—Incluso tienen el mismo nombre —mencionó Jiraiya.
—Bueno, pero no puede ser “idéntico” porque nos acaba de decir que está muerto —dijo Iruka.
—La verdad es que nunca estuve seguro de eso. Cuando aquello paso yo estaba en otro país por trabajo y era normal no comunicarnos por un largo tiempo; Regrese un par de meses después y al buscarlo me dieron la noticia. Mi hijo tuvo un accidente, donde perdió la vida junto con su esposa y mi nieto, en ese tiempo nadie reclamo los cuerpos, ni hizo el papeleo correspondiente, fue difícil darles sepultura, pero el cuerpo de mi nieto no apareció y su información se traspapelo.
Kakashi e Iruka intercambiaron miradas sorprendidos mientras un par de meseros se acercaron con los platos.
—Pues no puedo ser tu nieto viejo, porque yo crecí en un orfanato —habló Naruto rompiendo el silencio.
—¿En serio? ¿Te siempre estuviste ahí? —cuestionó Jiraiya.
—Eh, bueno —Naruto rasco su cabeza. —Mis primeras memorias son en ese lugar, supongo que sí.
—¿Y qué hay de ustedes? Por su reacción supongo que saben algo —dijo Jiraiya.
—Si, pero prometimos no hablar de esto si Naruto no preguntaba —contestó Iruka.
—¿Hablar de qué? —preguntó Naruto girándose a verlos.
—Sobre tus padres biológicos —respondió esta vez Kakashi.
—Esperen, ¿Sí tenía una familia? ¿No estuve en ese lugar siempre? ¿Por qué me lo dicen ahora? —interrogó Naruto.
—Porque no preguntaste antes, no tenía sentido decírtelo —aclaró Iruka.
—Naruto ya pregunto, así que hablen —dijo casi en una orden Jiraiya.
—Los papás de Naruto murieron en un accidente, no nos dieron nombres, solo nos dijeron eso porque Naruto llego a aquel lugar con amnesia provocada por lo mismo. Dijeron que no recordaba nada más allá de su nombre —explicó Kakashi.
—Pero aun si son demasiadas coincidencias, no puede estar completamente seguro de que nuestro Naruto sea su Naruto —habló Iruka a la defensiva.
—Si, Iruka tiene razón, puede que solo sean coincidencias —lo apoyó Kakashi.
—Bueno, ¿y qué hay de esto? —Jiraiya les mostro en la pantalla de su celular una foto donde aparecía una mujer pelirroja cargando a un pequeño rubio que era idéntico a uno mayor parado a su lado.
Kakashi e Iruka vieron la foto para luego girarse a ver a Naruto.
—Creo que si es su Naruto también —soltó Iruka sin poder negar el enorme parecido que había.
—Esos… ¿esos son mis papás? —preguntó Naruto confundido. En aquella imagen podía apreciarse una familia feliz, el pequeño que cargaba aquella pelirroja era igual a él, pero su mente no lograba reconocerse.
—Estamos dándole demasiada información de golpe, será mejor detenernos un momento para que Naruto pueda procesarlo —sugirió Kakashi.
—Me parece bien, mientras podemos comer —contestó Jiraiya para darles una sonrisa amable.
La comida procedió en un silencio que solo era interrumpido por los cubiertos chocando con los platos.
—Esto es más incómodo que cuando comíamos juntos antes de su divorcio —comentó Naruto que no le gustaba ese ambiente.
—No digas ese tipo de cosas —regañó Iruka.
—Tiene razón —lo apoyó Kakashi para recibir una mirada amenazante de Iruka que ignoro.
—Y suponiendo que todo esto sea cierto, ¿qué planea hacer ahora que encontró a Naruto? —preguntó Iruka. —Espero que no salga con algo como querer recuperarlo.
—Parece que aun no logro convencerlos de qué si sea mi nieto, pero si, justo eso planeo hacer
— ¿Acaso está loco? Naruto ha pasado la mitad de su vida con nosotros, es nuestro hijo —reclamó Iruka.
—Biológicamente es mi nieto —aclaró Jiraiya, y antes de que Iruka pudiera decir algo, siguió —: Y si no están convencidos de eso, podemos resolverlo legalmente.
