—Bonita habitación —dijo Mark mientras miraba alrededor de la habitación de Jackson, notando lo poco decorada que estaba. Casi parecía la celda de una prisión. Sólo había una cama, un armario y una mesita de noche con una lámpara en ella. Eso era todo. Infiernos, en su oficina había más muebles que en esta habitación.
Observó a Jackson caminar de un lado a otro, frotándose la mano en la nuca de una manera agitada. Él sólo había explicado un infierno de cosas que Mark sentía que su cabeza estaba llena con tanta información.
—¿A quién mataste? —Mark esperaba que Jackson le explicara acerca de su pasado, la razón por la que había ido a la cárcel. El hombre no parecía un asesino. Había visto su parte justa de programas de crímenes en la televisión y Jackson no encajaba en el perfil.
El hombre era nervioso, reservado, pero Mark no tenía una vibra de homicida.
Jackson se quedó inmóvil, con los ojos verde-azulado mirando hacia donde Mark estaba viéndolo, pero el hombre no lo miraba. —Te acabo de explicar acerca de los shifters y… —Jackson parecía estar nervioso, las manos cayendo a los costados con los puños apretados.
Mark esperaba que el chico no se guardara esto. Necesitaba saber en lo que se estaba metiendo y necesitaba saber que Jackson era un buen hombre. Ya había sentido las vibraciones, pero quería saber cómo Jackson había terminado en prisión.
Jackson estudió el suelo durante mucho tiempo, su mirada a lo lejos. Era casi como si el hombre estuviera reviviendo en su mente su pasado.
Finalmente, el hombre habló, su tono lleno de profundas emociones. —Hace quince años estaba recién salido de la preparatoria. Estaba emocionado por ser aceptado en una universidad de la Ivy League. —Jackson dio una triste risa y el corazón de Mark sufrió por el hombre—. Tenía grandes planes.
Mark se sentó, con sus piernas por un lado de la cama mientras escuchaba. De alguna manera sabía que Jackson no era un mal tipo. Había hombres que eran condenados a prisión a causa de que fueron intrépidos. No era tan tonto como para creer que no había hombres malos en el mundo. Pero no todos los que encerraban eran malos.
Jackson se sentó en la cama junto a Mark, acunando las manos en su regazo.
—Estaba visitando la ciudad con un amigo para celebrar el terminar la preparatoria. En nuestro camino de regreso vimos a un tipo varado en el lado de la carretera. Su carro se había averiado. No quería darle un aventón pero mi amigo insistió, diciéndome que estaba exagerando. —Jackson entrelazó los dedos y apoyó los codos en los muslos.
Mark estaba clavado en el lugar, tomando cada palabra que Jackson decía.
—El hombre sacó un arma y nos apuntó y obligó a mi amigo a... —Jackson se aclaró la garganta y Mark no estaba seguro de querer que Jackson siguiera adelante.
Podía ver las líneas de tensión alrededor de los ojos y de la boca del hombre. —Obligó a mi amigo a hacer cosas que normalmente no hubiera hecho. Cuento largo, luché con el extraño para quitarle el arma. Se disparó, el hombre estaba muerto y mi amigo estaba volviéndose loco. Él llamó a la policía y les dijo que había matado al hombre.
Mark estaba aturdido. Había pensado que sabía a dónde iba esta historia, pero Jackson le había dado un giro. Él no había visto el final. —¿Por qué harías algo así? Te vio luchar y sabía que era un accidente.
Jackson mordió la comisura de la boca mientras sacudía lentamente la cabeza. Podía ver el dolor en los ojos verde- azulado de Jackson y Mark quería abrazarlo, pero mantuvo su distancia, lo que permitió a Jackson terminar diciéndole lo que pasó hace tanto tiempo. —Creo que estaba más jodido de la cabeza porque vi lo que el desconocido le había hecho hacer y no lo evité. Creo que él me culpó y quería hacerme pagar. El arma fue robada, y la policía la vinculó a una violación y asesinato de un adolescente. No había manera de probar que no era mía. Mi amigo seguía gritando que yo la había robado. Era implacable y estaba empeñado a enviarme a prisión. Creo que estaba tan avergonzado de lo que le pasó que quería que cualquiera que supiera lo de la violación desapareciera... incluyéndome.
