Era por la tarde. Estaba lloviendo a cántaros. Goku acababa de bajar del autobús para ir al dentista, (eso le pasa por no lavarse los dientes después de las comidas. Si no queréis que os pase lo mismo, lavároslos), pero se le había olvidado el paraguas en casa de Sanzo. El monito corrió debajo de un toldo para guarecerse, pero mientras corría se chocó con una persona que vestía de negro, llevaba una katana muy grande y era muy alta. Goku no supo que decir, ya que esa figura tan alta le dejó sin palabras. El corazón le latía muy deprisa, como si desease salir de ese pequeño cuerpo e introducirse al lado del de negro, que cogió al mono empapado, lo tapó con su larga capa negra y dijo:
Lo siento, ¿me perdonas?
Al oír esto, a Goku le salió humo por la cabeza y se desmayó, por lo que el tipo de negro tuvo que llevárselo a su casa.
Ya allí, acostó al mono empapado en la cama y le trajo una sopa caliente. {Puede que me haya pasado con esto {(Goku "pintao": puede ser por que es lo que quieres que te ocurra a ti) (Goku humano: puede ser…jajejaje) [ya no se ni como reírme]}. Esperó hasta que la criatura mojada que tenía en la cama se despertara para poder preguntarle su nombre.
…Uhhmmm… ¿Dónde… estoy?
¿Te encuentras mejor, chico mono?
Si ¿Quién eres?
¡Soy Kurogane, ninja protector de la princesa Tomoyo!
Jajajajajajaja…- rió Goku
¿Qué te hace tanta gracia?
¡Esa cosa rara de color rojo que llevas en la cabeza!
Mírate tu, paseándote por ahí con ese rabo…
¡OYE! ¡No te metas con mi cola! Por…cierto…, gracias por traerme aquí... ¡La sopa estaba muy buena! ¿La has cocinado tú?
…No…
entonces… ¿Quién…?
…La princesa Tomo…
¿así que tú eres al que recogió Kurogane?- dijo una voz por detrás- ¡QUÉ MONO! (¿pilláis el chiste?)
Pri… ¿Princesa? ¿Qué hacéis aquí?
Nada, solo quería ver a ese monito tan interesante que recogiste en la calle. ¿Llevaba alguna correa con dirección o algo?
¡OYE, que no me he escapado de ningún zoo!
Lo siento, era una broma. Por cierto, toma
¿qué es esto?
Es un regalo. Ya que Sakura no quiere ponérselo te lo doy a ti, que seguro que te sienta mejor.
¿Heeeee? Ni loco me pondría yo esto. Pero que pretendes, ¿Qué me desmaye otra vez? (imaginaos el vestido. Sirve cualquiera que se haya puesto Sakura)
Venga, venga monito, que te sienta muy bien.
¡Tú calla karagorda!
¡Es Kurogane! ¡KUROGANE!
Vale, lo que tú digas…karagorda. Jajajajajaja.
Uhhmmm…por cierto princesa… ¿cómo sabíais que había traído un mono?
¡Heeeee! ¡que me llamo Goku!
¿cómo sabíais que me había encontrado con Goku y que estaría aquí?
Me lo dijo un peluche blanco muy "mono".
¡Esa maldita de "mokopavo"! (se refiere a Mokona )
Bueno, bueno… oye Goku… ¿Qué hacías corriendo bajo la lluvia? ¿adonde ibas?- le preguntó Tomoyo.
Esto… yo… es que… iba al dentista… ¡SI, ESO! ¡IBA AL DENTISTA!
Claro… y ahora voy yo y me lo creo- dijo Kurogane
Es cierto. ¿no ves la caries que tengo en esta muela?
¿en cual?
En la del fondo. Arriba a la izquierda.
¿la tuya o la mía?
¡la mía!
Kurogane recibió una colleja de Tomoyo.
Fueras al dentista o no, no debiste ir solo- dijo la princesa
Bueno, es que… yo…
¡TE HAS ESCAPADO DE CASA! ¿A QUE SÍ?- rió Kurogane
Deberías volver. Tu madre estará muy preocupada.- le propuso Tomoyo
Es que yo… esto… no tengo… madre
La princesa, que estaba bebiendo un té en ese mismo momento, se quedó tan paralizada por la tremenda noticia que casi se podía apreciar como se estaba ahogando en ese vaso de té. Kurogane tampoco sabía que decir, por lo que salieron del cuarto y dejaron al pobre mono descansar.
A la mañana siguiente Tomoyo le llevó el desayuno a Goku. (Me salto la parte del desayuno. Mejor que no preguntéis).
Oye, Goku.
Si, "Tomomo"- dijo Goku con la boca llena.
¿Por qué te has escapado de casa?
Porque la persona a la que quería me echó de su casa.
¿quien puede hacer algo así?-preguntó Tomoyo irritada.
Sanzo- le respondió éste.
La princesa se volvió a quedar petrificada por las respuestas tan sinceras y estremecedoras. Resultaba que Sanzo era un antiguo amante que había tenido Tomoyo, y por eso…
Bueno… (no vale, me has cortado la frase. Tomoyo: es que no quiero que sepan esa parte de mi vida, si puede ser. Claro, claro. Vaya tía) Esto... ¿y por que te ha echado de casa?
Porque no era un buen trozo de carne para pasar ni los ratos.
Finalmente la princesa cayó desmayada, produciendo tal golpe que Kurogane llegó tan rápido como si nunca se hubiera marchado de esa habitación; sucedió que quiso entrar de un salto por la ventana, pero se estampó contra la fachada, rompiéndose todos los piños.
Cuando al final se recuperaron los dos, pillaron tal enfado que no le dirigieron palabra alguna al mono durante el resto del día.
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En un momento en el que Kurogane estaba despistado, Goku se le acercó por detrás y le dio un abrazo, el cual solo le llegaba por la espalda (que situación más bonita. Ojalá a mi me dejara hacer lo mismo). Kurogane lo cogió del brazo y lo elevó hasta su rostro:
No vuelvas a abrazarme- le amenazó el espadachín.
Goku se quedó sin aire. ¿Cómo es posible que aquella persona tan amable que lo había recogido bajo la lluvia ahora le odiase? ¿Qué había podido suceder como para que se diese aquella situación de abandono? Goku no acababa de creérselo, por lo que subió a su habitación corriendo y llorando, cogió su almohada y se metió entre las sábanas. Kurogane se sentía un poco dolido, pero tenía que hacerlo. No podía permitir que lo que empezaba a sentir por aquella forma de vida le impidiera continuar su camino de devoto y devoción hacia la princesa Tomoyo. En los días siguientes Goku no salió de su habitación. Solo se ausentaba para ir al baño y a comer, y cuando Kurogane intentaba hablar con el monito, éste se volvía corriendo hacia su cuarto para que no le doliera más el corazón.
POM, POM. Se oyeron unos golpes en la puerta. Goku, que pasaba por allí vio como el mayordomo abría la puerta. En ella se encontraba…
¡no puede ser! ¡cómo me has encontrado!