Puedo verme a mí misma despertando en una cama que no reconozco, estoy confundida y no sé qué ha pasado en las últimas horas. Abro los ojos lentamente porque la primera vez que lo intento la luz lastima mis ojos. Recuerdo que el cuerpo me duele y entonces volteo a mi lado, y la sorpresa hace que me levante de la cama rápido y sin ningún cuidado. Una chica que no recuerdo en ese momento está acostada con el torso desnudo excepto por una corbata de cuadros roja atada al cuello.
-¡¿Cómo llegué aquí?! -exclamo sobresaltada por toda esa situación extraña.
-Mmm… ¿qué pasa? -pregunta la chica despertándose.
-¿Quién eres? -suelto antes de pensarlo, me suena de algo pero no sé de dónde.
-¿No me recuerdas? -dice mezcla de sorpresa e indignación, claro, la chica del bar.
-Huh… ¿Pasó algo… entre tú… y yo? -casi tengo miedo de la respuesta porque no recuerdo nada, ella sonríe traviesa.
-Bueno, no sé cómo decirlo sin que suene mal pero… no recuerdo nada, por favor solo olvida esto y sigamos cada quien por su lado -estoy confusa, me duele la cabeza y siento como si no hubiera tomado agua en toda mi vida.
-No me digas eso, la pasamos bien -se acerca un poco a mi con una expresión bastante atractiva debo decir -Además ¿Qué haremos si quedo embarazada? Al menos deberías darme tu número por cualquier cosa -me está tomando el pelo ¿no?
-Si sabes que no te puedes embarazar ¿verdad? -pregunto solo para estar segura.
-¿No? -parece realmente sorprendida, niego con la cabeza -Maldita Jennifer me las va a pagar -se enoja de pronto y busca su celular. Que alguien me diga que definitivamente me está tomando el pelo.
-¿Quién es Jennifer? -pregunto por curiosidad.
-Mi ex -responde simplemente y entonces yo solo quiero salir de ahí porque no recuerdo ni el nombre de esta chica y es muy rara.
-Ok… yo me tengo que ir, adiós -y antes de que diga cualquier cosa salgo de la habitación tomando mis cosas.
He salido de la habitación cuando la chica suelta su celular y se ríe, se deja caer en la cama y suspira.
Me sigo a un pasillo largo con varias puertas a los lados, asumo que es un hotel, busco en mi bolsa que mis cosas estén completas y por suerte me queda suficiente dinero para tomar un taxi y salir de ahí, ni siquiera sé en qué parte de la ciudad estoy.
La recepción es suficientemente amplia y la habitación no estaba tan mal, al menos no terminé en un motel de mala muerte… aunque eso no significase que esto estuviera bien, si al menos lo recordara no tendría tantas quejas.
Las personas me miran extraño, no es para menos, debo verme horrible. Salgo a la calle y paro un taxi. Le doy la dirección de mi casa y él conduce. Intento recordar lo que sea que haya pasado, pero tan solo recuerdo a la chica sirviéndome whisky y luego una bebida azul que tomé sin preguntar. Gran error. No recordaba absolutamente nada después de eso.
Llego a mi casa en menos de veinte minutos, no estaba tan lejos. Para estas horas mis padres están trabajando aún así la resaca no me deja pensar bien, entro a la casa con cuidado hasta que recuerdo ese detalle y me dejo caer en el sillón… vaya nochecita.
Cuando soy capaz de recuperarme voy primero por una jarra de agua y una aspirina, bendita la hora en que decidí que era buena idea tomar.
Tomo un baño y trato de relajarme. Simplemente necesito dormir y no volver a despertar.
3 meses después
El tiempo que transcurrió ni siquiera vale la pena relatarlo. Yendo y viniendo al trabajo simplemente y acudiendo a citas con chicas que conocía en una app. Justamente, este día que sí vale relatarlo, estaba con una chica que conocí el mes pasado.
Ella comenzaba a ponerse intensa cuando yo había sido clara al decirle que lo nuestra era solo diversión. Pero no podía entenderlo y simplemente me estaba hartando.
- Quizás te enamoras -sugiere un poco suplicante.