—¿Ellos te condenaron? —Mark preguntó con incredulidad—. ¿Cómo pudieron hacer eso?
—Hombres inocentes van a la cárcel todo el tiempo. Mi amigo le había dicho a la policía que el desconocido había sido mi novio y que ambos tratamos de violarlo. Arrojé la pregunta lógica de por qué le dispararía al hombre si estábamos juntos en esto, pero la policía no quiso escuchar. No después de que balística regresó y asoció el arma en otro crimen.
—No estábamos en la jurisdicción de la Villa Kim porque sabía a ciencia cierta que Jongin no hubiera dejado que me culparan. Pero los policías de la ciudad habían respondido a la llamada.
Jackson casi estranguló sus propios dedos mientras miraba a Mark. —El sistema de justicia a veces está jodido, amigo mío. Ellos no siempre hacen bien las cosas. Yo era joven y estúpido, y no peleé tan duro como debería haber hecho porque pensaba que no había manera de que pudieran condenarme por un crimen que había cometido en defensa propia. También pensé que no sería condenado por el crimen al que estaba vinculada el arma.
Mark se acercó, colocando su mano sobre la de Jackson, deseando poder regresar quince años y darle una paliza al amigo de Jackson.
Sabía que los buenos no siempre ganan y que la vida no era en blanco y negro. Había una gran cantidad de áreas grises. Lo que le había pasado a Jackson y cómo se había defendido y a su amigo, era una gran zona gris. Mark no podía entender lo que le había pasado al amigo de Jackson, pero eso no le daba derecho a culpar a un inocente sólo porque se sentía avergonzado.
Jackson envolvió sus manos alrededor de Mark, sus dedos deslizándose sobre el dorso de la mano. —La razón de que mis encargos tomaron más tiempo del que esperaba fue porque me encontré con Siwon. Él es la mano derecha del alcalde. Me dijo que el hombre venía a la Villa Kim, en donde vivían sus dos hijos. Que si no lo hubiera matado, no había forma de saber qué hubiera pasado.
Mark se sorprendió. —¿Sus hijos sabían qué clase de monstruo era?
Jackson giró la cabeza y miró a los ojos a Mark. —Ellos lo sabían. Había abusado de ellos su vida entera. Siwon sólo puede suponer que iba a venir aquí a tratar de secuestrarlos. Él nunca le dijo a Heechul y Key lo que pasó esa fatídica noche. Ninguno de los dos saben que su padre ha muerto.
—¿ Kim Kibum? ¿Mi empleado? —preguntó Mark, más aturdido por lo que Jackson le estaba diciendo. Pensó en el hombre Goth y su estómago se retorció pensando en alguna persona lastimando a un chico tan agradable. También conocía a Heechul. El chico era un poco torpe, pero agradable.
—Él no quiere que yo les diga —dijo Jackson—. Ellos han seguido con sus vidas y teme lo que le sucedería a Heechul y al estado mental de Key si supieran lo que su padre hizo esa noche y lo que había planeado hacer.
—No creo que deban saberlo —dijo Mark—. Espera, si estuviste encerrado durante tanto tiempo y acababas de salir de la preparatoria... —pasó la mano por el cabello y luego le sonrió a Jackson—, eres mucho mayor que yo. —Mark estaba haciendo todo lo posible para aliviar la tensión que se sentía fuerte en la habitación. No quería ver a Jackson tan herido, tan taciturno.
—No tienes ni idea. —Jackson se levantó y se dirigió hacia la puerta del dormitorio—. Tengo que ir a correr.
—¿Es sobre eso del leopardo? —preguntó Mark. Era un hombre de mente abierta, práctico y de espíritu libre. Pero lo que Jackson le había dicho era un poco demasiado exagerado incluso para el modo de pensar de Mark.
