Narra Heinz
¡Sí! ¡Por fin!
Literalmente, me aventé sin ningún cuidado sobre el sofá de la sala y de inmediato me quité las botas que estaban a nada de provocar que quisiera arrancarme los pies por completo. Sería un total tormento pasar otro segundo con ellas puestas y también porque por ahora, ya no se me antojaba mover ni un solo músculo; incluso mantener mis ojos abiertos me estaba costando un sobre esfuerzo del sobre esfuerzo que ya estaba haciendo desde hace bastante.
Recargué mi nuca sobre el respaldo del sofá y observé hacia el techo de la fábrica en silencio
-¿Ya te respondieron?-escuché la voz de Claudio, pero ni siquiera tuve fuerzas para voltear a verlo
-No, creo que hace una hora apagaron sus teléfonos-James le respondió y entonces volteé levemente hacia la entrada de la fábrica y los encontré revisando sus celulares.
Durante todo el camino de regreso, habíamos intentado comunicarnos con el otro equipo para aprovechar que Sean continuaba inconsciente, pero nuestras llamadas no habían sido atendidas y la gran cantidad de mensajes que cada uno de nosotros envió todavía no habían sido leídos y mucho menos respondidos por alguien.
Incluso a mi celular se le había agotado la batería a medio vuelo por tanto insistir y ya no pude hacer más. Tal vez fue buena suerte o no sé, pero me alegré bastante al ver que mi celular “moría”
-Seguramente los apagaron o se deshicieron de ellos para que Sean no los rastreé-aseguró James y los observé
-Si tan solo pudiéramos avisarles que Sean está fuera de combate por el momento y que regresamos a la fábrica, tal vez así podrían pensar con más calma alguna solución-mencionó Claudio mientras guardaba su celular
-Ya cállense por favor-Tom suplicó mientras daba sus primeros pasos dentro de la fábrica después de haber estacionado el automóvil en la parte trasera de la fábrica. Al verlo tan deshecho no pude evitar sacar mi sonrisa de guasón por lo gracioso que podía llegar a ser ese chico incluso cuando no se lo proponía.
Ahora entendía por qué todos los de la fábrica no se cansaban en hacerle burla hasta por el más mínimo error que cometía.
Resultaba ser que él fue el último en entrar a la fábrica porque antes de que el avión aterrizara en el aeropuerto de San Petersburgo, se le ocurrió decir prácticamente de la nada que el último en recoger sus maletas iba a ser el encargado de conducir de regreso a la fábrica.
James intentó persuadir a Tom sobre esa idea tan estúpida recordándole que no sabía ni encender en un intento el automóvil, pero Tom insistió así que terminamos por aceptar ya que, si lo pensábamos mejor, ninguno tenía ganas de conducir; estábamos demasiado cansados y jugarnos esa oportunidad en ese momento para no tener que discutirlo en el estacionamiento no estaba de más.
Claudio no tuvo ningún problema con su equipaje porque después de que cerramos el trato, se encargó de mencionarnos que solamente había llevado su mochila, así que quedábamos James, Tomás y yo dentro de la competencia; las cosas de Sean las había llevado conmigo todo el tiempo porque también se trataba de una simple mochila.
Esperamos en la zona para recoger nuestras maletas y mi maleta no tardó en aparecer junto a la de James y Tom, pero como la de Tom llegó en el último lugar se decidió en automático al perdedor.
No soportamos la risa en el aeropuerto, pero sorprendentemente pudimos reír aún más porque Claudio y yo descubrimos que las palabras de James habían sido verdaderas. Tom resultó ser un pésimo conductor porque incluso tuvo problemas al encender las luces delanteras. La situación había sido tan divertida que a ninguno de nosotros nos molestó su mal uso de los frenos durante todo el trayecto.
Todo el viaje lo pasamos sonriendo como idiotas por lo cansados que estábamos, pero también no queríamos quedarnos dormidos a mitad de ese show que Tom nos había regalado
-Esto es vida…-Tom murmuró y de reojo vi que también se quitaba los tenis para después aventarlos por alguna parte de la sala. Se acomodó sobre el sofá y soltó otro profundo suspiro-Creí que jamás íbamos a llegar-murmuró para sí mismo y estuve a nada de decir una broma sobre lo que había pasado en el aeropuerto, pero ni para eso tuve ganas.
Mi energía estaba llegando a su fin
-Fue una total locura-mencioné al aire mientras me entretenía en ver lo desgastada que estaba la madera que había en las esquinas de la sala. Realmente ese lugar parecía ser muy antiguo, pero me gustaba. Me agradaba demasiado.
