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Solo un poco confuso #5 KangTeuk por Chulixxx

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Y era injusto para él también, porque en realidad, realmente no quería pasar el resto de su vida suspirando por su comprometido mejor amigo heterosexual, que no conocía el puto significado de espacio personal y límites.

Algo había que hacer.

Su estómago se encogió en un nudo apretado, incómodo, de aprensión y miedo. Sí, era probable que lo perdiera: KangIn, como cualquier hombre enamorado, elegiría a su novia, sin importar cuan protector fuera con su mejor amigo.

Pero era lo correcto. No podía seguir así.

Dennis bajó lentamente las escaleras, hacia el comedor, de donde venían las voces.

KangIn estaba en la mesa, sentado junto a Zhou Mi, ambos con el ceño fruncido mientras discutían algo en voz baja.

Nadie estaba mirando en su dirección, y Dennis se permitió llenarse con su vista, sus ojos recorriendo con avidez la mandíbula cincelada, sus firmes labios y nariz recta, esos penetrantes ojos bajo espesas cejas negras; bajo el fuerte cuello de KangIn, esos hombros ridículamente amplios y el tonificado pecho y esos brazos que podían dar los abrazos más dulces, apretados del mundo.

Se lamió los labios resecos, tratando de resistir el impulso insano de ir a besarlo. Dios, era tan jodidamente injusto.

¿Cómo era posible que alguien a quien no tenía derecho de sentir como suyo, estuviera enterrado en el nivel más profundo de su propio ser?

Sentía como si KangIn estuviera metido en sus venas, y no pudiera sacarlo.

Todavía enfrascado en la conversación con su hermano, KangIn accidentalmente miró en su dirección. Sus miradas se trabaron.

No supo que vió KangIn en sus ojos, pero fruncir profundamente el entrecejo. KangIn le dijo algo a Zhou Mi y se levantó de la mesa. Arin lo retuvo, preguntándole algo. Dennis se giró y encaró lentamente hacia la terraza.

Realmente hacía frío fuera, incluso para diciembre.

Se abrazó a sí mismo y esperó, el frío calando sus huesos y estremeciendo sus entrañas.

La puerta tras él se abrió y cerró.

- ¿Denny?

Se abrazó más fuerte, tratando de reprimir los estremecimientos que seguían sacudiéndolo.

- Te estás congelando, tonto. - dijo acercándose e inmediatamente envolviendo sus brazos alrededor de él, con su gran cuerpo, firme y dolorosamente demasiado familiar. - Podemos hablar dentro. Ven.

Negó con la cabeza y se obligó a apartarse de los brazos de KangIn. Si no lo hacía no tendría la fuerza para hacer lo que debía. Se volteó para enfrentar a KangIn.

La luz amarilla de la lámpara en la calle ensombrecía los angulares rasgos faciales de KangIn, pero Dennis aún podía ver la tensión y la preocupación en su rostro.

- No quiero hacer esto. - dijo suavemente y sin embargo con firmeza. Pero incluso estando decidido, su garganta todavía se sentía un poco obstruida y apretada. - Pero sabes que no hay otra solución. Todo se ha vuelto demasiado confuso y jodido. No puedo... no puedo seguir así, KangIn.

- Denny...

Presionó un dedo en los labios del hombre.

- Por favor. Permíteme decirte primero lo que quiero. - tomó una respiración profunda y exhaló lentamente. - Esto no tiene sentido. La realidad es que soy la tercera rueda en tu relación con Arin. Eras feliz antes de que te dijera que yo... que te amo. Mi confesión como que lo arruinó todo: volvió a nuestra amistad demasiado incómoda y te hizo sentir culpable por ser feliz con ella. - Se mordió el labio con fuerza. - Yo no quería eso. No sé qué es lo que quería. Estaba agotado de poner una expresión feliz mientras que me sentía como la mierda. Pero, de todos modos... - tragó saliva y lo miró a los ojos. -...Arin y yo no podemos coexistir en tu vida. Por favor, no me pidas que haga eso. No puedo hacerlo, KangIn.

