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Solo un poco confuso #5 KangTeuk por Chulixxx

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Un músculo saltó en la mejilla de Demián.

- Es un asunto privado, Kim.

- Me quedo. - repitió apoyando su cadera en el escritorio. - Sólo pretende que no estoy aquí.

Nunca había visto a Demián tan furioso. Demián no era un hombre físicamente imponente, pero lo que le faltaba en altura, lo compensaba con su porte.

- Tú...

KangIn sostuvo la mirada de Demián con constancia, para nada intimidado.

Demián fue el primero en apartar la vista.

- Dennis. - le espetó. - Dile a tu amigo que salga.

- Puedes decir lo que sea delante de él. No tenemos secretos.

Una mueca curvó los labios de Demián.

- Entonces, ¿Sabe que eres un maricón?

Maldiciendo por dentro, KangIn miró a Denny, quien estaba mortalmente pálido. El mayor se obligó a permanecer quieto, pese a que todo lo que quería hacer era abrazarlo y llevárselo lejos de la sala, de ese hombre.

Denny no querría que interviniera. No querría parecer débil frente a su padre.

Observó a Denny tragar e intentar aleccionar su expresión a una máscara en blanco.

- ¿Cómo lo averiguaste?

Preguntó, con voz sorprendentemente tranquila.

La expresión de Demián adquirió un dejo desagradable. Sacó un sobre del bolsillo interior y lo tiró sobre el escritorio.

Denny dudó antes de acercarse y abrirlo. Sus labios apretados cuando sacó las fotografías. Estaban borrosas, pero incluso con la distancia, KangIn reconoció a Denny y a Lee. Se estaban besando. Besaba la boca de Denny.

La boca de Denny.

Una emoción desagradable retorció su estómago. Entonces notó que las fotografías deberían haber sido tomadas hace varios meses. Exhaló y aflojó los puños, perturbado por su propia reacción.

- Imagina mi sorpresa cuando un periodista se acercó a mí en el baile de navidad. - la voz de Demián podría cortar un diamante. - Tuve que pagarle una pequeña fortuna por su silencio.

- No deberías haberlo hecho. - dijo Denny, con voz aún firme pese a que parecía estar a punto de vomitar. - No me avergüenzo de mi sexualidad. Soy homosexual. Son cosas que pasan.

- Muchacho insolente. Afortunadamente para ti, estoy dispuesto a olvidar que esto ocurrió. Te casarás con Lee Amy en tres meses.

- No lo haré. - dijo levantando la barbilla. - ¿No entiendes que soy homosexual, papá?

- Deja de decir eso.

Demián dijo entre dientes, empuñando las manos a los costados.

KangIn los vió.

- O se calma, o se retira. Señor.

Un músculo en la mandíbula de Demián comenzó a latir.

- Todo esto es tú culpa. Si Dennis no se hubiera aferrado a ti durante sus años de formación, habría sido normal.

- Él es perfectamente normal. - KangIn dijo apretando los dientes. - Y si no puede dejar de insultarlo, será mejor que se vaya antes de que entierre mi puño en su cara. Señor.

- KangIn. - Denny dijo suavemente. - No lo hagas. Sólo está molesto. Lo superará.

- Molesto.

KangIn repitió con incredulidad.

- Sí. - dijo Denny, aunque no había una real convicción en su tono. - Está molesto porque me ama. Está decepcionado porque tenía expectativas. Es eso. Sería peor si no le importara en absoluto.

El rostro de Demián era una máscara de piedra, imposible de leer mientras que miraba a su hijo.

- ¿Sigues aún...asociado a ese hombre?

Señalando con la cabeza hacia el sobre.

- Rompimos hace meses. Pero eso no importa. Todavía soy gay. Iba a contártelo. No quiero casarme con Amy. Quiero... quiero estar con alguien a quien ame.

Inmediatamente se ruborizó, luciendo muy incómodo.

- Alguien a quien ames.

Demián repitió sin expresión.

Miró hacia KangIn, con ojos estrechados.

- ¿Y quién sería?

- Eso no importa. - dijo mirando a cualquier sitio excepto a KangIn. - Mi punto es, que no estamos en la edad media y yo no tengo que casarme con alguien que no ame para engendrar un heredero. Hay otras formas.

Demián todavía miraba a KangIn, con ojos agudos. KangIn sostuvo la mirada sin pestañear. No estaba completamente seguro de si Demián hubiera adivinado la verdad o no, pero no sería quien confirmara sus sospechas.

Finalmente, Demián volvió a mirar a su hijo.

