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En busca de un amor por Sary

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Notas del capitulo:

Hola como están? Bueno aquí con este tercer capítulo de esta historia. Gacias PORTA por tus comentarios y las lectores fantasmas les invito a dejar un pequeñito comentario 

Shinobu caminaba por el pasillo hacia la oficina de Miyagi, llevaba el almuerzo para el mayor. Con tranquilidad abrió la puerta del despacho hallando a su amor sentado de espalda hacia la puerta, sin tener noción de su presencia. El rubio se acerco a su escritorio sentándose en él y avisando así su presencia.


 


—Buenos días Miyagi—saludó a su novio


 


—Shinobu-chin—correspondió al saludo de su pareja acariciando el cabello del menor— ¿Qué tal la clase?


 


—Como siempre—contestó él sin rodeos. Siempre fue un buen estudiante sus notas era un claro hecho de eso—Miyagi estuve pensando y ya es tiempo de decirles a mis padres sobre nosotros—


 


— ¿Qué?—articuló sorprendido— ¿acaso estás loco, Shinobu?


 


— ¡Claro que no!—se defendió dolido—Miyagi yo te amo ¿Qué hay de malo en eso?


 


—Shinobu, tu padre es mi jefe ¿Qué crees que hará si se entera de que estoy saliendo con su hijo? Tú no entiendes la magnitud del problema—


 


—Miyagi no podrás ocultar la verdad por mucho tiempo en algún momento mis padres se enterarán, quiero ser yo quien se los diga—


 


—He dicho que no, tú no sabes en el problema que me meterás. Eres solo un niño y yo soy el adulto que tendrá que cargar con las responsabilidades—dijo ya harto del tema, prendió un cigarrillo para tranquilizarse


 


—Tú no me amas—arremetió el menor con dolor, sorprendiendo al mayor— sabes, creo que yo te obligue a esto, llegue a ti diciéndote que lo nuestro era obra del destino y puse tanto de mi para enamorarte pero ahora me doy cuenta que tú solo estas obligado a amarme—


 


—Shinobu—hablo el mayor acercándose a él— te acuerdas cuando fuimos a la tumba de sensei y allí dije que tú eres y serás la persona que más amo en este mundo. Sé que no soy el mejor amante, que a veces no te tome en cuenta pero eso jamás me impedirá amarte. —


 


—Miyagi—suspiro el nombre del mayor—Te amo


 


—Mi Shinobu— dijo cerrando el cuerpo del menor en un cálido abrazo


 


Se separó un poco buscando el labio carnoso de Shinobu, solo un roce para hacerlo perder la razón, adicto al sabor dulce y embriagador metiendo su lengua buceando en el interior de la boca del menor, buscando más contacto con su piel.


 


Se olvidaron del mundo, del lugar donde estaban y se dejaron llevar por el momento. Shinobu rodeó con sus brazos el cuello del mayor, haciendo el beso aun más profundo, sin querer soltarlo, la puerta se abrió dejando ver a una persona, sus ojos no podían creer lo que veían.


 


— ¿Qué significa esto?—


*********


 


Misaki salía de clases y como siempre Akihiko estaba en la puerta esperándolo. A pasos lento llegó hasta el auto del escritor, quien lo recibió con un efusivo beso, lo que provocó que el menor se sonrojara mucho.


 


—Usagi-san—reprochó Misaki ante el gesto cariñoso de su pareja


 


—Te extrañe Misaki— abrazando posesivamente al castaño


 


—Oye ¡suelta!—decía removiéndose entre los fuertes brazos del peliplata


 


—Espera quiero sentirte un poco mas— aferraba más su abrazo al cuerpo de su pequeño


 


— ¡Ya fue suficiente Usagi-san!—articuló el castaño escondiendo su sonrojo a través de su flequillo, el escritor solo atinó a reírse  de su pareja


 


—Bien ahora iremos a visitar a mi padre. Acuérdate que él aún no sabe de tu embarazo. —agrego


 


—Claro que no lo he olvidado. —


 


—Entonces vamos. —


 


 


***************


 


Llevaba horas parado frente a la puerta del restaurant, decidiendo entrar o no y hablar con chico que roba sus sueños. Yoshino chiaki.  Años yendo a ese mismo lugar solo para verlo, pero nunca se animó a hablarle. Respiró hondo se adentró al lugar, tuvo suerte que no había mucha gente dentro. Se acercó al mostrador, carraspeó su garganta para hacerse notar.


 


—Buenos días— saludó Chiaki con una sonrisa en su rostro


 


—Buenos días—respondió al saludo, sus manos sudaban y su corazón latía muy aprisa — ¿Qué tal tu día?


 


—Muy bien, gracias. ¿Qué va a ordenar?


 


—Un café por favor. —


 


—Enseguida— se puso de espalda maniobrando la máquina de café, ni bien sirvió el café en la taza se volvió y le colocó sobre el mostrador— ¿desea algo más?


 


—Sí, quiero galletas de chocolates—manifestó sin borrar su sonrisa de la cara


 


—Claro— se agachó para tomar alguno y termino golpeándose la frente con el borde del mostrador—auch— se quejó sobándose la frente


 


— ¿Estás bien?—dijo preocupado Hatori pero aguantándose la risa


 


—Sí, estoy bien. Solo fue una torpeza mía. —


 


—Yo creo que eres lindo. —lo pensó en vos alta. Miró la cara de Yoshino, este se encontraba con un tuene color rojo—Lo siento no quise decirlo. —


—No se preocupe. — Contestó amable—por cierto soy Yoshino Chiaki—extendió su mano


 


—Hatori Yoshiyuki, un gusto Chiaki— respondió al saludo— ¿eres estudiante?


