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La fuerza del destino por Haru DS

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El clima se sentía caluroso  con un poco de humedad en el aire pero sin llegar a sofocar, podía sentir el sabor de la sangre en su boca debido a la pelea  que se llevaba a cabo en esos momentos. Había caminado al lugar donde se encontraba un chico peliceleste con la camisa abierta por completo que mostraba  lo pálido de su piel, un chico del cual desconocía su nombre y que en el momento de preguntarle cómo se encontraba se desmayó, era razonable ya que el chico había pasado por mucho estrés pero ahora surgía la duda en Taiga ¿Qué debería hacer? Su cuerpo se veía tan frágil y delicado que le daba miedo tomarlo con demasiado fuerza y lastimarlo, estaba confundido ya que era la primera vez que tenía esos pensamientos o que era consciente de que podía lastimar a alguien físicamente.

-Nosotros lo llevaremos Taiga- la voz de Akashi lo saco de sus pensamientos

-Gracias- fue la respuesta que dio mientras miraba como Midorima cargaba al chico en sus brazos y junto con Akashi salían de aquel callejón esquivando con gran maestría los golpes.

En el momento en que se alejaban se escuchó un  << ¿A dónde creen que van? >>  mientras uno de los chicos que escapaba de los golpes de Makoto corría a darle un certero puñetazo a Midorima, Taiga detuvo el golpe con dificultades, agradeciendo no haber quitado la mirada del peliceleste y a sus piernas por darle la fuerza para correr a tan rápida velocidad.

Salieron del callejón con mayor velocidad que antes mientras miraban de reojo como los dos alfas golpeaban a los otros dos chicos.

-¿Qué hacemos ahora Akashi?- miro al más bajo y después su mirada señalo al chico que tenía en brazos

-Podríamos llevarlo al hospital – su discurso se detuvo al percibir un suave aroma que venia del chico- No, mejor llevémoslo a la estación de policía y que ellos se hagan cargo

-…- el aroma recorría sus fosas nasales – Si, evitemos mal entendidos

Después de decidir lo que harían caminaron un par de pasos hasta que se toparon con un chico alto de pelo negro que estaba acompañado de un castaño que temblaba mientras se escondía detrás de su cuerpo.

MOMENTOS ANTES EN OTRO LUGAR

-No puedo creer Reo que olvidaras el recado de tu mamá- miraba resignado el chico mientras cambiaban el rumbo de su viaje

-Lo siento Kou-chan

-Si te hubieras acordado antes podíamos haber ido junto con Kuroko-kun

-¿Tetsu-chan?

-Si Kuroko Tetsuya o es que conoces a otro Kuroko- miraba con extrañes a su amigo

-No Kou-chan, Tetsu-chan ahí – señalaba con su dedo a dos chicos con cabellos singulares que cargaban a un inconsciente y muy desalineado Tetsuya

-¡KUROKO!- grito con terror al ver al chico

-¡¿QUÉ CARAJOS HACEN CON TETSUYA?!- en su voz se escuchaba cólera y terror

-Re-Reo- unas lágrimas salían de sus ojos y su voz temblaba

Reo al ver el miedo de su amigo solo opto por tomarlo del brazo y colocarlo detrás de su cuerpo de forma protectora.

-¡HIJOS DE..!

-¡OYE! ¡FIJATE COMO NOS HABLAS, NOSOTROS SOLO…- fue interrumpido por Akashi quien lo tomaba del brazo en señal de que se detuviera.

-Nosotros no hemos herido a su amigo- comentaba con toda la calma mientras miraba como la gente comenzaba a reunirse a su alrededor- Por un capricho (Taiga) hemos ayudado a su amigo, no queremos problemas, si lo desean les podemos dar al chico y ustedes pueden hacerse cargo.

-…- no respondió al comentario del chico que cada vez lo enfadaba más, entrego sus cosas a Kouki y camino directo a Midorima

Tomo al peliceleste con cierta preocupación pero también con rapidez.

-Quítale tus sucias manos de alfa- soltó con desdén cuando sentía a Tetsuya seguro en sus brazos mientras lo abrazaba con protección.

-Tu.. Hijo de- susurro con enojo por la actitud del chico mientras miraba como le daba la espalda junto con su acompañante

Midorima y Akashi miraban marcharse a los extraños uno con cierta ira y otro con curiosidad por uno de ellos. No paso mucho tiempo para que vieran a Kagami hablar con un par de policías explicándoles la situación de los chicos inconscientes y a Makoto que reía por su triunfo.

