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La chica de la cafetería por Homotoru

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 La apuesta se había convertido, por ahora, en lo más arriesgado que Alizze pudo envolverse. No tenía idea de cómo era el alcohol allí, ni siquiera podía saber cuál era su límite para tolerarlo lo suficiente y ganarle a Taless... Pero siendo realista, no estaba segura de lograrlo. Se avecinaba en un territorio desconocido y cuando se dio cuenta, llevaba en su mano la primera copa de alcohol junto a Taless en un lateral de la pista del baile.
Él bailaba despacio para no tirar su vaso y pegaba grandes sorbos de vez en cuando, Alizze intentaba imitarlo pero la música estaba a tope y su vista se entorpecía con las múltiples lucecitas de colores dándole en la cara. Así que se limitaba a mirar el suelo, y se sentía como una verdadera estúpida al no animarse.
Dio su primer sorbo y el trago era increíblemente dulce, no distinguía el sabor exactamente pero quizás era algo de ananá. Probablemente se trataba de algún coctel delicioso. Sin embargo, al llegar a su garganta sólo podía sentir un picor molesto que le generó un poco de tos. Taless lo notó de inmediato y con gentileza le dio unos golpecitos en su espalda.
Avergonzada por su vulnerabilidad, decidió terminar su trago rápido y sin darse cuenta, otra vez ese picor molesto la llenó de sed. Necesitaba sacárselo urgente.
– Agua. – Murmuró ella hacia Taless, quien no pudo oírla adecuadamente – Voy a buscar agua. – repitió.
Él la miró y la contuvo un segundo apoyándole su mano en el hombro derecho, mientras que ella estaba sonrojada por el picor y estiró el brazo de Taless hasta que él notó que pedía que se agache. Cuando lo hizo, ella repitió lo mismo y salió disparada hacia el bar, esta vez dejándolo a él sin dar una respuesta.

Por suerte no esperó mucho para que le entreguen una botella de agua mineral y se la bebió sin cesar. Lo hizo tan rápido que sólo quedaban gotas y sin darse cuenta Taless se apareció al lado, pero ésta vez acompañado. Era una chica un poco más baja que Alizze, su corte de cabello carré era similar al de Natalie Portman en "Leon, the professional" y su vestimenta oscura la acompañaba con una mirada seca mientras sostenía una bebida desconocida. Era muy bonita, tanto que llegó a pensar que tal vez se trataba de la novia de Taless.
– Ella es Pamela. – Presentó él, aunque no dijo más, por lo que la chica se acercó a Alizze y antes de retirarse dijo: – Regreso en un momento.
– O sólo puedes llamarme Pam. – Murmuró ella – Él me habló un poco de ti, te ves mucho más joven de lo que pensé.
Alizze sonrió, entonces pensó que ya conocía su nombre y no hubo necesidad de que lo dijese.
– Bueno, tengo 18 años, tampoco pretendo verme muy adulta.
Pam acercó su vaso, levemente transparente y por las luces no pudo distinguir qué era. Alizze lo olió.
– Tranquila, es sólo agua. Tomé extasis y para evitarme problemas prefiero beber esto. Te daría una pero creo que si tomas lo mismo que él, vas a terminar muy mal.
Alizze aceptó con amabilidad el vaso y sólo bebió un sorbo.

Pam la sostuvo del brazo y la llevó al medio de la pista, ambas olvidándose de Taless. La música era tan variada que no podrían quejarse de los cambios bruscos de ritmos, pero todos eran buenas canciones. La joven de cabello corto bailaba de a saltos, luego estiraba sus brazos como sintiendo la música. Se veía borracha, pero no lo estaba. No podía saber si su éxtasis estaba siendo efectiva ya que ella misma tenía ojos bien negros y se sabe que las pupilas de agrandan por esta droga. Así que Alizze intentó imitar sus movimientos, aunque optó por seguir sus propios pasos de bailes ya que no quería terminar tan cansada.