Poco a poco empecé a escuchar lejana la conversación que James y Claudio se empeñaban en llevar en ese instante porque me enfoqué en cerrar mis ojos para darle un descanso a mi cuerpo, pero por más que lo intenté, no conseguí quedarme dormido.
Existía algo más aparte de la situación que todavía no resolvíamos por completo que continuaba inquietándome.
Todo se había desencadenado cuando me encontré a mí mismo con la sensación de estar a gusto en la fábrica; rodeado de todas esas personas que de normales no tenían nada. La sensación se hizo nuevamente presente desde que emprendimos el regreso y durante los vuelos me la pasé recapitulando lo que habíamos vivido en esos ocho meses; me estaba convenciendo de que tal vez iba a tener que platicar con los demás y con Máxim para considerar la posibilidad de permanecer otro poco más de tiempo junto a ellos.
Ahora que Daniel había sido rescatado, ya no tenía más motivos para estar en ese lugar y el inconveniente era que no quería irme tan fácilmente.
Todos convivían como si fueran una gran familia y… empezaba a gustarme. Quería conocerlos mejor, pero en situaciones sin tanta adrenalina de por medio.
Y me preguntaba ¿Qué planeaban hacer los demás ahora que nuestro principal objetivo había sido alcanzado?
Sabía que Maxim y yo teníamos eso en común, nosotros no podíamos permanecer en un solo lugar por mucho tiempo porque o nos aburríamos o nuestras nalgas empezaba a “picar” para que las moviéramos lejos de los lugares donde estábamos instalados.
Básicamente, nuestro trabajo trataba sobre llegar a un lugar, cumplir nuestro encargo y después movernos a otro lugar para cumplir otro encargo. Una vida muy agitada que, en una noche cuando me ahogué en alcohol, mi momento filosófico brotó de la nada y me permitió darme cuenta de que mi vida se estaba acabando de esa manera.
Todavía era joven, pero no había tenido la oportunidad para poder disfrutar de mi adolescencia de una manera más “tradicional”.
Alcohol, sexo, fiestas, adrenalina, mucha sangre y no tanto dinero. Eso estaba aburriéndome. No entendía por qué tantas personas que conocía en los bares a los que iba después de que terminaba una misión, hablaban como si ese estilo de vida fuera lo mejor; y a los que les comentaba mis aventuras terminaban por comentar algo sobre que querían una vida como esa.
Esas personas no sabían nada. Nada
Yo solamente… quería intentar con más profundidad el tener una vida tranquila, pero sin dejar de lado mi pasatiempo favorito que trataba sobre arruinar una que otra vida. No podía deshacerme tan fácilmente de esa forma de divertirme que llevaba cultivando desde hace años.
Todos los que vivían en la fábrica me parecían buenas personas. Ana y Lucy eran dos mujeres excepcionales que me había encantado conocer como amigas porque yo siempre echaba todo a perder en mis relaciones, era demasiado infiel y para nada serio.
Y los chicos, ellos siempre estaban riendo y bromeando.
Todos se cuidaban entre todos y siempre me mostré sorprendido al verlos relacionarse con alguien como Sean. De verdad que lo envidié un par de veces por lo afortunado que era.
De verdad que debía de platicar el asunto con Maxim y con los demás.
Las voces de James y Claudio volvieron a ser claras para mis oídos, pero también capté el sonido de unos pasos. Giré un poco y vi a Lucy bajando de una extraña manera las escaleras; bajaba lentamente un pie hacia el siguiente peldaño y después esperaba a que el otro pie se colocara a la misma altura para repetir la misma acción
-¿Encontraron a Dany?-preguntó justo cuando llegó a una tercera parte de las escaleras en lo que me pareció una eternidad
-Lucy… ¿Cómo estás?-James se acercó de inmediato a ella para tomarla de ambas manos
-¿Y Dany?-Lucy ignoró su pregunta-¿Y los demás?- James suspiró
-Encontramos a Daniel, pero tiene heridas que necesitan ser tratadas con urgencia-
-¿Qué tan grave está Dany? ¿Sean está con él?-Lucy nos observó a cada uno de nosotros, pero no respondimos a sus preguntas.