Jackson apoyó la mano en el pomo de la puerta, mirando con inquietud a Mark.
—Necesitas tiempo para adaptarte a lo que te he dicho. Yo necesito tiempo para poner mi cabeza en orden. Te invitamos a quedarte, pero yo tengo que salir ahora mismo.
El hombre tenía razón. Mark tenía mucho en qué pensar. Sentía una conexión con Jackson aunque acababa de conocer al hombre. Él creía en el amor a primera vista, pero el apareamiento a primera vista era algo totalmente diferente.
Jackson se desnudó en el patio trasero, sentía tirantez y comezón en su piel. No había cambiado en tanto tiempo que temía haber olvidado cómo hacerlo o que sería verdaderamente doloroso. Había pasado tanto tiempo desde que había liberado esa parte de él, que Jackson temía que una vez que el leopardo fuera libre, no regresara.
Movió sus manos y rodó su cuello, escuchando crujir sus vértebras. No había nada malo en eso. Había estado cambiando desde que era un cachorro. Debía de ser como andar en bicicleta.
—¿Asustado? —Hong Gi preguntó, saliendo al patio trasero. Se sentó en la silla que estaba junto a una mesa de cristal. Genial, ahora Jackson tenía audiencia para presenciar su posible fracaso.
—No —negó—. Estaba disfrutando la tranquilidad de la noche.
—Mentiroso. —Hong Gi se echó a reír y luego se puso serio—.Relájate, hermanito. Vendrá de nuevo a ti.
Jackson deseaba estar tan confiado como Hong Gi. Su hermano había nacido como un verdadero líder, sólido como una pared de ladrillos. Jackson no podía recordar un momento en que viera a su hermano temblar o perder el control. Siempre había visto al hombre controlado. Una pequeña parte de él se preguntaba lo que Hong Gi pensó de él después de lo que había hecho. Pero tenía demasiado miedo de preguntar, miedo de saber que su hermano mayor estaba decepcionado de él.
Un gemido retumbó en su garganta cuando Mark salió. Los ojos del hombre fijos en la ingle de Jackson y una sonrisa apareció en sus labios. —¿Por qué nadie me invitó a la fiesta?
Hong Gi le dio una pequeña sonrisa mientras señalaba hacia el asiento de al lado. —Toma asiento y disfruta el espectáculo.
Jackson sabía que tarde o temprano Mark iba a verlo cambiar. Sólo deseaba que el hombre hubiera esperado hasta más tarde. Él ya estaba con una gran cantidad de estrés.
Mark ladeó la cabeza mientras se mordía el labio inferior.
El hombre parecía hacer mucho eso.
Jackson podría decir que el tipo estaba disfrutando de la vista. Los ojos color zafiro se oscurecían con intensidad mientras su mirada recorría la parte media del cuerpo de Jackson sin parpadear. —¿Siempre sales desnudo? No es que me queje. Me paseo por mi casa desnudo todo el tiempo. Si pudiera salir sin ropa, entonces iría al trabajar desnudo. La ropa te confina, ¿no crees?
La idea de Mark desnudo tenía a Jackson creciendo con fuerza. Si no quería avergonzarse frente a su hermano, tenía que cambiar e ir lo más lejos posible de la casa. Ya podía ver la risa en el rostro de su hermano.
Antes de que su erección saludara de lleno, Jackson cambió rápidamente. Su mente y su cuerpo explotaron al mismo tiempo que la libertad recorrió sus sentidos. Mierda, había olvidado lo bien que se sentía estar en su forma de leopardo. Jackson podía sentir su gato hacerse cargo, lo que le obligó a revolcarse por la hierba. Se giraba hacia atrás y adelante, su leopardo deleitándose con la sensación de ser libre.
—¡Wow, wow, wow! ¿Cómo infiernos acabas de hacer eso? —Mark gritó mientras se subió a la silla—. No tengo miedo de decir que me asustaste.
