Chrome había sido enviada por Mukuro a la casa del castaño para que le informara como iban las cosas con el chico, así que ahí estaba ella que solo miraba preocupada a su jefe, pues este parecía realmente molesto, y ¿Cómo no estarlo? El azabache no había vuelto a la casa el día anterior, y eso lo molestaba, no podía creer que su nube llegara a ser tan irresponsable, según Hibari, Reborn le ordeno quedarse con él y Sora, pero parecía que si "linda" novia era más importante para el chico que sus obligaciones como guardián, si definitivamente hablaría seriamente con él, y pobre del maldito si trataba de "morderlo hasta la muerte" porque lo congelaría sin dudarlo.
- Boss – la dulce voz de la chica lo saco de sus pensamientos.
- ¿Si? ¿Qué pasa Chrome? – le sonrió
- Nada, es solo que parecía estar molesto o eso pensé, así que me preocupe
- No es nada, no te preocupes – suspiro – ¿quieres ir a comer al restaurante de Yamamoto? Hibari-san no está aquí, y realmente no puedo dejar a Sora sin comer.
- Claro, Mukuro-sama igual ira, llevara a Fran a comer ahí – soltó una leve risa – al parecer se cansó de que Fran lo moleste y le diga avaro por no llevarlo a comer "un buen sushi"
- Ya veo – sonrió – entonces iré por sora
- Esta bien, ¿Dónde está ella?
- En mi habitación, está molesta porque piensa que Hibari-san se molestó porque nos fuimos un momento con Mukuro.
- Ya veo, pero si Hibari no se fue por eso, ¿por qué lo hizo? – era obvio que ella ya sabía la respuesta, después de todo igual había sido informada con la verdad, sin embargo no estaba muy segura de que el plan de Mukuro fuera el más adecuado.
- Simplemente Hibari-san tiene una novia – frunció el ceño al recordar a la chica – la vio en el parque y se fue con ella sin decir nada.
- Boss... ¿Esta seguro? Es que Hibari no es la clase de persona que se deje llevar por ese tipo de cosas...
- Si está enamorado, lo hará – suspiro – después de todo la chica es demasiado linda
- ¿Entonces? – Lo miro sin entender – ¿Le molesta que Hibari se enamore?
- ¿Qué? No, Yo... en verdad me alegrara que Hibari-san sea feliz con alguien – sonrió tratando de creerse sus palabras – lo que me molesta es el hecho de que esa persona trate de cambiarlo, él es genial y perfecto justo como es ahora, así que si esa chica trata de cambiar algo que no le gusta, entonces ella no es la correcta para él.
- Yo creo que él no es una persona que se pueda cambiar fácilmente – sonrió tratando de calmar al castaño
- Cuando una persona está enamorada hace lo que sea solo para gustarle más a la otra persona...
- Quizá no se trate de eso y solo sea un gran mal entendido o ¿Usted había visto a Hibari con esa chica antes?
- No – respondió después de pensarlo un momento
- Usted ha estado conviviendo con Hibari por semanas, ¿Él ha mencionado algo acerca de esa chica?
- Tienes razón... ¡eso es! La conoció en el parque entonces
- No creo que se trate de eso – rió nerviosa – en verdad debería hablar con él para que le explique lo que ocurrió...
- Como sea – pensó un momento – podría ser... Dino-san
- ¿Qué? Creo que no entiendo que quiere decir, boss
- ¿Podría ser él? –Murmuro para sí mismo – es rubio, quizá vi mal, y no era una chica, era un chico, después de todo ellos dos son bastante cercanos – sentía un terrible nudo en el estómago al imaginar a su "hermano" y al azabache juntos, sin embargo recordó que el rubio le había comentado que comenzó a salir con Enma – no, ¡ah! Hablare con Hibari-san mañana.
La chica suspiro resignada, era obvio que el castaño estaba bastante enamorado y celoso, en verdad esperaba por el bien de todos que el plan de Mukuro funcionara y las cosas salieran bien.
- Boss, mejor vaya por Sora-chan, ella debe estar hambrienta
- ah es verdad – sonrió y se fue a buscar a la niña que estaba encerrada en su habitación – Sora, sal vamos a ir a comer
- No quiero herbívoro – Tsuna frunció el ceño al ver que no le abrían
- No trates de actuar cool como Hibari-san, ahora abre la puerta
- No quiero...
