Naruto estaba regando alegremente las plantas mientras tarareaba una canción.
—Oye Naruto, tú sabes que ya estoy bien, ¿cierto? —dijo Yamato acercándose
—Si, que bueno, ¿no? Le dije que papá era bueno para cuidar enfermos y se iba a recuperar rápido —contestó Naruto asintiendo.
—Si, entonces ¿por qué tú? —cuestionó el castaño señalando las acciones del rubio
— ¿Qué? —Naruto lo vio confundido
—A Naruto le debes decir de forma directa o no va a entender —comentó Sai que estaba acompañando a su amigo
Yamato vio a Naruto para soltar un suspiro. —De todas formas, hoy tengo mucho trabajo como para ocuparme de esto.
— ¿Se le junto el trabajo, Yamato-san? —preguntó Naruto
—Si, debo terminar el artículo y hacer las planeaciones de mis clases para la semana, revisar algunas tareas —contaba Yamato con disgusto—, y me retrase por estar enfermo
— ¿Y no deberías estar trabajando en lugar de estar aquí charlando con nosotros? —cuestionó Sai
—Si, eso debería estar haciendo, gracias por recordármelo Sai —contestó con sarcasmo el castaño
—De nada
—Tenzō, ven —Kakashi se asomó en la entrada de su casa—Preparé la sala de mi casa para que hagamos el trabajo juntos
Kakashi no tuvo que decirlo dos veces, Yamato fue por sus cosas a su hogar para luego caminar rápido -casi corriendo- hacia la sala del Hatake.
— ¿Ya me contaras que paso ayer? —preguntó Sai
—Pues papá me dio la charla, fueron las tres horas más incomodas de mi vida —expresó Naruto con un gesto de disgusto mientras dejaba de regar las plantas.
— ¿Tres horas? Eso no fue una charla, debió ser una de sus clases universitarias —bromeó Sai
—Si lo fue, tenía hasta diapositivas preparadas, era extraño. Pero bueno, papá dice que el conocimiento es poder, y ahora que tengo el conocimiento tengo el poder. Estoy listo para ir con todo por Sasuke —dijo el rubio motivado mientras apretaba sus puños.
—Cuenta conmigo para eso —habló Sai poniendo su mano en el hombro de Naruto quien le sonrió.
—Oye, y sobre lo otro, ¿le dijiste a Yamato-san lo que hablamos? —interrogó Naruto
—Si, y dijo que lo pensaría, pero lo conozco bien y sé que lo hará —respondió Sai seguro de sus palabras
— ¿Por qué estás tan confiado? Yo le dije a papá y siguió diciendo que aún era muy pronto para que vivan juntos
—Porque Yamato-nii quiere estar tan pegado a Kakashi-san como pueda, solo míralos —indicó señalando al interior de la casa
—Siéntate donde quieras —decía Kakashi mientras tomaba asiento en el suelo—, mis piernas también están disponibles para ti
—Ah, vamos senpai, si hago eso no te dejaré trabajar —contestó Yamato poniéndose al frente del peliplata.
Kakashi tomo sus cosas para acomodarse al lado de Yamato. —Bueno, pero al menos estemos juntos mientras trabajamos, ¿no tienes problemas con esto, Tenzō? —preguntó recargando su cabeza en el hombro del castaño
—No, para nada
—Preparé comida por si te da hambre y limonada, también tengo té por si todavía te sientes un poco mal, o te puedo picar frutita por si tienes algún antojo, tú solo pide lo que quieras —decía Kakashi frotando su cabeza en Yamato
—No sabía que las parejas se ponían así de cariñosas después de hacer eso —comentó Naruto. —Solo mira a papá, está haciendo como los gatos cuando quieren que los acaricies pegándose de esa forma a Yamato-san
—Pensaba que tu papá era así de cariñoso y complaciente siempre —habló Sai girándose a ver a Naruto
—Conmigo siempre lo fue, con papá Iruka, bueno… al inicio también era así, luego lo hacía solo después de las discusiones y después ya ni se esforzaba —respondió Naruto para quedarse un par de segundos callado observando la escena.
