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Sora por Tsunekosawada

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Notas del capitulo:

Hola, espero que les guste el capitulo 

Reborn decido llevar a la pequeña a la casa de su dame-alumno, pues si era verdad que ella era la hija de éste era necesario mantenerla segura y, ¿Que mejor lugar que la casa de los sawada?

– está es casa de mi abuelita Nana – murmuró la niña al ver el lugar – mis padres me traen cuando no están ocupados para estar con ella.

– ya veo… bueno ella no está, salió con los demás a hacer las compras, pero necesito hablar contigo a solas.

– Lo sé – sonrió mientras entraba a la casa – me dijiste que te responda todo.

– Bien… entonces háblame de tu familia – se sentó frente a la castaña para poder verla.

– Mamá es el décimo Vongola Sawada Tsunayoshi, aunque cuando se casó con papá se volvió Hibari Tsunayoshi – sonrió – ¡papá es el carnívoro más fuerte! Después de ti abuelito… eso dices siempre, también están mi bisabuelo Nono, abuelo Iemitsu, la abuelita Nana, tío Takeshi y Tío Hayato tienen un hijo llamado Arashi, es mayor que yo por dos años y siempre me cuida, tío piña y tío Byakuran tienen una hija llamada Kumi y tiene la misma edad que Arashi, Tío Ryohei y tía Hanna tienen un hijo, Ritsu, hermanito Lambo y tú van a tener un bebé.  -¿Qué? – si lo último lo sorprendió demasiado – la vaca…

-¡Sí! Un bebé y dijeron que yo podría ayudarles a cuidarlo, Tío Emma y Tío Dino tienen una hija llamada Ringo porque creyeron que tendría cabello rojo pero es rubia ella es de mi edad.

- como sea, entonces explícame bien porque te mandé.

- tu siempre me contabas una historia en la que decías que una niña llegó y te pidió ayuda para que sus padres estuvieran juntos, y luego me explicaste que era yo y que tenía que venir para que pueda nacer en el futuro… pero cuando llegue estaba asustada y me distraje cuando vi a mamá… y olvidé mi misión por un segundo…

– Digna hija de dame-Tsuna.

– Entonces… ¿Qué hacemos?

– Descuida – sonrió – ya pensé en ello.

 

Tsuna entró con el ceño fruncido al salón, no podía creer que Hibari fuera tan cruel con una pequeña inocente, suspiro tratando de calmar sé, le pediría ayuda a sus amigos para encontrar a la niña y llevarla con sus padres.

–Juudaime, ¿Qué ocurre? ¿El friki de las peleas le dijo algo? – frunció el ceño de solo pensarlo.

– No, no es eso… Gokudera, Yamamoto… necesito pedirles un favor.

– Claro Tsuna, lo que necesites – sonrió el moreno.

– No tiene que pedir ningún favor, yo lo hago con gusto, no necesita a nadie más.

– No, si los necesito a todos…

– ¿Es grave?

– No – pensó por un momento – creó.

– iremos por los demás y te vemos en la azotea para que nos expliques, Tsuna

– Gracias chicos – sonrió mientras veía a sus dos amigos salir del salón

 

Yamamoto jalo de la muñeca a Gokudera para llevárselo con él y cuando se alejaron del salón lo soltó.

– ¿Sabes? Me pone celoso ver como tratas a Tsuna…

– Que estupideces dices, no es momento de tus tonterías Juudaime nos necesita, no podemos estar perdiendo el tiempo en tonterías – desvió la mirada.

– ¿Cuándo le diremos? Tsuna es nuestro amigo, estoy seguro de que él nos apoyará…

– Sé que el sí, pero no es sólo el… mi hermana, tu padre… todos.

– ¿Acaso te da vergüenza que sepan que salimos?

– No es eso… es solo que no estoy seguro de...

– Entiendo… – lo interrumpió y le sonrió levemente – cómo sea, tú ve por Ryohei, yo iré por las chicas

– Oye – frunció el ceño y golpeó la pared con el puño cuando vio a su novio darle la espalda e irse.

 

Unos minutos después todos se encontraban en la azotea para poder escuchar lo que el castaño les diría.

– ¿Que ocurre Sawada? Tenía un entrenamiento extremo.

– Hermano – kyoko suspiro – seguro es algo importante si no Tsuna no nos hubiera hablado.

– ¿Ocurre algo grave, Boss?– preguntó tímida Chrome.