En el momento en que se acercaron a los dos chicos su mirada se posó de forma automática en los brazos del peliverde  y noto la ausencia que había en estos.

-¿Dónde está?- miro en todas las direcciones

-Un chico alto y arrogante se lo llevo- menciono con el debido enojo que había en su ser

-Pero..

-Tranquilízate Taiga, al parecer eran amigos del chico- Akashi noto el desconcierto en la mirada de Taiga

-Bien, es hora de irnos. Ya patee suficientes traseros hoy- anuncio mientras tomaba la mochila que Midorima le daba

Caminaron sin rumbo mientras escuchaban a Makoto alardear de sus golpes y técnicas.

-Ni si quiera supe su nombre- dijo en un susurro

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Se encontraba en su trabajo cuando de repente recibió una llamada de una estación de policía donde le decían que su hijo se encontraba en la estación de policía y que había pasado una situación, no espero ni un segundo para salir corriendo del lugar, manejaba con gran prisa y descuido nada le importaba más que su hijo y necesitaba tenerlo cerca para poder quitarse ese sentimiento de angustia que recorría su pecho.

-¡¿DONDE ESTA MI HIJO?!- entro descontrolado en la estación de policía

Recorrió con su mirada el lugar, su azulina mirada  solo se detuvo a ver a dos chicos adolescentes y a su hijo quien se encontraba recostado en un sillón.

-Tetsuya- dijo en susurro mientras tomaba la mano de su amado hijo mientras la acariciaba con ternura.

Los minutos pasaron y su hijo no despertaba, su preocupación se extendía pero no servía de nada el angustiarse así que mejor decidió interrogar a los chicos que estaban ahí parados sin hacer ruido alguno pero que se tomaban firmemente de la mano.

-Una disculpa, no llegue a presentarme- se dirigía a los de edad más joven – Soy el padre de Tetsuya, Kasamatsu Yukio

-Un gusto Kasamatsu-san, soy Mibuchi Reo y mi amigo Furihata Kouki- presento a ambos ya que su amigo aun temblaba y suponía que su voz pasaría por lo mismo- No se preocupe ambos somos betas

Respondió como si adivinara lo que el mayor quería preguntar y le daba pena preguntar.

-Me disculpo, pero debido a que Tetsuya es…- no termino la oración debido a los policías que los escuchaban, ya que a pesar de que eran policías y estaban para cuidar a los ciudadanos no evitaba que realizaran prejuicios para los omegas

-Lo entendemos- dedico una sonrisa amable

-Mibuchi-kun, Furihata-kun me gustaría que me dijeran todo lo que saben de la situación.

Los chicos le contaron a Yukio exactamente lo mismo que le habían dicho a los policías sobre lo que había pasado, minutos después de que terminaron con su relato los policías anunciaron que habían investigado y encontraron que en otra estación no muy lejos en la que se encontraban habían llevado a unos jóvenes que según los testigos habían agredido a un joven.

Yukio con el derecho que tenía decidió levantar una demanda para de alguna forma proteger a su hijo.

 

Sus papados le pesaban y su cabeza dolía horrores, abrió lentamente sus ojos mirando solamente un techo blanco, demasiado blanco para su gusto.

-Tetsuya- lo abrazo protectoramente- ¿Estas bien cariño?

-¿Papá?- miro un poco más a su alrededor y logro notar a sus amigos también- ¿Mibuchi-kun? ¿Furihata-kun?

Noto la preocupación de su padre y amigos y esta aumentaba más con su silencio.

-Estoy bien

Un suspiro salió de la boca de Yukio. Después de que el chico se recuperar un poco los policías tomaron su testimonio sobre los agresores y la gente que lo salvo.

-Hijo ¿recuerdas algo de la persona que te salvo?

-No, nada- lo medito un poco- Solo recuerdo que tenía unos ojos rojos

Los policías le mencionaron que con eso no era suficiente para poder localizar al chico y darle los agradecimientos debidos, pero a Tetsuya no le importaba ya que para él fue la mirada rojiza más hermosa del mundo.

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Descansaba de su ajetreado día, su celular no dejaba de sonar y sabía que era su padre o su tía pero él no estaba de ánimos de contestar a alguno de los dos, se recostó con cierta necesidad en su cama mientras recordaba el pequeño y frágil cuerpo del aquel chico, sin percatarse se perdió en el mundo de los sueños, recordando a aquella persona en todo momento.

 

 


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