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Mi Príncipe Omega por TidsoptimistMF

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Notas del capitulo:

Hola!

Aqui les dejo el primer capitulo, disfruten <3

CAPITULO 1

 

-¿Hasta cuándo piensas mantenerlo encerrado?

La voz grave y severa de su tío retumbó en el despacho de Yuri. De contextura gruesa y alto, su figura se imponía frente al escritorio de Yuri. Sus rasgos habían sido curtidos por el sol y algunas cicatrices producto de peleas aún eran visibles en su rostro.

Katsuki Toujirou había sido el hombre que había forjado a Yuri en la batalla, enseñándole el valor de un cuerpo bien entrenado y la utilidad de las armas. Sin compasión, había hecho que su sobrino le mostrara al mundo todo el potencial que tenía guardado, con la fe de que fuera un hombre valeroso y mejor en las batallas de lo que había sido su padre y antiguo líder.

Para muchos en la manada, Toujirou debió ser el líder de la manada, no sólo por su fuerza e ímpetu, sino también por su criterio. Todo lo contrario al padre de Yuri, Katsuki Toshiya, un hombre de pequeña estatura, sin grandes habilidades en el combate, pero con un gran y generoso corazón que hacía dudar si sus decisiones eran las más acertadas o simplemente evadía de la forma más simple enfrentar sus problemas.

Por su parte, Yuri respetaba a ambos hombres por igual, tanto la visión como su tío como la de su padre eran válidas para él, aunque debía admitir que se veía más inclinado por las enseñanzas de su tío Toujirou. Pese a que no le gustaba la violencia, sabía que esta era necesaria si es que quería mantener el bienestar de su manada, por muy contrastante que sonara.

Alzando la vista de su trabajo, Yuri miró a su tío. Toujirou pertenecía al Consejo de Ancianos, por lo que no le sorprendió su visita ni el motivo de esta.

- Hasta cuando decida hablar- contestó finalmente, sin inmutarse- Es un infiltrado y hasta que no sepa sus motivos para estar aquí no lo pienso liberar.

Su tío resopló en desacuerdo.

- Es un cambiaformas…

- Entonces con más razón debe ser resguardado- lo cortó Yuri sin miramientos ni cambiar su posición.

Pasándose una mano por el cabello, Toujirou lo miró con algo similar a la irritación.

- Creo que no estas entendiendo mi punto querido sobrino ,¿O es que caso no te entrené bien?. Es un cambiaformas, prácticamente es un milagro encontrar uno y tú lo tienes encerrado hace más de una semana cuando deberías estar revolcándote con él…

Sin poder evitarlo, Yuri se atragantó con las palabras de su tío. Algo similar a la vergüenza se apoderó de su sistema y ni todo el entrenamiento del mundo pudo evitar que su cara se descompusiera en un gesto de verdadera indignación.

En todo los años que llevaba de vida, muchas veces había sido apuntado por su condición de omega, pero nunca se había sentido tan ofendido como hasta ahora.

Recuperando su compostura, decidió darle el beneficio de la duda a su tío.

- ¿Disculpa?- preguntó con un hilo de voz

Su tío se cruzó de brazos como si su pregunta fuera innecesaria.

- Lo que escuchaste. Eres un omega y líder de tú manada, como tal debes preocuparte que tu descendencia sea la más fuerte posible para asegurar el bien de tu pueblo en el futuro, por lo mismo el alfa que elijas debe tener características que resalten por sobre los demás. Tener como amante un cambiaformas te asegurará eso.

Aunque su tío tenía razón, Yuri no podía evitar querer pensar diferente. No había entrenado tantos años para terminar siendo emparejado como un omega cualquiera al mejor postor.

¡Era el líder maldita sea!

¿Al menos eso no contaba para poder elegir quien sería su compañero o con quien se acostaba?

- ¿Cómo estás tan seguro que es un alfa?- cuestionó finalmente.

- Ya mandé hacer las pruebas necesarias. Es un alfa y de buen linaje. Básicamente te ganaste la lotería genética, querido sobrino

Suspirando, Yuri se levantó de su asiento. Necesitaba caminar un poco, antes de seguir esa conversación que ya comenzaba a asfixiarlo.

- ¿Y cuál es tu plan? ¿Que vaya a su celda y tenga sexo con él?

