Pero no importa quién es el primero
Si de todas formas el liderazgo está en mí
El aroma de JongHyun inundaba la habitación, y eso solo hacía que el lado alfa de JinKi tomara el control, dejando que su parte humana fuera cada vez más pequeña, nublando su mente.
JinKi necesitaba someter; JongHyun, ser sometido.
A pesar de su estado, JinKi estaba teniendo un buen control de sí mismo, desvistiendo a JongHyun más lento de lo que el beta quería, golpeando sus manos cada vez que quería apresurarse y hacerlo él. JinKi era el alfa, él debía controlar la situación.
Mordió el cuello del menor, sacándole un gemido alto, y él gruñó en respuesta. Dejó que sus manos acariciaran los costados del cuerpo ajeno, sintiendo al otro temblar bajo su tacto, gemir ante cada beso y mordida, y mover sus caderas, en una muda petición.
JinKi entendía, pero no quería adelantarse tanto.
Estaban solo en ropa interior, moviendo sus caderas y creando fricción que tan solo los hacía torturarse más, porque sus erecciones ya dolían desde hacía minutos atrás.
—Hyung, por favor… —Logró murmurar el menor, halando el cabello del mayor cuando éste tomó posesión de uno de sus pezones con su boca.
—¿Por favor qué, JongHyunnie? —El tono inocente qué había usado hizo gruñir a JongHyun, molesto de que perdiera el tiempo haciendo preguntas tontas. Dejó escapar otro gemido cuando recibió un pequeño mordisco.
—Maldición, tú sabes —gruñó, moviendo las caderas, esperando que no preguntara de nuevo porque no tenía paciencia para esas cosas.
JinKi pasó su lengua por el abdomen del menor, degustando su piel, inundando su boca y haciéndolo disfrutar del sabor de JongHyun. Eso solo hizo que su miembro tuviera una nueva punzada de dolor y se dijo que era suficiente de juegos.
Se deshizo de la última prenda del menor, y la lanzó lejos junto con la suya. JongHyun se incorporó para besarlo, pero el mayor lo empujó del pecho, pegándolo a la cama y lo miró con los ojos cargados de lujuria y autoridad.
—Quieto. —Lo grave y potente de su voz hizo a su lado beta someterse, y él obedeció, tan solo mirando a su pareja, a pesar de que necesitara tocarlo, besarlo, arañarlo.
JinKi sabía que no necesitaba preparar a JongHyun. Su naturaleza beta le facilitaba el trabajo por lo que, con la poca cordura que le quedaba, tomó una de las almohadas de la cama, colocándola bajo la espalda baja del menor, y le abrió las piernas, flexionándolas. Se acomodó en la entrada del menor, y sin aviso se introdujo hasta la empuñadura, sacando un gemido alto de la boca de JongHyun, y un gruñido gutural de su propia boca.
Empezó a mover sus caderas en seguida, porque no resistía más espera, solo quería hundirse en el menor una y otra vez, sacarle más gemidos y satisfacer a su lado alfa, que gruñía feliz con cada embestida.
Se aferraba a la cintura del menor, facilitando un poco su trabajo de entrar y salir. A pesar de que le gustaba la posición, quería más, sentirse más dentro del menor, poder sentir que realmente lo estaba reclamando como suyo por lo que salió de él un momento, gruñendo por la acción. Pudo ver a JongHyun fruncir el ceño y gruñir disconforme, pero no tenía por qué explicarle nada, solo lo tomó de la cintura de nuevo y le dio la vuelta, levantando sus caderas y empalándose de nuevo en el hombre.
Las embestidas fueron automáticas, y el ritmo aumentó, con JongHyun moviendo sus caderas hacia tras esperando cada embestida con placer y gozo.
Los sonidos obscenos de sus cuerpos chocando solo lograban excitar más al mayor, al igual que ver a su miembro desaparecer en medio de las nalgas del menor. Se inclinó hacia al frente, mordiendo el cuello de JongHyun con la fuerza suficiente para dejarle una marca, y también para sacarle un gruñido de placer.
Una última mordida, una última estocada y el nudo de JinKi era empujado dentro del cuerpo de JongHyun, conectándolos. El beta se movió un poco más, antes de que el orgasmo también se apoderara de él, sacándole gruñidos de placer y satisfacción.
Se recostaron de lado en la cama, mientras esperaban a que el nudo de JinKi pasara. El mayor le besaba el cuello a JongHyun, abrazándolo por la cintura, pegado a él, con el beta acomodado entre sus brazos.
No se suponía que sería así, pero había pasado.
JongHyun y JinKi tenían una sólida relación desde hacía un par de años. Estaban seguros de que querían vincularse, pero, al inicio de la relación les pareció muy apresurado, por lo que decidieron esperar. Por eso, cuando los ciclos de calor de JongHyun llegaban, JinKi desaparecía de la presencia del menor, ni siquiera contestando sus llamadas.
Cuando estaba soltero, JongHyun solía recurrir a otros betas para que lo ayudaran con sus ciclos, pero al verse en una relación las tenía que pasar solo, haciendo de ese período una completa tortura.
El ciclo de JongHyun se había adelantado, y llamó a JinKi quién, seguro de que todavía faltaba un par de semanas, contestó. La voz suplicante del menor activó su lado alfa, y se excusó en el trabajo, corriendo hacia el departamento de JongHyun.
Ninguno lo pudo evitar, y aunque hubieran podido no lo hubieran hecho.
—Así que, vinculados, ¿eh?
JinKi rio entre dientes por el comentario de JongHyun, dejándole otro beso, en lo que se ponía boca arriba en la cama, saliendo del cuerpo del menor.
—Así parece. —Llevó su brazo a sus ojos, cubriéndolos, queriendo controlar su respiración.
Tomó una gran bocanada, y luego sintió las manos de JongHyun sobre él, acariciando su abdomen y tomando su hombría en su puño. Subía y bajaba la mano, despertando de a poco el miembro del mayor.
—Te necesito —murmuró JongHyun, perdido, escuchando los suspiros de JinKi.
JinKi tendría más acción esa noche, pero no se quejaba, no mientras fuera con el hombre que amaba, con su pareja.