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***Como las Olas del Mar*** por Kikyome

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Capítulo 6                “Volverás aunque no quieras”  

-Tengo frío- Se quejó con un adorable puchero Nícolas, mientras se aferraba al brazo de Esteban.

-No hace tanto frío, y ya cálmate, te prometimos salir a pasear hoy, ¿no es verdad?- Le contestó Esteban mientras le acariciaba la cabeza y revolvía sus cabellos oscuros que brillaban a la luz de la luna.

-Vamos, se hombre, no me dirás que un poco de viento te va a impedir conseguir una novia Nícolas- Fausto palmeó con un poco de fuerza la espalda del pequeño, quien lo miraba de mala manera por el comentario.

-No quiero novia, las mujeres son complicadas y no hay quién las entienda- Terminó por decir mientras se soltaba del brazo de Esteban para ir más adelante en señal de disgusto.

-Te dije que podría ser contraproducente- Murmuró el rubio al oído de su hermano.

-Tal vez si no lo dijeras de esa forma, deberías probar a otra cosa- Esteban comenzaba a preocuparse en serio por la actitud renuente de Nico.

-Ya sé lo que voy a hacer, hey Nico, hagamos una apuesta- Fausto le dio alcance.

-¿Qué clase de apuesta?- Preguntó Nico con la intriga decorando su rostro y haciendo brillar sus hermosos ojos negros.

-Mira, hoy iremos a un bar, entrarás con nosotros, pero luego nos separaremos, si puedes conquistar a una chica sin mencionar que nosotros nos conocemos me tendrás para ti solito todo un día, ¿Qué te parece?- Fausto le sonreía de manera dulce y sincera, aunque en sus ojos brillaba algo que Nico hubiera podido describir como lujuria.

-¿Y para qué te quiero yo todo un día para mi solito?- Pregunto inocentemente Nícolas para alejar los malos pensamientos de su mente y procurar no sonrojarse ante los mismos.

-Pues, haré lo que tu quieras, saldremos, jugaremos, lo que quieras, todo un día, ¿no te quejas siempre de que no paso tiempo contigo? Pues bien, esta es tu oportunidad- Concluyó seguro de que con eso lo convencía porque lo convencía.

-No me parece justo- Interrumpió Esteban. –Al bar al que vamos, solo lo frecuentan mujeres de nuestra edad, así que ninguna se fijaría en un niño como él, además sumando el hecho de que nosotros también estaremos ahí, eso lo pone más difícil-

-Acepto, pero recuerda que será todo un día de 24 horas- Nico sonaba muy seguro de sí mismo, parecía tener un plan.

-Pero Nícolas, te va a resultar difícil ¿estás seguro de querer intentarlo?- Preguntó preocupado Esteban, ya que el muchacho se podía desilusionar de manera definitiva del sexo opuesto.

-No te preocupes, una vez alguien me dijo que tengo un encanto especial, y que podía conquistar a quien yo quisiera, pues bien, este es el momento para ver si esa persona tenía razón o solo me estaba mintiendo-

-Así se habla, vamos al bar- Fausto sujetó del hombro a Nico y los dos se enrumbaron al dichoso bar de donde saldrían más de una sorpresa.

-Vaya, espero que esto funcione- Esteban se resignó y caminó detrás de ellos.

 

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-Y desde entonces estoy buscando a Nico para llevarlo de vuelta a mi lado, donde pertenece- Finalizó la historia Fausto con una sonrisa triunfadora ante las miradas incrédulas de los amigos de su amor.

-Muchas...gracias señor...ahora lo dejamos para que siga descansando- Karla se despidió como pudo y salió de ahí pálida como nunca en su vida, ella tenía un poco más de cercanía con Nícolas debido a la relación que tuvo con su hermano, pero jamás esperó escuchar algo como eso.

El resto de los chicos seguían perplejos, sin habla, uno a uno fue recuperando valor para ponerse de pie y salir de aquel lugar, después de lo que ese hombre les había contado no sabían si alguna vez podrían volver a verle la cara a su, ahora no tan buen amigo Nícolas.

Se encontraron los 9 en la puerta de la estación de policías, por momentos se miraban entre ellos para ver la reacción que habían causado aquellas palabras en cada uno, hasta que por fin Dilan se decidió a hablar.

-Yo no le creo, de seguro es uno de esos locos homosexuales que se encaprichó con nuestro Nícolas- Terminó por decir la pequeña morena con tono de aseveración y segura de que nadie le sacaría aquella idea de la cabeza.