— ¿En qué piensas? —cuestionó Sai
—Me gusta ver a papá así. Creo que antes se veía cansado por todas las discusiones y problemas que tenía, ahora se ve feliz con Yamato-san.
Sai giro su vista al frente para observar lo mismo que Naruto. —Es cierto, sus ojos brillan cuando están juntos, eso quiere decir que está feliz de estar junto a él
— ¿Y tú como sabes eso? —interrogó Naruto curioso
—Porque así te pones tú cuando estas junto a Sasuke, tus ojos brillan más que de costumbre —contestó Sai para desviar su mirada
—Vaya, sí que eres observador Sai —Naruto rasco su nuca apenado por ser demasiado obvio. —Pero bueno, parece que ellos estarán ocupado todo el día, ¿qué te gustaría hacer hoy?
—Es domingo, tal vez deberíamos ponernos a hacer la tarea —sugirió Sai
—Eso déjalo para más tarde, hagamos algo más —decía Naruto. —Hay un parque cerca, vayamos a jugar ahí
— ¿No somos un poco grandes para eso? —cuestionó Sai
—No, vamos —Naruto guardo la regadera que usaba para las plantas y se acercó a Sai tomando su mano. —Andando, hay que divertirnos un poco —dijo antes de partir guiándolo hacia el parque.
— ¿No llamaras a Sasuke hoy?
—No, pasemos el día solo tú y yo —respondió Naruto girándose a verlo con aquella amplia sonrisa que lo caracterizaba.
—Me gusta como suena eso —Sai sonrió de una forma más leve. Sabía bien que el corazón de Naruto no era suyo, ya le pertenecía a alguien más, pero seguía siendo su amigo, y momentos como ese nadie se los quitaría nunca.
—Oye, ¿no deberíamos preocuparnos porque los niños no están? —preguntó Yamato después de un rato sin escuchar ruido.
—No, deben de haber ido a jugar algún lado, estarán bien —contestó Kakashi. —Van a regresar para la hora de la comida. ¿Qué tal va tu trabajo?
—Ya casi término, ¿y tú?
—Termine desde hace rato, estoy revisando otras cosas —respondió Kakashi.
—Vaya, eres rápido. Aunque se me hace un poco raro que no estes distrayéndote leyendo Icha Icha Paradise —comentó Yamato dejando su trabajo a un lado para concentrarse en Kakashi.
—¿A qué te refieres?
—Recuerdo que cuando estudiábamos juntos pasabas el tiempo leyendo, y en la universidad también lo haces, pero aquí no, me pareció curioso eso.
—Eso es porque aquí esta Naruto, e Icha Icha no es un libro que deba ver que su padre lee
— ¿Por qué no? Solo lo lees frente a él, no es como si le contaras el contenido, y justo ahora ni siquiera esta presente.
—Mmm bueno —Kakashi soltó un suspiro. Su mente lo llevo a un recuerdo.
Estaba en sentado en el sofá, era su día de descanso y se supone que estaba pasando tiempo de calidad con Naruto. Pero él estaba leyendo la segunda parte de su saga favorita, recién la había adquirido así que estaba emocionado por su lectura. Naruto estaba sentado frente a él leyendo un comic de Spiderman.
—Esto es muy bueno papá —decía Naruto emocionado mientras leía
—Si que lo es —Kakashi tenía un leve rubor en su rostro, claramente no hablaba de lo mismo que su hijo.
— ¿Qué se suponen que hacen? —preguntó Iruka que entro a la sala
—Pasamos tiempo juntos —contestó Kakashi
—Mira, mira, papá me compro este comic y esta genial —Naruto le mostro su historieta mientras sonreía.
—Oye Kakashi, no deberías leer eso frente al niño —reclamó Iruka
— ¿Qué? ¿Por qué no? —cuestionó Kakashi bajando su libro para ver al castaño.