Toujirou rio de buena gana ante la propuesta de su inocente sobrino. No era tonto, sabía que el chico estaba molesto, pero a veces un soberano debía tomar decisiones que no le gustaban, incluso cosas como estas.

- No es necesario rebajarte tanto, sólo pide que lo lleven a tu recámara

La sola idea generó nauseas en Yuri. El pensar tener sexo con un completo desconocido solo para tener una descendencia fuerte lo encontraba lo más nauseabundo del mundo. El tener que además obligar al otro a hacer algo que de por sí ya le parecía infame, lo hacía aún peor.

- Esto es ridículo- sentenció, encarando a su tío- No voy a meter un extraño a mi cama y menos tener hijos con él 

Burlón, Toujirou sonrió a su pequeño sobrino.

- No me digas que estas dejando que tus emociones te dominen, creí entrenarte para ser mejor que eso, ¿O necesitas otro tiempo en la arena?- cuestionó viendo con satisfacción como los ojos de Yuri centelleaban ante su afronta- Además, esta no es sólo una idea mía, el Consejo también lo apoya

- ¿El Consejo de Ancianos quiere que me acueste con él?- preguntó entre sorprendido e irritado al saber hasta qué punto ese grupo de ancianos podían interferir en su vida. Lo que más le dolía que dentro de ese grupo, su padre estuviera apoyando tal locura.

-Aunque no lo creas, es así. De hecho hoy no vine como tu tío, sino como miembro oficial del Consejo para hacerte llegar nuestra sabiduría.

Apretando los dientes y puños, Yuri comprendió que no tenía salida. Estaba entre la espada y la pared. Aunque él tenía la decisión final, sabía que en este caso estaba obligado a obedecer, principalmente porque era una decisión que albergaba el futuro de su manada y si era sincero, un cambiaformas podía traer mayor seguridad, sin importar lo que eso significara para su propia felicidad.

Un líder debe sacrificarse por el bien de su pueblo”. Fue la primera frase que aprendió cuando era pequeño y ahora resonaba en su mente.

- Esta bien- aceptó finalmente volviendo a sentarse detrás de su escritorio- Diles al Consejo de Ancianos que acepto su sabiduría, con sólo una condición. Todo será bajo mis términos. Si ese cambiaformas será el padre de mis hijos, quiero al menos conocerlo y saber quién es

- En otras palabras…

-Hasta que él no hable yo no me acostaré con él- sentenció cruzándose de brazos.

Su tío frunció el ceño, contrariado. Por un momento pareció que la ira iba explotar por sus ojos hasta que una oscura sonrisa surcó sus labios.

- Bien, en ese caso haré que te lo envíen. Si quieres conocerlo, lo mejor es que pasen el mayor tiempo posible juntos y con él encerrado en esa Torre y tú con el trabajo no lo van a lograr- al ver que Yuri lo miraba con la boca abierta y listo para rebatir, agregó- No te preocupes, me cercioraré de que sea inofensivo y no te ataque. Será un bonito perro guardián que te acompañará a todas tus tareas, ¿Qué te parece?

Yuri no pudo decir realmente lo que le parecía ya que justo tocaron la puerta. 

La cabeza de Phichit asomándose con un montón de papeles en brazos le dijo que era imposible comenzar una discusión cuando sabía que tenía todas las de perder y además de atrasarlo con todo el trabajo que se le venía encima.

- Esta bien, sólo asegúrate de mandarlo vestido

Sonriendo, Toujirou hizo un ademán de despedida y salió del despacho con paso triunfante mientras que Yuri deseaba en ese instante que la tierra se lo tragara.

Estaba acabado.

 

 

 

Al final del día, Yuri estaba mental y físicamente agotado. Sin poder evitar estar tenso por toda la situación que se venía ante él, se había demorado más de lo habitual en el papeleo, teniendo que revisarlo dos veces para cerciorarse que su pérdida de concentración no lo llevara a errores. Sus músculos estaban agarrotados por el estrés extra y estaba comenzando a mordisquear sus uñas cuando Phichit apareció en su oficina con un par de guantes de box.

-Vamos a entrenar, te ayudará a despejar tú mente amigo- fueron su precisas palabras y Yuri no pudo agradecer más la invitación de su mano derecha.

Pese que en el trabajo y frente a otros se preocupaban de guardar las formalidades, en momentos como estos eran en que Phichit dejaba todo eso de lado para ser su amigo de infancia con el que había crecido.

