Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Los lirios no mueren... por Anako_Chan

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Sé que es tarde para ponerlo, quería que fuera mi regalo de San Valentín... =_= Pero Anako es baka así que lo subió hasta el día de hoy. Se puede decir que es una secuela de "Lirios Blancos" Sin embargo si no lo han leído igual está hecho para que lo comprendan.


Sayonara!

Notas del capitulo:

Dedicado con cariño para Ruth: Niña...te lo debía y como dicen por ahí "Más vale tarde que nunca" ^^u Ojalá te guste

y también para mi hermosa flor rara...Mi niña sabes que te  amo x3

Los lirios no mueren.


Ahí estaban parados frente a frente, mirándose sin mirarse el uno al otro, en medio de aquella estancia tenuemente iluminada de naranja, aquella alcoba que había sido testigo de sus intensas noches de entrega, de sus fieras riñas…de su enorme amor; Sin embargo en ella ya no habían besos, ni hirientes ofensas, ni el sonido de las uñas rasgándose la piel, ni las dolorosas injurias…Solo silencio, un silencio que quemaba en la garganta, y aquél hermoso arreglo de lirios blancos, recuerdo de un amor hecho cenizas.


…Un adiós definitivo.


_Volveré mañana por lo que haga falta. La voz grave del mayor rasgó aquel insoportable mutismo, partiéndolo en dos, ahora ya nada había que compartieran, ni siquiera la tortuosa afonía de aquel momento, los ojos azules de Derian hicieron por contener el llanto un poco más, dándole tiempo a Keith de partir.


_Esta bien…


Pero no, no lo estaba…No estaba bien, nada que los mantuviera separados podía estar bien, si una vez lucharon incansables por estar juntos, si hubiesen dado la vida el uno por el otro…¿Cómo podía pretender ahora, que dejar morir sus labios de sed, lejos de los labios de Keith estaba bien?


El moreno clavó sus ojos verdes en Derian, aún en la oscuridad podía reconocer cada línea de su cuerpo, cada detalle de sus facciones, quiso memorizarlo en un segundo, captarlo en aquel momento, quería al menos llevarse un recuerdo de aquél a quien había amado durante seis largos años, seis años de amor que ahora eran arrojados al viento de la noche oscura por una discusión sin sentido, por el secreto temor de dejar añejar las cosas y terminar odiándose.


_Hoy es San Valentín… La mano bronceada de Keith se había posado ya sobre la perilla de la puerta y sus ojos verde esmeralda miraban la oscura madera del piso.


_ ¿Qué…dijiste? Derian creía haber escuchado mal, después de todos los pequeños detalles siempre parecían pasar inadvertidos para el moreno.


_ Que hoy es San Valentín… y nosotros nos estamos despidiendo… Un hondo suspiro se escapó del pecho del mayor, quien permanecía en su posición y reía con tristeza ante aquella ironía, sin duda aquél sería un San Valentín inolvidable…el más triste, el más solitario.


_Hablas como si te importara… La voz del ojiazul tembló ligeramente, hablaba…estaba hablando estupideces sólo para prolongar el momento, quería que durase por siempre, no importaba si reñían, o si sólo guardaban silencio. Aquella penumbra guardaba en el anonimato una lágrima que atravesaba la pálida mejilla del menor.


_ Y tu hablas como si no te importara. Por fin el ojiverde se dio vuelta, miraba muy seriamente la figura del otro, consumiéndose en las ganas de tomarlo entre sus brazos, de colmarlo de besos y caricias y de hacerlo suyo como antes…Pero sólo atinó a tomar su barbilla y hacer que sus miradas se cruzaran, la escasa luz apenas iluminaba sus rostros, el de Derian trató de huir.


_ ¿Por que habría de importarme? Keith…Esto ya se acabó.


_Lo sé…


_Será mejor que te vayas


_ ¿Derian? El de ojos verdes acarició los labios del menor con la yema de su dedo, aquellos labios, esos labios que lo mismo perfumaban con su aliento que herían de muerte con sus palabras, esos labios de azúcar y de sal que podían crear o destruir con la misma facilidad.