Lo que sí pasó fue que recordé un detalle
-¡Lo dejamos en el auto!-estuve a nada de reírme, pero lo soporté porque tal vez iba a ser de mal gusto reírme después de haber visto el rostro de preocupación que Lucy tenía
-Te ayudo a bajarlo-Claudio se ofreció de inmediato-Tom ¿Sean todavía no va a despertar verdad?-con mucho pesar me levanté del sofá para caminar hacia la entrada
-No-Tom respondió sin abrir sus ojos. Entendía su cansancio, él había utilizado por bastante tiempo sus poderes-Tienen tiempo de sobra para llevarlo a su cuarto y atarlo lo más que puedan para que cuando despierte, no nos asesine-
-¿Qué le hicieron?-preguntó Lucy
-Ven, déjame llevarte a tu habitación y te pongo al corriente de todo lo que sucedió ¿De acuerdo?- James le respondió y ya no pude escuchar el resto de su conversación porque Claudio y yo salimos de la fábrica
-¿Crees que Sean nos haga algo por lo que planeamos en su contra?-Claudio preguntó mientras caminábamos apresuradamente hacia el automóvil que momentos antes Tom había estacionado en la parte trasera de la fábrica. En nuestro camino, tuve mucho cuidado de que mis pies descalzos no se encontraran con ninguna piedra; ya tenía muy lastimados los pies como para tener una herida más dolorosa
-No creo…-dudé-O no sé, pero espero que por lo menos nos escuche-ambos dimos vuelta hacia la parte trasera de la fábrica
-Tal vez sí es buena idea que lo amarremos-sonreí porque me di cuenta de que Claudio si estaba pensando en llevar a cabo el “consejo” que Tom nos había dado momentos antes
-No estoy seguro de que podamos frenar a Sean con solo atarlo-afirmé.
Nada podía frenar a Sean
-Menos mal que los “convencí” de guardar silencio por si Sean no recordaba lo ocurrido-Claudio suspiró
Podía confiar en los demás, estaba seguro de que ellos no iban a decirle a Sean que fui yo quien lo golpeó inesperadamente.
Escena Retrospectiva (Flash Back)
-Es momento de actuar, muchachos-James susurró en voz tan baja que por poco no conseguía entender sus palabras
-¿Qué vas a…-pregunté, pero me quedé sin saber qué hacer al escuchar el grito que James liberó tan de repente
-¡Dany!-después del grito inesperado de James, me encontré con la mirada de Claudio y lo encontré igual de confundido que yo ¿Por qué había gritado tan de repente? Y me sorprendí aún más porque James empezó a subir rápidamente las escaleras que había a nuestro lado-¡Es Dany!-James volvió a gritar cuando llegó a la mitad de las escaleras
-¿Qué?-me sobresalté al darme cuenta de que Sean había regresado el camino que ya había recorrido en el otro pasillo por el grito que James había dado. Se colocó frente a mí para observar hacia las escaleras que James había subido apresuradamente-Acaso dijo…-
-¡Es Dany!-ahora fue el turno de Tom para gritar algo que todavía no entendía ¿Qué estaba pasando? ¡¿Qué?!-¡Lo encontré!-y empezó a subir de dos en dos los escalones de la escalera
-¿Qué están diciendo?-Sean preguntó sin apartar su mirada de los movimientos que Tom hacía al subir las escaleras.
Claudio y yo continuamos sin saber qué hacer hasta que Tom dio media vuelta cuando se encontraba solamente a 2 escalones de llegar al segundo piso.
¿Por qué habían gritado el nombre de Dany tan repentinamente?
-¡Es Dany!-Tom aseguró y entonces comprendí un poco la situación cuando Tomás hizo unos cuentos movimientos. Su mano se hizo puño y golpeó la pared que había a su lado.
Probablemente esa era la oportunidad que tanto habíamos estado esperando.
Justo en esos momentos, Sean se veía confundido por las reacciones tan precipitadas y fuera de lo normal que James y Tom habían hecho.
Me preparé.
Coloqué mi pierna derecha en frente de mí y la izquierda la moví un poco hacia atrás. Así iba a conseguir un poco más de buen control en la dirección de mi golpe
-Oye Sean…-lo llamé y, antes de que volteara a verme por completo, mi puño derecho se estrelló con fuerza justo en medio de su sien.
Mi cadera giró bastante por el impulso que conseguí mientras efectuaba el movimiento.
Sean cayó completamente noqueado a un lado de mis pies y entonces supe que jamás iba a olvidar lo que había pasado.
Yo no, y estaba seguro que mucho menos él.