- Y…¿estás listo para conocer a tu futuro esposo?- bromeó mientras se subía al cuadrilátero.

Siendo una extensión de su casa, el gimnasio había sido hecho con la intención de que no tuviera que perder tiempo innecesario en traslados y pudiera entrenarse correctamente desde que era niño. Estaba equipado con todo lo necesario para que aprendiera todas las artes de combate cuerpo a cuerpo que su tío consideró imprescindibles, incluido un cuadrilátero de boxeo. Con Phichit habían estado varías tardes en el pasado practicando hasta caer inconscientes en aquel ring y aunque los recuerdos de esa época eran amargos, no evitaban que hoy en día lo utilizaran aún para entrenar y como una forma de relajación.

- Preferiría no hablar de ello- respondió Yuri comenzando a estirar y calentar sus músculos para la pelea.

-Oh…así que prefieres mantenerlo dentro. Bien, después no te quejes si andas con dolor de estómago- se burló Phichit.

Yuri alzó su cabeza con seguridad y una sonrisa altanera en su rostro.

-Veremos quien termina con dolor de estómago después de que acabe contigo

Phichit le devolvió la sonrisa que demostraba la complicidad de la batalla. Ambos se conocían lo suficiente para saber lo que le sucedía al otro, por lo que Phichit tenía más que claro que las últimas palabras de su amigo estaban vacías de significado, una amenaza que nunca llegaría a término.

Yuri podía mostrarse soberbio y engreído, pero Phichit sabía que nunca era en serio, si alguien era humilde y modesto con sus habilidades ése era su amigo y nunca haría gala de su fuerza frente a una pelea real.

- Ya veremos- contestó Phichit antes de lanzarse a pelear contra Yuri.

Con una defensa inquebrantable y buenos reflejos, Yuri fue esquivando los rápidos golpes que su amigo le lanzaba. Su concentración era plena y eso le permitía que su mente dejara de pensar en cosas innecesarias. Poner su mente en blanco y fijar su atención en su contrincante le permitía descansar, dejar fluir toda la energía contenida y que sus músculos se relajaran.

Conocía bien los movimientos de Phichit, su velocidad y su forma de ataque, por lo que su cuerpo casi reaccionaba por inercia. Sólo necesitaba resistir un poco más, lo suficiente para ver una abertura y asestar el primer golpe.

Estaba por moverse cuando en eso algo captó su atención, desconcentrándolo lo suficiente para no esquivar el gancho izquierdo de Phichit que lo lanzó directo al piso. 

- ¡Mierda! ¿Yuri estás bien?- exclamó Phichit al darse cuenta lo que había sucedido y acercándose a su amigo para ver cómo estaba- ¿Qué te sucedió? Pensé que lo esquivarías…

Tirado aún en el piso y con la respiración agitada, Yuri alzó la vista. Su cabello negro que normalmente estaba peinado meticulosamente hacia atrás, estaba ahora desarreglado y con varios mechones cayendo por su sien, dándole un toque más salvaje de lo usual.

- Estoy bien- contestó finalmente, sacándose un guante para llevarse la mano a la zona golpeada- Fue un buen golpe, aunque has perdido práctica, en otra época me habrías dejado el labio sangrando…

Suspirando aliviado ante esa respuesta, Phichit le dio espacio para que se levantara.

- De todas formas, ¿Qué fue lo que…?

Un ligero tosido a su espalda captó la atención de Phichit. Al girarse se encontró con Otabek, tan serio y rígido como siempre, y a su lado había un hombre que no supo reconocer.

- Líder, lamento interrumpir- comenzó Otabek – Pero el señor Katsuki Toujirou insistió que lo trajera lo antes posible a su casa

Phichit abrió los ojos sorprendido al comprender lo que estaba sucediendo y quien era aquel misterioso hombre. Miró a su amigo y vio como los rasgos de Yuri volvían a estar tensos y fríos.

- Comprendo- respondió Yuri fijando su vista en el hombre sin nombre.

La última vez que lo vio estaba tirado en el piso, por lo que no pudo notar lo alto que era. Su cabello antes largo, había sido cortado entregándole un toque más limpio y varonil. Vestido con el conjunto negro de los centinelas, no parecía que hace unos días atrás era un infiltrado recogido en sus fronteras. Lo único que lo delataba era su rostro que se veía algo demacrado y con heridas aun cicatrizando.