—¿Qué tal si nos calmamos un poco? Iruka, ¿me acompañas al baño un momento? —preguntó Kakashi levantándose.
—No es momento de eso Kakashi, nos quiere quitar a nuestro hijo —habló Iruka. El Hatake lo sujeto del brazo con cuidado para jalarlo suavemente.
—Solo es algo rápido, ya volvemos —dijo Kakashi arrastrando a su ex a los baños.
—Oye, ¿tienes más fotos viejo? —cuestionó Naruto viendo a Jiraiya.
—Claro, ¿te gustaría verlas?
—Tú, se supone que eres fan de ese viejo pervertido, ¿cómo es que nunca te diste cuenta qué nuestro hijo es igual a su hijo? —señaló Iruka molestó.
—Soy del tipo que separa la vida personal del artista, solo supe que su hijo murió, no que tenía una familia. Pero tienes que calmarte, nosotros solo somos dos profesores contra un escritor internacional, si nos vamos a lo legal, ¿quién crees que va a ganar?
—Ese tipo, que debe tener contactos y dinero —respondió Iruka.
—Exacto, por eso es mejor intentar llegar a un acuerdo con él, y yo sé que hacer —habló Kakashi confiado.
—¿Seguro? Si solo te has quedado ahí callado.
—Porque estaba pensando en un plan, solo debemos confiar.
—¿En tu plan? —preguntó Iruka.
—No, en Naruto y en todo el amor que le hemos dado —dijo Kakashi.
El rubio veía las fotos en el celular de Jiraiya. Había muchas, sentía que nunca terminaría de ver todas.
Se notaba que aquel bebé era bastante mimado; En todas las imágenes tenía una enorme sonrisa que parecía contagiar a quienes lo rodeaban. Era igual a ese bebé, pero se sentía tan ajeno a él.
No importo cuantas fotos viera, no recordaba ninguno de esos momentos. ¿Su primer día en la escuela? En la foto fue su primer día en preescolar, acompañado por la pelirroja y el rubio, parecía nervioso; Pero en sus memorias, su primer día en la escuela estaba emocionado al inicio, luego lloro porque no quería separarse de Iruka, Kakashi le tuvo que comprar un dulce para convencerlo de que se quedará en el aula.
También había bastantes fotos junto a Jiraiya, ahora comprendía porque el mayor lo reconoció a la primera, y se sentía culpable de que él no lo hiciera.
—¿Lograste recordar algo? —preguntó Jiraiya.
—La verdad es que no —respondió Naruto para devolverle el celular. —Ellos…se nota que me querían mucho.
—Ellos te amaban, demasiado. Eras su mundo entero.
Naruto agacho la mirada, sintiéndose mal de no poder recordarlos.
—Ya regresamos, ¿todo bien? —preguntó Kakashi retomando su lugar.
—Naruto parece querer recordar —respondió Jiraiya.
—No te esfuerces demasiado o te dolerá la cabeza —dijo Kakashi despeinando a Naruto.
—Entonces, ¿ya podemos llegar a un acuerdo sobre lo que haremos? —les preguntó Jiraiya de forma directa.
Iruka y Kakashi intercambiaron miradas una vez más para asentir.
—Sabemos que de seguro debe estar impaciente por recuperar a su nieto, pero simplemente dejar que nos quite a nuestro Naruto no es justo, para nadie —habló Kakashi. —Menos para Naruto, de por si esta afectado por el divorcio.
—Bueno, pero eso ultimo no es mi culpa —contestó Jiraiya.
—Tampoco es nuestra culpa que usted no haya estado aquí cuando ocurrió aquel accidente —replicó Iruka.
—Por su actitud parece que si nos iremos a lo legal —dijo Jiraiya frunciendo el ceño.
—No, no —intervino Kakashi negando con las manos. —A nosotros nos gustaría llegar a un acuerdo con el que todos estemos contentos, pero…—el Hatake se giró a ver a Naruto. —En realidad, creo que quien debería decidir con quien irse es Naruto.
—¿Qué? Espera, no me eches este problema a mí —se quejó Naruto negando con la cabeza.