-Pues, podría ser verdad, digo, talvez el tipo exageró, pero si es cierto que Nico es un chico no solo muy atractivo, si no que también le gusta llamar la atención y jugar con fuego- Dudó un poco en decir aquello Scarlett.

-Yo no creo, es decir, si Nico fuera así como lo describió, ¿por qué no ha intentado nada con nosotros?- interrogó soberbiamente Alejandro.

-Me parece, que a lo mejor no quiso repetir la misma historia- Defendió Fransua.

-No tienes pruebas de que alguna vez halla pasado lo que ese sujeto dijo que pasó, así que no puedes andar por ahí suponiendo que Nícolas es gay, y de ese tipo- El tono que usó Elena fue atemorizante.

-Tampoco es para que lo digas así, recuerda que antes de que ese monstruo llegara, Rick casi le arma un papelón de esos de marido y mujer- Recordó inoportunamente Damián, mientras metía sus manos en los bolsillos y se arrimaba a la pared.

-¿Y cuál es el problema si Nico fuera gay?- Preguntó cortantemente Karla.

-¿Cómo que cual es el problema?- Gritó estruendosamente Joy.

-Si, yo no veo ningún problema- Repitió tranquilamente Karla.

-Es verdad, no hay ningún problema con que Nico sea gay, el problema es que ese tal Fausto esté interesado en él- Apoyó Dilan.

-A ver, creo que perdimos el punto de la conversación, si Nico es gay, quiere decir que hizo todo lo que ese sujeto dijo y que podría hacerlo con nosotros- Alejandro estaba fuera de sus cabales.

-El hecho de que Nico sea gay, como afirma ese sujeto, no significa que todo lo que dijo sea cierto- Fransua estaba de acuerdo con Karla y con Dilan.

-Aquí lo que importa es que sabemos que Nícolas no sería capaz de hacer esas barbaridades, ni antes ni ahora- Luis se unía al bando defensor.

-Error, suponíamos que Nico nunca haría algo como eso, así como suponíamos que Nico no era gay- Alejandro estaba definitivamente en contra del hecho de que su amigo fuera de “esos”.

-Por favor Alejandro, ¿no me digas que eres homofóbico?- Preguntó Scarlett en tono de burla.

-El punto no es ser homofóbico, el punto es que Nico nos mintió- Defendió Damián a Alejandro.

-Es verdad esas cosas se dicen desde un principio- Joy se unía al bando de los anti gays.

-¡Si claro! “hola mucho gusto me llamo Nícolas, me gusta la música pop, la playa y los hombres porque soy gay, en especial los fines de semana” que buena presentación- Ironizó Elena.

-Esto es serio Elena, ¿Qué vamos a hacer de ahora en adelante?- Preguntó Damián.

-Vamos a seguir siendo amigos de Nico, y le apoyaremos en lo que necesite, eso es lo que vamos a hacer- Contestó imponentemente Scarlett.

Siguieron discutiendo entre ellos, parecían perros y gatos, Dilan, Fransua, Elena, Luis y Scarlett de lado de Nico y Damián, Joy y Alejandro insistían en que eso no podía continuar como si nada, por otro lado Karla decidió ir a visitar a Nícolas, de seguro él necesitaba su presencia más que esa partida de “vagos insensibles”.

  

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-Oh, disculpe señorita mi torpeza, estaba extasiado admirando su belleza- Dijo casi en un susurro y con un encantador tono carmín invadiendo sus mejillas.

-Que lindo gracias, pero, ¿No eres muy pequeño para estar en un bar como este?- Preguntó la chica de unos 19 años, que llevaba su hermoso cabello rubio suelto adornando su sensual vestimenta consistente en un vestido negro de pronunciado escote y una abertura del lado izquierdo de la falda, complementado con un cinturón de aros plateados en su cadera.

-La verdad solo tengo 13 años, pero cuando la vi entrando a este bar, me pareció que era la mujer más hermosa que he visto en toda mi existencia, por eso quise seguirla, para poder apreciar su persona unos momento más- Nícolas parecía estar embelezado con aquella jovencita y no dejaba de clavar su mirada en sus ojos castaños.

-Hay, que mono, sabes, para tener 13 años, sabes muy bien como tratar a una chica, ¿Por qué no te sientas en mi mesa con mis amigas?- Le invitó la chica señalándole la dirección de una mesa con al menos unas 5 chicas más.

-Sería para mí un honor, compartir la mesa de una joven tan hermosa como usted y sus acompañantes- Hizo una leve reverencia en señal de respeto.