Lo que más captó su atención fue el collar negro que se ceñía a su cuello blanco y las esposas en sus manos.

- El señor Katsuki me pidió que le informara también que no hay ningún peligro gracias al collar que tiene en su cuello…

- ¿Qué hace el collar?

- Evita que cambie su forma. Ante el más mínimo intento este enviará una descarga eléctrica que lo dejará inconsciente. Sólo puede ser retirado por usted, su huella digital fue introducida para ser reconocida por la cerradura. Cualquier otro método par abrirlo lo llevara también a ser electrocutado hasta la inconsciencia- explicó Otabek, al tiempo que agregaba- Las esposas en sus manos son una mera precaución

Aunque estoico, Yuri no pudo evitar sentir un retorcijón por dentro al saber, hasta qué punto, era controlado aquél cambiaformas. Su libertad había sido totalmente arrebatada al momento de cruzar su frontera y eso le hizo pensar si no habría estado escapando de un destino similar cuando llegó a sus tierras.

De todas formas eso ya no importaba, sea afuera, en una celda o como su compañero, él hombre parecía no tener más opciones que vivir una miseria. Sólo esperaba lograr que como compañeros la situación no se volviera tan desdichada.

- Llévalo a mi habitación, luego puedes irte.

- Sí, señor.

Acatando las instrucciones, Otabek se llevó al hombre, dejando una vez más solos a Yuri y a Phichit.

- Bueno, al menos es guapo- soltó finalmente Phichit en un intento de disipar la densa aura a su alrededor.

Yuri lo miró con cara de pocos amigos.

- Nos vemos mañana- fue su única respuesta mientras se encaminaba hacia la salida.

- ¡Nos vemos mañana y no olvides de poner algo de hielo en tu mejilla!

Alzando una mano en forma de despedida, Yuri optó por hacerle caso a su amigo. Pasaría por la cocina en busca de un poco de hielo y también un vaso con agua.

- Tal vez una ducha me vendría bien…- pensó, desviándose hacia la habitación de invitados.

Después de todo, estaba sudado y por mucho que no le gustara la situación en la que estaba, no quería mostrarse desprolijo frente a quien sería su compañero por obligación.

Además era el líder de la manada, ¡No podía apestar a sudor!

Dejando el hielo y el vaso de agua para después, se metió a una de las tantas habitaciones de invitados de su casa, pasando directamente al baño privado de esta.

Sacando una toalla limpia, fue directo a la ducha. Tan pronto el agua toco sus agarrotados músculos sintió el alivio recorrerlo, al punto de relajarse.

Con esto ya podría enfrentar cualquier problema que le pusieran por delante.

O eso es lo que pensó.

Sintiendo un cosquilleo en la espalda, pero demasiado relajado para reaccionar con rapidez, sintió como su cuerpo fue acorralado contra la muralla, aprisionado por alguien más alto y grande que él.

-Hola pequeño príncipe

Suave y seductora, la voz resonó en su oído llegando a cada célula de su cuerpo. Yuri sintió un escalofrío recorrerlo, pero sin dejar mostrar alguna alteración, giró el rostro para encarar a quien osaba molestarlo durante su baño.

- Tú…-pronunció entre sorprendido y molesto- ¿Qué haces aquí?

El hombre que debía estar en esos momentos esperándolo en su pieza se encontraba detrás suyo, desnudo. El agua corría por sus perfectas facciones, su cabello plateado goteaba y su altanera sonrisa terminaban de cerrar el encantador cuadro frente a él.

Lo peor, su cuerpo estaba demasiado cerca. Podía sentir el calor irradiar de él.

Manteniendo la compostura, Yuri logró moverse, sus pieles rozando durante el proceso, hasta que pudo encarar de frente al sujeto y no estar en una posición tan incómoda.

- ¿No lo sabes?- consultó, apenas una sonrisa formándose en su rostro- Tu tío, según entiendo, me explicó toda la situación. Necesitas un hijo mío y a cambio de eso me entregarán mi libertad, lo cual me parece un trato justo…así que ¿Porque esperar?

Yuri sintió como si le aventaran un balde de agua fría. Así que su tío se había adelantado.

No sabía ni siquiera porque se sorprendía.                                                                                                    

En vez de eso una fría y calculadora sonrisa surco su rostro.

