LA CONFESIÓN
Una semana después
Naruto como de costumbre atendía en su cafetería, se encontraba muy atareado debido a que su gran amigo y casi hermano no aparecía mejor dicho le había llamado para comunicarle que tardaría unos días para arreglar su problema en Suna.
Maldición – se quejo el doncel al chocar con un mueble por querer limpiar – Deidara por favor no tardes – pidió Naru al ya no aguantar tanto trabajo.
¿Tiene un mal día Naruto kun? – pregunto Itachi de la nada sobre saltando al doncel que sin poder evitar se volvió a chocar en el mismo mueble – ¡te encuentras bien! – interrogo el mayor al ver como el doncel se sobaba su frente.
Si… gracias – respondió Naru al sentir como Itachi se había acercado y ahora se encontraba a su lado revisando el golpe, cosa que puso nervioso al rubio.
Parece que no es nada grave, pero te recomiendo que utilices una crema para la inflamación – le recomendó el pelinegro, al ser medico pasante en ese pueblo.
Gracias Itachi – agradeció el doncel con un gran rubor en sus morenas mejillas, acto que no fue notado por el mayor que ya se había alejado del menor y que se iba a su mesa para ir donde estaba su maletín y saco una pequeña cajita.
Este es un analgésico, te ayudara con el dolor y tambien con la inflamación – le explico el médico, dándole la cajita – solo debes colocarte antes de dormir y al despertar – le indico con una sonrisa amable típico en él.
Te lo agradezco mucho – dijo Naruto brindándole una sonrisa coqueta, el mayor solo correspondió al gesto incomodo al ver como el doncel no paraba de insinuarse a su persona, para ya no tener problema decidió que era mejor retirarse de ese sitio.
Bueno ya debo volver a mis deberes, nos vemos Naruto kun – se despido rápido el médico para dejar esa instancia y estar un poco lejos de ese doncel, no negaba que era muy hermoso pero Itachi siempre había soñado con tener una pareja seria y que sea para siempre, no una pasajera por esa razón no quería tener nada con ese lindo doncel.
Sunagakure
Se podía ver entre las calles transitadas a un hermoso doncel de pelo largo y rubio en compañía de un varón alto de pelo rojo.
Aun no puedo creer que mi hermano te causara tantos problemas Deidara san – hablo el varón de hermosos ojos color agua marina, piel tan blanca, muy atractivo – estoy muy apenado… lo siento – se disculpo el pelirrojo observando al doncel que solo le brindo una sonrisa comprensible.
No te disculpes Gaara, yo ya sabía lo que me esperaba con Sasori por esa razón decidí terminar nuestra relación, siempre fue autoritario y muy mandón – conto el rubio sin dejar su sonrisa acto que sorprendió al varón porque el sabia el daño que su hermano le había hecho a ese doncel – en todo caso el que debe disculparse es Sasori – aclaro Deidara al saber lo que el pelirrojo pensaba.
Lo sé… pero parece que eso no pasara – contesto apenado Gaara al conocer bien a su hermano mayor, sabía que Sasori nunca se disculparía o tratar de arreglar sus problemas – es muy terco por esa razón Deidara san le pido que acepte mi ayuda – pidió el pelirrojo, era un abogado recién graduado pero con honores y estaba dispuesto a brindarle su ayuda al doncel para arreglar los errores de su hermano mayor.
Te lo agradezco mucho Gaara – agradeció el rubio porque sabía que no tenía el dinero suficiente para contratar un abogado que lo ayudara a ganar el caso sobre su casa que tenía en Suna y que Sasori trataba de adueñarse de esta – nunca me imagina que Sasori actuara de esta forma – hablo más para sí mismo pero el varón logro escucharlo y se dio cuenta que en la voz del doncel había rastros de melancolía y eso no le agrado.
Será un honor servirlo y ganar el caso, solo déjelo en mis manos – aseguro Gaara, apreciaba mucho al doncel, porque Deidara lo había ayudado mucho cuando él se encontraba en preparatoria y el tiempo justo cuando estaba de novio con su hermano, en esos tiempos el rubio le había brindado mucha ayuda hasta en lo sentimental.
