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Solo un poco confuso #5 KangTeuk por Chulixxx

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- He estado allí y hecho eso. - dijo con una sonrisa. - Espera, ¿estabas fingiendo ser un mal besador para lograr que te besara? Eso fue muy pervertido de tu parte.

El menor le dio un puñetazo en el abdomen, pero KangIn no se inmutó, sonriendo contra su mejilla.

- Estás ruborizado, osito Denny. Realmente lo hiciste, ¿verdad?

- Estaba borracho. - dijo, mirando hacia abajo a sus manos y tratando de ignorar la proximidad enloquecedora de KangIn. - Mi control se vió comprometido.

Él medio esperaba que KangIn se burlara de él por citar a Spock nuevamente, pero pudo sentir la sonrisa de KangIn desvanecerse.

- Siempre has mantenido la guardia en alto a mi alrededor. - mencionó el mayor sin ninguna inflexión en la voz. - Y nunca me di cuenta.

Dennis hizo una mueca.

- Tenía que hacerlo. O habría estado molestándote a cada rato.

KangIn se quedó en silencio, su cálido aliento cepillando el oído de Dennis.

Dios.

Cuando KangIn estaba tan cerca, todo lo que quería era meterse en su regazo, desgarrar su ropa y...

Joder, debía tener algo de control. No estaba borracho ahora. No tenía ninguna excusa ahora.

- Denny. No me importa una mierda. Moléstame... no me importa un carajo. Prefiero eso a tenerte constantemente en guardia a mi alrededor.

Una breve risa escapó de los labios de Dennis.

- Aprecio el sentimiento, pero no tienes idea de lo que estás hablando.

Era el turno de KangIn de reír.

- ¿Ni idea? Por favor. No soy el que ha besado a tres personas en su vida.

- Todavía no lo entiendes.

- Lo hago, estúpido.

Con un suspiro de frustración, Dennis volteó la cabeza y golpeó sus labios juntos. Estaba destinado a ser una lección para KangIn, pero él no estaba preparado para cuánto lo sacudiría.

Un roto, desesperado, gemido se arrancó de su garganta y él hundió su lengua en la boca de KangIn, encontró la lengua del hombre y la chupó, codiciosamente, hambrientamente, demasiado hambriento.

Se sentía como si hubiera estado sediento por siglos, por millones de años, y Dios, Dios, gimió, chupando la lengua de KangIn más profundamente en su boca, temblando de deseo, literalmente temblando.

Cuando los brazos grandes se envolvieron apretados a su alrededor, se perdió por completo, arrastrándose al regazo del otro y frotándose contra él como un gato en celo. Una pequeña, distante parte de él estaba horrorizada...

KangIn debería estar molesto, pero no podía parar. Necesitaba esto, lo necesitaba a él; había estado hambriento por él durante años y años y años.

Dolía.

De hecho, dolía, sus testículos apretados y doloridos, su polla tan dura que no podía pensar con claridad, todos esos años de deseo reprimido finalmente liberados, como un dique roto, desatado e imparable.

Un medio gemido, medio sollozo de frustración se escapó de él cuando se obligó a parar y respirar. Estaba temblando en los brazos de KangIn, literalmente temblando, incapaz de calmarse. Él quería.

Dios, él lo quería.

- Jesús, Denny.

Dijo sosteniéndolo cerca con un brazo mientras que la otra mano presionaba entre las piernas del rubio. Este se encogió con todo su cuerpo, sus ojos vidriosos ampliándose, mientras intentaba enfocarlos en el rostro de KangIn.

- ¿Qué estás haciendo?

Con la mandíbula apretada, KangIn ignoró sus protestas a medias y abrió la cremallera de sus pantalones con rapidez.

Cuando la mano del hombre se envolvió alrededor de su hinchada polla -joderjoderjoder-todo pensamiento racional y cualquier protesta restante cayeron. Con un largo gemido, Dennis hundió el rostro en el cuello contrario y sólo podía aferrarse mientras que el mayor comenzó a acariciarlo, torpemente al principio, luego con más confianza, con más fuerza, apretándolo lo justo, y joder. Este era KangIn, su KangIn, su...

Enterró sus dientes en el cuello del grande, necesitando tener su boca sobre KangIn, necesitando probarlo, y deseando amortiguar los vergonzosos sonidos inhumanos que estaba haciendo gemidos que harían a cualquier puta sentirse orgullosa.

No podía controlarlos en lo absoluto. Fue un placer tan intenso que lo partiría moverse, y Dennis no pudo evitar tratar de permanecer quieto con total falta de pericia.

- Sí, así.

Susurró el mayor acariciando a lo largo de la espalda del menor con una mano mientras que su mano derecha continuaba bombeando la dura polla de éste, casi brutalmente, su agarre perfecto, simplemente perfecto, y la cabeza de Dennis estaba dando vueltas, pero él no podía, no podía...

- Vamos. - KangIn murmuró al oído de Dennis, con su aliento caliente. Su mano apretó la goteante polla de Dennis, con fuerza. - Vamos, Denny. Lo necesitas. Déjame cuidarte.

Las palabras lo sacudieron en un estremecimiento, y Denny se arqueó, echó la cabeza hacia atrás, y se estaba corriendo, con la boca abierta en un gemido silencioso, la mano de KangIn alrededor de su polla, todo completamente en blanco detrás de sus párpados, dentro de su cabeza: tembloroso y cegadoramente en blanco. Ola tras ola tras ola, con la mente en blanco.

Dios. Dios.

Luego de lo que pareció una pequeña eternidad, podía pensar de nuevo. Podía ver de nuevo.

