OPEN EYES
por
Starlightnorain
Después de la colonia en el año…. ¿eso importa?, realmente no le importaba, valía un carajo, un cacahuate, un comino o como quiera que sea, lo único que le importaba, es que, al fin podía decir que había conocido la felicidad.
Llevaban ya tres años de Paz, después de desgarradoras batallas, mil heridas, bombas explosiones, entre otras cosas, habían logrado construir todas las personas en conjunto una paz que tal vez ahora si podría llamarse verdadera. Relena había hecho un buen trabajo, y tubo mucha razón aquella vez, en que había dicho que la paz, no se conseguía con distinguidos discursos, si no con el deseo de todos por ella. Ese fue el principio, después de un rato, y con algo de renuencia había sido metido casi a rastras por los otros pilotos a la PREVENTER. Duo y Quatre sobre todo, lo único que supo aquella vez, es que estaba en su casa, que su trabajo le había costado para que fuese suya. En fin estaba en su casa cuando recibió la sorpresiva visita, de ambos ex-compañeros de combate, lo primero que le dijo uno de ellos fue un “quita esa cara de palo”, empezó a rebatir el asunto, lo segundo que supo fue que estaba en las instalaciones de la PREVENTER, aceptando el empleo.
Si le hubiesen hecho eso durante la guerra, estaba seguro que le hubiese metido una bala entre ceja y ceja a cualquiera. Y ahora, ahí estaba trabajando junto a sus otros compañeros, tal vez esa paz, la insistencia de Relena, entre otras cosas, le habían hecho aprender a apreciar aquella amistad, a conocer, a permitirse sentir.
Heero Yuy, ex-soldado ahora estaba disfrutando de aquella paz, y no pienses que no es posible, es tan humano como todos los demás, en varias ocasiones, pude ver que en sus venas corre sangre al igual que cualquiera de nosotros, en conclusión, un chico casi tan normal como cualquier otro, a excepción claro con la habilidad d doblar metal con las manos una agilidad envidiable, y gran cantidad de conocimientos. Pero estas habilidades no las tenía por la divina providencia, toda su vida fue entrenado para ello, y como dijera el doctor G, “Heero tiene la gran capacidad de sentir como cualquier otra persona”, que las personas que le entrenaban no lo considerasen necesario, y como se lo habían hecho saber, era otra cosa.
En fin el pasado, es pasado, importa el ahora, y ahora estaba dispuesto a degustar el delicioso platillo frente a él,
- Gracias – dijo a su anfitriona.
- De nada – le sonrío forma angelical – para mi es un placer.
- Pero no tenías por que molestarte...- empezó a decir él
- ¿Y quien dijo que me molesta?, jamás vayas a pensar eso.
Heero relajo un poco su expresión, a pesar de todo aquella pétrea cara insistía en permanecer intacta en varias ocasiones, pero esa relajación no había pasado desapercibida por la anfitriona, lo cual le hizo sonreír más.
- Tengo que regresar – dice levantándose y dirigiéndose poco apoco a la salida -
- Heero – le llamo suavemente, y el volteo. Relena se acerco a el con suaves pasos, y con algo de timidez y de forma fugaz le da un beso… en la mejilla –
- Que te vaya bien – le dice con el rostro ligeramente sonrojado –
- Gracias…- y sin más preámbulos se va. Era algo satisfactorio el saberte querido, negarlo sería tonto, poco a poco se habían permitido mas acercamiento, así que pensó que tal vez comenzaba a tener el parte de un todo, para iniciar lo que sería una vida normal. Tal vez aquello pronto estaría completo con el pasar del tiempo, no era un experto en eso, pero, sabía que algo más hacia falta…
Al llegar al trabajo, se dirige a la oficina de Sally Po, quien ocupaba uno de los altos rangos en PREVENTER, junto a lady Une-
- Que bueno que llegas – se voltea para tomar algo de su escritorio y se lo tiende a Heero – es el informe que acaba de mandar Maxwell de la colonia L4 adjúntalo a los demás, y ya sabes que hacer ¿verdad? – le dice con una mueca mal disimulada.
- Estará listo en media hora – solo contesto eso, y haciendo un formal saludo al estilo militar, se retira a su propia oficina. Así como Relena era embajadora de Paz, y todo el rollo ese, alguien tenía ir a chequear la seguridad en cada colonia, el buen funcionamiento de cada instalación de cada colonia y demás, así que, si bien necesitaban a alguien que supiese de seguridad, que pudiese dar una rigurosa inspección, tenía que ser bueno relacionándose, para que por pequeñeces no tuviesen ningún tipo de fricción, y tuvieron dos elegidos para ello, Duo Maxwell y Quatre Raverva Winner, el problema aquí es que los dos eran bastante capaces, finalmente eligieron a Duo, no por ser mejor que Quatre, no, si bien este había aceptado ayudar en la PREVENTER, era por lapsos de tiempo, ya que junto son sus hermanas, se encargaba de el negocio familiar, mismo que había hecho crecer y extendido a las otras colonias, dado a lo bien que habían demostrado hacerlo, tenían en casi todas las colonias satélites de recursos, con los que estas se abastecían y obviamente, requerían atención.