– siento molestarlos chicos, pero… en la mañana una niña de unos cinco o seis años chocó conmigo, parecía estar pérdida… Hibari-san iba a ayudarla pero – lo pensó un momento, no quería que sus amigos pensaran que el azabache era un ser malvado – la niña se puso a llorar y se fue.

– Lógico – interrumpió Gokudera– seguro el friki de las peleas la asustó.

– quizá si – suspiro– pero la pequeña aún está perdida y algo me dice que no ha encontrado a sus padres, así que por favor…

– No hace falta que lo digas Tsuna – Yamamoto sonrió – te ayudaremos a buscarla, vamos a dividirnos tú y Gokudera pueden ir juntos, yo y Chrome, y senpai con su hermana.

– ¡Encontraremos a esa niña al extremo! Vamos kyoko – el mayor tomó de la mano a su hermana y se la llevó arrastrada.

– Veré si Mukuro-sama puede ayudar – sonrió Chrome.

– Bueno, vamos entonces – el moreno le sonrió a la chica y la tomó de la muñeca para llevársela con él.

Gokudera rechinó los dientes molestó, era obvio que el maldito friki del béisbol estaba tratando de provocarle celos, pero no le iba a dar el gusto de que lo viera molestó.

– si querías ir con él debiste decirle – el castaño lo tomo del hombro y le sonrió

– Juudaime… – se sintió avergonzado – yo…

– Yo los apoyo – lo miró sin dejar de sonreír– cuando salía del salón para venir a la azotea los escuché, y me alegra que decidieron salir, pero creo que esto solo es un tema en el que solo importan ustedes dos y no lo que los demás digan, además estoy seguro de que Bianchi y el padre de Yamamoto los entenderán…

– Yo… – se mordió el labio inferior – creo que tiene razón, hablaré con él después, pero ahora lo ayudaré a buscar a esa mocosa, ¿Cómo se atreve una mocosa a preocupar lo?

Tsuna soltó una leve risa y luego salió de la escuela junto a su amigo para tratar de encontrar a la pequeña castaña, sin embargo cuando anocheció dejaron de buscar algo decepcionados de no encontrar a la pequeña, Tsuna se despidió de todos sus amigos y volvió a su casa donde se llevó la sorpresa de ver a la niña cenando con su familia.

– llegas tarde dame-Tsuna

– ¡Reborn! ¿Qué hace esta niña aquí? La busqué todo el día…

– entonces no buscaste lo suficiente…

– Tsu-kun – la madre del castaño le sonrió – ella es Sora, Reborn-kun me dijo que es su familiar lejana y que no la había visto en mucho tiempo, así que ella se quedará aquí unos cuantos días.

– ¿Qué? Pero...

– ya escuchaste a mamá dame-Tsuna

– ma… Tsuna – la niña se levantó de donde estaba sentada y se acercó al chico – perdón por lo de la mañana, te confundí con alguien.

– Descuida – le sonrió y con cuidado le acarició la cabeza – me alegra que estés bien, por cierto ¿dónde está Lambo?

– Abu… ¡Primo Reborn lo encerró en el sótano!

– ¿Por qué?

– Porque se me dio la gana – murmuró y se levantó del lugar – vamos a la habitación para poder hablar.

– Está bien… – suspiró y siguió a su tutor hasta la habitación con la niña tomada de la mano.

 

La niña corrió a la cama apenas entró a la habitación y se acomodó para dormir.

– Entonces… ¿vas a decirme quién es ella?

– Ella es Sora… es una tataratataratataratatara nieta de Primo… – si después de todo no era una mentira del todo.

– ¿Qué? ¿Y por qué está sola?

– Ella no sabe, la mandaron aquí, supongo que por su seguridad o algo… yo saldré de aquí para investigar más así que tú vas a hacerte cargo de ella.

– ¡¿Qué?! No, no yo contrabajo puedo cuidar de mí… no puedo – cuando se dio cuenta el azabache ya estaba durmiendo al igual que la castaña.

Suspiro resignado, igual y podría dejar a la pequeña en casa junto a los demás niños, definitivamente eso haría feliz de haber encontrado una solución fue a cenar y para luego bañarse y de último meterse a la cama con cuidado de no mover a la castaña.

 

Cuando despertó sonrió al ver a la pequeña abrazándolo, y noto que tenía un papel pegado en la frente suspiro y lo tomo para leerlo.

