Capítulo 13: El dolor mas grande de la vida
Mientras miraba por la ventana Luke recordó con una sonrisa la boda de su padre con Obi. Había sido esa semana y había sido hermosa. Obi Wan había visto hermoso con su túnica ritual de boda y su padre Anakin también. Paula estaba radiante de energía y había sido coronada en la fiesta de boda como princesa heredera por el propio Luke y Anakin. Leia aunque hermosa había estado furiosa toda la boda, así como Padme quien miraba con desprecio a Obi Wan, quien a su vez la ignoraba. Quin Gon y el rey Lando habían platicado mucho durante la boda y Quin había prometido visitar a Lando a la ciudad flotante.
Cuando regresaron a la ciudad flotante Han trajo con sigo a Leia alegado que si su cuñada quería pasar unas vacaciones en su hogar él no se lo negaría. Luke pensó con asco en lo bajo que había caído su hermana convirtiéndose en la amante de Han. Oh sí, él sabia que su gemela y Han eran amantes, Kay le era fiel, era la única amiga de Luke y ella se lo había dicho. Le había dicho también que Leía se había puesto extremadamente contenta, cuando supo que Han lo tenia encerrado como a un animal. Luke había intentado consolar a Kay, pues esta se sentía enormemente culpable y estaba asiendo todo lo posible por contactar con Paula, la querida hermana mayor de su niño Luke.
Luke sonrió al recordar la ropita amarilla que le había regalado Kay esa mañana, para su bebé. Con ternura se acarició el vientre y se dijo así mismo que nada le importaba, mientras tuviera a su bebé y se prometió así mismo que si era una niña le pondría Kay y si era un niño le pondría Obi Wan. Luke sonrió y sentándose en su cama sacó la ropita que el mismo estaba tejiendo para su bebé y se dispuso a terminarla. Con una sonrisa pensó que eso era otra cosa que le debía a Kay, quien le había enseñado a tejer.
***4 meses después***
Luke releyó con emoción la carta de su padre. En ella le decía que lo extrañaba mucho, que la casa no era la misma sin él. Que Obi Wan estaba embarazado y que Paula le mandaba saludos. Con una sonrisa Luke pensó que su hijo iba a tener una hija o un tío o tía menor que ella o él.
A pesar de su situación Luke sonreía a menudo mas ahora que sabia que el bebe que esperaba era una niña. La pequeña Kayla, que cada día crecía más en su vientre, era la luz de Luke; para él era una delicia sentir los suaves movimientos de su hija en su vientre.
Han se había ablandado un poco y dejaba que Kay lo sacara a pasar al jardín, aunque Leia aún seguía ocupando el lugar de Luke en la cama de Han, según le había contado Kay, pero Luke era feliz sin ver a Han. Lo amaba, claro que lo amaba, pero su hijita Kayla, esa bebe que crecía segura en su vientre, le brindaba a Luke la alegría suficiente como para recompensar el odio que le tenía Han.
Cuando a Luke sólo le faltaban tres meses para dar a luz, Kay había encontrado a Paula y contenta entraba a la habitación de su niño Luke (como ella le decía) con una carta de Paula en la mano. En esta le contaba que estaba furiosa y preparándose para ir a la ciudad flotante a encargarse de Leia y ese mendigo de Han. Luke sonrió ante el amor que le destilaba su hermana en esa carta y mejor si le sacaban a su mendiga gemela de encima. Se dijo el joven príncipe Jedi, pues llegaba en el mejor momento no sólo para liberarlo de su hermana gemela, si no para contarle lo feliz que se encontraba por su embarazo y lo desesperado que estaba por tener a su bebita en brazos.
Lo que Luke no sabía es que ese fue el principio de la estocada final que el destino le tenía preparado . Luke nunca tendría el placer de tener a Kayla en sus brazos. Kayla nunca vería la luz del sol y el único lugar que ese bebé conocería seria el vientre de su pa', donde fue tan querida.
**2 días después**
-Luke tu hermana Paula esta en el palacio me mando a decirte que la esperaras en el jardín y subió como una tromba directo al cuarto del príncipe Han y esa perra... digo, disculpa, de la señorita Leia.
-No te preocupes di lo que piensas Kay, tengo muy claro que mi "querida" gemela no puede ser más puta porque es imposible.
Dijo Luke indiferente, levantando su voluminoso cuerpo de seis meses de embarazo de la cama.
-Ven, Kay ayúdame a bajar al patio. Quiero ver a Paula.; saber como están Obi y mi padre. Si es cierto que Quin vendrá en estas semanas a la ciudad flotante y si Pau logra sacarme a Leia de encima.