No supo cuánto tiempo pasó, pero Taless no volvía a aparecerse y le preocupó por instantes. Finalmente se acercó a Pam y preguntó por él.
–Ah, el idiota seguro se quedó en el bar. Ya debe estar borracho. No te preocupes por él, pero si estás cansada puedes sentarte por allá. – Pamela señaló unos sillones en el fondo de la pista, aunque Alizze no veía muy bien, tuvo que guiarse como podía.
Al llegar a los asientos, notó que tenía muchas parejas besándose entre sí: hombres y mujeres, chicos con chicos, chicas con chicas.
Muchos rozaban sus cuerpos y ella tenía la sensación que en cualquier momento se pondrían a tener relaciones ahí mismo, así que no duró ni cinco minutos allí hasta que notó que Taless era uno de esos que se besaba con una chica que resaltaba por sus cabellos de fantasía.

Ella quedó sorprendida al verlo tan... De esa forma. No quería interrumpirlos, así que se alejó lo más que pudo de allí pero no podía evitar mirarlo ¿Él siempre hacía eso en todas las fiestas? Y para su sorpresa, la chica se fue en el momento exacto que Alizze lo observaba. Cruzó miradas con Taless y fue tan incómodo que se alejó de inmediato. No vio hacia atrás, así que dirigió su rumbo al bar para beber algo nuevo y no tan fuerte como el coctel anterior.

Ni más bien se apoyó en la barra, sintió que alguien la llamaba. Obviamente fue Taless, pero ella fingió sorpresa al verlo.
– Ah, por fin te encuentro. – dijo Alizze de reojo, mientras leía el cartel de tragos. Se estaba por pedir champaña.
– Estoy borracho, perdí nuestra apuesta. – murmuró él. Alizze llamó al barman y de inmediato le entregó un gran vaso con su bebida.
– Está bien, lo noté. Pasamos como una hora sin cruzarte, creo.
Taless le cambió de tema: – ¿Y qué puedo hacer por ti?
"¿Eh?" pensó Alizze "Ah, cierto. Se supone que debe hacer lo que yo digo."
– Cierto. Pues.... Podemos bailar juntos.
Taless le sonrió: – Lo iba a hacer de todas formas.

A pesar de su estado de ebriedad, él se pidió otro trago mucho más fuerte que antes. Alizze lo vio como algo muy arriesgado, Taless podría ponerse peor que antes pero no iba a quitarle la bebida de sus manos y detenerlo, era un hombre adulto.
Finalmente ambos se dirigieron a la pista y vieron a Pam bailando sola, aunque se le acercaba algún que otro chico y ella los echaba a patadas.
Taless le dio su bebida a Alizze y la retó a bebérselo entero. Ella dudó por momentos, pero lo tomó de a tragos largos y notó que era mucho más fuerte que la bebida anterior. No sabía qué era, pero se estaba mareando levemente. Ella se acercó a Pam y Taless volvió a desaparecer... Otra vez. No lo vio por unos cuantos minutos hasta que apareció con dos bebidas nuevas y se la alcanzó a Alizze. Le propuso un brindis y lo bebieron a fondo... Pero este era peor que el de antes y tuvo un mareo tan repentino que se sostuvo de Taless como pudo. Al final ella era mucho más sensible al alcohol de lo que esperaba y Pam se burló de ambos.
– ¡Já! Ya están borrachos, no saben manejarse par de tontos.
Aún sosteniendo a Alizze, Taless se acercó a Pam y besó a su amiga durante medio segundo en forma de burla.
– Al menos no me estoy drogando. – agregó él.
Pam lo pateó en la pierna y este se quejó, pero después de eso ambos se rieron.

