Sus manos investigaban mi cuerpo de manera incesante, la respiración de los dos era tan cercana que provocaba en mi un cierto escalofrío peculiar y amenazante que ya casi no se podía describir la necesidad, de unir este cuerpo contra él de él mientras masajeaba aquel falo erecto entre sus manos, devorándome con cada mordida que venía de manera inminente a mi cuello, o torso, o incluso los pezones rosados levantados debido a su atención, su intromisión fue tan cautelosa, porque me preparó anteriormente con la primera embestida contra mi ano virgen que ni si quiera sentí cuando sus dedos salieron de este en su primera visita, y entonces se aferró a mí para entrar aún más dentro mío con su miembro al momento en que se encontraba totalmente dilatado en mi interior. Para mi él siempre ha sido toda la devoción a mi vida entera, creí que entregándome a él podía ser sumamente feliz, por eso mi cuerpo le pertenecía, y él le pertenecía a mí, tantos años esperé por esta oportunidad, que cuando acabó dentro de mí… Pude ver el cielo.
Sin embargo, no todo era tan maravilloso… La persona con la que estaba perdiendo lo más importante para mí, era mi mejor amigo Barret quién cayó entre mis brazos diciéndome lo mucho que me amaba, lo mucho que necesitaba de estar conmigo, como idiota, e inesperadamente caí rendido a él de nuevo, porque para mí Barret era una perfección, su melena lacia cayendo entre sus hombros, su cuerpo bien formado, esos ojos miel en los que podías perderte… Esas caricias suaves que solo hacían ver la luz entre tanta oscuridad. Entonces mientras el acariciaba mis cabellos, y yo olía su dulce aroma alfa… Me perdía de manera innecesaria. Fue entonces que se escuchó la puerta desde afuera sonar.
- Chris, tápate y quédate encerrado en el baño.
Yo le hice caso, pacería preocupado, se vistió rápidamente. Incluso hizo un poco la cama que habíamos desordenado, en vez de quedarme en el baño, solo me quede detrás de la puerta entre abierta del cuarto, con solo la sábana blanca tapando este pálido cuerpo que me pertenece.
- Hola Anthony… Te dije que nos veríamos en la noche… ¿Qué pasó?
- Lo sé cielo…
¿Cielo? ¿Por qué le decía de esa manera? ¿Era una mala jugada?
- Es que…No me contestabas las llamadas y como somos novios me preocupé sé que no te gusta que uno ande encima de ti…. Pero te amo, y no lo pude evitar.
Escuche un suspiro, e incluso como Barret se acercaba a él, lo sabía por sus pazos… ¡Espera! ¿Un beso? ¿Era un beso? En vez de mi corazón destruirse, solo veía que ese tal Anthony quería quitarme lo que era mío, sentí tanta impotencia que mi cuerpo se movió por sí solo, provocando un pequeño ruido y respiré profundo, sin darme cuenta como comenzaba a llorar.
- ¿Y eso? ¿Barret? “ Preguntaba Anthony bastante preocupado y confuso.
- Seguro que el gato saltó a la azotea del vecino. ¿Te dije que adopte uno? …
- De acuerdo quiero ver ese gato.
Sentía que intentaba entrar a la habitación y de nuevo, trate de escabullirme al baño, enserio también vi al gato. Pero estaba seguro que no era de Barret… Vi cómo le creía al idiota.
- Creo que ahora te debes ir y dejarme alistar para el trabajo, me llamaron hace poco del club y me estoy retrasando.
- De acuerdo amor, perdón por desconfiar de ti…-
Le roba un beso y este se va del pequeño departamento. Cuando se fue, la tranquilidad volvió para los dos. Y yo no había parado de llorar…
Abrí la puerta del baño de golpe.
- NO ME DIJISTE QUE TENÍAS NOVIO.
Note como rodo los ojos, cansado de la situación.
- Vamos Chris, no hagas tus pataletas infantiles, por favor. Ya viste el Show que hizo Anthony …No quiero otro.
Y ahora hablaba como si no lo conociera, era un idiota, encendía un cigarro tranquilamente… pero lo amaba, aún no me había marcado, pero… Para mí era como si de verdad lo hubiera hecho. Por eso me pertenecía. Quería destruir a Anthony…
- ¿ESTO NO FUE NADA PARA TI? ¿NADA? “ Exclame lleno de rabia.
- No. “ Fue realmente sincero. - Para mí fue todo. Eres mi mejor amigo, tu estuviste de acuerdo … No aguantaré que lloriquees… Nunca dije que te amaba… Dijiste que querías hacerlo conmigo… Y deberías vestirte. Nos esperan en el club… llego un empresario, interesado en ti.
Aquel Club que nombraba el idiota de Barret era un club en donde los alfas iban en busca de omegas para marcarlos, y llevarlos, una especie de Hot club, pero se adueñaban de ellos y luego los botaban como si nada, peor que las betas…Tuve que hacerme el fuerte para vestirme. Aunque Barret me llevo al trabajo, no le hable en todo el camino, y luego sabía que me dolería todo. Era cierto, encima cada vez que venía un empresario jamás me marcaba, hasta para eso no valía nada. Ya una vez en el Hot club cambie totalmente mi apariencia, pues trabajo es trabajo. Hace un año y medio que trabajaba en ese lugar, llegue por culpa de Barret y tengo que pagar una deuda en el local, si no, no estaría aquí para nada. Recordar al idiota de Anthony quitándome a mi mejor amigo… Eso sí que me da impotencia.
Fue entonces que vi a aquel empresario que venía con el jefe alfa del lugar… Su mirada en mi causo algo de inmediato y supe celoso estaba a la distancia mientras trataba con otros clientes, sentía la mismo que yo: celos y eso me gustaba.
- Buenas tardes señor… Me llamo Chris Brown y …esta noche seré su omega al mando.
- SÍ. “ Respondió bastante frío y me tomo del mentón, abría los ojos bastante sorprendido. Me analizaba por completo.
- Lo dejo a tu cuidado. “ Palmeo el hombro- Derek. “ Fue que nos dejó solos. Y acarició mi cabello y me guio al asiento, yo me coloqué sobre su regazo, coqueteando de vez en cuando cerca de su cuello, su aroma me hacía olvidar todo… hasta que sonó el móvil de Derek, incluso le hice un puchero…
- Disculpa.
- Si no hay problema. “ Entonces contestó el celular- Anthony ¿Qué sucede?
¿Será el mismo Anthony con el que sale…el idiota de Barret? Tenía que asegurarme, su voz se había quedado grabada en mí por el odio que tengo, fingí necesitar lamer la oreja del contrario y al parecer eso le había gustado, teniendo oportunidad de escuchar más clara su voz.
- Tengo el dinero de mi familia… Ya no te debe nada. Ya no me puedes obligar a casarme contigo…
Note lo divertido que estaba escuchando la voz del otro y yo descaradamente bese sus labios, que incluso correspondió.
- Así que ya tienes a otro. - Escuche y dejó de besarme, complacido- Sí, ya tengo a otro… Sabes que nos vamos a casar pronto. Si sé que tienes a otro alfa… Toda tu familia va a morir, y ese alfa si lo tienes, también morirá.
Abrí los ojos sorprendido. No... Me aferre al otro. Me tomo de la cintura… Y no me percaté.
El famoso empresario había terminado por marcarme.
Sabía que la furia se iba a desatar.
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