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67. El Amor de Sung Yeol (12) por dayanstyle

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Myung Soo agarro el sobre del mostrador. Había olvidado por completo llevarlo a la oficina de correos. Él todavía estaba dolido por lo que había dicho Sung Yeol la noche anterior, a pesar de que sabía que su compañero solo estaba arremetiendo, por la lucha contra la atracción entre ellos.

 

Dios, ¿se había realmente masturbado delante de los dos hombres? Myung Soo todavía no podía creer que lo había hecho ni entendía que entidad lo había poseído.

 

Era como si alguien más se hubiera apoderado de su mente y tenía a Myung Soo funcionando como una stripper exótico masculino. Solo mantuvo sus pantalones vaqueros y había acariciado su polla hasta su final. El reconfortante pensamiento acerca de lo que había hecho era que Myung Soo sabía a ciencia cierta que Sung Yeol se había quedado arriba y sacudió su polla también.

 

Puso el sobre sobre el visor, Myung Soo empujo esos pensamientos a un lado y se fue a trabajar.

 

Era un hermoso día, el sol que brillaba intensamente. Al pasar por el Pit, Fragancia Floral y el Trébol de la Suerte en su camino hacia el trabajo. Había gente en las calles, caminando a donde iban. Algunos ondeaban las manos hacia él. Myung Soo le devolvió el saludo, deseando poder ser feliz. Pero una pequeña parte le preocupaba que Sung Yeol nunca llegara alrededor y él estaría solo por el resto de su vida.

 

Cuando entro en la panadería, noto una sonrisa en la cara de Kisu. ¿Qué diablos estaba pasando? Era una sonrisa que decía que el hombre sabía algo. ‘‘Tienes una entrega esta mañana.’‘

 

El corazón de Myung Soo empezó a latir cuando se acercó a la barra, sus ojos de exploraron la entrega. ‘‘¿Qué es?’‘

 

Kisu metió la mano bajo el mostrador y saco una caja, entregándole a Myung Soo. ‘‘Había una tarjeta adjunta. Todo lo que tenía era tu nombre, nada más. Estaba apoyado en la puerta de la panadería cuando Cory y yo llegamos aquí esta mañana’‘

 

Myung Soo, se volvió, dirigiéndose a la cocina para estar solo. Sería otra hora antes de que Woo Hyun apareciera. Él puso la caja sobre el mostrador de hacer inoxidable, le temblaban las manos cuando la abrió.

 

Había chocolates en interior. Busco una tarjeta, pero no había ni uno. Estaba bien. Myung Soo sabía que los envió Sung Yeol. No podía dejar de sonreír. Sung Yeol podía a ver sido cruel con él la noche anterior con sus palabras, pero los chocolates tenían que ser una forma de Sung Yeol de decir que lo sentía.

 

Su gesto lo toco. Tal vez él y Sung Yeol tuvieran una oportunidad después de todo.

 

Myung Soo cerró la caja y corrió desde la cocina. ‘‘Voy a estar de vuelta’‘, le grito a Kisu mientras volaba de la panadería, salto a su coche, y se dirigió al pueblo.

 

Myung Soo busco en el almacén hasta que encontró un llavero que fuera perfecto. No era mucho, pero le gustaba que fuera en forma de corazón. También era rojo brillante. Myung Soo no tenía el dinero para salir a comprar algo caro, pero sabía que se trataba de las pequeñas cosas las que importaban. Sung Yeol no parecía del tipo de persona que quiere algo extravagante de todos modos.

 

Luego fue al pasillo de tarjetas de felicitación y agarro una pequeña caja blanca con algodón forrada por dentro. Había pequeñas tarjetas en uno de los estantes, de esas que se podrían escribir notas. Agarro una que tenía una mariposa en ella y luego se fue al frente para pagar por todo.

 

Myung Soo no estaba seguro si estaba haciendo lo correcto. ¿Qué si se movía demasiado rápido? No estaba seguro, pero sabía que tenía una oportunidad.

 

De vuelta en el coche, Myung Soo pensó largo y tendido antes de garabatear en la tarjeta.