Jackson miró a su hermano y esperaba que calmara a Mark. Él no era de ninguna utilidad en este momento y Jackson podía sentir a su leopardo jalándolo hacia el bosque. Sabiendo que Hong Gi protegería a su pareja, su leopardo salió. Jackson maulló en voz alta, sintiéndose reír interiormente de alegría pura.
«¡Qué rapidez!»
Jackson quería gritar mientras sus patas golpeaban la tierra, corriendo salvaje y libre por primera vez en casi dos décadas. Pensó en todas las veces que casi se volvió loco cuando su leopardo luchaba por liberarse. Jackson temía haber matado a su gato por negarlo durante todos esos años.
Pero estaba dejándolo correr ahora. Persiguió conejos, rodó en un pequeño arroyo que corría por el límite de la propiedad de Hong Gi, y luego se acostó en el suelo, inhalando el aire fresco y simplemente disfrutando el dejar a su gato su tiempo.
No estaba seguro de cuánto tiempo había estado acostado allí. Jackson estaba demasiado perdido estirando sus músculos y olfateando su entorno. Se sentía malditamente extraño estar en su forma de gato de nuevo. Pero por extraño que fuera, Jackson encontró aún más surrealista ser capaz de correr. Su cuerpo vibrando, sintiéndose vivo por primera vez en mucho tiempo.
Estar a la intemperie, con las grandes extensiones de tierra que lo rodeaban debería haber hecho a Jackson sentirse ansioso y nervioso después de haber sido encerrado en una pequeña caja cuadrada. Pero no fue así. En lo que a él concernía, si pudiera hacer que sucediera, Jackson nunca estaría de nuevo adentro.
Mientras rodaba sobre su espalda, olió el aroma de un intruso. Jackson fingió ignorarlo, mientras miraba el cielo nocturno. Vio la cúpula negra decorada con millones de estrellas, la luna estaba en forma creciente. Jirones de nubes flotaban y Jackson escuchó a los grillos.
Pero aún no se había olvidado de la persona que lo observaba desde detrás de un gran roble. Un suave ronroneo retumbó en su pecho y giró la cabeza para mirar a Mark. Su pareja estaba medio oculto por el árbol, observando a Jackson en silencio.
—¿Te sientes mejor? —Mark se acercó un poco más, pero aún estaba a una buena distancia. Jackson pudo ver que el hombre aún le temía. Su corazón se apretó como un puño en su pecho ante la idea de que su pareja le temiera. Se dijo a sí mismo que esto era nuevo para el humano y que necesitaría tiempo para adaptarse.
Jackson hizo algo que nunca había hecho en su vida. Se dio la vuelta mostrando su vientre, bajando la cola, y se hizo tan poco amenazante como pudo. Dejó escapar un suave ronroneo mientras se arrastraba poco a poco hacia Mark, manteniendo sus movimientos uniformes y lentos.
—O estás a punto de saltar, o estás tratando de decirme que no tengo nada que temer. Tengo que decirte, que cada centímetro que te acercas es más escalofriante.
Jackson se congeló. Había pensado que Mark estaría más relajado si estaba en una pose de sumisión. Ahora no estaba seguro de qué hacer. ¿Cómo podría transmitirle a su pareja que no era una amenaza para el hombre? No estaba listo para cambiar a su forma humana de nuevo. De hecho, sus músculos ardían por seguir corriendo.
—Hong Gi pensó que sería una buena idea que viniera para encontrarte. Estoy empezando a cuestionar la cordura del hombre. Estoy bastante seguro de que él quería que me acostumbre a verte así, o que me estaba ofreciendo como tu cena. —Mark se puso en cuclillas, levantando la mano, con la palma arriba—. Si no piensas en comerme, entonces me gustaría acariciarte.
La idea de que su compañero lo acariciara hizo a Jackson moverse de nuevo. Cuando llegó junto a su pareja, Jackson embistió suavemente con la cabeza la mano de Mark.