 


—Algo así—dijo dudando— es que no pude ir a la universidad porque trabajo todo el día, excepto los sábados por la tarde voy a un curso. —


 


—Vaya, ¿Qué quieres estudiar?—contestó interesado sin dejar de mirarle a la cara.


 


—Quiero estudiar algo que tenga que ver con dibujar, me gusta mucho. —reveló con sus ojitos azules brillando de emoción, a Hatori eso le pareció adorable


 


— ¿Qué clase de dibujos te gustan?—indagó luego de tomar un poco de su café


 


—Suelo dibujar casi todo pero me falta perfeccionarme más aun tengo cosas que mejorar. —manifestó el chico sonriendo a su acompañante.


 


—Me gustaría ver tus dibujos. —tomando un sorbo de su café


 


— ¿De veras?—dijo animado—pero ahora no traje mi carpeta de dibujos—se desanimó pues como había salido apresurado de su casa lo había olvidado


 


—No te preocupes, podemos salir algún día y tú me lo muestras. —rebatió parándose de la silla para marcharse del lugar, ya había dado un paso.


 


—Claro, solo que debo decirle a mi novio. —contestó sin dejar de sonreírle y su emoción evidentemente palpable en sus ojos. Sin saber el daño que causo en Hatori


— ¿Tú tienes novio?—su semblante cambió a uno triste, realmente eso fue un golpe duro


—Sip, llevamos bastante tiempo saliendo— dijo limpiando la barra del mostrador sin siquiera percatarse del semblante de Hatori


 


—Me alegro por ti. —disimuló con su sonrisa falsa—bueno debo irme. Me gustó charlar contigo. Adiós Chiaki. —


—Adiós, Tori—


Hatori se fue de aquel lugar maldiciendo por lo bajo y por ser tan idiota en tardar tanto en acercarse a ese chico.


 


************


 


Un pelinegro estaba sentado en la mesa de ese restaurant lujoso, esperando a su cita. Miro el reloj de su muñeca. Si. Ese chico vendrá enseguida. El estaba bien arreglado, vestía una camisa color vino con unos pantalones negros y su saco del mismo color, peinado con algunos mechones cayéndole por su frente.


 


Miraba de un lado para otro fijándose en las personas que había, no muchas, algunas hablaban, reían, bebían algún vino que otro, incipientemente su mirada se posó en la entrada donde ingresaba el chico a quien estaba esperando, al parecer se hizo anunciar con el personal. Enseguida un mesero lo acompañó hasta donde estaba él, Takano se paró ni bien lo vió acercarse a su mesa.


 


—Buenas noches—sonrió Takano  


 


—Buenas noches— respondió de la misma manera, ambos tomaron asiento y el mesero le acerco el menú—bonito lugar—expresó halando el hermoso lugar que había escogido para su primer encuentro


 


—Gracias. Espero que no te moleste—comentó pensando que el chico se había cohibido por el lugar, tal vez fue muy ostentoso escoger ese pero allí la comida era exquisita


 


—Gracias a ti por acceder a tener una cita conmigo. Realmente este lugar no me molesta, es agradable…—explicó el muchacho mirando al pelinegro— Estaba entusiasmado con la cita


 


—No te preocupes a mi me pasa lo mismo. —expuso el pelinegro, entendía al chico y sus dudas, al igual que él, no sabía cómo saldrá esa cita pero debía darse y darle una oportunidad.


 


—Es que es difícil verse con personas que no conocemos y el miedo es muy grande. —


 


—Pero te diré algo, siempre hay que estar predispuesto a conocer a nuevas personas, entiendo tu miedo pero creo que hay que ser valientes. —


 


—Así es. Mis amigos creen que ya debo conocer a alguien así acepte la idea de salir contigo. —agregó Takeshi


 


—Pues mis amigos son igual a los tuyos. —dijo Takano sonriendo ante la coincidencia entre sus amigos y los amigos del chico


 


Pasaron la velada hablando trivialidades, Takeshi le dio una buena impresión a Takano solo que no es el chico con quien le gustaría pasar su vida. Era listo, amable, gracioso, inteligente pero él no sentía que era la persona indicada.


 


De un momento a otro, Takeshi comenzó a hablar, hablar y hablar, cansando a Takano de tanto escuchar que su amigo Ren esto y lo otro, que llegó a un punto donde ya ni siquiera  prestó atención a lo que decía.


 


—Entonces mi amiga Mei me dijo que me había sentado sobre un chicle, me dio tanta vergüenza porque estaba Ren allí. —


 


Relataba Takeshi pero sin percatarse de que Takano ya ni le escuchaba, habló tanto de Ren, que no dio oportunidad a conocerse mutuamente. Masamune ya comenzó a bostezar de cansancio más que de sueño, pidió al mesero la cuenta, y ya pagado ambos se fueron del lugar.


 


Se subieron al auto del mayor, Takano conducía con Takeshi hablando sentía la necesidad de lanzarlo lejos, ¿no podía callarse? Fastidiado por eso, cuando llegó al departamento de Takeshi casi lo tiró fuera del auto.


 


—Takano me la pase muy bien. Te dejo mi número si quieres otra cita. —dijo entregándole la tarjeta—adiós y de descansa. —


 


—Tú también. Adiós. —


 


Acelero con total ímpetu y se fue lo más rápido que pudo, esta cita es la peor que tuvo. Si su cita había fallado considerablemente, parecía ir bien pero después ese chico no calló ni un rato ni siquiera lo había dejado hablar.


 


—Y aun me quedan dos más. —


 


Aun tenía dos citas más que cumplir, ¿Cómo serán esas dos citas?...

Notas finales:

Y que tal?


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