 

-Te doy mi corazón. Esta es la primera vez que tengo a alguien. No voy a llamar a la policía para recuperarlo no lo lastimes ni lo destroces. Podemos compartir la custodia hasta que dejes de actuar como un culo y te des cuenta de que estamos destinados a estar juntos. Hasta entonces quiero los derechos de visita. Nos vemos en la cena a las 5 pm para hablar de los derechos de custodia.-

 

Myung Soo dejó escapar un suspiro tembloroso mientras metía la tarjeta en la caja y luego la cerró. Si Sung Yeol no se mostraba esta vez, él podría darle al chico lo que quería y dejar al hombre solo. Había sido directo y determinado a hacer que al hombre de él, pero Myung Soo estaba empezando a ver qué tal vez el chico no quería ser molestado.

 

Pero ¿Qué pasa con los chocolates?

 

No estaba seguro. Pero esta noche le diría a Sung Yeol si realmente quería el trabajo o no.

 

Arranco el coche, Myung Soo se dirigió a la tienda de flores. Él sabía que Heechul no le importaba entregar esto por él. El chico parecía deleitarse en su deseo de obtener una reacción de Sung Yeol. Pero esta vez Myung Soo no iba. No podía. Si Sung Yeol lanzara la caja a un lado, Myung Soo no quería verlo. ‘‘Oye, Jin Hwan,’‘grito al entrar en la tienda.

 

El chico levanto la vista y sonrió mientras Myung Soo dirigió su camino. ‘‘hola, Myung Soo. ¿Estás aquí para comprar más flores?’‘

 

Myung Soo negó con la cabeza. ‘‘¿Se puede poner una cinta alrededor de esta caja para mí?’‘ él puso la caja pequeña de joyería sobre el mostrador.

 

‘‘Seguro,’‘ dijo Jin Hwan ‘‘¿De qué color quieres la cinta?’‘

 

Myung Soo no estaba seguro. Quería algo que dijera siempre, algo que dijera a Sung Yeol que estaba hablando muy enserio acerco de ellos. Él no estaba de qué color podría decir todo eso. ‘‘¿Qué color dice estoy aquí a largo plazo?’‘

 

Jin Hwan dio a Myung Soo una tímida sonrisa antes de volverse y corto un pedazo largo de cinta de la bobina verde. ‘‘Verde, Myung Soo. Representa la tierra, algo de larga duración.’‘

 

Eso es lo que Myung Soo quería. Quería que Sung Yeol conociera el impacto total de lo que él estaba trasmitiendo. ‘‘Que sea verde.’‘

 

Solo esperaba que Sung Yeol supiera lo que significaba el verde.

 

‘‘¿Qué vas a hacer esta vez?’‘ Heechul pregunto mientras camina desde el congelador. Él tiro de su pelo sobre el hombro, dándole una sonrisa pícara. ‘‘Mejor aún, ¿puedo estar en esto?’‘

 

Cuando Jin Hwan termino de atar la cinta, agarro la caja y se la presento a Heechul. ‘‘Necesito que la entregues por mí.

¿Quieres?’‘

 

Heechul sostuvo el cuadrado en su mano. ‘‘Sabes que lo hare.’‘ ‘‘Ahora’‘ dijo Myung Soo mientras su corazón latía más rápido. ‘‘¿Vas a seguirme para ver?’‘

‘‘No esta vez. Tengo que volver al trabajo.’‘ Además, Myung Soo sabría su repuesta pronto. Tenía ganas de tirar de Heechul hacia atrás cuando el hombre camino hacia la puerta. Aún tenía tiempo para volver a sus sentidos. Myung Soo no quería saber si vendría o no. Su mundo sería devastado si el hombre decía que no- de nuevo.

 

‘‘Buena suerte’‘, dijo Jin Hwan suavemente a él cuando Myung Soo se dirigió hacia la puerta. ‘‘Gracias.’‘ La iba a necesitar.

 

 

Myung Soo se sentó en el banco, revolviendo su pajilla alrededor del vaso de agua. Mirando su reloj por centésima vez, dejo escapar un suspiro cuando vio que eran las cinco y veinte.

Donghae miro en su dirección y Myung Soo podía ver en los ojos del chico el conocimiento. Myung Soo se había puesto de pie de nuevo. No quería compasión de nadie. Lo único que quería era ir a casa y estar solo.