-Pero que tierno, pero no me trates de usted, me llamo Liliana, vamos, después te acompañaremos a tu casa- La joven le extendió la mano para que Nico la tomara y poder caminar juntos hasta la mesa, donde las otras chicas quedaron encantadas con Nícolas.

 

-Oye, ya pasó un rato deberíamos buscar a Nico, no quisiera que algo malo le pase- Esteban se levantó sin importarle que la joven morena siguiera con aquella conversación que él consideraba poco o nada interesante.

-Está bien, de seguro debe andar por ahí escondido- Se burló un poco Fausto, muy seguro de que Nico no querría que le viesen derrotado.

-Disculpe, señorita, ¿no ha visto usted a un jovencito de cabello negro y ojos oscuros, de más o menos 13 años?- Se detuvo a preguntarle a una camarera que iba con un helado.

-Claro, Nícolas ¿verdad?- Preguntó sonriendo la camarera.

-Si ese mismo- Fausto y Esteban solo atinaron a pensar que Nícolas había pedido que le cuidasen como niño perdido hasta que ellos le buscasen.

-Síganme, precisamente esta orden de helado es para él.- Volvió a sonreír y comenzó a adentrarse hasta llegar a una mesa que se encontraba en una de las partes más tranquilas del bar, ahí sentado, con 3 chicas de cada lado Nicolás sonreía y cada vez que decía algo las chicas solo reían y le acariciaban.

-¿Pero qué rayos?- Fausto no daba crédito a lo que sus ojos veían.

-Valla, pues para ser alguien que piensa que nadie entiende a las mujeres, parece saber muy bien como complacerlas- Esteban también estaba asombrado.

-Hola muchachos- Gritó Nícolas emocionado, olvidando que se suponía que no los conocía.

-Hola Nico- Saludaron al unísono Esteban y Fausto.

-¿Los conoces?- Preguntó Liliana.

-Sí, ellos me ayudaron a entrar- Respondió muy orgulloso Nico mientras devoraba el helado de vainilla, chocolate y mora.

-Vaya, ahora sé de donde saliste tan seductor Nico- Agregó una de las chicas, que aparentemente conocía a los hermanos.

-Pues si muchachas, Nícolas es mi aprendiz- Dijo Fausto, mientras se sentaba y colocaba el brazo alrededor de una de ellas, que aunque sonrojada, no pareció agradarle el gesto.

-Te pido de la manera más respetuosa que quites tu brazo de mi novia- Nícolas dejó de comer para ver de manera desafiante a Fausto.

-No me hagas reír- Al joven de ojos verdes y cabellera dorada parecía causarle gracia.

-Por favor Fausto, no quiero pelear contigo, así que por las buenas deja de molestar a mi novia- Nícolas parecía hablar en serio.

-Es verdad, ¿Qué te da derecho de venir y ponerme la mano en sima? Hmp- La joven se quitó el brazo de encima y agradeció amablemente a Nícolas por haberla defendido.

-¿En serio es tu novia?- Esteban parecía el más escéptico de todos.

-Si, de hecho, Nico es un chico tan adorable, comprensivo, dulce...-La lista no parecía tener fin.

-Cariñoso, amable, respetuoso...- cada una de las chicas fue dando un breve discurso de porque todas habían decidido que al menos esa noche Nícolas era su acompañante.

-Muchas gracias chicas, pero me abochornan sus palabras, cuando en realidad el que debería estar agradecido soy yo, porque el destino me permitió aunque sea por una noche mi más caro deseo...- Se levantó para besar en forma de despedida la mano de cada una de las chicas -estar cerca de las estrellas más bellas del firmamento- terminó por besar de manera especial la mano de Liliana, está solo se sonrojó y acarició la cabeza del pequeño, para luego sujetar su barbilla y robarle un beso.

Las chicas gritaron, algunas se quejaban de que ellas también querían un beso del pequeño, pero este solo se disculpó diciendo que aún era muy joven, y que si besaba a más de una, definitivamente su pecho no aguantaría tanta felicidad. Pasó por en frente de Esteban y Fausto, quienes aún le miraban con la boca abierta por aquello y tras despedirse también de la guapa camarera salió del bar.

 

-Bien, parece que gané la apuesta- Dijo en tono triunfante el moreno mientras caminaban de regreso, las calles ya estaban oscuras.

-Bueno...así parece- Esteban seguía en estado de shock.

-Esa mujer es una depravada, mira que venir a robarle un beso a un niño de 13 años- Fausto ya no estaba sorprendido sino furioso.