—Porque no es algo que Naruto deba ver
—Pero no lo esta viendo, él esta leyendo su comic —señaló Kakashi
—Aun así, los dos sabemos que eso no es algo que debas leer frente al niño —insistió Iruka cruzándose de brazos
— ¿Por qué no? ¿De qué es tu libro papá? —preguntó Naruto curioso viendo a Kakashi
—Lo ves, por eso no deber leerlo frente a él.
—Pero… Naruto ni siquiera había preguntado hasta que lo mencionaste —alegó Kakashi
Naruto los veía confundido, ¿acaso ese libro era malo? ¿Los libros podían ser malos? No lo terminaba de comprender.
—Si vas a leer ese tipo de cosas al menos hazlo en privado —dijo Iruka. —Naruto, ve a tu habitación.
—Pero, estoy pasando tiempo con papá —dijo Naruto sin entender.
—Si, pero tu papá prefiere leer cosas indecentes antes que pasar verdadero tiempo contigo, a tu habitación —insistió el castaño.
—No, déjalo —dijo Kakashi poniendo su libro a un lado. —Se supone que pasamos tiempo juntos
—Bien, no quiero ver eso cerca del niño —señalo Iruka el libro antes de irse.
Kakashi tomo el libro para llevarlo a guardar resignado.
— ¿Por qué no puedo saber de que trata tu libro? —preguntó Naruto
—Porque es para adultos —explicó Kakashi.
— ¿Y por qué es para adultos?
—Te lo explico después, cuando crezcas un poco más
—Ah, pero yo quiero saberlo ahora —se quejó Naruto
Kakashi espero a la noche, estando en la cama antes de dormir finalmente se dispuso a seguir con su lectura.
— ¿Sigues con eso? Te dije que no lo quería ver —reprochó Iruka entrando a la habitación para ir a la cama
—Dijiste que no frente a Naruto, y Naruto no está aquí —contestó Kakashi mientras leía
—Te estas poniendo muy terco solo por ese libro, Naruto podría entrar en cualquier momento
—Naruto ya está dormido —Kakashi cerro el libro para ver a Iruka.
—No quiero verte leer eso en casa Kakashi
—Pero-
—Ya dije —lo interrumpió para recostarse dándole la espalda.
—A Iruka no le gustaba que lo leyera frente a Naruto, siempre me regañaba por eso y decía que no me quería ver con ese libro en su casa.
—Pero ya estás en tu propia casa, senpai —indicó Yamato
—Si, pero…creo que se me quedo eso —decía mientras levantaba su miraba para ver al techo. Habían pasado ya un par de meses desde que se separaron, vivían en casas separadas, y él seguía sin leer su libro favorito en su propio hogar por no querer hacer molestar a su expareja, ahora que lo pensaba era una estupidez.
—Senpai… tú siempre te quedas a dormir en mi casa, ¿te molesta si me quedo a dormir hoy contigo aquí? —preguntó Yamato. —Tal vez podríamos leer Icha Icha juntos antes de dormir.
Kakashi se giró con rapidez a verlo, generalmente era él quien sugería hacer cosas, pero esta vez Yamato estaba tomando la iniciativa.
—Si, si, si quiero —contestó Kakashi asintiendo varias veces con la cabeza.
—Bien, entonces me daré prisa con esto para que podamos ir a la cama temprano —dijo Yamato para volver a su trabajo.
—Eres el mejor, Tenzō —Kakashi se acercó para darle un beso en la mejilla sorprendiendo un poco al castaño, no pensaba que se emocionara tanto por algo así, pero le gustaba hacer feliz a Kakashi. Creía que conocía a la perfección al Hatake, ahora se daba cuenta que tal vez no. Desconocía que marcas había dejado su anterior relación.
— ¡Estamos en casa! —gritó Naruto llegando a su hogar cuando la noche había caído.