_Mmmh? La pálida piel del ojiazul pareció adquirir algo de color de repente, aún así su actitud fría seguía siendo la barrera que dividía sus propios sentimientos de los de Keith.


_ Derian…Sí esto ya se acabó, si mañana he de despertar sólo, en otra cama y si a partir de mañana consigo empezar una vida lejos de ti…al menos, al menos déjame tenerte a mi lado una última noche. El ojiazul negaba con la cabeza dando rienda suelta a su llanto. _Déjame llevarme un recuerdo hermoso de ti…por qué…. Quien sabe si después de esto pueda sentirme tan feliz como lo fui contigo.


_Keith… El ojiazul sollozó con fuerza, sus pequeños labios temblaban, mientras las lágrimas descendían sin piedad besando sus mejillas. _Keith, esto ya se terminó… Ambos lo sabíamos… tarde o temprano tendría que ser así…


_ ¿Por qué? ¿Sólo por que discutimos?


_ No lo sé… Por que el amor no dura para siempre…con el tiempo se desgasta Keith y el nuestro ya se desgastó… Derian se separaba un poco de Keith, sólo para mirarle a los ojos…esos ojos de esmeralda que siempre le habían parecido tan felinos…tan sensuales. _Cada vez peleamos más, nos hemos dicho cosas terribles no quiero que sigamos lastimándonos…Por favor vete…


Pero ninguna de las palabras de Derian lograron que keith se alejara, por el contrario se atrevió de nuevo a poner las manos sobre el delicado y hermoso rostro, que demostraba ya la madurez en sus rasgos y tomó esos labios con hambre, con deseo, pero sobre todo con amor, ese amor extraño pero transparente y puro que le tenía…que se tenían.


Una mirada de sorpresa por parte del de ojos azules no pudo pasar inadvertida para el de piel bronceada que sin embargo se atrevió a levantar aquel menudo cuerpo del suelo, llevándolo hasta acorralarlo contra la pared.


_¿No me amas Derian? ¿Vas a decirme que no me amas? Preguntó el mayor al oído de Derian mientras sus manos se deshacían de la fina camisa negra del más joven, quien a pesar de todo forcejeaba aún, luchando contra sus propias emociones. _Anda… repite lo que dijiste esta tarde. Quizá Keith comenzaba a perder el control, sus labios comenzaban a devorar el pálido cuello del ojiazul, en tanto sus manos entrelazaban las del otro.

_Keith… ¡No seas idiota! ¡Vete ya! Exclamó el menor intentando sin éxito liberarse de aquellos brazos de bronce que tantas veces lo habían sostenido al caer y sintiendo el corazón querer salírsele del pecho.


Pero el de mirada felina ya no deseaba marcharse, sus manos comenzaban a arrancar cada pieza de tela que le estorbaba en el camino para acceder a la piel del menor, aún contra sus quejas.


Un suave beso, hizo por fin acallar los insultos y los gritos del más joven, quien una vez terminado el contacto y con la inocencia de un chiquillo alzó sus ojos de cielo y miró a Keith.


_Tú… ¿Me amas? No hizo falta que el moreno respondiera a aquella pregunta, la ternura en su mirada y las caricias que comenzaban a subir de tono poco a poco fueron la mejor respuesta, ahora el ojiazul suspiraba, mientras las manos del otro recorrían cada centímetro de su piel.


El mayor se arrodilló frente a Derian, mientras besaba su abdomen para acabar de desnudarlo completamente, quizá aquél era el momento favorito del guardaespaldas, siempre le había fascinado contemplar el delicado y hermoso cuerpo de su amante, descubrir en él algo nuevo y rendirle culto como a un Dios.