—Esto es tan raro. —La risa de Mark era suave. Los dedos acariciaron la parte inferior de la mandíbula de Jackson y luego su pareja pasó la mano por el cuello y la cabeza. Jackson estaba absorbiendo toda la atención, rodó sobre su espalda, esperando. Una ceja rubia se levantó en lo alto de la frente de Mark.
—Quieres un masaje en el vientre, ¿verdad?
Jackson ronroneó fuerte.
Mark se sentó justo al lado de Jackson y empezó a mover su mano de arriba abajo por el vientre de Jackson. —¿De esta manera, gatito?
Se rio por dentro. Mark estaba hablando con Jackson como si fuera un gatito de casa. Incluso su tono de voz era juguetón. Levantando una de sus patas delanteras, Jackson la apoyó en el regazo de Mark. El momento era tan sereno, tan tranquilo, que Jackson odiaba la idea de que terminara.
Y entonces su pareja hizo algo totalmente inesperado. Mark se giró hasta que descansó su cabeza sobre el cuerpo de Jackson. El hombre estaba tendido de espaldas, mirando las estrellas. —Esto me recuerda todas las veces que mis padres me llevaron a acampar, sin el gran leopardo. Quería acostarme bajo las estrellas. Hay algo acerca de la tranquilidad de la noche.
Jackson estaba de acuerdo. Él siempre había amado correr en la noche cuando era más joven. Era como si tuviera el mundo para él solo. La oscuridad que sólo fue interrumpida por la luz de la luna siempre la sentía más íntima.
—Supongo que puedes considerarme un hombre amante de la naturaleza. Prefiero el aire libre que una ciudad congestionada. No tengo la gran cantidad de conexiones que otras personas tienen y mis puntos de vista son inconformistas.
Mark giró la cabeza y le sonrió a Jackson. —Me asusté al principio al ver a un hombre cambiar a un animal. Eso fue algo alucinante. Pero ahora que estoy acostado aquí contigo, haciendo lo que me gusta hacer, que es observar las estrellas, creo que eres un leopardo de las nieves malditamente cool.
Jackson estaba allí escuchando a su pareja, dejando que la suavidad de la voz del hombre lo calmara. Mark podría haber estado hablando del mercado de valores y a Jackson no le habría importado. Le encantaba escuchar al hombre hablar. El tono de Mark era como un bálsamo sobre el alma cansada de Jackson. Pero a él le gustaba el hecho de que Mark pensara que su gato estaba bien.
Aún tenía miedo de que Mark tuviera la droga mutada en su sistema. Tan cool como Mark pensaba que era su gato, eso no quería decir que su pareja quisiera ser uno de los suyos. Jackson aún no estaba seguro ni siquiera si funcionaría. Nunca había oído hablar de alguien convirtiéndose en animal.
—Amigo, esto me recuerda mi patio trasero. Tengo una casa con diez hectáreas y en una noche clara la vista es majestuosa.
No estaba seguro de si Mark era consciente de que su mano recorría la pierna peluda de Jackson, los dedos de su pareja masajeando la pata de Jackson. No quería que Mark se detuviera. Jackson podía ver que rápidamente se estaba acostumbrando a los mimos de su pareja.
—Sabes —Mark dijo mientras se giraba y apoyaba la cabeza en su mano—, no creo que ser un leopardo sea tan malo. Digo, voy a ser capaz de correr desnudo. Eso es un gran punto a favor en mi libro. No estaba mintiendo cuando dije que la ropa era muy limitante.
Sus pensamientos comenzaron a caer mientras trataba de averiguar exactamente lo que estaba diciendo Mark. ¿Quizás su pareja acababa de decir que Jackson podía reclamarlo? De alguna manera saber que Mark estaba de acuerdo, aterrorizó a Jackson. No estaba seguro de por qué, ya que había estado esperando que el hombre no lo rechazara.
Pero ahora que había una real posibilidad, Jackson tenía una urgencia de correr en la dirección opuesta.
continuara...