— ¿Dónde estaban? —preguntó Kakashi al verlos
—Estábamos jugando en el parque, pero ya me dio hambre así que regresamos
—Bien, vayan a lavarse las manos para que les sirva la cena —Kakashi se levantó de donde estaba para ir a la cocina.
—Oh, yo ya debo irme, los domingos siempre ceno con mamá —habló Sai.
— ¿Quieres que te lleve a casa? —preguntó Yamato
—No, tú termina con tu trabajo. Nos vemos mañana Naruto —se despidió para ir hacia la puerta.
— ¡Hasta mañana Sai! —exclamó el rubio despidiéndose con la mano para ver como su amigo se iba.
—Qué raro, Sai nunca dice que no a mi comida —comentó Kakashi ladeando la cabeza.
—Sai me contó que es raro ver a su mamá ya que siempre está acompañando a su padrastro, supongo que el poquito tiempo que pasan juntos es importante para él —contestó Naruto.
—Se nota que conoces bien a Sai, Naruto —dijo Yamato
—Claro, es uno de mis mejores amigos, y aunque él no sea muy abierto le pongo atención cuando me cuenta ese tipo de cosas —explico Naruto
—Ojalá pusieras esa misma atención en la escuela —habló Kakashi.
—Ah, vamos viejo, son cosas distintas —alegó Naruto
—Es bueno que Naruto sepa socializar de esa manera con las personas senpai, las relaciones son tan importantes como los conocimientos que aprende en la escuela, en la vida adulta usará ambas cosas —dijo Yamato
—Oye, ¿del lado de quien estás? —preguntó Kakashi
—Del tuyo, obviamente —contestó Yamato para ver a Naruto guiñarle un ojo haciéndolo reír.
—Vi eso, Tenzō —reclamó Kakashi.
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Sai llego a su hogar para ir al comedor buscando a su madre, al no encontrarla comenzó a revisar por todo el lugar.
—Al fin llegaste, pensé que no te vería hasta mañana —dijo Danzo encontrándolo en la sala. — ¿Qué tanto haces con Tenzō?
—Ah, pues me estuvo enseñando a deducir impuestos y cosas así, de adultos —mintió Sai.
—Me alegro de que finalmente haya madurado y se concentré en ese tipo de cosas y no estupideces como antes cuando perdía su tiempo con cosas como la jardinería. Sabes que si te dejo ir con él es porque parece que al final si se convirtió en un hombre de provecho para la sociedad y espero que tú seas igual, que dejes de perder el tiempo con esos caprichos de ser “artista”
Sai se rio en sus adentros, si supiera que él iba porque Yamato le daba la libertad de hacer lo que quisiera cuando estaba con él, y siendo ese “hombre de provecho para la sociedad” no descuidaba su pasión por la jardinería.
— ¿Dónde está mi madre? Vine a cenar con ella.
—Se pudo mal así que está en el hospital
— ¿Qué? ¿Por qué no me avisaron? Debo ir a verla
— ¿Avisarte? ¿Para qué? ¿Qué podría hacer un mocoso como tú por ella? Irás a verla otro día, mañana tienes escuela.
—Pero, si está mal entonces-
—Dije que irás otro día, yo te diré cuando, no quiero oír más contestaciones. —Dijo de forma sería el mayor viéndolo molesto.
Sai solo asintió, no se atrevió a replicar de nuevo, aunque no pensaba dejar las cosas así.
A la mañana siguiente, Sai buscaba a Naruto por la escuela antes de que iniciaran las clases.
—No sé qué tanto hacían papá y Yamato-san que no me dejaron dormir, se la pasaron hablando y riéndose —se quejaba el rubio mientras sacaba una leche de una máquina expendedora.
—Pues cosas de pareja Naruto, es como cuando nos desvelamos hablando por llamada —contestó Sasuke
—Pero nosotros no somos pareja —dijo Naruto
—Lo dije para darte un ejemplo —alegó Sasuke desviando la mirada.