Todo se repitió varias veces en cámara lenta dentro de mi cabeza y no pude creer en ver a Sean totalmente inconsciente sobre el piso
-¡¿Qué hiciste?!-Claudio y yo nos observamos. Él tenía una expresión de absoluto asombro mientras que yo… no sabía qué reacción había en mi rostro, pero lo que sí sentí fue cuando mis piernas empezaron a temblar. Había golpeado a Sean y peor aún ¡Lo había noqueado!
¡Lo había dejado fuera de juego!
¿De verdad lo había conseguido?
-Ay no…-empecé a lamentarme por la imprudencia de mis acciones mientras Claudio se hincaba a un lado de Sean que, sorprendentemente, continuaba inconsciente
-¡No lo toquen!-gritó Tom y ambos volteamos a verlo. Él bajó rápidamente las escaleras para colocarse frente a la cabeza de Sean-No lo toquen, todavía no lo toquen-volvió a advertirnos y después se encargó de colocar sus manos en las sienes de Sean-Estaba a nada de despertar-murmuró-Pero ahora va a estar inconsciente hasta que yo quiera-sonrió con victoria en todo su rostro y no supe si el peligroso en ese momento era Tom o el peligroso iba a ser Sean cuando despertara.
Muy probablemente, ambos lo eran.
Los tres observamos en silencio a Sean. Estando inconsciente, se veía incluso más joven de lo que ya era porque no había ninguna expresión de preocupación o estrés en su rostro.
Al verlo así, recordé que Sean sí era joven, pero como ya tenía demasiadas responsabilidades sobre sus hombros, era imposible creer su verdadera edad
-Va a matarte-mencionó Tomás mientras volteaba a verme
-¿He?-no comprendí al momento sus palabras
-También lo creo-secundó Claudio
-¿De qué hablan?-pregunté porque de verdad que no estaba entendiendo nada ¿También a Claudio se les había pegado la idea de sacar incoherencias de la nada?
-¿Quieres que te enterremos o que James incinere tu cuerpo?-preguntó Tom y capté el tema
-¿Eres creyente de algo? ¿Tienes alguna costumbre para las honras fúnebres?-Claudio se burló y me harté de inmediato cuando ambos empezaron a reírse
-Creo en lo que mis poderes son capaces de hacerles si no cierran la boca en este preciso instante-estaba cerca de decirles “Por favor”, pero eso no iba a verse bien con mi amenaza, así que mejor era hacerlos creer que no tenía miedo por las consecuencias que podrían generarse después de haber golpeado a Sean.
Golpear no, noquear a Sean. Resultaba ser un poco perversa la diferencia que existía entre ambas palabras
-Ya, ya-Tom se carcajeó
-Por cierto ¿A dónde se fue James?- Claudio preguntó después de que consiguió calmar su estúpida risa
-Leí su mente, va a revisar unas cuantas áreas para intentar encontrar algo que nos dé señales sobre los planes del otro equipo-Tom nos resolvió la duda y volvimos a quedarnos en silencio sin apartar nuestra mirada de Sean hasta que escuchamos voces en la parte externa del hospital-Los sentidos de todos están regresando a la normalidad, debemos ocultarnos-Tom sugirió-Ayúdenme a mover al dormilón, pero sin que mis manos dejen de tocar su cabeza-explicó y los tres nos pusimos de acuerdo para sincronizar nuestros movimientos al momento de levantarnos y cargar a Sean
-¿Qué le estás haciendo para mantenerlo inconsciente?-Claudio preguntó mientras empezábamos a dar pasos coordinadamente para evitar que las manos de Tom se alejaran de la cabeza de Sean
-Lo tengo inducido en un sueño profundo, cerca del estado REM-
-¿No podías hacerlo antes de que lo golpeáramos?-exclamé con enojo porque ahora me daba cuenta de que también había existido esa opción ¡Carajo!
-Sean se da cuenta cuando intento entrar a su mente-Tom elevó ambos hombros-No he habría dado tiempo para “desconectarlo”-
-¿Y qué pasa si se da cuenta?-interrogué entre dientes
-Puede herirme de varias maneras tanto interna como externamente, como a todo mundo-
-¿Un ejemplo más claro?-pedí porque estaba convencido de que necesitaba buenas excusas para no matar a Tom en esos momentos
-El idiota de Sean también puede controlar el cuerpo, hace tiempo, cuando quise acercarme inocentemente a Dany, este desgraciado hizo que mi pantorrilla estuviera acalambrada por bastante tiempo-por alguna extraña razón, la palabra “inocentemente” no quedaba para nada en alguien como Tom.
