31
DongHae arrugó la nariz mientras veía a la ruidosa multitud vitoreando a su alrededor. Una fiesta de Año Nuevo.
Si alguien le hubiera dicho un año atrás que iba a ser el anfitrión en grandes reuniones familiares, varias veces al mes, habría pensado que era una broma. Una muy mala.
Pero no podía negar que había una parte de sí que lo disfrutaba. Ayudaba que realmente parecía agradarle a la familia de Zhou Mi, lo cual era bastante desconcertante, considerando que no se había esforzado por ser agradable.
- Entonces, ¿dónde está?
DongHae volvió la cabeza hacia su hermano adoptivo.
- ¿Dónde está quién?
Kibum le dio una mirada.
- Tu hermano. Tu verdadero hermano.
DongHae se encogió de hombros.
- No lo sé. No lo he visto últimamente.
Y eso era un anticlímax. Había estado preparándose para tener la incómoda conversación entonces-tú-eres-mi-hermano durante días, pero no había visto ni un rastro de Dennis desde Navidad. Había pensado que Dennis de seguro vendría a esta fiesta, pero KangIn había llegado con su ex-novia, la cual aparentemente ya no era una ex.
- ¿Entonces vas a reconocerlo como hermano?
DongHae volvió a mirar a Kibum, sorprendido. Su relación podría haber mejorado algo durante este año, pero realmente aún no hablaban sobre temas personales. Desde luego, no había esperado que Bum le preguntara eso.
No estaba seguro de qué responder. A decir verdad, había odiado a Dennis cuando pensó que Dennis lo tenía todo mientras que él no tenía nada. Ya no pensaba eso. En todo caso, ahora se compadecía de Dennis.
- No lo odio. - dijo haciendo una mueca. - Quiero decir, solía hacerlo, pero es tan jodidamente inofensivo y agradable. No es divertido odiarlo. Es horrible.
Kibum se rió.
- ¿Y por qué te importa?
DongHae preguntó, curioso. La incomodidad de Kibum era evidente en su rostro.
- No lo hace. - dijo rápidamente. - Sólo preguntaba.
El pelianaranjado lo estudió por un momento antes de que una lenta sonrisa jalara sus labios.
- No te preocupes, siempre serás mi hermano favorito para odiar.
Kibum puso los ojos en blanco con un largo suspiro y se fue hacia su novio.
Sin dejar de sonreír, buscó a su alrededor, pero su propio novio no estaba a la vista. Tal vez Zhou Mi estuviera en la terraza.
Fue a la terraza y sonrió al ver su alta y solitaria figura viendo los fuegos artificiales en la distancia.
Sólo cuando llegó afuera, se dio cuenta de su error. No era Zhou Mi; era KangIn.
Estuvo a punto de dar la vuelta, pero lo dudó, su curiosidad picándolo. Había oído que KangIn había vuelto con su novia hace apenas unos días.
¿Qué estaba haciendo aquí solo?
Se acercó y KangIn volteó ligeramente la cabeza.
- No sabía que fumabas.
KangIn le dio una larga calada al cigarrillo, su mirada volviendo hacia los fuegos artificiales.
- No he fumado en años.
- ¿Por qué?
El mayor no respondió de inmediato.
- Denny es sensible con el humo del cigarrillo.
Sintió sus cejas subir. La respuesta de KangIn no lo sorprendió; su voz lo hizo: completamente monótona, carente de emoción.
Notando las colillas de cigarrillo a los pies del pelinegro, comentó.
- ¿Y estás poniéndote al día por el tiempo perdido?
- Algo así.
Dijo el otro, sin mirarlo.
- Imagino que tu novia no es sensible con el humo del cigarrillo.
Los labios de KangIn se adelgazaron.
- Si tienes algo que decir, dilo.
- No te ves terriblemente feliz, para ser un tipo que acaba de reconciliarse con su novia.
- No estamos juntos. Todavía. - Ante la mirada inquisitiva de DongHae, aclaró. - Venimos como amigos. Arin me dió la oportunidad de reconquistarla.
- Sí, veo lo duro que estás intentándolo. De esforzarte más deberías dejarla sola en la fiesta a la que la llevaste ¡Oh!, espera...
- Por favor, dime que mi hermano te nalguea.
El de cabellera naranja sonrió.
- Lo hace. Pero a mí me encanta, así que no es demasiado castigo.