Y vió a KangIn mirándolo con la expresión más extraña.

Pero pronto, la expresión rara se había ido. KangIn le sonrió con malicia.

- ¿Te sientes mejor ahora?

Gimiendo, Dennis se cubrió la cara con las manos.

- Que alguien me mate ahora.

KangIn se rió entre dientes.

- No antes de que me traigas algo para limpiar este desastre.

Dennis se asomó por entre los dedos y sintió calentarse hasta sus oídos cuando vio a KangIn estudiando su propia mano la mano cubierta del semen de Dennis con un aspecto sorprendido.

Luego se dio cuenta de que todavía estaba sentado en el regazo de KangIn con su polla afuera. Sus mejillas ardían, el menor se soltó para meter su polla de nuevo en sus pantalones, saltó del regazo de KangIn, y fue directo hacia el baño.

Una vez allí, se inclinó sobre el fregadero y se quedó mirando su propia cara enrojecida en el espejo, respirando como si acabara de correr una maratón.

Mierda.

¿Que había hecho? ¿Y ahora qué?

No supo cuánto tiempo estuvo allí cuando hubo un golpe en la puerta. Antes de que pudiera reaccionar, se abrió.

- ¿Terminaste de enloquecer y culparte a ti mismo?

Dijo KangIn, caminando y lavándose las manos, sus dedos largos y fuertes que estuvieron envueltos alrededor su polla hace unos minutos.

Secándose las manos con una toalla, KangIn lo miró.

- Nunca te he visto alcanzar ese tono de sonrojo.

Había una leve marca en el cuello de KangIn, de los dientes y labios de Dennis.

- Me tengo que ir.

Dijo Dennis, dando la vuelta con rapidez y saliendo del cuarto de baño.

-Denny.

Dennis tomó una profunda respiración y se volvió hacia él de nuevo.

KangIn se acercó y lo miró detenidamente.

- ¿Estás avergonzado?

- ¿Qué crees?

Respondió con una risa incómoda.

- ¿Estás avergonzado?

KangIn repitió, su tono tranquilo y firme. Su rostro no delataba nada.

- Por supuesto que sí. Estoy jodidamente mortificado. Abusé de ti.

La mirada que KangIn le dio lo hizo sentir un idiota.

- No me siento abusado. Podría haberte detenido en cualquier momento. No me obligaste a poner mi mano en tu polla. Si yo no estoy enloqueciendo, seguro que tú no deberías hacerlo.

Los labios de Dennis se torcieron en una media mueca, media sonrisa.

- No pretendas que esto no te incómoda para nada. No voy a creerte.

Los ojos de KangIn brillaban con diversión.

- Fue... interesante. Diferente, pero familiar. - Se encogió de hombros. - ¿Qué es algo de ayuda entre amigos? - sonrió un poco. - Y fue halagador como el infierno.

- En realidad, realmente te odio.

La sonrisa de KangIn desapareció, su cara conocedora.

- Deja de enloquecerte. - dijo con firmeza, poniendo una mano sobre el hombro de Dennis y apretándolo. - Sí, fue un poco extraño, pero no fue la gran cosa. Realmente. - miró al menor a los ojos. - Sé lo que estás pensando, pero no fue lástima ni un favor. No puedo verte sufrir y no hacer nada. Nunca pude. Sé que odias ser mimado, pero siempre me sentí como... como que necesito cuidar de ti. Y cuando no puedo, me come jodidamente por dentro, Denny. - Los labios de KangIn se adelgazaron por un momento. - Todas estas semanas, me he sentido jodidamente inútil, porque no podía hacer nada.

Dennis se lamió los labios.

Por supuesto que conocía la necesidad de KangIn por protegerlo. Había sido así desde el principio de su amistad. Cuando era un niño, Dennis había estado bastante desconcertado sobre el mundo real fuera de las enormes mansiones.

KangIn le había enseñado cosas que necesitaba saber -cómo lanzar un buen golpe, cómo pasar por un niño normal y sobrevivir en los barrios ásperos- y siempre había actuado protector con él, aunque no en la molesta forma en que la madre de Dennis lo hacía.

KangIn generalmente tendía a contenerse, confiando en él para cometer sus propios pequeños errores y aprender de ellos, pero cuando importaba, KangIn siempre estaba allí, listo para atraparlo si se caía.

Dennis había tenido por mucho tiempo la sospecha de que KangIn realmente disfrutaba tirarse y salvar el día, sabiendo que probablemente contenía sus instintos de protección sólo porque sabía lo mucho que a Dennis le desagradaba la sobreprotección de su madre.

Lo que KangIn no sabía y Dennis no tenía ninguna intención de iluminarlo al respecto era lo mucho que le encantaba cuando KangIn era quien estaba siendo sobreprotector con él.

Que abrigaba una parte de él que se sentía como si fuera de KangIn, lo cual era... bueno, posiblemente no una forma muy saludable de pensar sobre uno mismo.

Dennis sonrió irónicamente.

- Lo entiendo, pero eso es llevarlo un poco demasiado lejos. - Se aclaró la garganta. - De todos modos, sólo quería darte una lección y me dejé llevar un poco. - Ese fue probablemente el eufemismo del siglo. - Nunca va a pasar de nuevo, así que supongo que no importa. Vamos a pretender que nunca ocurrió. Olvidémonos de esto.

Una expresión que no pudo leer pasó por los ojos de KangIn.

KangIn lo estudió por un momento antes de asentir y guiarlo fuera del cuarto de baño.

- Vamos.

Cuando Dennis miró de reojo a KangIn, no vio nada más que una firme determinación y resolución en conjunto con su esculpida mandíbula.

 


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