—No te estoy echando el problema, pero esto es sobre ti. Cuando nos separamos me reclamaste por no tomar tu opinión en cuenta, no quiero que se repita eso. Y de la misma forma en que pudiste elegir si quedarte conmigo o con Iruka, puedes hacer esto —explicó Kakashi.
—¿No crees que cargarle demasiado al niño? —habló Jiraiya.
—No, si nosotros decidimos por él, y nos lo quedamos, usted estará inconforme; y si Naruto en algún momento pudiera recordar todo, de seguro no nos va a perdonar el separarlo de su abuelo. Y si usted se lo queda, nosotros no vamos a estar contentos con eso.
—Bueno, tienes un punto, al menos uno de ustedes dos es razonable —soltó Jiraiya.
—¿Qué insinúa? —cuestionó Iruka molestó.
—¿Y debo decidirlo ahora? Porque no estoy listo para decidirlo ahora —decía Naruto.
—Pues, si Jiraiya-sama y tú están de acuerdo, ¿qué tal si pasas unos días con él? Para ver si puedes recordar algo, o si te gusta estar con tu abuelo —sugirió Kakashi.
—¿Y si aun después de eso no me siento listo para elegir?
—No hay prisas, ¿o sí? —Kakashi se giró a ver al mayor.
—Estaré un par de meses aquí por trabajo, así que no tengo problema con eso. Me gustará mucho pasar tiempo contigo Naruto, quiero ver que tal has crecido.
—¿Qué dices Naruto? ¿Tú quieres hacer eso? Ya sabes que no importa lo que decidas, esta bien mientras sea lo que tú quieres —dijo Kakashi poniendo su mano sobre el hombro del rubio.
—Si, si quiero hacerlo. —Naruto asintió con la cabeza. La sensación de no poder recordar le era molesta, y si había oportunidad de hacerlo pasando tiempo con el escritor, quería intentar. —¿Y desde cuando puedo irme con el viejo?
—Desde el lunes, cuando salgas de la escuela, para no quitarte tiempo con Iruka y que alistes tus cosas, ¿le parece bien Jiraiya-sama?
—Me parece perfecto —contestó el hombre satisfecho por aquella propuesta.
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—Oye viejo, ¿y por qué el protagonista del libro se llama como yo? ¿Hay algún significado especial? —preguntaba Naruto mientras salían del restaurante.
—En realidad, tú te llamas como él. Y no hay nada de especial, se me ocurrió mientras comía, luego Minato quiso ponerte ese nombre porque era su libro favorito —contestó Jiraiya con una sonrisa al recordar aquel momento en que su hijo le hizo saber que lo convertiría en abuelo.
—Minato —repitió Naruto. —Así se llama mi otro papá… es raro, ahora tengo 3 papás…y una mamá.
—Y un abuelo —indicó Jiraiya. —Y alguien más que quiere conocerte.
—¿Quién? ¿Quién? Dime.
—Ya lo conocerás después.
—¿Y por qué rentaste todo el restaurante?
—Por privacidad.
— ¿No puedo contarle a nadie esto? Porque se lo quiero contar a mi novio, y a mi amigo —hablaba Naruto.
—¿Tu novio? Vaya, si que tengo mucho con que ponerle al corriente —dijo Jiraiya.
—Él lunes te cuento todo de todo.
—Entonces, ¿no quieres que los lleve? —preguntó Kakashi yendo detrás con Iruka.
—¿Tu auto ya sirve?
—No, pero puedo llamar a un taxi —respondió Kakashi.
—No es necesario, Mizuki ya viene por nosotros —contestó Iruka.
—¿Mizuki? Me había quedado en que salías con Ibiki —soltó Kakashi extrañado.
—Las cosas no funcionaron con él, y ya no me gusta perder el tiempo en cosas que no funcionan —alegó Iruka levantando los hombros.
—Auch… Aunque, creo que vas un poco rápido.
—No Kakashi, no porque a ti te cueste semanas tomarle la mano a la otra persona significa que yo voy rápido con mis relaciones. Y hablando de relaciones, Naruto me dijo que lo dejas demasiado tiempo con ese tal Yamato, más te vale que no le haga nada.