Todos en la fábrica aseguraban que era un total depravado. Seguramente por algo lo decían
-¿Cómo se te quitó?-Claudio preguntó y lo noté con problemas para soportar el peso de Sean. Yo no los tenía, pero debíamos de hacerlo ambos para que Tom, quien no estaba cargando nada de peso, quedara justo frente a la cabeza de Sean
-Cuando vi que no se trataba de algo normal, me tomó horas utilizar mis propios poderes para relajar mi músculo-sus ojos se abrieron exageradamente al decir “horas”
-Y ¿Cómo te diste cuenta de que fue Sean quien lo hizo?-pregunté en el momento en que empezábamos a alejarnos otro poco más de las escaleras
-Porque Dany se preocupó, se dio cuenta de que en verdad me dolía y entonces vi reír al imbécil de Sean cuando Dany le preguntó si él no podía hacer algo para ayudarme, solo tuve que atar cabos-
-¿Qué cabos ataste?-Claudio preguntó y noté rojo su rostro. De verdad que estaba haciendo un gran esfuerzo
-Número uno y principal, Sean me tiene envidia, por eso lo hizo-después de escuchar sus palabras, fue como si Claudio y yo fuéramos siameses porque empezamos a reírnos al mismo tiempo
-¿Por qué se ríen?-nos observó a ambos y calmamos nuestra risa
-Por nada-le respondí y continuamos con el camino por el pasillo que Sean planeaba cruzar momentos antes de la (mí) desgracia
-Oye-mencionó Claudio tan imprevistamente al mismo tiempo que se detenía; por poco Sean resbalaba de nuestros brazos-¿Por qué no intentaste hacer ejercicio para quitarte el calambre?-después de recuperar el equilibrio, ambos observamos a Tom
-¿Qué parte de que me dolía mucho no entendiste?-Tom recalcó con pesar-No solo afectó la pantorrilla, consiguió que al día siguiente no pudiera asentar mi pierna, dolía incluso cuando movía los dedos de mis pies-
-Qué bueno que yo no golpeé a Sean-Claudio mencionó mientras volteaba a verme
-Hablaré con él, le explicaré la situación-y como si hubiera contado un chiste bastante gracioso, Tom y Claudio empezaron a reír con ganas
-Sí claro, y Sean te va a escuchar-Tom me respondió, pero decidí ya no mencionar nada. Esos imbéciles iban a pagarme en un futuro sus burlas
-Oye Tom ¿Por qué no te afectaron los poderes de Maxim?-pregunté al mismo tiempo en que llegábamos a la mitad del pasillo y pude ver que algunos policías todavía se encontraban retorciéndose en el piso por la incertidumbre que los poderes de Maxim les había generado
-Porque puedo hacer lo mismo, si controlo la mente significa que incluso puedo controlar los movimientos de una persona-por supuesto
-Puedes hacer eso, pero ¿Tienes que permanecer pegado a Sean para mantenerlo dormido?-exclamé con burla porque tenía ganas de molestarlo un poco.
La verdad, es que él mismo incitaba a los demás para que fuera fastidiado
-Solo será otro poco más, después haré creer a su cerebro que de verdad tiene sueño y mantendrá a Sean en ese estado-asentí
-¿En dónde vamos a ver a James?-
-En la parte trasera, justo por donde los demás se fueron hace exactamente 10 minutos-Tom respondió
-¿Sabes a dónde van a ir?-pregunté mientras acomodaba de nueva cuenta el peso de Sean sobre mis brazos
-No, ellos tampoco lo saben-aseguró
-Esperemos que se les ocurra algo-Claudio mencionó y asentimos a sus palabras
-Por ahora, hagamos nuestra parte de mantener a Sean alejado-sugerí
-¿Regresaremos a Rusia?-preguntó Claudio al mismo tiempo que llegábamos a la gran salida de emergencia con la que contaba el hospital
-Es lo mejor ¿Verdad?-dudé
-Yo creo que sí-Claudio me respondió y volvimos a coordinarnos para salir del hospital
-¿Cómo va a saber James nuestro punto de reunión?-inquirí
-Le avisaré mentalmente-respondió Tom mientras observaba el rostro de Sean y volvimos a quedarnos en silencio hasta que un asunto importante llegó a mi mente
-Escuchen, si Sean no recuerda quién lo golpeó ¿Podrían mantenerlo en secreto?-dudé un poco al final de mi petición
-No-Tom respondió, pero después empezó a reír
-Esto es serio, hijo de puta-exclamé y Tom se carcajeó con más ganas
-Yo sí guardo el secreto-desde un principio supe que podía confiar en Claudio y lo agradecí
-Está bien, está bien-Tom calmó su estúpida risa-Lo prometo-
Estuvimos otros 5 minutos esperando a James hasta que se unió a nosotros
-Campeón, de verdad lo golpeaste-James mencionó con una gran sonrisa
-Promete que no le dirás nada si no lo recuerda-intenté no parecer demasiado preocupado
-¿Qué voy a recibir a cambio por mi silencio?-elevó ambas cejas al mismo tiempo un par de veces
-Una vida sin que te vuelvas parapléjico misteriosamente-amenacé
-Bien, gracias-cerramos un trato exitoso y la seriedad regresó a nosotros.