Alizze no entendía para nada la situación ¿Son novios? ¿Por qué él se besó con otra chica? ¿Acaso la engañaba? Ya no tenía idea qué sucedía, pero necesitaba sentarse urgente y descansar otra vez. Se soltó de Taless y éste volvió a tomarla al verla tambaleándose.
– ¡No puedes ni estar parada! – exclamó él.
Tenía razón, no podía estarlo. Se avergonzó un poco y le pidió que la acompañara a un costado donde no podría sofocarse tanto, claramente él aceptó.
Ambos se retiraron de la pista, dejando a Pamela sola aunque ella prefería estar así. Taless la sentó en los sillones y ésta vez había otras parejas besándose alrededor.
– No puede ser que ya estés borracha, no bebiste casi nada.
Ella gritó: – ¡Es tu culpa! Yo ni siquiera bebo.
– ¿Por qué no lo dijiste antes? Si sabía que eras tan vulnerable, no te invitaba. – refunfuñó él.
Alizze torpemente lo empujó, pero fue en vano: – Quería probar algo nuevo. Pero sólo me encontré con borrachos y más borrachos.
Él se echó a reír: – También estás borracha.
Ella no lo tomó nada bien: – Y luego desapareces en medio de la noche dejándome con alguien que no conozco. Eres un desconsiderado. No debí venir.
Taless cambió su expresión, esta vez se puso serio: – Perdón. No lo volveré a hacer. Ahora estoy contigo.
Se quedaron en silencio unos minutos, la música era lo único que se oía entre ellos. Y de pronto el pop cambió a otras canciones muy conocidas, al parecer Caesar ya había comenzado con las canciones retro que tanto amaba Alizze.
– Oh... Quiero bailar. Pero ya arruiné la noche diciéndote esas cosas... No debí. – dijo ella con una voz dulce.
– No arruinaste nada, podemos bailar ahora si quieres pero vas a tener que sostenerte de mí.
Taless le extendió su mano y la levantó del sillón para llevarla a un par de metros de donde estaban. Probablemente no quería meterla otra vez en la pista, podría marearse o algo así que mientras más cerca de unos asientos, mejor.

Bailaron un par de canciones y Alizze se sentía mejor, ya disfrutaba de la música como era debido. Pero de a ratos era consciente que Taless aún la sostenía y él la tomó de su mano, así que no pudo evitar sonrojarse por ese gesto, siendo que ésta vez eran ellos solos nuevamente y no importaban los demás.
Cuando comenzó a sonar "I need you tonight" de INXS ella le pidió que se agache para decirle al oído que amaba esa canción, y que la ponía siempre en su reproductor de música.
– Lo tendré en cuenta. – respondió él y Alizze sonrió, mientras que su rostro se volvía cada vez más rojo. No supo con certeza si era efecto del alcohol, de la música o porque estaba tan cerca de Taless pero sudaba cada vez más hasta que lo soltó por completo y mantuvo su distancia.
Él la miró extrañado y sorprendentemente la tomó de los hombros, obligándose a verse frente a frente. Taless no dudó ni un segundo en besarla y Alizze quedó congelada de los nervios.
Se desesperaba al no tener idea como corresponderlo, pero hizo lo que pudo y hasta le acarició su cabello negro. El beso duró pocos segundos hasta que Alizze lo mordió sin querer y él se soltó, pero no estaba enojado, incluso se rió y ella también.
– Lo siento, lo siento. – rogó Alizze, sintió que había arruinado el momento. O quizás estaba demasiado borracha que hacía y decía tonterías.
Taless se limitó a acariciarle la mejilla y era notable el calor que emitía: – No te preocupes bonita, besas muy bien.
Alizze escuchaba el latir de su corazón tan fuerte que en cualquier momento saldría disparado y apretó una mano en su pecho. Bajó su mirada y Taless otra vez la sostuvo de su mano para llevarla de nuevo a los sillones.
Él fue el primero en sentarse sobre el sillón y palmeó sus propias piernas:– Siéntate encima de mí. – dijo él gentilmente y Alizze tuvo la sensación de que estaba completamente roja.
Y tenía razón. Pero no quiso que su timidez la detenga así que apoyó sus piernas en el regazo del mayor y ella misma cerró sus ojos para acercar sus labios con los de él. Taless le correspondió y la tomó de la cintura, apegándola a su cuerpo a pesar del calor del ambiente.
Alizze nunca se había atrevido a besar a alguien, mucho menos sentarse sobre él y su miedo al rechazo se esfumó al estirar sus brazos en los hombros de Taless. Sus nervios alcanzaron un escalofrío que le recorrió toda la espina dorsal y al compás de la música, no pararon de besarse.
Por primera vez, no quería que la noche se termine tan rápido y disfrutó su momento a solas con Taless, pero a medida que pasaban los minutos sus ojos le pesaron más y más.

 


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