—¿Qué insinúas? —Kakashi frunció levemente el ceño.
—Yo no lo conozco, no se que clase de tipo sea, y no se cómo trate a nuestro hijo —replicó Iruka.
—Si lo conoces, los presente aquel día que Naruto tuvo fiebre, ¿lo recuerdas? Te dije que Yamato estaba preocupado por él y le compro fruta —mencionó Kakashi.
—Que le haya comprado fruta no lo hace un buen tipo.
—Pues lo es, y para tu información se lleva increíble con Naruto, si pasan mucho tiempo juntos es porque a Naruto le agrada. Y ya que tú lo dices, será mejor que ese tal Mizuki también lo trate bien.
—Claro que lo hace, ellos se llevarán muy bien también, ya lo veras —expresó Iruka cuando se escucho un claxon a su lado. —Ahí está, nos vemos luego, Kakashi.
—Parece que ya debo irme, nos vemos el lunes viejo —se despidió Naruto de Jiraiya para luego acercarse a Kakashi. —Nos vemos mañana papá, gracias por tomar mi opinión en cuenta.
—No tienes que agradecer por eso.
Naruto le sonrió antes de correr hacia Iruka para subir al auto que los esperaba.
—Entonces, Kakashi —habló Jiraiya poniéndose a su lado. —¿Seguro qué todo esto es una casualidad? El hecho de que hayas adoptado al niño con nombre de condimento de ramen, que comparte nombre con uno de mis protagonistas, ¿es una simple coincidencia?
—Lo es. De hecho, quien lo eligió por el nombre fue Iruka, es un amante del ramen como Naruto —aclaró Kakashi.
—¿Y tú porque lo elegiste?
—Bueno…yo, en un principio ni siquiera estaba seguro de que Iruka y yo pudiéramos cuidar a un niño, y estaba a punto de elegir a otro niño que era más tranquilo, Haku creo que se llamaba. Hasta que Naruto apareció, con esa enorme sonrisa. —Kakashi hizo una pausa para soltar un suspiro mientras recordaba a su pequeño Naruto de 7 años.
—Si él decidiera quedarse conmigo, ¿no te sentirías decepcionado de haberlo elegido a él? —cuestionó Jiraiya.
—Claro que no, yo lo volvería a elegir. Siempre lo volvería a elegir —contestó Kakashi con completa seguridad.
Jiraiya sonrió de lado al escuchar aquello. —Pues si decidiera quedarse con ustedes, yo no tendría problema, siempre y cuando la custodia la tengas tú.
—Ah, vamos, Iruka no es tan malo como parece, él ama tanto a Naruto como yo —lo defendió Kakashi.
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—Creo que ya quedo —decía Yamato sacando algo de la estufa. —¿Qué dices?
—Se ve comestible para mí —afirmó Sai mientras asentía con la cabeza.
—Espero que para senpai también.
—Estoy en casa —dijo Kakashi entrando al hogar de Yamato.
—Justo a tiempo senpai, te preparamos algo de comer —habló el castaño desde la cocina.
—Pero si no te gusta, fue Yamato-nii quien lo hizo solo —aclaró Sai.
—Gracias por la ayuda Sai —dijo Yamato rodando los ojos. —¿Te sirvo senpai?
Kakashi estaba a punto de negarse, todo el alboroto con Jiraiya le había revuelto el estómago, incluso en el restaurante había comido poco; pero al ver el rostro ilusionado de Yamato, y el desastre en la cocina que demostraba su esfuerzo, no pudo negarse.
—Claro, estoy ansioso de probarlo —contestó Kakashi para sentarse.
—¿Y qué paso? —preguntó Sai curioso sentándose al frente mientras Yamato servía.
—No sé por dónde comenzar.
—Por lo primero que se le ocurra —dijo el chico.
—Bueno, resulta que Jiraiya-sama es el abuelo de Naruto —soltó Kakashi.
—¿Qué? —dijeron al mismo tiempo Sai y Yamato sorprendidos.
—Pero pensaba que Naruto no tenía familia, bueno, no biológica —comentó el chico confundido.