Y si, por pura casualidad , te preguntas por que Wu Fei o Trowa , no estuvieron dentro de esta selección, regrésate y lee bien, necesitaban una buena inspección con buena comunicación, a Wu Fei por ejemplo, su chauvinismo le restaba las otras cualidades que tenía, y se iba a topar con algunas mujeres encargadas en los sectores a los que se iba a hacer la inspección, sin ir mas lejos Une y Sally son ejemplo de ello, así como conocedoras del hermoso carácter del chico, así que si la idea de mandarlo paso por sus cabezas, esta fue desechada al instante. Lo último que se querían era una disputa con una colonia por machismo. Trowa por otro lado era más calmado, serio y relajado, intelectual si, pero a veces con un mutismo impresionante, que a veces era solo traspasado por Quatre, aunque eso es hablar de harina de otro costal, el chiste es que el joven no llenaba los requisitos de “comunicativo” precisamente, así que entre tache y tache…
Mientras tanto Quatre estaba por terminar sus asuntos en el espacio, al mirar por la ventanilla de aquel transporte, mira con lejana ternura y recordando lo que pasó un día antes de retirarse, aún no sabía si lo que sentía en su pecho eran los desesperados gritos de su corazón o los de alguien más…
-----------------------flash back-----------------------------
Trowa estaba sentado a la sombra de un árbol, el día era claro y soleado, levanto un poco el rostro y…:
- ¿Ya supiste a quien van a enviar a realizar la inspección? – pregunto abiertamente, si acá si muy hablador, al menos eso se podría decir considerando como era.
- Si, espero que le vaya muy bien a Duo – dice Quatre que estaba del lado contrario del árbol, sentado también.
- ¿Por que no fuiste tú?-
- Por que tengo que atender también los asuntos de los satélites de recursos, a pesar de que mis hermanas están en esto, requiere de la presencia de todos nosotros, tomar decisiones, administración, y ya sabes no se puede silbar y comer pinole al mismo tiempo.-
-¿Tan ocupado estas? –
- No siempre es así, pero si, de momento, de hecho mañana mismo parto para reunirme con Irea- dice Quatre empezando a sentir algo extraño en su pecho – pero espero terminar y regresar lo más pronto posible – agrega rápidamente.
- Eso espero – alcanzo a susurrar Trowa para si mismo, mientras una diminuta sonrisa aparecía en sus labios
----------------------------- fin flash back -------------------------------------
- Me pregunto si algún día tendré el valor de descubrir, si en verdad tu… - Quatre, a pesar de tener aquel famoso don, se encontraba en una encrucijada, sus propios sentimientos se mezclaban a la hora de tratar de esclarecer aquel misterio, aunque había otra forma de averiguarlo sin necesidad de su don, esa otra forma era lo que mas le aterrorizaba, ¿es que acaso tendría el valor suficiente para averiguarlo?...
………………………………
Antes de enviar a Duo, Heero había sido el elegido por su seriedad para “pedirle” a Duo que pusiera énfasis en su seriedad en el asunto, así que solo se limito a decirle “no lo eches a perder o te estas muerto”. Lo cual puso a Duo pálido, pero comprendió, y puso algo de seriedad a esa extrovertida forma de ser que tenía. Solo que el muy condenado se había desquitado al mandar el primer informe, y en eso noto un aparte del informe actual en sus manos: “las jodidas maquinas que mandaron para la investigación se están cayendo en pedazos de lo viejas que están, con un demonio que no hay el suficiente presupuesto para tener esto funcionando correctamente, y se que estas leyendo esto Heero, ya te lo he dicho quita esa cara de palo…” , una mueca se quiso cruzar en sus labios, cosas como esas o aún peores venían en todos los informes, aunque si bien era cierto que hacia bien su trabajo, revisando y todo, si Lady Une llegaba a ver los informes tal cual eran mandados por Duo seguramente le daba un sincope en ese mismo instante.
Ya se las cobraría después, además el trenzado compañero regresaba en dos días, así que no tendría que esperar mucho.
En su caso, el había sido conservado en la tierra para chequear ciertas situaciones, e intentos de sublevación detenidos oportunamente gracias a su ingenio.
¿Qué más podía pedir?
Pasaron los dos días y tal como se esperaba, ahí estaba Duo Maxwell, así que decidió acercarse a él para hablar “tranquilamente” a cerca de la forma en que redacto los informes que mandó. Duo se dio cuenta de que Heero venía directamente a el, con el único fin de darle el regaño de su vida, a sabiendas de lo que hizo obviamente, así que uso una poderosa técnica evasiva, que había planeado en transcurso de regreso.
- ¡Heero! Como estas se nota que me extrañaste – hablaba con gran jovialidad mientras se dirigía hacia el a pasos agigantados dispuesto a darle un gran abrazo – pero espera tengo que ir a la oficina de Sally a arreglar otro asunto, pero no sufras, nos veremos después – e inmediatamente desapareció de su vista sin darle oportunidad a nada, iba dando de brincos, había logrado llegar sin escuchar el sermón de seriedad que el otro pretendía lanzarle encima.
Por su parte Heero quedo totalmente, ¿como decirlo… sorprendido? Había planeado arribar a Duo en cuanto este llegase, y como con muchos intimidarlo y regañarlo, pero en vez de quedarse como una gelatina temblorosa, lo saludo de forma radiante, y de repente desapareció de su vista. Ahora como nunca lo había creído, y sin darse cuenta, una enorme sonrisa se dibujaba ahora en su rostro, y se le quedo mirando al camino por el que rápidamente había desaparecido. No cabía duda de que Duo sabía como hacer reír a cualquiera, se sentía tan bien aquella enorme curvatura en su cara, y después pensó un poco en por que lo había hecho, y poco a poco la sonrisa se borro de su rostro, y su cara se puso totalmente blanca, más que el papel y un susurro salió de sus labios:
- No puede ser…-