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DongHae sonrió un poco, recordando a Zhou Mi. Zhou Mi actuaba igual cuando no quería admitir algo, incluso a sí mismo.
- Lo amaste, ¿No es así?
Dijo en voz baja.
El mayor apretó los labios.
- Ey, ¡No estoy juzgándote! - dijo con una sonrisa. - Sólo me acordé de alguien que hace medio año me dijo que follarse a Dennis sería grotesco... que sería como follarse a un hermano.
Síp, le gustaba decir Te-lo-dije; demándenlo. Siempre se sentía bien tener razón.
- Pero, no están verdaderamente emparentados, por lo que es sólo un poquito sucio amar a alguien como un hermano y amar follárselo, también.
El hombre lo miró con una expresión inescrutable. Luego, sus brazos se dispararon y arrastró a DongHae más cerca.
- ¿Qué...
Comenzó a decir antes de que el mayor presionara sus labios contra los suyos. La primera emoción de DongHae fue el pánico (¿Qué si Zhou Mi se enteraba, se enfadaba y lo dejaba?), entonces la dirección de sus pensamientos lo irritó (no era propiedad de Zhou Mi, Carajo, y se negaba a ser tan patético y pegajoso) y se relajó, dejando a KangIn besarlo.
KangIn era objetivamente caliente y el beso fue objetivamente bueno. Sólo que no causó nada en él. Simplemente reafirmó que amaba a Zhou Mi, y sin importar lo patético que fuera, sólo quería los besos de Zhou Mi.
No sintió pasión en él, tampoco, por lo que no le sorprendió ver una expresión en blanco en su cara cuando el otro se alejó.
- Sabes, tu hermano podría realmente matarte por eso. - dijo limpiándose los labios. - Es extremadamente posesivo. - hizo una mueca. - De hecho, mi hermano probablemente también me mataría por esto. Así que vamos a mantener esto entre nosotros, ¿de acuerdo? - miró a KangIn con curiosidad. - ¿Ayudó? ¿Te sientes más gay?
- No.
El pelinegro dijo secamente, apartando los ojos. El menor sonrió.
- Te gustaba más besarlo a él, ¿verdad? Pese a todos tus fraternales sentimientos por él, ¿Uh?
No respondió, pero no necesitaba que lo hiciera.
- ¿Quieres saber algo? - murmuró, mirando los fuegos artificiales. - Mi pierna se recuperará completamente, pero no estoy volviendo al fútbol. Nunca. No quiero hacerlo. Porque... siento como que la intervención de Demián ha hecho que todo lo que logré en mi carrera se sienta barato. - mordió el interior de su mejilla, su ira quemando de nuevo. - Iré a la escuela de negocios. - Siempre había tenido una habilidad especial para invertir. Era algo que disfrutaba verdaderamente y en lo que era bueno. - Quiero lograr algo por mí. Algo mío.
Lo miró y lo encontró observándolo con atención.
- Sabes, por mucho tiempo traté de convencerme de que no debería desear algo que Demián aprobaría. Desde que descubrí quien era mi padre, lo odié a él, a su familia, y al negocio familiar. Me parecía tan mal desear seguir la carrera que Demián me habría hecho seguir si fuera su precioso heredero. Pero luego pensé: ¿Por qué no? ¿Por qué importaría su opinión, si es algo que realmente quiero?
Sonrió ampliamente. A la mierda Demián.
- A veces tenemos esta idea profundamente arraigada de que algo está mal y no debemos desearlo, pero a veces es sólo mierda. A veces nuestra propia mente es nuestro peor enemigo. -miró a KangIn a los ojos. - Creo que entiendes lo que quiero decir. Está mal y es raro, sólo por el tiempo que dejes que lo sea.
Se encaró hacia el interior, con un contoneo en su andar. Podía sentir la pesada mirada de KangIn en su nuca mientras dejaba la terraza.
- Cuando sonríes de esa forma, generalmente no es por nada bueno.
Dijo una seca voz familiar. Zhou Mi.
DongHae puso una expresión herida.
Sin impresionarse, el alto lo agarró por la cintura y lo jaló acercándolo. DongHae descartó la actuación herida y sonrió, enroscando los brazos alrededor del cuello de Zhou Mi.
- Sólo estaba ayudando a alguien.
Respondió inocentemente.
- Ni siquiera quiero saberlo.