 

‘‘Aquí’‘ Donghae deslizo un batido de chocolate frente a Myung Soo. ‘‘De parte de la casa.’‘

 

‘‘Gracias’‘ dijo Myung Soo sin sentirlo. Había estado sentado pensando en los chocolates y estaba empezando a dudar de que Sung Yeol se los hubiera enviado. ¿Cómo podía enviar un regalo y luego dejarlo plantado?

 

‘‘Tal vez es lo mejor’‘ Donghae le dio una palmada en el hombro mientras se alejaba.

 

Tal vez fue. Tal vez los dioses sabían que Myung Soo no podía manejar- sus ojos se abrieron de golpe cuando la puerta se abrió. Myung Soo se sentó allí congelado en su asiento, incapaz de respirar cuando Sung Yeol entro por la puerta, mirando alrededor del lugar. Sus ojos marrones oscuros aterrizaron en Myung Soo, pero el hombre no se movió. Era casi como si él hubiera esperado que Myung Soo se hubiera ido para ahora.

 

Él bajo la cabeza y se pasó una mano por el cuello antes de caminar lentamente hacia la mesa de Myung Soo. Myung Soo quería bombear su brazo en el aire cuando vio las llaves en las manos de Sung Yeol, el corazón rojo colgaba entre las otras cosas. También le llamo la atención la cinta verde que sobre salía del bolsillo delantero de Sung Yeol.

 

¿Podría ser posible que Sung Yeol entendiera lo que Myung Soo trataba de decir con esa cinta?

 

Mantuvo sus características tranquilas cuando Sung Yeol estuvo parado junto a la mesa. El hombre no dijo nada. Él se quedó allí. Teniendo una gran oportunidad, Myung Soo resbalo desde la cabina y sonriendo a Sung Yeol dijo. ‘‘Gracias por venir’‘

 

Donghae estaba al fondo, sonriendo como un bobo y dando a Myung Soo dos pulgares arriba.

 

‘‘Bueno, dijiste que había que discutir los derechos de custodia’‘ el tono que Sung Yeol uso le dijo a Myung Soo que el hombre estaba nervioso. Se daba cuenta que el coyote estaba incomodo, eso era lo último que Myung Soo quería. Él sentía al uno y al otro tratando de hacer que esto funcione.

 

Sung Yeol apareció. Tenía que significar que quería algo con Myung Soo. Él no estaba seguro que tan profundo andaba. Estaba de pie en un terreno frágil en este momento y Myung Soo sabía que tenía que pisar con cuidado.

 

‘‘¿Podemos hablar?’‘ pregunto suavemente, colocado una mano sobre el brazo de Sung Yeol. ‘‘Por favor’‘, añadió.

 

Sung Yeol asintió mientras tomaba asiento, sus ojos estudiaban la mesa. Myung Soo nunca había visto a nadie tan perdido, tan inseguro en su vida. Él puso sus manos en su regazo para detenerse de llegar a través de la mesa. ‘‘Gracias por venir.’‘

 

‘‘Ya dijiste eso’‘ Sung Yeol señalo.

 

Myung Soo podía sentir un rubor arrasándose por todo su rostro. ‘‘Si lo hice. ¿Deseas el resto de tu pollo? Puedes tenerlo’‘

 

‘‘No tengo hambre’‘ dijo Sung Yeol, interrumpiéndolo.

 

Myung Soo no estaba seguro que decir. Un montón de cosas habían pasado por su mente cuando estaba aquí solo. Pero ahora que Sung Yeol estaba sentado frente a él, con la cabeza gacha y jugando con los cubiertos, Myung Soo estaba perdido.

 

Miraba a Sung Yeol con el corazón dolido por el hombre guapo. Su compañero llevaba una camiseta azul ajustada, mostrando sus músculos muy impresionantes. Tenía rasgos masculinos como una nariz ancha, fuerte mandíbula, labios besables y para mecánico, uñas muy limpias. Tenía el pelo corto y castaño. Myung Soo quería recorrerlo con sus manos.