Haciendo uso de los poderes de Tom, conseguimos transporte hacia el aeropuerto, y también consiguió que nadie preguntara por Sean que continuaba inconsciente ya que se encargó de alterar la mente de todos para que lo aceptaran como algo “nada fuera de lo normal”.
Fin Escena Retrospectiva (Flash Back)
Conseguí llegar al automóvil sin ninguna herida en mis pies descalzos
-Al principio, pensé en este viaje como unas vacaciones que de verdad me merecía, pero de vacaciones no tuvo nada-Claudio mencionó mientras abría la puerta trasera del automóvil, justo donde Sean se encontraba dormido
-Yo lo cargo, puedo aguantarlo-detuve sus movimientos cuando noté que estaba a nada de tomar a Sean de los pies
-Qué alivio-respondió sin ofrecerme nada de ayuda. Se hizo a un lado y, haciendo varias maniobras, conseguí cargar a Sean al estilo princesa.
Seguramente si no hubiera estado preocupado por el golpe que le había dado, me habría reído bastante por la situación, pero ni siquiera me daban ganas de sonreír
-¿No has tomado vacaciones?-lo interrogué cuando empezamos a caminar de regreso al interior de la fábrica
-Me expresé mal, en realidad, quise decir vacaciones con amigos-¿Amigos?-Pero no hay ningún problema, estas no fueron vacaciones, fue una misión-asintió varias veces y guardamos silencio hasta que recordé un tema.
Observé de reojo a Claudio y al principio dudé en si él era la persona adecuada para hacerle saber un poco de mi preocupación, pero no tardé en convencerme porque tal vez él también lo había pensado
-Oye Claudio-empecé a indagar
-¿Hmm?-
-Qué… ¿Qué vas a hacer ahora?-
-¿A qué te refieres?-volteó a verme
-Bueno…-pasé saliva-Ya encontramos a Daniel, así que nuestro objetivo principal ya fue cumplido ¿Estás de acuerdo?-Claudio lo pensó un momento y después asintió
-¿Qué pasa con eso?-
-Bueno, en realidad ya no tenemos más motivos por los que estar aquí ¿Cierto?-
-Creo que sí-
-¿Qué piensas hacer? ¿Vas a irte de la fábrica?-relamí mis labios al terminar ambas preguntas
-No lo sé, no lo había pensado-respondió y me sonó como si el tema no le importara realmente-Creo que, aunque ya no tengamos nada que hacer aquí, estoy seguro de que ellos no nos echarían-sonrió-O bueno, la verdad no lo sé-y empezó a reírse así que decidí en terminar con la plática.
Al parecer, a Claudio no le importaba mucho lo que a mí sí, pero ahora podía estar un poco más “tranquilo” porque él tenía razón en algo; los de la fábrica no iban a “echarnos” de un momento a otro. Estaba seguro de que ellos eran buenas personas.
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-Incluso se ve un poco inofensivo-Claudio susurró mientras le quitaba una bota a Sean-No parece como alguien que puede hacer cosas peligrosas-empezó a aflojar las agujetas de la segunda bota
-Creo que todo mundo es vulnerable mientras duerme-le respondí sin dejar de buscar alguna manta con la que pudiéramos abrigarlo. Estaba revisando con mucho cuidado el armario que había en su habitación para que Sean no creyera que hurgamos de más en sus pertenencias.
Si no lo hubiera golpeado, la situación habría sido diferente porque con tan solo lanzarlo sobre la cama creería que es suficiente, pero después de que le acomodé un poco la almohada bajo su cabeza, se me ocurrió que si liberábamos un poco más la tensión en su cuerpo, él iba a tener un sueño reparador.