- Es mi habitación, así que abre la puerta o iré con la llave y en verdad estaré molesto – alzo un poco su tono de voz
- Déjame sola – se secó las lágrimas – quiero que el vuelva...
- Lo sé – suspiro – yo igual quiero que el vuelva, pero Sora no compliques más las cosas, créeme estoy triste y molesto, pero mañana que vaya a la escuela tratare de arreglar las cosas con él, ¿sí? Hablare con él y quizá vuelva por ti, sabes que le agradas mucho... quizá más que yo – murmuro lo ultimo
- Tsuna... – abrió lentamente la puerta
- Tranquila – sonrió y se agacho para abrazarla – el volverá, puedes estar segura, pero ahora vamos a comer, me muero de hambre.
La castaña asintió y le sonrió levemente para luego ir junto con la castaña a la casa de Yamamoto.
Al llegar notaron que Mukuro ya se encontraba en el lugar junto a su pequeño estudiante que estaba comiendo, al parecer Yamamoto y Gokudera no estaban porque salieron a una cita, así que se quedaron en el lugar con los que ya se encontraban ahí hasta que anocheció y cada uno se fue por su lado.
- Mukuro-sama – la chica caminaba detrás de este mientras tomaba de la mano a Fran
- ¿Qué ocurre, Nagi? Si es la información que te pedí, espera hasta llegar a casa para contarme como está el conejito
- No, no es eso, es solo que es extraño no ver a Byakuran-sama con usted, ¿Dónde está el?
- No lo sé y no me interesa, es un alivio que no este.
- Diga eso cuando lo crea, shishou – hablo el menor
- ¿Qué quieres decir, mocoso?
- Es obvio que él ya se cansó de usted, shishou, dijo que iría a una cita con el cuatro ojos –bostezo de aburrimiento
- ¿Irie-kun? – pregunto la chica
- Si, lo escuche hablando por teléfono – se encogió de hombros
- Ya era hora, por fin me quite a ese idiota de encima
- Bueno, yo igual me aburriría de seguir a un hada piña loca
- Mukuro-sama... no debería hablar así de Byakuran-sama, después de todo usted igual lo quiere, ¿no?
- ¿Qué? Nagi, querida no digas tonterías, ¿Cómo podría gustarme ese tipo?
- Creo que su cita seria en el mismo lugar en el que cito a shishou, pero el señor piña no fue
- ¡Fran! – Chrome reprendió al menor – no sigas, aunque quizá se cansó de insistir y se rindió
- Cualquiera lo haría, digo yo me cansaría desde el primer momento en el que una piña loca me rechazara
- silencio mocoso – frunció el ceño – vayan a casa primero, acabo de recordar que tengo algo importante que hacer... ese maldito seguro lleva a todas sus conquistas al mismo lugar – murmuro mientras se alejaba
- Alguien esta celoso
- Eso parece – Chrome sonrió – vamos a casa, Fran
A la mañana siguiente Tsuna salió de su casa con Sora, apenas llegaran a la escuela el iría a hablar con Hibari, por eso salió un poco antes para tener más tiempo, sin embargo jamás espero que Kusakabe lo estuviera esperando en la puerta.
- Sawada, Kyo-san me pidió que me entregue s la niña y yo me encargare de ella, además de que cuando salga yo y otros miembros del comité los escoltaremos a su casa y vigilaremos en lugar de el – Sora miraba a los mayores sin entender.
- ¿Qué? – El castaño miro al mayor molesto – lo siento, pero tengo que hablar con el
- Es imposible justo ahora
- ¿Es por su novia? Esa chica de verdad es odiosa
- No entiendo de que habla, Kyo-san no...
- Da igual, dile que no es necesario, si quiere a Sora que la venga a buscar – frunció el ceño y tomo la mano de la niña – que la busque en Italia, vamos Sora, hay que empacar.
- Pero Sawada
- Nada, ya dije y es todo – lo miro molesto – ah dile a Hibari Kyoya que se pudra, y que mande su anillo con Gokudera, sus servicios no son necesarios, puede quedarse con su novia, nosotros ya no seremos una molestia, Sora, andando.
Sora palideció al escuchar lo que su madre dijo, no entendía muy bien que pasaba, pero estaba segura de que las cosas estaban mal, miro al castaño con desesperación y se soltó del agarre para ir corriendo hasta donde sabía que su padre, tenía que hacer algo y rápido.