- No seas tonto. Engendrar un heredero no es el único motivo por el que queremos la alianza con los Lee. Tienes razón: no es la edad media. Nos fue más fácil en ese tiempo. Éramos respetados, éramos temidos, teníamos poder, teníamos riqueza, porque nuestras tierras eran realmente rentables. Ahora, los pocos que hemos logrado mantener nuestros títulos y fortuna somos envidiados y odiados por los que piensan que somos algo del pasado. ¿Es necesario que te recuerde cuántas mansiones ancestrales han sido demolidas en Inglaterra en el último siglo?
¿Cuánto patrimonio cultural se ha perdido? ¿Cuántas antiguas familias se han vuelto irrelevantes? Los Park aún están en la cima, porque cada generación de nuestra familia se aseguró de que permaneciéramos allí. No voy a permitirte ser el que nos arruine.

Lo peor, pensó KangIn sombríamente, es que Demián realmente creía en lo que estaba diciendo. Si sólo estuviera intentando manipular a su hijo con palabras floridas sobre el deber, habría sido más simple para Denny decirle que no.

Pero Demián estaba claramente apasionado por su familia y orgulloso de su herencia, e incluso KangIn sintió una punzada de simpatía. Sabía que Demián no estaba mintiendo. Los impuestos inaugurados durante el siglo XX habían golpeado directamente a la aristocracia y a la alta burguesía, volviendo inviable para ellos mantener sus enormes estancias campestres.

Considerando cuantas antiguas fincas habían logrado mantener y restaurar los Park, sólo los costes de mantenimiento serían probablemente una locura.

La voz de Demián se suavizó un poco.

- Todavía eres joven y no entiendes que no siempre podemos tener lo que queremos. A veces, lo que queremos es irrelevante. A veces, lo que queremos es imposible.

La expresión de Denny se rompió.

Como si percibiera su debilidad, Demián dijo, con voz aún más suave.

- Estoy dispuesto a perdonar tu transgresión, siempre que entiendas que ésta... ésta fase se terminó. No harás alarde de tu... anti-naturalidad. No me importa lo que hagas en la intimidad de tu dormitorio, pero vas a casarte con la niña de los Lee.

Para consternación de KangIn, Denny no se negó de inmediato.

- Que emotivo discurso.

Dijo una voz familiar.

DongHae estaba apoyado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho, con una expresión aburrida en el rostro. Pero fue la expresión de Demián la que llamó la atención de KangIn.

El padre de Denny palideció, sus ojos muy abiertos mientras miraba a DongHae. Parecía como si hubiera visto un fantasma.

DongHae encontró la mirada de Demián.

- ¿Qué? - dijo con voz suave. - ¿Me parezco tanto a ella?

Arrugando el ceño, KangIn miraba entre Demián y DongHae, antes de mirar inquisitivamente a Denny. Denny se encogió de hombros con expresión confusa.

- Sí, cuando era un niño, me dijeron que era la viva imagen de ella. - dijo DongHae amigablemente. - Excepto por los ojos, por supuesto.

Sus ojos eran muy fríos, lo que contrastaba con su agradable sonrisa complaciente. Esos ojos eran... jodido infierno. Eran exactamente como los de Demián, incluso en su helada expresividad. DongHae tenía la misma mediana estatura y una construcción similar a Demián.

Entendiendo hacia dónde iban, KangIn se acercó a Denny y le tocó la muñeca. Denny tomó su mano y la apretó, mirando entre su padre y DongHae.

- ¿Papá?

Demián ni siquiera miró en su dirección, su mirada clavada en DongHae.

- Si yo fuera tú, Dennis. No escucharía una palabra de lo que él dijera. Es del peor tipo de hipócrita.

- No soy un hipócrita. - dijo Demián. Su voz sonaba extraña. - Tu mera existencia lo demuestra.

DongHae sonrió brillantemente.

- Oh, ¡sí que me reconoces! Qué lindo de tu parte, Papi. 

Demián se estremeció.

Denny apretó fuerte los dedos de KangIn, sus ojos muy abiertos.

- Pero sí, supongo que tienes razón. Soy la prueba viviente de que los Park deben ignorar siempre las cosas irrelevantes e inconvenientes.

- Eres la prueba viviente de que no siempre podemos tener lo que queremos. - Demián dijo con voz apagada. - Y tenemos que hacer lo que debemos. - Se aclaró la garganta, y por primera vez en la historia, KangIn vió a Demián luciendo claramente incómodo. - Yo sí amaba a tu madre.

La sonrisa de DongHae se mantuvo firme, aunque sus ojos se volvieron aún más fríos.

- Estoy seguro de que eso la consoló mientras que moría sola, únicamente con un niño de cinco años como compañía. - Su sonrisa era casi cegadora ahora. - Y estoy seguro de haber sentido ese amor cuando pasé tres días con su cuerpo muerto, hasta que los vecinos aquejados por el olor llamaron a las autoridades.

La cara de Demián estaba algo verdosa. Se mantuvo tragando convulsivamente.

- Suficiente, DongHae.

Dijo Zhou Mi en voz baja. KangIn no había notado su aparición detrás de su novio... tal vez porque la mayor parte de la atención de KangIn estaba puesta en Denny, quien aún mantenía un agarre de muerte en su mano.

- Pero recién empiezo.

Agregó con una sonrisa que era apenas inestable.

 


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