 

Myung Soo miro las manos de Sung Yeol como el hombre hizo girar el tenedor. El silencio era incómodo. ‘‘Me gusta la moto.’‘

 

Sung Yeol miro hacia él y Myung Soo podía ver que el chico no había esperado que hablara de un tema tan poco importante. ‘‘Gracias’‘

 

Esta cita- o lo que fuera- estaba fracasando miserablemente. Myung Soo deseo haber pedido a Sung Yeol verse en un cine en su lugar. Allí no se permite hablar. ‘‘¿Quieres salir de aquí?’‘

 

Sung Yeol finalmente miro en su dirección. ‘‘¿A dónde?’‘

 

‘‘Un paseo por la calle, un paseo por el bosque o tirarnos de un puente. Infiernos si me importa.’‘ Sung Yeol de pie.’‘ Escucha-’‘

‘‘No,’‘ Myung Soo levanto la mano. ‘‘Si quieres salir, sal. Entiendo lo difícil que era para que vengas en primer lugar. Quiero decir, ¿En que estaba pensando? Odias a los lobos. Y bueno, yo soy un maldito lobo. ¿Qué posibilidad realmente tengo contigo? Solo te puedo enojar.’‘ Myung Soo termino tratando de ser amable. El hombre estaba por soplar y su maldito orgullo herido.

 

Sung Yeol cambio a su otro pie, empujando sus pulgares en los bolsillos delanteros mientras miraba a Myung Soo. ‘‘Estaba a punto de decir que podríamos ir a dar un paseo en motocicleta.’‘

 

Myung Soo parpadeo hacia él. ‘‘¿Puedo tener mis palabras de vuelta? Me parece que las deje salir en el momento más inadecuado.’‘

 

‘‘No,’‘ respondió Sung Yeol. ‘‘Yo les estoy sosteniendo para el rescate’‘ giro sobre sus talones y se dirigió hacia la puerta.

¿Significaba eso que todavía iban a dar una vuelta? Myung Soo no se quedó allí demasiado tiempo preguntándose. Disparo después de Sung Yeol, para salir detrás de su compañero.

 

‘‘Lo siento mucho haber dicho esas cosas’‘ dijo Myung Soo cuando atrapo a Sung Yeol. Se sentía como un tonto total y absoluta para contar Sung Yeol. Normalmente no era así con alguien y él había tenido tanto miedo de ser rechazado así que él había golpeado primero.

 

El hombre se encogió de hombros indiferente, pero Myung Soo pudo ver la decepción en sus ojos. ‘‘No es la gran cosa. Estoy acostumbrado a ese tipo de mierda.’‘

 

Myung Soo agarro el brazo de Sung Yeol antes de que el hombre pudiera darle la espalda. Lo que no se espero era el gruñido que arranco desde el hombre, descubriendo sus caninos al instante. Myung Soo dio un paso atrás, su mano cubriendo su garganta. Él nunca había visto a nadie mirar tan letal en su vida. ‘‘¿Sung Yeol?’‘

 

Su pareja frunció el ceño, volviendo demoniacamente guapo. ‘‘Esto no va a funcionar, Myung Soo’‘

 

No iba a darse por vencido. Myung Soo había trabajado muy duro para llegar aquí. Fue una sencilla reunión en un restaurante, pero Sung Yeol llevaba el llavero que Myung Soo le había enviado. Eso significaba algo aun si el hombre testarudo lo supiera o no. No iba a permitir que Sung Yeol lo empujara lejos.

 

Cavando en el bolsillo, saco un encendedor y lo sostuvo en alto. Era una Bic azul claro, pero él estaba tratando de hacer un punto. Los ojos de Sung Yeol cayeron en el encendedor, las cejas profundas. ‘‘Es un encendedor.’‘

 

Myung Soo negó con la cabeza. ‘‘Te equivocas de nuevo.’‘

 

Sung Yeol se volvió y comenzó a alejarse. ‘‘Es un maldito encendedor.’‘

 

Corriendo delante del coyote, Myung Soo empujo el brazo, colocando el encendedor más cerca de la cara de Sung Yeol. ‘‘Adivina. Otra vez.’‘ Su tono era un poco más firme, haciendo que Sung Yeol lo tome enserio. ‘‘¿Qué es esto?’‘

 

