un dulce beso en la frente. Me acariciaba y me tomaba en sus brazos, y solíamos hacer el amor como la primera vez.

 

Yo era alguien inseguro; nuestra relación fue en un principio muy turbulenta, él y su hermano gemelo Sasuke me violaron, después de que al descubrir ciertos negocios ilegales de mi padrino, este me vendiera y llegara a manos de ellos.

 

Pero para Sasuke yo sólo fui algo de una noche, y gracias al cielo, no hubiese podido soportarlos a los dos. Porque me volví la obsesión de Yurai.

 

Día y noche me atormentaba hasta que mi indomable espíritu de príncipe quedó reducido a la nada por aquel demonio.

 

Hasta que quedé convertido en un ser asustado, y temeroso de sólo mirar el fuego en sus ojos cuando se enojaba.

 

Fue entonces cuando comenzó a seducirme, a conquistarme, con detalles cariñosos. Y yo prefería su cariño a su crueldad. Prefería sus caricias a sus golpes. Prefería que me hiciera el amor a que me violara. Y poco a poco me aferré a esos detalles cariñosos hasta que terminé amándolo con ese mismo amor enfermizo que él me profesaba.

 

Nos casamos y al poco tiempo quedé embarazado... de trillizos. Éramos una pareja tal para cual: él lo que yo quería, yo lo que él quería.


Él llegaba, yo dormía, en silencio se acercaba,
Me dejaba una caricia, y en sus brazos me tomaba,
Cuando su cuerpo sentía, poco a poco despertaba,
Y mi miedo se moría cuando él me hablaba...
Tranquilo amor, tranquilo, duerme que soy yo, mi vida...
Y yo le creía, hasta que un día sin querer descubrí,
Que era todo mentira...


Hasta que un día descubrí... Yurai era alguien celoso y posesivo, así que eran contadas las personas con que me permitía tener contacto sin él estar junto a mí. Una de esas personas era mi mejor amigo Ramsés, y sólo me dejaba estar cerca de él, por el hecho de que el esposo de Ramsés era el temible Daniel. Porque de lo contrario haría mucho que hubiese matado a mi mejor amigo.

 

Pero no temía dejarme cerca de Ramsés, sabía que si hacíamos algo... él sabía que ambos "respetábamos" demasiado a nuestros respectivos esposos. Yo a él y Ramsés a Daniel.

 

Pero cuando Ramsés me confesó lo que escuchó comentar, mi corazón se llenó de odio.

 

Yurai me era infiel. Ramsés era mi mejor amigo y nunca me mentiría. Y fue entonces que descubrí cuán posesivo era. Porque decidí que si Yurai Yohanes no era mío, definitivamente no sería de nadie más.


Esas caricias no eran solo mías,
Ni las palabras que siempre decía,
Yo era dueña de la noche, pero ella del día...
Y todo el tiempo que nunca me daba,
Todo ese tiempo de mí se reía,
Yo era dueña de la noche, pero no de su vida,
Era todo mentira, mentira...


Yo era un príncipe. Un príncipe que había sido sometido, pero un príncipe con sangre real en mis venas al fin y al cabo.

 

Y Yurai, mi amado Yurai, mi amado cuervo, padre de mis trillizos que aún no nacían, lamentaría haber puesto sus ojos y sus manos en otro. Porque aunque después todo el clan Yohanes intentara matarme, sobre todo mi suegro Alask y mi cuñado Sasuke, el gemelo de Yurai, Yurai no iba a vivir para contar con una sonrisa que me había sido infiel, que había disfrutado de otro cuerpo, mientras yo pasaba los padecimientos de llevar a sus hijos en mi vientre. Mientras era yo quien llevaba su anillo y era su consorte ante los dioses y el mundo.

 

Yurai Yohanes lamentaría haber cometido el peor error de su vida al serle infiel a él, el príncipe Yamiel.

 

Pero Yamiel sabía hacer las cosas, había aprendido de una experta como lo era su madre y su familia política. Fingió que todo andaba normal y esperó el momento propicio.


Todo había ya cambiado, aunque él no lo sabía,
Yo trataba de olvidarme, pero era inútil, no podía,
Tan profundo y tan grande era el amor que yo le daba,
como no podía acostumbrarme a saber que me engañaba...
Él llegó, yo no dormía, en silencio lo esperaba,
Cuando se acercó a abrazarme, puse fin allí a su vida,
Y vinieron a buscarme, estoy aquí desde aquel día,
Y en la noche al acostarme aún lo escucho todavía...
Tranquilo amor, tranquilo, duerme que soy yo, mi vida...


Luego de matar a Yurai, me quedé con su cuerpo abrazado contra mí y mi abultado vientre, mientras su vida expiraba en mis manos y sus hermosos ojos me miraban confundidos sin saber el porqué de mis acciones.