Aun podía recordar cómo se había enamorado de un doncel de pelo negro, lo amaba desde el primer momento que lo vio pero cuando decidió confesarse este le dijo que ya tenía su pareja y que lo amaba así rechazando sus sentimientos, destrozando su joven corazón pero Deidara le dio varios consejos que lo ayudaron a salir adelante.
Gracias Gaara, siempre fuiste un buen niño – le dijo el doncel brindándole una cálida sonrisa acto que fue correspondido por el pelirrojo que no pudo volver a recordar cuando Deidara siempre lo decía así cuando era más joven.
Un mes después
Había pasado un largo mes y Deidara por fin se encontraba en su departamento, su antiguo hogar, estaba muy agradecido con Gaara, lo había ayudado bastante y sin pedirle honorarios, no sabía como agradecerle su gran ayuda y logro, salió de sus pensamientos al escuchar que llamaban a su puerta, se puso de pie y fue atender a su visita.
Buenos días Deidara san – saludo el pelirrojo con una sonrisa al ver como el doncel le abría la puerta – disculpe por no anunciar mi visita – se disculpo rápido al ver el desconcierto en el rubio.
Ohooo no… buenos días y pasa por favor – ofreció el doncel dejando que el varón ingresara a su hogar y lo invitó a sentarse en uno de los sillones que tenia, preparo algunos bocaditos que le ofreció de inmediato al menor que solo le agradeció.
Le tengo buenas noticias Deidara san – hablo el pelirrojo llamando la atención del doncel que solo asintió en silencio dándole pase para que continuara – ya tengo el comprador y justamente ahora vengo de hablar con él y está dispuesto a firmar hoy mismo el contrato de compra y venta – anuncio con una sonrisa de autosuficiencia.
¿De verdad? – pregunto sorprendido el doncel, el varón solo asintió en modo afirmativo – gracias Gaara… de verdad muchas gracias – agradecio y sin poder evitar unas lagrimas traicioneras salieron de sus bellos ojos, al fin podía volver a Konoha junto a Naruto y continuar con sus vidas.
No me agradezca Deidara san solo trato de enmendar todo el daño que mi hermano le causo – aclaro el menor con angustia al recordar como el rubio lloraba a mares por culpa de Sasori con sus infidelidades – el señor Shimura desea firmar hoy por la tarde – comunico el pelirrojo.
Está bien, será mejor darme prisa con algunos arreglos – acepto el doncel subiendo a su habitación, Gaara solo se dedico a esperarlo para por fin cumplir con su promesa de ayudarlo “solo espero que Deidara san encuentre la felicidad” se dijo internamente, deseaba que ese hermoso doncel encuentre a un hombre que de verdad lo ame, no como su tonto hermano mayor que causo mucho daño a Deidara.
Konoha
Naruto como siempre se encontraba en la caja registradora donde podía observar con cansancio como el lugar estaba lleno de clientes, no paraba de rogar que su amigo regresara para que lo ayudara, su vista azulina se desvió para uno de los rincones donde se encontraba el médico que había robado su corazón o eso pensaba el rubio.
Itachi – susurro el nombre del pelinegro que tomaba su café sin ser consciente de que era observado “como me gustaría que Deidara estuviera justo en este momento para así invitar a Itachi a salir” pensó el doncel y se sonrojo al ver como el Uchiha le brindaba una cálida sonrisa.
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Unas horas más tarde Naruto ya estaba cerrando cansado por todo el trabajo que tenia, se dio la vuelta dispuesto a retirarse a su hogar y dormir pero su azulina mirada brillo al ver a Itachi que estaba por cruzar la calle – Itachi – grito el doncel sin poder contener su emoción y corrió hacia el varón hasta que llego donde este.