—Como sea, fueron muy ruidosos.
—Naruto, al fin te encuentro —Sai se acercó apresurado. —Necesito un favor.
—Si es sobre la tarea, Sasuke dijo que él si la hizo y nos la va a pasar —respondió Naruto.
—No, es algo más importante
— ¿Qué? —preguntó Naruto arqueando una ceja.
—Acompáñame al hospital
— ¿Por qué? ¿Te paso algo Sai? ¿Estás bien? —interrogó el rubio revisándolo con la mirada
—No, no, a mí no, pero a mi mamá si, y quiero ir a verla —contestó Sai con preocupación.
—Claro, vamos en la salida, le diré a papá a ver si nos puede llevar —decía Naruto pero Sai negó con la cabeza.
—Quiero ir ahora —aclaró Sai.
— ¿Ahora? ¿Planeas faltar a clases? —preguntó esta vez Sasuke
—Si, pero no quiero hacerlo solo, ¿qué dices Naruto?
Naruto vio a Sasuke quien levantó los hombros para luego regresar su mirada en Sai, era la segunda vez que lo veía tan preocupado.
—Este bien vamos. Sasuke, tú quédate para que luego nos pases los apuntes de las clases —indicó el rubio.
— ¿Estás seguro de esto? ¿Y si sus papás se dan cuenta? Los van a regañar—dijo Sasuke
—No me importa, quiero saber que mi mamá está bien —contestó Sai
—Papá está trabajando, ni siquiera se dará cuenta de que no fui a clases. Cúbrenos con los profesores, inventa una excusa de porque faltamos —habló Naruto. —Vamos Sai, sé por dónde podemos irnos sin que se den cuenta
—Volvemos antes de la hora de la salida. Gracias por cubrirnos Sasuke —dijo Sai antes de ir tras Naruto.
—Solo vayan con cuidado —les dijo el Uchiha mientras veía como se iban. Le hubiera gustado ir con ellos, pero él no era del tipo que desobedecía reglas, y si faltaban los tres seria sospechoso.
Naruto guio a Sai a una barda tras el edificio de la escuela. —Mira, por aquí, está un poco estrecho, pero si Chouji pasa nosotros también.
— ¿Ya has hecho antes? —preguntó Sai. —Porque si no, y no quieres hacerlo está bien, iré yo solo.
—No, pero Kiba, Shikamaru y Chouji si y me han contado sus secretos. Te ves muy preocupado y no quiero dejarte solo.
—Es que si algo sale mal no quiero meterte en problemas —insistió Sai que le había llegado el remordimiento estando a nada de salir, sabía que aquello estaba mal, y aunque a él no le importaba, no quería arrastrar a Naruto.
—Vamos Sai, estaremos bien, no te preocupes por mí, lo peor que puede pasare es un sermón de tres horas con papá, ahora vamos —dijo el rubio para cruzar primero, se giró a ver a Sai que aun parecía conflictuado así que le estiró su mano. Al ver aquel gesto, Sai no dudo en tomarla para sonreír y cruzar, no sabía que hizo para tener un amigo como Naruto que estaba con él apoyándolo incluso en momentos como ese.
— ¿Sabes en que hospital está? —preguntó Naruto quitándose el suéter del uniforme escolar para andar con una chaqueta naranja.
—Sí, lo escuche antes de venir a la escuela, está en el hospital al sur de la ciudad.
—Genial, vamos al lado contrario de donde se encuentra la universidad donde trabajan papá y Yamato-san, así que no debemos preocuparnos por nada, así que vayamos con calma —decía Naruto confiado para comenzar a caminar. —Pasemos a comer algo de regreso ya que no iremos a clases
—Te ves muy despreocupado para ser la primera vez que haces algo así —señaló Sai yendo a su lado.
—Ya te dije porque, además, Kiba lo hace seguido y nunca lo han atrapado con nosotros tampoco pasará
—Si, tienes razón, nada puede salir mal —soltó Sai más relajado.