 

Mis ojos llenos de amor por él, lo acunaron hasta que finalmente murió. Y aún muerto, y su cuerpo frío, seguí abrazado a él. Sabía que era cuestión de segundos que los Yohanes notaran la muerte de su futuro heredero.

 

Y sabía que si los Yohanes no lo mataban, la policía lo llevaría preso. No le importaba, lo único que le importaba es que ahora Yurai era sólo suyo. Porque ahora estaba muerto. Ahora no lo podría dejar, ahora cuando los Yohanes lo mataran, estaría con él para siempre, juntos sin nadie más.

 

Pero estaba equivocado, los Yohanes no lo mataron. No por consideración a él, no, nada que ver, ganas de matarlo no les faltaban a ninguno de ellos, sino por consideración a los trillizos que esperaba, que eran lo único que quedaba de Yurai.

 

Lo encerraron, dándole apenas lo suficiente para que viviera y los bebés estuvieran en perfecto estado dentro de su vientre, ningún privilegio sólo lo mejores médicos para los bebés que crecían dentro de él.

 

A Yamiel no le importaba, le daba igual, sólo era cuestión de tiempo estar junto a su Yurai. Pero todo se vino abajo, todo se destruyó para él, cuando Sasuke le confesó que a quien había visto Ramsés no era a Yurai, sino a él.

 

Y su mundo se vino abajo junto a su cordura al entender que había matado a Yurai, a su amado cuervo, siendo este inocente.


Y yo me reía, porque al final sin querer descubrí,
Que no me mentía...
Esas caricias eran sólo mías,
Todo fue invento de mis fantasías,
Yo era dueño de su vida y él ya no vivía,
Y una mañana me marché a buscarlo,
Para estar juntos como el primer día,
Y al encontrarme me abrazó y me dijo,
Tranquilo amor... tranquilo
...

 

Al entender lo que había hecho, la angustia y la desesperación hicieron que el parto se adelantara.

 

Ninguno de los Yohanes tuvo piedad de mí. Sabían que mi cuerpo era muy pequeño como para dar a luz a los trillizos sin problemas.

 

Y me obligaron a pujarlos, a parirlos, pues su intención era que me muriera dándolos a luz. Que me muriera dándole la vida a los hijos de Yurai, después de que yo le hubiese quitado la vida a él.

 

No me importó, me lo merecía, así que grité y pujé hasta me desgarré por dentro, cuando el tercero de los bebés estaba por nacer. Yo ya estaba semi muerto y Alask tuvo que meter sus manos para sacármelo de las entrañas y que no muriera conmigo. Sentí su llanto, los vi a los tres como en una nebulosa y sonreí, porque de esa nebulosa, vi acercarse a mi cuervo, a mi Yurai, que extendía su mano hacía mí, que me tomaba y me abrazaba llevándome con él, susurrándome:

 

- Tranquilo, amor, tranquilo, duerme que soy yo, mi vida...

 

Me besó y me llevó con él, lejos de mi cuerpo mortal que quedaba frío y sin vida en aquella cama que me había visto sufrir trayendo al mundo a mis hijos.

 

Atrás quedo un cuerpo frío y unos ojos que se cerraron a la vida. El corazón le fue arrancado y enterrado en la misma tumba de Yurai Yohanes, el cuerpo fue quemado y a los trillizos Yohanes les fue ocultado la verdad sobre sus padres.

 

Para los trillizos Yohanes, Yamiel y Yurai, sus padres, habían muerto en un accidente juntos.

 

Nunca se volvió a hablar del tema, Yamiel había pagado su pecado. Y esperaban los Yohanes que ahora que Yamiel y Yurai estaban a mano allá donde estuvieran, fueran felices esta vez de verdad.

 

Tranquilo amor, tranquilo, duerme que soy yo, mi vida...

 

 

Fin

 

(En cursiva, la canción <i>Dueña de la noche</i> de Pimpinela

 

Dark: Me parece que mi regalo de Navidad para Lunita, fue algo psicópata ^_^

 

Yamiel: O_O ¿Algo psicópata? ¿ALGO? Me hiciste matar a mi... a mi Yurai >.<

 

Dark: Sip, ¿fue lindo, verdad? ^_^

 

Yamiel: Claro que no, los Yohanes me mataron haciéndome parir a mis hijos.

 

Dark: Te lo merecías.^^

 

Yamiel: (señalando a Luna que encabezaba la tropa de lectoras furiosas que la querían matar) Y tú te vas a merecer lo que ellas te van a hacer muajajaja ^_^

 

Dark: NOOOOOO.... - Se ve una nube de polvo que es todo lo que ha quedado de la escritora que ha salido huyendo, a refugiarse con Daniel, quien era el único que tal vez lo pudiera proteger, porque Ramsés y Yamiel seguro le ponían una moñita en la cabeza y la entregaban a la horda de lectoras furiosas por su maldad.

 

Ramsés: Te lo merecerías, me pusiste como el chismoso y por mi culpa mató a Yurai.

 

Yamiel: Mierda >< ya huyó ><

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).