Hola Naruto kun – saludo el mayor – veo que ya cerraste, es bueno así podrás descansar – opino el pelinegro al ver como el doncel trabajaba muy duro, todo ese mes lo había visto muy ajetreado pero siempre con esa hermosa sonrisa.
Si – fue su corta respuesta, sus mejillas se colorearon al sentir como el varón le sujeto su mejilla, su corazón comenzó a latir más fuerte y rápido, sentía que su respiración le comenzaba a faltar.
Deberías darte un día de descansó Naruto kun, no luces muy bien – aconsejo Itachi al ver las ojeras y el cansancio notorio en el semblante del menor – un doncel tan bonito como tú no debe esforzarse tanto y siempre debes cuidar tu salud – le dijo regalándole una linda sonrisa típico en él.
El rubio ya no podía contener sus emociones, estaba más rojo que nunca y sus nervios estaban por traicionarle, le había prometido a Deidara nunca más actuar impulsivamente pero no podía evitarlo y más al tener tan cerca al pelinegro, le gusta estaba seguro y podía asegurar que el médico tambien sentía lo mismo por esa razón ya no pudo contenerse más.
Me-me… gustas mucho… Itachi – confeso el rubio, el varón se sorprendió mucho y no supo que decir por unos minutos que esos fueron horas para el doncel que solo esperaba la reacción del mayor pero al ver que no dijo nada decidió continuar – de verdad me gustas mucho Itachi, te quiero – se confesó con más seguridad Naru creyendo que el pelinegro no le escucho.
Itachi salió de su asombre y observo al rubio que tenía en frente, reconocía que era muy bonito, demasiado hermoso, todo ese tiempo que paso y conoció al menor logro quererlo pero de diferente manera, lo veía como a un hermano menor, su carácter tan risueño y alegre lo recordaba a su hermano menor cuando era pequeño, por esa razón escuchar esas palabras le sorprendió mucho.
Eres una linda y hermosa persona Naruto kun – hablo con calma el mayor buscando las palabras adecuadas para no lastimarlo – en tan poco tiempo lograste que te quiera mucho… pero no como tú piensas, te quiero como a un hermano pequeño, discúlpame si te hice pensar de otra forma, no fue mi intención – confeso con calma, no quería dañar a tan linda persona.
Naruto no sabía cómo actuar, sus bellos ojos azules se fueron humedeciendo hasta que no pudo aguantar más y las lagrimas salieron, otra vez se había equivocado, escuchar que lo quería como a un hermano fue peor, se había enamorado de Itachi y ahora no sabía que decir.
Naruto kun – susurro el Uchiha al ver como el doncel lloraba frente a él, no sabía qué hacer siempre fue educado y delicado con las mujeres y los donceles, verlo en ese estado no le gustaba – lo siento mucho – se disculpo para posterior abrazarlo, tratando de darle apoyo – no me gusta verte de esta forma Naruto kun… que te parece si dejamos al tiempo decidir – propuso, nadie le aseguraba que tal vez más adelante podría lograr sentir amor por ese doncel.
¿Qué? – fue lo único que salió de los temblorosos labios del doncel que se separo del mayor para mirarlo directo a los oscuros ojos.
Yo te quiero mucho Naruto kun pero soy de las personas que sueñan con encontrar a la persona indicada o como muchos llaman a tu media naranja – conto con una sonrisa cálida, el doncel se calmo y observo al mayor con interrogación – me parece muy pronto hablar de amor pero podemos conocernos y dejar al tiempo decidir sobre nuestros sentimientos, comenzar como buenos amigos y ver qué pasa con el tiempo – dijo sujetando las delicadas manos del menor.
El rubio doncel le brindo una sonrisa, no podía evitar querer a ese hombre más al ver como era de corazón noble, siempre había soñado con conocer a un varón como él y al fin lo tenía en frente por esa razón lucharía por su amor – dejemos que el tiempo decida Itachi – respondió el menor “haré todo por ganarme tu amor Itachi ya verás” aseguro el doncel sin saber que tal vez eso no se cumpliría y sentimientos nada sanas nacerían.
Continuara………………………………………………