- Así que cuando te conviene hablas, ¿No es así?- habló con seguridad y cierta ironía en su voz- Al menos deberías decirme tú nombre antes de lanzarte sobre mío.

Una encantadora sonrisa se formó en los labios de aquel extraño, que en otra situación podrían haber generado el efecto deseado, pero como estaban las cosas, para Yuri solo fue una falsa mueca.

- Víctor, ¿Ahora que lo sabes podemos empezar?

- Que impaciente- murmuró Yuri con cierto tono seductor.

Colocando sus manos alrededor del rostro de Víctor, comenzó a acercarse hasta que sus labios estaban tan cerca que podía sentir el aliento del otro rozar su piel. Sonriendo Yuri se acercó un poco más pero antes de llegar a besar los labios ajenos, impactó su frente contra la de Victor tan fuerte que fue suficiente para desestabilizarlo y darle la oportunidad de escapar de su agarre.

El dolor estalló en la frente de Yuri y hasta lo llegó a marear un poco, pero no le importó con tal de salir de la ducha. Sin siquiera tomar una toalla se dirigió a la puerta de salida.

- ¡Y agradece que no te rompí un brazo!- fue lo último que exclamó antes de azotar la puerta y salir como un energúmeno.

-¡Ese imbécil!¿Quién se cree?- vociferó mientras caminaba a grandes zancadas hacia la cocina en busca de un poco de hielo.

El tipo ni lo conocía pero ya estaba dispuesto a embarazarlo con tal de tener su libertad, como si Yuri fuera una maldita incubadora.

¡Un maldito objeto!

- Juro que la próxima vez que me toque no sólo le romperé el brazo, sino todos los dedos de su mano. Uno por uno.- Sentenció abriendo con furia el refrigerador y sacando una bolsa de hielo que se colocó directamente en la frente y otro para su mejilla magullada.

- De todas formas, ¿Cómo supo dónde estaba?

- Por tu olor

Yuri pegó un brinco en su lugar al escuchar aquella voz y sin pensarlo dos veces se giró para lanzarle una bolsa de hielo directo en la cara. Esta vez Victor tuvo la suficiente agilidad para detener la bolsa antes que le pegara.

- Sí que eres rudo, pequeño príncipe- pronunció divertido por la actitud del otro.

- Mi nombre es Yuri, no príncipe- lo corrigió, pero al parecer Victor ni se inmutó ante su comentario, tratando en vez acercarse a él- No avances un paso más. En serio, no estoy de humor para que vengas a imponerte de esa forma en mi propia casa

- Soy tú acosador personal, ¿No te gusta?

Yuri lo fulminó con la mirada pero Victor ni se inmutó con la mirada asesina del otro, es más, parecía bastante entretenido.

- Para nada- respondió Yuri totalmente serio- Además que es eso de mi “olor”

- Como cambiaformas, tengo los sentidos más desarrollados que un humano normal, la primera vez que te vi fue suficiente para grabar tu aroma en mi memoria. Aunque en ese momento mis planes eran distintos y más cercanos a la venganza, ahora fue bastante útil para encontrarte en esta gran casa y realizar el trabajo que se me impuso…- Victor se cruzó de brazos y con gesto pensativo apoyó su mentón sobre su mano- Aunque si lo pienso, se ha vuelto más difícil de lo esperado. No entiendo, ¿Cómo esperas tener mi hijo sino quieres que me acerque?

Apretando los dientes, Yuri estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no lanzarle otra bolsa de hielo al susodicho. Cada palabra que salía de su boca era un insulto a su orgullo.

Se tomaba cosas delicadas y serias como si fuera un juego para niños.

- Patético- pronunció ya hastiado, sus ojos peligrosamente rojos- No voy a tener hijos con alguien que no conozco, tal vez para ti es un trámite sencillo para conseguir tu preciada libertad pero para mí no lo es. Y lamento no estar fascinado con la idea de tenerte como mi acosador, pero hace unos días atrás eras un extraño que invadió mi territorio y atacó a mis centinelas en forma de lobo, no esperes que después de eso me lance a tus brazos y deje que hagas lo que quieras conmigo…