—Eso creíamos todos. Ahora, Naruto debe elegir si quiere ir con su abuelo o quedarse con nosotros —Kakashi puso su codo sobre la mesa, recargando su rostro en su mano visiblemente desanimado.
—¿Y tú crees que elija a Jiraiya-sama? —preguntó Yamato.
—No, pero… no estoy seguro. Quiero confiar en que no lo elegirá, y estará siempre con nosotros, pero al final es su abuelo biológico, ¿qué tal si quiere irse con él?
—Vamos senpai, no desconfíes de lo que crees. Naruto los ama a ti e Iruka-san, no creo que se separé de ustedes tan fácil.
—Pensaba que una vez que me divorciara y obtuviera la custodia de Naruto, ya no tendríamos más problemas, y siguen saliendo —se sinceró Kakashi para comenzar a picar la comida.
—Los problemas no se detendrán nunca —decía Yamato sentándose a su lado para tomar su mano. —Pero tú siempre has sido bueno para enfrentarlos, estoy seguro de que podrás solucionar esto, y si no, aquí me tienes para ayudarte a hacerlo.
Kakashi se giró a verlo para sonreír. —Tienes razón, incluso en este mar de problemas, no estoy solo porque te tengo a ti.
—Lamento interrumpir, pero esto no sabe tan mal —habló Sai mientras comía.
—¿En serio? —el castaño se giró a verlo sorprendido.
Kakashi comió un poco. —Oh, es cierto, te quedo muy rico Yamato.
—No creo que sea mejor que tu cocina, senpai.
—Yo creo que sí —dijo Kakashi mientras comía más.
Sai se quedo pensativo. —No me puedo decidir, solo quiero comer más.
—No comas tanto, que hice postre también —habló Yamato.
—Déjalo comer mucho, el postre siempre entra.
—¿También vas a querer, senpai? —cuestionó el castaño. —Pensé que vendrías lleno ya que fuiste a comer.
—No comí mucho allá, y tampoco lo disfrute a diferencia de como lo esto haciendo con esto.
—Me alegra escuchar eso —dijo Yamato con una sonrisa. —Bueno, no me alegra escuchar que no disfrutaste eso, me alegra que disfrutes de mi comida.
Kakashi soltó una risa. —Es muy lindo eso que, haces de aclarar las cosas, bueno, siempre eres muy lindo —lo imitó.
—Vamos senpai —Tenzō desvió la mirada apenado.
—Justo ahora lo estas siendo.
Sai los veía entretenido mientras comía alegremente. Ese ambiente familiar era bastante agradable.
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—Fue un día muy cansado, me voy a dormir —dijo Naruto mientras se estiraba para luego bostezar.
—Que descanses —le respondió Iruka que estaba sentado en la sala junto a su pareja.
—¿Y entonces? —preguntó Mizuki.
—Pues llegamos a un acuerdo, Naruto pasará unos días con Jiraiya y luego va a decidir con quien quiere irse —contestó Iruka.
—De seguro se irá con el viejo —soltó Mizuki.
—No lo creo, nosotros hemos criado muy bien a Naruto. Y Kakashi dijo que confiáramos en él —alegó el castaño.
—Escucha, no quiero sonar negativo, pero ustedes tienen muy mimado a ese niño, y en cuanto vea que el viejo tiene muchos billetes para consentirlo lo va a elegir, eso es lo que creo —señaló Mizuki.
—¿En serio crees eso? —ahora Iruka dudaba de su confianza.
—Si, y también creo que tal vez sea lo mejor. El viejo es rico, no quiero minimizar el esfuerzo tuyo y de Kakashi, pero no podrían darle la vida que Jiraiya sí —alegó Mizuki levantando los hombros. —Y no te lo digo porque no me gusten los niños, pero buena educación, buena vida y todo tipo de lujos es algo que ese viejo podrá darle, ¿o no crees que Naruto merezca solo lo mejor de lo mejor?
El castaño se quedo pensativo analizando aquello, si lo veía así, tal vez…solo tal vez, si era lo mejor.
Naruto se fue a dormir con la esperanza de que tras todo lo que vio aquel día, en sus sueños pudiera recordar algo, pero no, su sueño estuvo en blanco al igual que sus memorias.