-¿No lo harías tú si tuvieras la oportunidad?- Preguntó el menor de manera alegre y sin pensar en las consecuencias de sus palabras, por unos segundos reinó un incómodo silencio entre los 3.

-Ejem, pues parece que mañana saldremos solos tu y yo Nícolas, ¿A dónde quieres ir?- Preguntó tratando de evitar pensar en lo ocurrido la otra noche y en las ideas que habían cruzado por su mente, en el instante en que escuchó aquella pregunta.

-Quiero ir de excursión- Dijo Nico sin apenas darse cuenta de lo que acababa de preguntar.

-Iremos a las montañas entonces- Sentenció Fausto.

-Me parece bien, el aire libre y el ejercicio les hará bien a los dos- Habló por fin Esteban.

-¿Tú no vienes Esteban?- Alcanzó a preguntar en tono melancólico Nícolas clavando sus ojitos negros en la mirada esmeralda de Esteban.

-El trato era, solo tú y yo ¿recuerdas?- Fausto pareció molestarse porque Nícolas prefería la compañía de Esteban a la de él.

-Quisiera acompañarlos pero mañana tengo turno doble, así que no podrá ser- Se disculpó amablemente el castaño mientras colocaba su mano sobre el hombro de Nico, para que este no se sintiera tan mal.

-Esta bien, ya será en otra ocasión- Nico parecía entender, de todos modos le hacía más ilusión pasar el día a solas con Fausto, aunque tuviera el presentimiento de que nada bueno iba a salir de aquella excursión.

 

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-Puede irse señor Johns- Le dijo el guardia con un dejo de desconfianza.

-Ja, pensar que tuve que pasar 24 horas encerrado en esa apestosa celda- Se quejó Fausto mientras le eran devueltas sus pertenencias.

Saliendo de aquel lugar, se dirigió directamente a su hotel, donde se encerró en su cuarto tras pedir una botella de ron y ponerse una bata para entrar al baño, a penas le trajeran lo que había pedido.

 

-Servicio a la habitación- Se escuchó una voz servicial del otro lado de la puerta.

-Adelante- Respondió Fausto mientras buscaba su billetera para darle una propina al chico.

-Aquí tiene su botella de ron señor- El chico dejó la botella en una mesita y espero a por su propina.

Fausto salía con la billetera en mano del baño, y al ver al chico del servicio, se detuvo en seco, tenía aproximadamente 19 años, su cabellera brillante y negra como la noche le recordaba a la de su querido Nícolas, aunque ahora estuviera decorada con esos mechones rojos,  era de piel canela y unos ojos azules preciosos.

-Ten muchacho- Le dio un billete de baja denominación.

-Gracias señor- Sonó un poco forzado, ya que al chico no le había hecho gracia aquella propina tan mala.

-Oye espera, ¿Cuántos años tienes?- Preguntó Fausto mientras se ponía entre el chico y la puerta.

-Tengo 20 años señor- Respondió el joven un poco fastidiado pero sin perder la amabilidad característica de los empleados.

-Hmm, un joven de tu edad debe tener muchos gastos, ¿Qué te parece si te doy algo mas?- Indicó un billete de 50 dólares que sobresalía de su billetera, y sonrió para sí mismo al ver la cara de codicia del chico al ver tal cantidad de dinero.

-Sería muy generoso de su parte señor- Respondió ahora más amablemente y de manera condescendiente el joven.

-Bueno, pero con una condición- Se apresuró a lanzar el anzuelo Fausto.

-¿Cuál?- Preguntó el chico con un tanto de desconfianza.

-Pues que bebas conmigo, nunca me ha gustado beber solo- Fausto sonrió ampliamente.

-...bueno, pero en este momento estoy trabajando, tal vez cuando termine mi turno- Se disculpó el joven quien no iba a perder su trabajo por 50 dólares.

-Entonces ven cuando termine tu turno- Indicó Fausto guardando el dinero en la billetera.

-Muy bien señor, estaré aquí a las 8:30 PM- Se despidió cerrando la puerta.

-Ja, no sabes lo malo que es ser codicioso niño, pero no importa, ahora solo tengo que esperar que Nico salga del hospital, o tal vez debería hacerle una visita- Fausto dejó caer la bata y se sumergió en la bañera, para poder pensar en sus futuros planes de reconquista.

-Nícolas, aunque no quieras volverás conmigo, todos a quienes quieres se alejarán de ti, haré que todos te repudien, y solo en mí encontrarás consuelo, ya lo verás, más pronto de lo que piensas volverás a mi lado-

 

Continuará... 


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