-¿En ese caso yo debo dejar que tú hagas lo que quieras conmigo?- contraatacó Victor volviéndose repentinamente frío, sus ojos como dos icebergs- Me encierras, sin comida y sin ropa en una celda fría y mal oliente por días hasta que aparece un hombre para ponerme un collar que ante el más mínimo movimiento me puede electrocutar y dejar inconsciente, sin otra escapatoria que acostarme con su líder porque “mis genes son importantes”. Siento decirte que en hospitalidad dejas bastante que desear…

- Eres un cambiaformas, ¿Qué esperabas?- fue la total y fría respuesta de Yuri- El alcance de tu poder es desconocido para mí y mi gente, darte comodidades significaba entregarte la posibilidad de recuperar fuerzas y dañarnos

- Pero ahora que necesitas mi poder utilizas el collar y me confinas a ser tu amante. Que conveniente príncipe, para todo tienes una respuesta

La voz de Victor era tan fría, tan ausente de emoción, que congelaba hasta el mismísimo aire. Yuri por su parte, mantenía una expresión estoica, pero muy en el fondo sabía que él tenía razón para sentirse ofendido.

Suspirando, agotado, Yuri dejó el hielo a un lado y se acercó, pero manteniendo igual una distancia prudente con el peliplatinado.

- Escucha, hasta que esto termine no puedo hacer nada para evitar el collar. Aunque no me creas en este momento, no fue mi intención que las cosas llegaran a este nivel. Sé que prefieres que esto termine rápido e irte a tu territorio, pero me niego a que esto sea un trámite- apretando los puños, Yuri levantó la mirada enfrentándose a los ojos azules con resolución- Quiero al menos saber un poco de ti antes de llegar a más…

Victor ladeó la cabeza, pensativo.

- Bien te daré una semana

- Dos semanas- elevó Yuri sin dejarse vencer.

Victor achicó sus ojos, pero finalmente cedió ante la rojiza mirada del otro.

- Esta bien, dos semanas para conocerme y después de eso cada uno cumplirá con su parte del trato

- Bien, hasta entonces no tienes permitido tocarme a menos que yo te autorice- dictaminó Yuri, para luego agregar- Me acompañaras en mis deberes y no te perderás de mi vista

- No te preocupes príncipe, no desapareceré de tu visión- aceptó Victor dejando relucir de nuevo su burlona sonrisa.

Yuri no le agradó aquel gesto, pero era mejor eso que nada. Las cosas estaban claras por ahora y esperaba que a medida que pasaran esas dos semanas, lograría saber más del misterioso cambiaformas.

- Bien, es hora que vayamos a dormir, mañana será un día largo

Yuri pasó por el lado de Victor y este giró para seguirle el paso.

- Puedo hacer un último comentario- consultó y Yuri solo asintió con la cabeza mientras caminaba delante suyo- Tienes un lindo trasero, ¿Siempre tienes este tipo de conversaciones desnudo?

La vergüenza se apoderó del rostro de Yuri, pero supo esconderla rápidamente.

- Eso no te incumbe y la próxima vez que digas algo sobre mi trasero te enviaré a dormir a la perrera

Sonriendo divertido por la respuesta, Victor alzó los brazos en son de paz. Aunque su expresión era de diversión, Victor no podía negar que se sentía ciertamente sorprendido e intrigado por el líder de la manada.  Era la primera vez que veía un omega en ese puesto, pero comprendía también como se lo había ganado.

Su seriedad y fuerza física no eran menor.

Con sólo verlo unos minutos peleando en ese cuadrilátero, pudo darse cuenta de la habilidad y la cantidad de entrenamiento que había recibido durante su vida para hacerse cargo del puesto que hoy lideraba. No sólo por la forma en que se movía y los músculos de su cuerpo, sino también por las cicatrices.

Aún con la poca luminosidad del pasillo, Victor era capaz de visualizar las múltiples líneas blanquecinas que surcaban la espalda del omega y hasta sus piernas tenían algunas.

Frente a él estaba un hombre que sabía que todo tenía un precio y en que la vida no había nada fácil, lo que generaba cierto respeto.

El suficiente para no intentar matarlo por haberlo encerrado. Además lo necesitaba vivo para obtener su libertad.

- Ya veremos que sucede en estas dos semanas, pequeño príncipe- pensó con una sonrisa surcando sus labios.

                                                                                           

Notas finales:

Espero les haya gustado lo que han leído hasta aqui n.n

Sus comentarios serán bien recibidos!

Nos vemos hasta el siguiente capitulo <3


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