Y si con eso conseguía que descansara mejor, tal vez su humor no iba a ser tan peligroso para mi integridad física y mental cuando despertara
-Ojalá funcione tu idea-mencionó Claudio justo cuando encontré una manta en la parte más baja de su armario
-Eso espero…-le respondí mientras tomaba con demasiada delicadeza la manta y después la colocaba sobre Sean que ya se encontraba sin botas.
Lo arropé muy bien y decidimos regresar a la sala para tomar algo caliente porque Claudio tampoco tenía sueño
-Voy a preparar café ¿Quieres?-Claudio me pregunto en cuanto estuvimos de regreso en la sala
-Sí, gracias-respondí vagamente y volví a tomar asiento en el sofá mientras él iba hacia la cocina.
Froté mi rostro una cuantas veces. Cerré mis ojos un momento y después volteé hacia el otro sofá donde Tom estaba revisando su celular; sus pies se frotaban entre sí, parecía que de verdad estaba entretenido con lo que sea que estuviera viendo.
El clima era frío y ya eran más de las 4 de la mañana, pero a ninguno de los dos nos estaba importando
-¿Tampoco tienes sueño?-me acosté fetalmente sobre el sofá y me di el lujo de estirar por completo mis piernas
-Un poco, en una hora más me voy a dormir-respondió sin apartar su mirada del celular. Asentí y me acomodé de mejor manera sobre el sofá.
Aunque no estuviéramos haciendo nada, esa atmósfera me tomó por completo.
Quería más noches en las que estuviéramos descansando en la sala mientras los demás se entretenían parloteando a nuestro alrededor; y que en el televisor estuviera pasando algún programa que nos permitiera intercambiar opiniones.
Eso se veía agradable en mi mente
-¿Cuánto falta para que Sean despierte?-pregunté mientras acomodaba el cojín bajo mi cabeza
-Unas cinco o seis horas-esta vez respondió al mismo tiempo en que bloqueaba la pantalla de su celular. Giró sobre el sofá y quedamos ligeramente de frente-Oye ¿Puedo hacerte una pregunta?-
-Claro-me removí sobre el sofá y le presté atención
-Después de que Sean destruyó por completo el laboratorio, mencionaste algo sobre que si tú hubieras visto cómo toda la energía se acumulaba alrededor de Sean también te habrías preocupado ¿Por qué lo dijiste?-
-¿Cuándo lo dije?-intenté hacer memoria sobre lo que me estaba diciendo, pero había tantas escenas en mi mente que no recordaba lo que Tom mencionaba
-Fue justo después de que Sean saltara hacia la embarcación-pensé otro poco más hasta que lo recordé. Creía que no iba a recordarlo porque mi cerebro sí necesitaba un buen descanso
-¿Sabes de qué tamaño es una partícula?-pregunté con media sonrisa en mi rostro
-No exactamente-respondió mientras sus ojos revisaban el techo de la fábrica-¿Por qué?-giré sobre el sofá hasta quedar acostado boca arriba
-Existen una gran variedad de partículas y cada una de ellas se lleva por poco tamaño con otra, por eso existen ecuaciones bastante complejas para intentar darles un nombre o un número a su tamaño ¿Me entiendes?-dudé, yo no era bueno explicando las cosas
-Sí ¿Es importante saber su tamaño?-
-Para los que se pasan la vida resolviendo ecuaciones para obtener esa información que casi todo mundo ignora o que no les interesa, yo creo que sí-elevé ambas cejas
-¿Esto responde mi pregunta?-Tom acomodó sus manos bajo el cojín que él estaba utilizando
-Es una introducción-relamí mis labios-Lo importante aquí es que el tamaño de una partícula es mucho menor que la medida de una micra o el nano, esas dos son las medidas que más conocen las personas porque en la vida común no se requieren de otras medidas-Tom asintió
-También conozco la subatómica-mencionó-Es un tema complicado ¿No?-
-Sí, es muy complejo entender el mundo a un nivel demasiado pequeño o demasiado grande-simulé los tamaños con mis manos-Mi respuesta a tu pregunta, en general, es que una partícula, o un átomo o molécula o células; muchas veces por sí solos no es “lo suficientemente importante”-Tom prestó atención y lo noté más interesado en el tema-Pero cuando todo esto se junta, es decir, partícula con partícula, átomo con átomo…-tomé aire-Empiezan a formar la vida que nosotros podemos ver a simple vista, hablo del cuerpo humano, los animales, las plantas, los objetos… absolutamente todo-Tom asintió varias veces-Me sorprendí cuando mencionaste lo que Sean estaba haciendo porque, como ya sabemos que las partículas por sí solas no se ven, podemos decir por lógica que si se juntan otras con otras consiguen algo visible ¿Entiendes?-