Una leve sonrisa curvó brevemente los labios de KangIn. Tomó una larga calada al cigarrillo y sopló el humo a un lado.
Viendo la fuerte línea de su mandíbula, DongHae distraídamente se preguntó si KangIn le ganaría al novio de Kibum el título de "el hombre más apuesto que jamás había conocido".
Aunque no importaba, de todos modos: Zhou Mi era aún más caliente, al menos en su sesgada opinión. Pero podía entender por qué Dennis estaba tan enganchado con KangIn: si DongHae hubiera crecido junto a eso, probable lo estaría también.
- ¿Entonces elegiste a Arin sobre Dennis, después de todo?
KangIn se puso rígido. En un abrir y cerrar de ojos, tenía los hombros del chico con un apretón de muerte, sus ojos clavados en él.
- ¿Él te dijo eso? ¿Sabes dónde está?
DongHae parpadeó. Atrás quedó la máscara de indiferencia. La intensidad en la mirada de KangIn era algo intimidante.
Antes de que pudiera decir nada, KangIn lo soltó y dio un paso atrás, con la cara en blanco de nuevo.
- No, no me digas nada. - desvió la mirada, un músculo latiendo en su mandíbula. - No quiero saber.
Qué curioso.
- He sabido lo que siente por ti desde hace mucho. - dijo lentamente. - Pero no sé dónde está. ¿Por qué iba a saberlo y tú no? ¿Qué pasó?
KangIn encendió otro cigarrillo e inhaló profundamente, la punta ardiendo en un rojo furioso.
- Se fue. Así como así. - dio una breve carcajada. - Terminó una amistad de quince años por el jodido teléfono.
Oh.
DongHae no había pensado que Dennis tuviera las bolas para cortar el vínculo con aquel, pero parecía que se había equivocado.
Cruzando los brazos sobre el pecho, estudió al mayor. Aunque no sabía todo, podía llenar los baches con una precisión razonable y adivinar lo que había sucedido.
- Pero regresaste con la mujer que amas. ¿No deberías ser feliz?
- Feliz. - repitió, como si fuera una palabra extraña. Se quedó mirando los fuegos artificiales a lo lejos. - Estoy feliz. Estoy en un puto éxtasis. - sonaba todo lo contrario. Cuando volvió a hablar, su voz era cortante. - No importa. Hizo lo correcto. No estaba funcionando. Nos estaba jodiendo la cabeza.
DongHae no estaba seguro de qué decir.
- Así que él y tú, ¿terminaron? ¿Totalmente?
Era difícil de creer. Parecía simplemente... errado.
- Dijo que tal vez nos veríamos en unos años. - dejó escapar una risa quebradiza, sus dedos agarrando la barandilla de la terraza. - Unos años...
Ladeando la cabeza, lo estudió.
- ¿Lo follaste? ¿Por eso es por lo que te asustaste?
El pelinegro le lanzó una mirada medio-divertida, medio sorprendida.
- ¿Siempre eres tan directo?
- ¿Eso es un sí?
- Sí.
- ¿Fue tan terrible?
- No fue eso.
- Entonces, ¿cuál fue el problema?
- Era Denny. - dijo como si eso lo respondiera. Tal vez para él, lo hacía. - Fue raro.
- Obviamente. - mostró una sonrisa. - Mira, lo entiendo, estuve allí. Soy cien por ciento gay, pero cuando estaba bajo los reflectores, cada tanto tenía que salir con mujeres y follarlas para aparentar.
Hizo una mueca.
- Objetivamente eran hermosas, pero incluso cuando me las arreglaba para tener una erección y déjame decirte, que era difícil como la mierda el sexo se sentía algo grotesco y terriblemente insatisfactorio. Por supuesto, no era culpa de ellas. Era yo.
Miró a KangIn.
- De eso estoy hablando. Es fácil engañar a tu mente. Es mucho más difícil engañar a tu polla. La sexualidad puede ser fluida, pero aun así hay límites. Algo te excita o no. Seguro, que la primera vez con otro tío debe ser raro para un tipo heterosexual. ¿Pero se sintió grotesco y forzado?
- No.
Respondió después de un momento.
- ¿Fue algo por lástima?
- No.
Dijo con más seguridad.
- ¿Tuviste problemas para que se te pare con él?
KangIn no dijo nada, viéndose más irritado a cada minuto.