La expresión de KangIn estaba completamente congelada, con los ojos fijos en Dennis.

- Entonces... - sonrió. Al menos creyó que estaba sonriendo. - ...DongHae me aconsejó que te diera a elegir, pero sé lo que elegirías de todos modos... sé lo que yo elegiría si estuviera en tu lugar. Elegiría a la persona que amo. -. - Yo...yo. - Denny parpadeó rápidamente y volvió a sonreír. - ...así que esto es un adiós. Espero... espero que no sea para siempre. - Intentó tragar la dolorosa obstrucción en su garganta. - Tal vez algún día, en unos años, voy a ser capaz de mirarte y no sentir otra cosa que amistad y podamos ser amigos de nuevo.

KangIn no dijo nada. Se limitó a mirarlo, con una expresión difícil de leer en la semi penumbra.

- Adiós.

Logró decir. Miró a KangIn y esperó. Esperó, con esperanza de algo, necesitando algo. Quizás un último abrazo. Un cierre. Algo.

Pero KangIn no se movió. Se quedó quieto como una estatua, con una expresión dura como la piedra.

Y Denny no pudo resistirlo. Lo necesitaba, algo que recordar en las noches frías. Incluso si era una mentira.

Envolvió sus manos temblorosas manos en el cuello de KangIn y presionó sus labios fríos contra los contrarios, vacilantemente, con la garganta tan cerrada que ya no podía hablar, con la mirada cargada de lágrimas.

Desearía que las cosas fueran diferentes. Desearía... Sus ojos ardían. Su corazón dolía.

Te amo. Siempre te amaré, incluso cuando sea un viejo amargado.

Se apartó.

Dio un paso atrás. Se dio la vuelta.

KangIn jaló de él acercándolo y lo aplastó con fuerza contra su pecho antes de golpear sus labios.

Dios.

No fue un beso amistoso o fraternal. Pero tampoco fue un beso cargado de deseo. El beso supo a ira, y necesidad, y tanto amor que desarmó por completo a Denny.

Hizo un ruidito roto mientras que KangIn continuaba besándolo con rudeza, aplastándolo contra su pecho. Sin lengua, sólo labios contra labios, y necesidad contra necesidad.

Finalmente, segundos u horas más tarde, KangIn dejó de besarlo y dijo una palabra, con la voz enronquecida y dura.

- No.

Antes de que pudiera preguntarle qué es lo que quiso decir, el mayor lo empujó dentro de la casa. Con una luz adecuada, pudo ver el rostro mejor y lo que vió le hizo revolver el estómago.

Nunca lo había visto tan sombrío y enojado.

- KangIn...

El nombrado negó con la cabeza, su mandíbula tensa.

- Desearía que no me hubieras hecho elegir, pero entiendo por qué lo hiciste. Vete a casa. Tendré que hablar con Arin y romper con ella.

Los ojos de Dennis se abrieron amplios.

- ¿Qué?

Dijo con la voz apagada.

KangIn lo miró.

- ¿Realmente estás sorprendido? ¿Me estás tomando el pelo, Denny? ¿De verdad piensas que te dejaría ir? ¿De Verdad?

- Pero la amas.

Dijo confundido.

Los labios de KangIn se retorcieron con una sonrisa amarga.

- Sí. Pero al parecer no lo suficiente.

Se apretó en el puente de la nariz y exhaló con fuerza. Cuando miró a Dennis de nuevo, su expresión se había suavizado.

- Vete a casa. Te llamaré luego de cortar con ella. -besó la frente del rubio. - Te necesitaré después de eso.

Dijo en voz baja antes de partir hacia el comedor para romper con su novia. La novia de la que estaba enamorado.

Denny no sintió ninguna euforia.

Sólo una aplastante, horrible, culpa.

 


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