-Sí, es decir que por sí sola no tiene mucho sentido, pero como se juntaron muchas y al mismo tiempo, fui capaz de ver una clase de polvo demasiado espeso que se movía hacia Sean-
-Exacto-asentí con efusividad porque tal vez no era demasiado malo explicando las cosas-Ya estás conociendo la punta del iceberg sobre cómo funciona el poder de Sean-Tom sonrió socarronamente-Sean atrajo tantas partículas hacia él que consiguió hacerlas visibles, ahora, lo importante aquí es recordar que cada partícula, cada átomo y cada molécula contiene y está hecha por energía, Sean se dedica a extraer y juntar toda esa energía para utilizarla a su favor-
-Entiendo, pero sigue siendo complicado-
-Es normal, solo los que tiene como especialidad estos temas podrán comprenderlo un poco mejor-estuve de acuerdo con Tom, a mí me había costado bastante comprender los poderes de Sean
-¿De qué hablan?-Claudio se unió a la conversación. Me entregó mi café y mientras le daba un sorbo, él tomó asiento en la mesita que había en la sala
-Heinz me está explicando sobre los poderes de Sean, está bastante interesante-Tom le respondió
-¿Cómo es que Sean pudo controlar las balas y el mar? No puedo entenderlo-Claudio dio un sorbo a su café después de sus preguntas-Fue increíble verlo-
-Sí, yo tampoco me esperaba algo como eso-secundó Tom
-La primera vez que conocí a Sean, intenté robar imprudentemente sus poderes-empecé a contar-Pero en su lugar, conseguí un desmayo y un dolor de cabeza-
-¿No conseguiste tomar sus podres?-Claudio me preguntó y negué
-Siempre he conseguido tomar prestado el poder de otros junto a su apariencia para utilizarlos como me plazca, pero a Sean no pude quitarle ni una pequeña parte de sus poderes porque fue como si su poder se volviera en mi contra, todavía no termino de comprender ese detalle, pero es mejor no volver a arriesgarme; solo entiendo que fue como un choque de energía o de poderes, Sean me dio más de lo que mi cuerpo pudo resistir en ese momento-
-Es increíble-Claudio susurró antes de dar otro sorbo a su café y lo imité. El café hirviendo era de lo mejor-Entonces ¿Cómo controló las balas y el mar?-preguntó y fue Tom quien me ganó la palabra
-Corrígeme si me equivoco-Tom volteó a verme y asentí-Con tu explicación, entiendo que Sean puede manejar prácticamente todo lo que existe en el mundo porque está conformado por partículas y esas partículas están hechas por energía; Sean es capaz de alcanzar esos niveles tan pequeños como para manejarlos a su antojo-asentí-Y si puede controlarlos desde ese punto, puede manejar al objeto en general-asentí
-Así es-afirmé-También le ayuda el movimiento que los objetos hacen por otra fuerza o acción, es como un plus a sus poderes-
-Es decir ¿Sean controla cualquier tipo de energía?-Claudio indagó
-A grandes rasgos, sí-afirmé y tomé otro sorbo del café que empezaba a enfriarse porque el clima continuaba bajando-Por eso Sean ve los pequeños detalles; él entiende cosas que los demás no porque sus poderes lo influyen mentalmente; con sus poderes controla átomos y mientras que nosotros somos un universo de átomos, los átomos son un universo en sí mismos-desde que había leído esa frase, me había casado con ella-Él ve más allá de las cosas porque está acostumbrado a hacerlo, así es la naturaleza que sus poderes le otorgan-
-Me es difícil imaginar a “nuestro” Sean con “ese” Sean que mencionas en esas frases tan sentimentales-Tom mencionó
-Bueno, Sean puede llegar a ser muchas cosas y solo él se conoce perfectamente-elevé ambos hombros-A mí me cae bien y con eso me quedo-sonreí
-Es increíble, parece que Sean es prácticamente indestructible-Claudio mencionó
-Inmortal no es, lo que sí es seguro, es que puede dar mucha batalla cuando se lo propone-afirmé
-Ni lo menciones-Tom elevó ambas cejas y los tres empezamos a reír por una broma que no necesitaba explicarse.
Cambiamos de tema y mientras Claudio y Tom reían sobre las ocurrencias que decían, los observé en silencio.
Realmente, a pesar de que ya no tenía nada más que hacer en ese lugar, no quería irme.
No iba a ser fácil aceptarlo si es que me decían lo que no quería escuchar.