Capítulo IV
Pov. Jungkook
La reunión con el consejo había sido agotadora, tener que lidiar con los reclamos sobre la estancia de Park Jimin en la tribu era complicada. Las opiniones estaban divididas, una mitad alegaba que era demasiado peligroso dejar que un extranjero se quedara, la otra mitad no tenía problema alguno, al contrario pensaban que él podría ser de ayuda.
Al final no me fue difícil tomar una decisión, mantendría al niño bonito. No me importaban las opiniones de los demás, no les quedaba de otra que respetar mi decisión.
Terminando la reunión tome camino con Chanyeol hacia la vivienda de Baek, era momento de ir por Jimin, ya era muy tarde y estaba demasiado cansado. Para mi sorpresa el pequeño ya había comido y la manta fue remplazada por una túnica…lastima, me hubiera gustado apreciar más ese gran culito.
No lo sé Jimin tenía algo que había llamado mi atención desde que lo trajeron ante mí. Todo de él es lindo, sus pequeños ojos, labios carnosos y rosados, mejillas bonitas y una naricilla de botón.
¡Carajo! hasta su difícil personalidad me es encantadora… Quiero aparearme con él…
Para ser sinceros, pude haberle dado una carpa para que durmiera tranquilamente pero me resultaba más tentadora la idea de dormir juntos en una misma camilla. No podía dejar pasar la oportunidad de tener ese lindo cuerpo entre mis brazos, al principio quiso huir de mi creyendo que estaba dormido, completamente equivocado, solo hizo que me dieran más ganas de retenerlo.
Al final él fue el primero en caer dormido…no pude evitar acariciar los suaves mechones de su cabello y por qué no, dar una que otra caricia “inocente” a sus caderas y piernas.
Observé su rostro para ver si hacia reacción a mis toques juguetones pero parecieron no tener efecto en él ya que seguía durmiendo plácidamente.
-Bonito…muy bonito- susurré mientras apoyaba mi barbilla en su cabeza para dormir.
Al día siguiente fui despertado repentinamente por unos delgados brazos que me habían empujado bruscamente hacia el piso.
-¡Pero qué crees que haces salvaje Pervertido!- me miraba enojado.
-¡¿Por qué me gritas?! ¡¿Qué hice ahora?!- grité enojado mientras miraba como Jimin estaba todo rojo de la cara.
-Te dije que si se te ocurría tocarme te iba a matar…líder tonto.
-No te entiendo nada, se mas especifico- hablé desesperado.
-Tu tu tu…tu cosa…eso- apuntaba avergonzado evitando su mirada hacia mi entrepierna. Mire hacia abajo yyyyy
Mierda… estaba duro
-No debí confiar en ti… tú, cerdo - dijo mientras se cubría su cara con las dos manos.
-¿Por qué te sorprende tanto? Es algo normal- reí burlón, provocando que el niño bonito me mirara aturdido.
-Tú también eres hombre, no es como si a ti no te hubiera pasado…-volví a hablar.
-Claro que sé que es normal, pero lo que no es normal es restregar tu gran, tu gran Jungkookconda en el trasero de otros- dijo acusatoriamente.
¿Jungkookconda?
-Oh vamos, sabes que no fue con intención, si de verdad hubiera querido ya me hubiera apareado contigo desde que llegaste aquí.
-¡Disculpa!- gritó aturdido mientras trataba de calmar su respiración- Apareado dices… ¿Qué eres? ¿Un animal?...
-¿Por qué? ¿No te gusta?
-NO, lo odio- respondió enojado
-Pues acostúmbrate, mientras estés aquí es de esa manera.
-Ushh ¡te odio!
-¡Pues yo también te odio!
Mentira… me encantas
Un pequeño silencio se produjo entre los dos y cuando estaba por disculparme por ser tan idiota escuché un extraño sonido proviniendo del estómago de Jimin.
-¿Quieres comer?
-Umm- asintió con las mejillas sonrojadas.
-Está bien, quédate aquí te buscare algo de comer- me levante rendido del piso con la intención de ir en busca de comida cuando me di cuenta que una mano me tomo del brazo.
-Espera- habló.
-¿Qué pasa?
-Yo… iré contigo- su mirada avergonzada me daba a entender que no quería estar solo.
-Bien, pero no te muevas de mi lado en ningún momento ¿entendido?
Asintió por lo que comencé a caminar hacia afuera con él a unos pasos atrás de mí. Al caminar toda la gente de la tribu saludaba, algunos se le quedaban viendo a Jimin, los más jóvenes se acercaban curiosos para picotearlo y jalar suavemente mechones de su cabello. La acción provoco que Jimin agarrara mi brazo en un fuerte agarre.
-¿Asustado?- me burlé mientras él me volteaba a ver.
-No realmente… es solo que esto es demasiado extraño- habló calmadamente.