Kay sonrió y tendiéndole el brazo a Luke para que se agarrara a él salieron del cuarto, pero justo cuando estaban por bajar las escaleras, Leía les salio al paso.
-¡Tú maldita estúpida, tú fuisteis quien localizó a esa impostara!
Rugió Leia furiosa abofeteando a Kay y mandándola al suelo.
-¡A Kay no la tocas!
Le gritó Luke a su gemela, interponiéndose entre ella y Kay.
-¡Tú maldito desgraciado!-le grito Leia tomándolo por los hombros y zarandeándolo -Siempre fuisteis el favorito de papá. Tú traicionaste a mamá y aceptaste a esos impostores de los Kenoby.
-¡De impostores nada! La prueba de ADN demostró que Paula es toda una Skywaker y con más derecho que tú, que solo eres la mujersuela de MI marido. Porque aunque tú seas la amante... <u>yo</u> soy el príncipe consorte de la ciudad flotante y el día que me de la gana, te echo de aquí a patadas!... pero por ahora me conviene que sigas calentándole el lecho a mi marido.
Le escupió Luke con igual veneno a su gemela.
-Tú, maldito hijo de puta, tú me quitaste a Han, el hombre que yo amaba.
-Tú eres como Padme, Leia, incapaz de amar. Así que no te engañes. Tú no amas a Han, tú solo te encaprichaste con él.
Le dijo Luke tratando de zafarse del agarre de su gemela.
-En ese momento llegó Paula corriendo, seguida por Han Solo. Ambos se detuvieron en seco al ver que Leia tenía sujeto a Luke por los hombros, casi al borde de las escaleras, con Kay tirada en el suelo tras Luke.
-¡Suelta a Luke ahora mismo Leia!
Le ordenó Paula con voz de acero. Leia la miró con odio y con un brillo demente en los ojos.
-Con gusto.
Le juro y con un fuerte empujón soltó a Luke, el cual debido a la fuerza del empujo tropezó con el cuerpo de Kay precipitándose escaleras a bajo llego con un golpe seco al primer piso y lo único que fue capaz de registrar, antes de perder el sentido, fueron los gritos de Kay y Paula y un fuerte dolor en su vientre.
-... Kayla...
Fue el último pensamiento de su mente antes de ser arrastrado por la oscuridad.
***2 meses después***
Luke despertó y al mirar a su alrededor reconoció el lugar estaba en una habitación de hospital. Al mirar a su lado vio a Paula. Pero es que tenia tanto sueño, que ni ganas de hablar sentía. Pero en ese momento Paula lo miró.
-¡Luke!
Exclamó Paula abrazándolo. Al sentir los brazos de su hermana Luke recordó lo que había sucedido, la caída del dolor, la mirada de puro odio de Leia, los gritos de Kay.
-Kay...
-Ella esta bien, sólo recibió un par de rasguños. Tanto ella, como nuestro padre y mi pa` han estado todo el tiempo aquí contigo. Salieron a bañarse para volver para acá y yo me quede cuidándote.
-¿Papá esta aquí?
Preguntó Luke extrañado. Paula asintió.
-Sí, y Quin y Lando, todo el mundo esta aquí contigo y para ti Luke.
-Pau... ¿Y Leia?
Preguntó Luke. En los ojos de Paula brillo un fuego de puro odio.
-Fue encarcelada. Condenada a 40 años en prisión y desconocida por nuestro padre. Lamento decirte que tu madre esta en una profunda depresión.
-Puede que me juzgues mal por esto, pero la verdad es que no me importa. Por culpa de Leia mi bebé estuvo en peligro.
Ante la mirada de Paula, Luke se alarmó.
-¿Paula, qué sucede? ¿Por qué pones esa mirada?
Pero incluso antes de oír la respuesta de su hermana Luke lo supo, lo supo al sentir un vació en su vientre, al sentir que ahí ya no estaba su pequeña Kayla.
-Luke- le dijo Paula con las lagrimas corriendo por su mejilla -perdiste demasiada sangre... la pequeña Kayla estaba absorbiendo tu fuerza rápidamente. Incluso Han dono de su energía, pero todo fue en vano... hubo que practicarte un aborto para no perderte. Luke, tú pequeña Kayla esta muerta. Nunca verá la luz del sol.
Sollozó Paula con la voz quebrada.
En el silencio de la habitación mientras las lagrimas escapaban de los ojos de Luke, pero ni un susurro abandonaba su boca, Luke sólo fue capaz de oír los sollozos de su hermana, muy lejanos, mientras oía el ruido de su corazón y su alma al romperse en mi pedazos ante la última estocada del destino.
Continuará....