‘‘Un encendedor azul’‘ Sung Yeol contesto. ‘‘¿Cuál es el punto?’‘ ‘‘Es simbólico, Sung Yeol.’‘

El hombre le dio una sacudida al encendedor frente a su cabeza. Myung Soo sabía que no lo conseguiría, pero él estaba tratando de hacer que Sung Yeol prestara mucha atención. Estaba trabajando. Su compañero estudio el encendedor intensamente. ‘‘No lo sé.’‘

 

Corriendo su pulgar sobre la rueda de acero, Myung Soo vio como la llama bailo alrededor. Sung Yeol parecía hipnotizado por ella. Sus ojos de color marrón oscuro siguieron la llama, ya que se balanceada.

 

‘‘¿Qué es la luz, Sung Yeol? ¿Cómo no ser? Quiero ser la luz en tu oscuridad.’‘ Myung Soo libero la llama y agarro la mano de Sung Yeol, coloco el encendedor en la palma. ‘‘Solo dame una oportunidad.’‘

 

Sung Yeol estudio su palma y Myung Soo vio la mirada torturada en el rostro de su compañero una vez más. ‘‘No puedo dejarlo ir.’‘

 

‘‘Entonces deja que te ayude.’‘ Quería envolver sus brazos alrededor de su compañero, pero Myung Soo mantuvo una ligera distancia. Lo mato hacerlo, pero estaban en una pendiente resbaladiza en estos momentos. Sung Yeol podía caer de cualquier manera.

 

Él dejo escapar un suspiro cuando Sung Yeol cerró sus dedos alrededor del encendedor. ‘‘Solo… dame tiempo’‘ Myung Soo podía hacer eso. Él le daría a Sung Yeol todo el tempo que necesitaba. ‘‘cena, ¿mañana por la noche?’‘ Sung Yeol se volvió a mirar el restaurant. ‘‘Almuerzo’‘

Myung Soo sabía que el almuerzo era un salvavidas de Sung Yeol. Tendrían una cantidad de tiempo limitada. Él tomaría eso. ‘‘OK’‘

 

De pie en la calle, Myung Soo vio a Sung Yeol caminar hacia su moto y montarla. Se colocó sus gafas y el pene de Myung Soo se puso dura. Sung Yeol verdaderamente era un hombre magnifico. El rugido de la moto lleno el aire mientras Sung Yeol se alejaba.

 

Su plan de la noche arruinado pero feliz de que estaba haciendo progresos, Myung Soo se dirigió a su auto y se fue a casa. Pensando en Sung Yeol en todo el camino. ¿Qué iba a hacer con el fin de derribar los muros del hombre? Se maldice al recordar los chocolates. Le agradecería a Sung Yeol por ellos mañana.

 

Tirado en su coche, lo único que Myung Soo quería era caminar a través de su jardín. Estar de vuelta siempre calmaba sus nervios y se estabilizaba. Iba a tomar una ducha y luego deslizarse dentro de su pijama, dejando que la briza patinara por su piel caliente.

 

Él se calentó. Las cosas podrían no estar yendo como estaba previsto, pero Sung Yeol estando cerca hacia que a Myung Soo le doliera el pene. Sung Yeol recodaría como Myung Soo fue el show en el patio trasero del hombre, una y otra vez en su mente.

 

Sung Yeol estaba fascinado. Sus ojos nunca habían dejado a Myung Soo. Sabía que su compañero lo quería, pero su odio seguía en el camino. Tal vez volvería a la casa de Sung Yeol mañana por la noche y agarraría al hombre en su dormitorio.

 

Myung Soo no le importa una mierda si acababa de conocer al hombre. Él quería ser jodido contra la pared. Si eso no funcionaba, iba por lo menos a llevarlo a fuera. Myung Soo iba a romper esa maldita barrera entre ellos.

 

Caminando por la puerta principal, Myung Soo se congelo. Sus ojos recorrieron la casa, su corazón empezó a martillar en el pecho. No podía ver lo que estaba viendo. No había manera. Mientras su mano se apartó de la perilla de la puerta, Myung Soo se acercó más hacia el interior para ver que alguien había saqueado su casa.

 

 

 continuara-..........


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