-Claro que lo es, no es común ver a alguien tan seguido con cabello rosado- sonreí- y menos cuando se tiene unas facciones tan bonitas como las tuyas…
Tú y tu boca… eres un gran idiota Jungkook.
Mi comentario lo dejo sorprendido ya que de la nada comenzó a ponerse rojo.
-Supongo que gracias- susurró tímido.
-Deberíamos seguir avanzando- hablé rápidamente antes de quedar como un tonto.
Adentrándonos entre los arbustos y las plantas me encontré con una palma de coco no dude en subir y tomar unos cuantos.
-Toma- le extendí uno de ellos para que tomara de él.
-Gracias- dijo mientras tomaba rápidamente- Ahh esto sabe tan bien- habló aliviado mientras se limpiaba las gotas que resbalaban de su barbilla.
-Me alegra que sea así, pero hay que seguir buscando, no podemos alimentarnos simplemente de eso- dije mientras comenzaba a caminar.
-Busquemos unos cuantos roedores, si tenemos suerte tal vez podamos atrapar aves- hablé emocionado.
-¿Roedores, aves?- preguntó Jimin asustado- ¿No podemos simplemente buscar otra cosa para comer?
-Jimin, tienes que consumir proteínas- hablé convencido.
-Pero… pero yo no quiero asesinar a ningún animal.
-Tienes que ¿Acaso te quieres morir de hambre?- pregunté desesperado.
El negó la cabeza rápidamente.
-Mira hagamos esto, tú te encargas de buscarlos y una vez que los encuentres me das una señal pero tienes que ser cuidadoso y sin hacer ruido- lo mire a los ojos para saber si había entendido mi indicación.
-Ok- asintió no muy convencido.
-Bien, busquemos por separado pero no te alejes tanto de mi vista, de otra manera será difícil cazar.
-Lo tengo- giró decidido para comenzar a buscar.
Pasados unos minutos de estar buscando Jimin hizo un sonido con su boca dando a entender que había encontrado algo. Me acerque lentamente hacia él colocándome a su lado, en nuestro campo de visión se encontraba un gran conejo, tomé silenciosamente de mi espalda una flecha para poder disparar con mi arco.
-Jimin- hablé- voltea hacia otro lado, no querrás ver esto- hablé mientras tenía la mirada fija en el roedor.
Una vez que volteo apretando los ojos y tapando sus oídos no dudé en lanzar la flecha, apuntando exitosamente.
-Ya puedes abrir los ojos- dije no sin antes sacar la flecha y tomar al animal muerto.
Temeroso abrió sus ojos para después fijar su vista en mí y en mi mano.
-Ugg…yo no quería esto- dijo triste
-Nadie quiere esto lindo pero así fue decidido por madre naturaleza, ahora ven aquí, agradezcamos a ella por brindarnos de alimento- hablé mientras me arrodillaba. Arremedo mi acción y silenciosamente se colocó a un lado de mí.
-Cierra tus ojos y pon tu mano derecha en la tierra- dije. Una vez que lo hizo le pedí que repitiera las mismas palabras que yo
-Madre naturaleza agradecemos de esta ofrenda y prometemos ser personas de bien, no seremos codiciosos ni tomaremos más de lo que nos ofreces… gracias- hablé lentamente mientras él me seguía el ritmo.
Lentamente lo tome del brazo para levantarlo y sacudirle las rodillas y las manos, mi acción lo sorprendió un poco pero no protesto.
-Jungkook- habló quedito.
-¿Si?
-¿Qué significa lo que dijimos hace rato?- hizo contacto visual conmigo.
-Madre naturaleza agradecemos de esta ofrenda y prometemos ser personas de bien, no seremos codiciosos ni tomaremos más de lo que nos ofreces… gracias- repetí automáticamente aquella oración que tanto me sabía.
-Eso es muy lindo- dijo- ¿por qué me siento menos culpable?
-No hay nada por lo que deberías sentirte culpable, madre nos dio un gran regalo a los humanos, solo tenemos que ser agradecidos y considerados con lo que nos da- sonreí, para mi sorpresa recibí una de vuelta.
No pude evitar perderme en ella unos segundos…
Eres endemoniadamente hermoso ¿lo sabias?
-Jungkook…- su voz me trajo a la realidad- Jungook- repitió.
- Dime
-¿Crees que haya un lugar en donde pueda quitarme esta suciedad? Me siento todo pegajoso- habló.
-Oh lo hay, sígueme- lo tomé rápidamente de la mano para ir a mi lugar favorito de toda la isla. Caminamos por un rato hasta que llegamos a un pequeño lago con una cascada.
-Es aquí- volteé a mirarlo dándome cuenta que miraba con sorpresa y admiración el lugar.
-¡Es hermoso!- gritó emocionado.
-Me alegra que te guste, es mi lugar más preciado.