_ ¿Sabes Dee? Preguntó el moreno en voz baja, tras besar la cara interna de los muslos del menor, provocándole escalofríos. _Adoro los gestos que haces cuando hacemos el amor…


_ ¡Cállate! Derian no pudo evitar sonrojarse ante el comentario, sin embargo Keith conocía cada uno de sus puntos más sensibles, no se imaginaba que alguien pudiera llegar a conocerlo tan bien.


Keith sonrió con su eterna picardía, mientras se desnudaba a prisa, pronto las manos de Derian se sumaban a aquella labor y sus labios se pegaban al broncíneo pecho con suavidad.


_ Es agradable sentir tu calor… Suspiró Derian trazando caminos con sus largos dedos sobre la piel tostada, hacía mucho ya que ni siquiera se daban tiempo de sentirse el uno al otro.


_Necesito tenerte. El mayor besó dulcemente los hombros de su amante, mientras su mano masajeaba su dureza, cada vez más rápido, cada vez con más urgencia.


Ninguno supo en que preciso momento sus cuerpos golpeaban la alfombra, la mano de keith ofrecía un suave soporte a la cabeza azabache del ojiazul, mientras él se dedicaba a acomodarse entre sus largas y hermosas piernas.


_Te amo Keith…te amo tanto. Los ojos azules lloraban, pero no parecían tristes, El moreno besó cada salada gota de agua y pegó su pecho al del más joven, mientras se introducía en él de un solo golpe.


_Ah Derian! Derian!

Las blancas y suaves extremidades de Derian se separaron un poco más, un inmenso calor llenaba su interior entre embestida y embestida, en tanto Keith lamía con avidez sus duros y rosados pezones.


_Ke…Keith… hazlo más…más fuerte…. Un suave gemido llegó a acariciar los sentidos del moreno, sí Derian buscaba volverlo loco con eso, definitivamente lo estaba consiguiendo.


Los ojos verdes se cerraron presas de las intensas sensaciones del momento, sin dudar en obedecer las indicaciones de su pareja, quien se retorcía deliciosamente bajo su cuerpo, creando entre ambos vientres una fricción maravillosa.


_Derian…mi precioso niño…


_ No te vayas…Keith te necesito...


El moreno sonrió ante aquellas palabras, que confirmaron sin duda alguna que aquél amor que ambos se tenían seguía indemne y que tal vez sólo permanecía dormido en algún lugar de sus corazones.


Un fuerte espasmo en el interior de Derian provocó que Keith acabara por derramarse en la entraña de su amante, quien al sentirse tan lleno de aquella tibieza buscó con ansia los labios del ojiverde, mientras su propia semilla se vertía también salpicando ambos vientres.


_Feliz San Valentín Derian…


_ No seas bobo… ya estamos grandes para eso. Reprendió el menor riendo, con una risa cristalina y serena que conservaba algo de esa pueril inocencia que había conquistado a Keith hacía años.


_ Hablas como si fuéramos unos viejos…


_Tú lo eres. Replicó el menor.


_ No aún… Pero me quiero hacer viejo a tu lado.


Los labios de ambos amantes se unieron en un beso cálido y dulce, mientras Keith tomaba entre sus fuertes brazos a Derian, levantándolo con sorprendente facilidad para llevarlo a su alcoba, una vez en ella el edredón de plumas los recibió con suavidad.


_ ¿Sabes algo Keith? Los ojos azules se alzaron después de un rato de cómodo silencio para encontrar las hermosas esmeraldas.


_ ¿Que cosa?


_ La razón por la que me gustan tanto los lirios…


_ ¿Sí?


_…Es por que no mueren. La cabeza azabache reposaba tranquila en el pecho desnudo del mayor, mientras seguía con su monólogo. _ Por temporadas su corazón se oculta en la tierra… Pero siempre vuelven a florecer… además son de las pocas flores que pueden sobrevivir al invierno…


_ Como nosotros. Interrumpió el mayor besando la oscura cabellera de Derian.


_ Sí… Como nosotros



FIN
 
Notas finales: ¿Comentarios? ¿Sugerencias?  ¿Lindos flames? Todo bienvenido ^^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).