Dijo Zhou Mi antes de morder el labio inferior de DongHae y chuparlo.
Minutos después, cuando finalmente se separaron para respirar, DongHae miraba los ojos de Zhou Mi, luchando contra esa horrible sensación suave en su pecho. Uf, estar enamorado era horrible.
Zhou Mi sonrió y lo besó en la nariz.
- Feliz Año Nuevo, Carita de Muñeca.
Suspirando interiormente, dejó de luchar contra la sensación suave y jaló la boca del hombre de nuevo a la suya, donde pertenecía.
Feliz Año Nuevo.
Por primera vez en su vida, sabía que lo sería. Al menos para ellos dos.
* * * * *
KangIn se quedó parado en la terraza un largo rato luego de que DongHae se fuera.
No, besar a DongHae no ayudó. El beso lo había dejado sintiéndose frío. Besar a Denny, a pesar de estar mal, nunca lo había dejado sintiéndose frío.
Denny era cálido, siempre cálido, su boca dulce y deseosa y de Denny... incluso si besarla se sentía extraño como la mierda.
Está mal y es raro, sólo por el tiempo que dejes que lo sea.
Si tan sólo fuera así de simple.
Suspirando, se pasó una mano por los ojos. No importaba ahora. Debería volver a entrar. Con la mujer de la cual estaba enamorado. Con Arin. Denny se había ido... para mejor.
Todavía parecía irreal.
Se quedó viendo los fuegos artificiales mientras que volaban hacia arriba y explotaban, creando una hermosa y colorida vista.
Denny amaba los fuegos artificiales. Siempre se entusiasmaba con ellos como un niño.
Un vacío doloroso retorció su estómago cuando se percató de que este era el primer Año Nuevo en años que no estaba pasando con Denny. El primero de muchos.
Encendió otro cigarrillo e inhaló profundamente. Tras él, la puerta se abrió y cerró.
- Vas a resfriarte.
Dijo Arin.
Su estómago se revolvió cuando una sensación de déjà vu lo golpeó con fuerza. ¿De verdad habían pasado sólo tres semanas?
Hace tres semanas, justo en esta terraza, él había elegido a Denny por sobre Arin. Había estado enojado, había tenido el corazón roto, pero también había estado decidido a mantener a Denny por cualquier medio necesario.
Pero no había sido suficiente. En cambio, los había jodido irremediablemente.
Debería haber dejado que Denny se fuera entonces. Si hubiera elegido a Arin, nada de esto habría pasado.
Todavía tendría el amor de Arin y su amor por ella no habría sido contaminado por sus conflictivos sentimientos por el rubio.
Hizo una mueca, enojado consigo mismo.
Denny, Denny, Denny.
¿Podría pasar dos malditos minutos sin pensar en Denny? Nunca había notado cuánto tiempo pasaba pensando en él hasta que conscientemente intentó parar de hacerlo.
El problema era, que cuando lograba realmente frenar los pensamientos intrusivos, se encontraba de mal humor, distraído, y en general sintiéndose como la mierda. Probablemente era enfermizo como la chingada, pero así era como era.
- ¿KangIn?
- Lo siento. - dijo, sacando su mano y tomando la de Arin. La apretó. - Lo siento. Probablemente no soy buena compañía en este momento.
Sus ojos se veían pensativos mientras que lo miraba. Había desconfianza en ellos... algo que no había estado allí antes. Ella era diferente. Pero, de nuevo, también lo era él. Por primera vez, se le ocurrió a KangIn que ambos podrían haber cambiado demasiado como para encajar.
- Hay algo diferente en ti. - dijo ella, como si hubiera leído sus pensamientos. - Pareces... A veces te miro y es como si no te conociera.
Ya somos dos.
La verdad era, que él no sabía qué tipo de persona era Kim KangIn sin Park Dennis en su vida.
Era tiempo de averiguarlo.
Detrás de él, los fuegos artificiales se dispararon en el patio trasero y la gente aplaudió.
- Feliz Año Nuevo, KangIn.
dijo ella con una sonrisa suave. Su cabello brillaba.
Un año nuevo.
Un nuevo comienzo.
Forzó una sonrisa, tratando de ignorar la persistente sensación de que todo estaba mal.
Si significo algo para ti, déjame ir. Se feliz.
Tenía que intentarlo.