-Qué esperas a entrar- hablé de nuevo.
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Pov. Jimin
Emocionado comencé a acercarme al agua y a levantar mi túnica…luego me di cuenta que no estaba solo y que Jungkook estaba ahí. Avergonzado baje rápidamente la ropa en su lugar.
-Podridas voltear- hablé lo más amable posible.
-Por qué debería…los dos somos hombres y tenemos lo mismo- habló inocentemente.
Como si fuera a caer…
-Voltéate- advertí.
A duras penas logre que se volteara. No puedo entender cómo es que en ratos el parecía ser calmado y amable, y rato después se comportaba como un gran pervertido. No lo entiendooooo.
-¡No se te ocurra voltear! Si lo haces ya verás…
-Tranquilo no lo are- creyendo que este no voltearía le di la espalda y comencé a quitarme la ropa tranquilamente.
-Oye- habló repentinamente.
-¿Qué?
-Bonito trasero por cierto…
Bruscamente me volteé para encararlo dándome cuenta que me estaba observando.
Carajo
-¡Idiota!-trate de cubrir mi cuerpo con mis manos- solo una cosa te pedí estúpido líder- hablé enojado mientras me metía rápidamente al agua.
-Oh vamos, no te enojes hermoso- él reía mientras yo sentía mis mejillas arder.
-¿Qué haces?- pregunté alarmado cuando observé que colocaba sus manos en el taparrabo para comenzar a bajarlo.
-¿Qué no es obvio? me daré un baño- camino desnudo hacia mí.
OH DIOS MIO… una gran anaconda se acerca hacia mí.
Asustado no pude evitar encogerme por semejante monstro ¿Cómo alguien puede cargar tremenda cosa entre las piernas? No quiera imaginarme como luce ya despierto.
-¿Sorprendido hermoso?- dijo ya estando adentro.
- Ha ya quisieras… he visto mejores- mentí, en realidad nunca había visto otro pene en tiempo real que no fuera el mío.
-¿Eso piensas?- río divertido- ¿Por qué no vienes y lo compruebas tú mismo?
-Agradezco la invitación pero no estoy interesado.
Te mueres por verla Jimin.
-Qué lástima, hubiera sido genial de tener un poco de diversión.
Traté de ignorarlo y me enfoque en limpiar mi cuerpo y quitar toda la suciedad mientras sentía su mirada en mí. Seguí en lo mío tratando de relajarme mientras que me acomodaba y me recargaba en una de las piedras para estar más a gusto hasta que repentinamente sentí un gran salpicón de agua.
Enojado abrí los ojos sin sorprenderme de la persona que lo había provocado.
-Oye no me ignores, es aburrido- habló travieso mientras comenzaba a salpicar más agua.
-Ahora si maldito…- bruscamente me levante para ir hacia él olvidando que estaba completamente desnudo.
-Ven aquí, te matare- hablé mientras observaba que este reía y trataba de alejarse.
-Quiero que trates- río para después zambullirse rápidamente dentro del agua.
-¡Jungkook!- desesperado comencé a dar vueltas para tratar de buscarlo debajo del agua.
-Aquí estoy- esuché su voz y cuando volteé no había nada
Ese maldito… no podía encontrarlo por ningún lado, cuando creí haberlo encontrado embullí los brazos en el agua tomándolo, pero solo era una gran roca. Cuando me agache para dejarla en su lugar Junkook salió bruscamente de atrás tomándome bruscamente de la cintura.
-Te tengo- susurró en mi oreja provocándome cosquillas.
-Suélame- hablé molesto y todo abochornado por tanto contacto físico.
-¿Por qué estas todo rojo?- Dijo curioso mientras sujetaba mi mentón para poder verme.
No podía evitar ponerme caliente, su agarre en mi cintura quemaba tanto que me hacía sentir cosas raras en mi vientre bajo.
-Jungkook… por favor suéltame- supliqué nervioso mientras miraba sus ojos.
-Jiminie- volvió a susurrar en mi oído.
-Mmm ah- gemí quedito provocando que él me viera sorprendido.
Oh no
-Al carajo todo- habló mientras me volteaba rápidamente para mirarme a los ojos y después mirar en dirección hacia mis labios.
-No lo hagas- susurré asustado- ni si quiera lo pienses.
-Lo siento no puedo- dijo para después estampar sus labios con los míos.
Trate de hablar para detenerlo pero él movía sus labios ferozmente cosa que hizo que metiera su húmeda lengua en mí. El beso comenzó a ser más demandante provocando que cerrara los ojos y me dejara llevar.
No pude evitar enrollar mis brazos en él cuando sentí sus manos bajar a mi espalada y después masajear mi trasero, haciendo que me sitiera más caliente y más caliente, y me pegara más a él necesitadamente.
Te dije que no lo hicieras… si sigues yo…no creo poder parar.