 

“Querido dame-Tsuna, lleva a Sora contigo, mamá no está en casa ganó unos boletos para un crucero y de fue junto con los demás, no la dejes sola podría ocurrirle algo, tú tienes a tus guardianes que cuidan de ti, ella solo te tiene a ti, hablé con alguien para que no se aleje de ustedes dos y los cuide”

 

Miro a la niña y luego la hora y entonces gritó, de nuevo se le había hecho tarde, miro a la niña y la despertó para meterse a bañar con ella y volver a vestirla y medio peinarla y el ponerse el uniforme para luego tomar su mochila y cargar a la niña para irse corriendo a la escuela.

 

Y de nuevo ahí estaba en la puerta frente a Hibari quien lo veía con el ceño fruncido y luego a la niña.

– ya sé que no están permitidos los niños pero…

– el bebé me dijo… dame a la herbívora y tú ve a clases.

– ¡no soy herbívora!

– ¡Sora! – Tapó la boca de la niña con su mano – no, ¿Podría tenerla conmigo? Además no quiero causarle problemas…

– Herbívoro, sino quieres que te muerda hasta la muerte obedece… la niña se queda conmigo hasta que terminen tus clases y tú castigo porque ayer tú y tu manada salieron antes sin permiso.

 

Tsuna se mordió el labio algo nervioso, definitivamente no sabía qué hacer pero lo que sí sabía es que no quería ser mordido hasta la muerte, y al parecer Reborn ya había hablado con el azabache así que suspiro y entregó a la pequeña, después de todo ¿Qué podría salir mal? Se despidió de ella y fue a su salón.

 

Hibari miro a la niña que le sonreía y noto que traía la misma ropa del día anterior y además estaba mal peinada, solo suspiro y comenzó a caminar.

– Disculpa – Sora lo agarró del pantalón y el azabache la miro – ¿A dónde vamos? ¿Puedes tomar mi mano? Mis padres dicen que siempre debo tomarlos de la mano…

– No soy tu padre – la niña bajó la mirada con tristeza y soltó la ropa de este – puedes agarrarte de mi ropa… andando herbívora

– ¡Gracias! – La cara de la pequeña se iluminó con felicidad y él sonrió levemente – pero no soy herbívora.

– No hablo de lo que comes…

– Eso ya lo sé, mi papá dice que soy una omnívora como mi mamá.

– Ya veo – la miro con curiosidad y siguió su camino – ¿Por qué estás mal peinada y con la misma ropa de ayer?

– Ma… Tsuna me peino rápido y me mandaron aquí sin nada…

– Entiendo

Pensó un momento en que hacer y fue por kusakabe para que se encargará de revisar los documentos que aún tenía pendientes porque él iría a comprar algunas cosas para la niña ya que no era buena idea que siempre vistiera con una sola ropa.

La peinó con cuidado haciéndole dos coletas perfectas y luego salió de su amada escuela para ir con la niña.

– ¿Y Hibird? – esa pregunta lo sorprendió, ¿Como ella sabía de su pequeña ave?

– ¿Cómo sabes de él?

– ah… Tsuna me contó de él… ¿Por qué? ¿No está aquí?

– se quedó en la escuela, si ocurre algo él me avisará…

– bueno…

 

Mientras tanto Tsuna se mordía el labio nervioso sin dejar de ver por la ventana, ¿Sora estaría bien? Ojalá no causará ningún problema, porque era claro que sí lo hacía el que pagaría los platos rotos sería el.

– Tsuna – Yamamoto lo sacó de sus pensamientos

– ¿Qué ocurre?

– Gracias – sonrió – Hayato me dijo que hablaste con él… creo que si no fuera por ti aún seguiríamos molestos.

– no es nada, para eso son los amigos para ayudar cuando los necesitan.

– Es verdad… Por cierto, ¿Apareció la niña?

– Si – suspiro – se llama Sora y al parecer es un familiar mío, la tengo que cuidar porque está sola aquí.

– ya veo

– si… ¿Y Gokudera?

– Ah – comenzó a reír– no pudo venir a la escuela.

 

Si, el chico no se había podido levantar de la cama después de que tuvieron una romántica reconciliación.

 

Hibari volvió a la escuela junto con Sora y algunas bolsas de compras, la había cambiado de ropa y compro hamburguesas para que ambos pudieran comer porque la pequeña se lo pidió, así que ahora estaban en el comité disciplinario comiendo, sin embargo algo de esa niña le llamaba la atención, quizá su parecido a Sawada o qué las cosas que decía de su padre, pero le sorprendió que mientras caminaba con ella la niña iba cantando el himno de Namimori, definitivamente esa niña escondía algo.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, besos. 


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