-Ya lo hablamos mil veces, en serio, fui clara contigo y si no podemos seguir con lo acordado es mejor que lo dejemos aquí -digo por milésima vez. -Mira, en serio, no soy lo que buscas.
-Hay alguien más -afirma y ruedo los ojos, yo simplemente odio que supongan cosas de mi como si me conocieran.
-No hay … -veo a una chica entrar al café en ese momento, yo sentada aún no la veo, pero ella a mí sí, se acerca e interrumpe lo que estoy diciendo.
-¡Bebé! -exclama estando aún a tres mesas de distancia, entonces la miro y me sorprendo al reconocer a la chica del bar. Cuyo nombre aún no soy capaz de recordar, aunque no es como si pensara en ello.
-¡Lo sabía! hay alguien más -chilla mi acompañante, se levanta y se va. No me molesto en seguirla, igual ya todo terminó.
-Ah, lo siento ¿interrumpí algo? -pregunta la castaña. Pero a pesar de decir aquello se sienta en la silla que acaban de desocupar.
-Al contrario, llegas en el momento justo… pero ¿qué fué eso? ¿Bebé? -ella sonríe sin responder y en su lugar llama a un mesero para pedir una soda italiana de blueberry. Una vez le traen su bebida retomo la conversación.
-Azul -digo recordando la bebida que me dio y viendo el color de la bebida que acaba de pedir.
-¿Sí? -señalo su bebida.
-¿Qué fue lo que me diste esa noche? -le pregunto para sacarme la duda.
-Ah lo dices por eso -parece decepcionada -fue un absolut blue souvenir, con mi toque especial para olvidar penas, te veías muy mal -el nombre de la bebida en realidad no me decía gran cosa.
-No fue mi mejor noche -desvío la mirada --¿cómo me encontraste?
-Casualidad -se encoge de hombros y da un sorbo a su bebida.
- Y ¿qué fue eso de Bebé? -pregunto divertida. Ella me mira y sonríe.
- ¿Bernabé? -dice recalcando la primera y última sílaba… vaya… no lo había notado antes de aquello.
-Lo siento, yo no recuerdo tu nombre -me sincero porque esta charla se volverá rara si no sé cuál es su nombre y no lo averiguo pronto.
-Azul, veo que esa bebida si que hizo efecto - ella se ríe y las comisuras de sus labios se elevan llenando sus ojos de un brillo travieso.
-Mira cuántas casualidades. Eso es completamente culpa tuya y gracias por lo de antes, sirvió para deshacerme de ella -señalo detrás de mí. Y al momento me doy cuenta de que eso sonó mal.
-Pobre chica ¿qué le hiciste?
-Nada, lo juro, fui sincera con ella desde el principio, pero quería algo más serio y eso no fue lo que acordamos -le digo tratando de justificarme, quizás.
-Entonces no buscas una relación seria -resume ella. Asiento con la cabeza evitando dar explicaciones.
-Así que... ¿embarazaste a tu ex? -digo recordando con gracia lo sucedido y con la doble intención de cambiar de tema. Ella ríe de nuevo.
-Sí se embarazó, pero no fui yo. Obviamente -rueda los ojos -me engañó con su “mejor amigo” muy descarados los dos, qué te puedo decir -se recarga en el respaldo de su silla y toma un gran trago de su soda.
-Qué hijos de… -y recuerdo que a mí también me engañaron, de alguna forma. Miro el reloj. -Umm lamento decir esto pero debo volver al trabajo.
-Te acompaño -dice parándose también… demonios, siempre fue de armas tomar.
-Ah, claro, vamos -pago la cuenta y salimos. Caminamos un par de cuadras y ella me cuenta un poco de lo que sucedió la noche que nos conocimos, aunque dice no recordar mucho, tampoco, al menos me entero de que bailamos gran parte de la noche.
Antes de despedirme de ella le propongo que intercambiemos números, simplemente para conversar, me había agradado. Entro al edificio y me siento en mi lugar a trabajar en los pendientes que tengo.
Puedo verla desde la ventana, camina un poco, da una vuelta, el viento agita su cabello corto y se mira tan linda. Mientras yo trabajo sin despegar la vista del ordenador. Si hubiese visto el cómo ella se alejaba de mi lugar de trabajo… sólo quizás, no habría errado tanto.