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Cuando el teléfono sonó muy temprano en la mañana, un par de semanas más tarde, KangIn parpadeó adormilado un par de veces antes de volver a mirar el identificador de llamadas.
No, no estaba viendo cosas: tenía el dudoso placer de recibir una llamada de Park Demián.
Su estómago se revolvió. Demián no le llamaría a esta hora sin que hubiera sucedido algo: Demián lo había llamado en total dos veces, en todos los años de amistad con su hijo.
Algo andaba mal.
Y dado que sólo tenían algo en común, a KangIn no le gustaba lo que podría significar esta llamada.
- "¿Has hablado con mi hijo últimamente?"
Demián dijo cuando contestó. Bueno, ciertamente no se estaba preocupando por sutilezas relacionales.
se quedó mirando la oscura pared frente a la cama.
- ¿Cuál de ellos?
dijo, sólo para ser un capullo. No era nada que Demián no se mereciera.
- "Kim..."
- Mira, ni siquiera sé en dónde está. – escupió. Su temperamento no había mejorado desde su ruptura con Arin; de hecho, estaba peor. – No se molestó en decírmelo. No lo he visto ni hablado con él en más de un mes.
- "No te creo."
Dijo Demián.
- Ya ni siquiera somos amigos.
Dijo KangIn, sin molestarse en ocultar su amargura.
Silencio. La sorpresa de Demián era palpable.
- Ya puedes estar feliz. – dijo el pelinegro, torciendo los labios. – Esto es lo que siempre haz querido.
- "Fuiste una mala influencia."
Demián dijo con irritación. KangIn se rió entre dientes.
- Quieres decir que tenía demasiada influencia. Lo cual odiabas.
- "Y tenía razón. Eres la razón para que él... sea de esa forma. Habría sido normal si..."
- Realmente no estoy de humor para tu intolerancia. – dijo rotundamente. – Será mejor que tengas una jodida buena razón para llamarme o voy a colgar.
Podía oír a Demián tomando una respiración profunda.
- "Estoy preocupado por Dennis."
Admitió por fin, con evidente reticencia.
- ¿Por qué?
Preguntó aplastando el impulso de preguntar dónde estaba Denny. Si supiera dónde estaba, no confiaba en sí mismo para permanecer alejado... y tenía que hacerlo.
El hecho de que Arin y él no hubieran funcionado juntos, no había cambiado nada: Denny había dejado en claro que estaba enfermo con la situación y quería estar solo.
Quería que KangIn viviera su propia vida y dejara de joder su mente.
Ya sea que le gustara o no, tenía que respetar la decisión de Denny, sin importar cuan cabreado estuviera con él por terminar su amistad así. Y estaba enojado.
Sin importar que racionalmente supiera que Denny había hecho lo correcto que no podían seguir así la forma en que su amigo había manejado la situación era una mierda.
Primero, Denny había afirmado que el sexo no cambiaría nada y que no tenía por qué significar algo; luego, después de usarlo como a un glorioso consolador para conseguir correrse, hizo un giro completo y lo echó de su vida por el jodido teléfono.
- "Él no es el mismo." – dijo Demián. – "Ha dejado el país en contra de mi voluntad, dejó su trabajo, sus responsabilidades. Dennis ha dejado de responder a mis llamadas por completo. El chico de los Lee es mi única fuente de información, y es reacio a decirme nada."
KangIn maldijo por dentro. El chico de los Lee. Así que Denny estaba en Rusia con SungMin.
Era algo que realmente no necesitaba saber. Porque parte de él ya estaba pensando en cuanto le llevaría organizar un viaje a Rusia... y joder la cabeza de Denny de nuevo.
- Quizás Denny sólo no tiene ganas de hablar contigo. No eres exactamente su persona favorita luego de que dejaras en claro que lo consideras inferior a tu otro hijo.
Cuando Demián no respondió de inmediato, supo que había golpeado un nervio.
-"Sin embargo. Esto es muy inusual en él. El chico de los Lee también estaba claramente preocupado, cuando hablé con él esta mañana. Dijo que no podía traicionar la confianza de mi hijo, pero que le gustaría poder hacer algo por él."
Las tripas de KangIn se apretaron. Si SungMin estaba tan preocupado como para llegar a estar tan cerca de traicionar la confianza de Denny, algo debía estar muy mal.
- "Arréglalo y tráelo de vuelta." – Demián dijo de pronto, con tono áspero. – "Nunca me ha gustado tu influencia sobre mi hijo. Pero si alguien puede arreglar lo que sea que esté mal con él, eres tú."
KangIn mordió el interior de su mejilla.
- Tu hijo y yo no estamos exactamente dirigiéndonos la palabra. – dijo, cada palabra un esfuerzo para ser dicha. – Lo siento, pero no puedo ayudarte.
Colgó.
En el silencio absoluto que siguió, tomó una respiración profunda, y luego otra. Se obligó a relajar los puños. La puta madre. Negarse a cuidar a Denny iba contra todos sus malditos instintos.
Se quedó mirando los primeros rayos del sol saliendo en el horizonte. Había olvidado cerrar las persianas cuando regresó anoche, luego de una noche con algunos viejos compañeros de escuela.
Había habido una gran cantidad de bebida, baile y coqueteo con varias mujeres involucrado. Casi se había sentido como su antiguo yo. Incluso se besuqueó con una morena bastante bonita... antes de rechazarla cortésmente cuando lo invitó a su casa.
Había esperado que ella se ofendiera por rechazarla, pero la chica sólo le sonrió con simpatía.
- ¿Una ruptura reciente?
Le había preguntado. Y asintió con una sonrisa triste.
Todavía estaba inseguro de si se había referido a Arin o a Denny. Quizás a ambos.
Pero mientras que aún sentía una punzada de tristeza cada vez que pensaba en Arin, intentaba no pensar en Denny en absoluto.
Pensar en el rubio simplemente lo enojaba, inquietaba, agitaba, e incomodaba... por varias razones. Una de esas razones, era jodidamente enferma.
Sintiendo una agitación familiar en la ingle, KangIn suspiró.
Unos minutos más tarde, perdió la batalla consigo mismo y se estiró para agarrar su Tablet de la mesita de noche.
No le llevó mucho encontrar la fotografía. La encontró hace una semana, cuando estaba subiendo fotografías de su vieja cámara a un servidor virtual para hacer un backup. Ahora deseaba no haber llegado a ella.
La foto había sido tomada hace casi cinco años, poco después del cumpleaños dieciocho de Denny. Recordaba ese día con claridad.
Estaban en la playa al sur de Francia. Denny había dicho que el agua estaba fría y reusado a meterse al mar con él; en cambio, decidió tomar una siesta.
Como una pequeña venganza, puso una flor en el pelo de Denny, jaló sus pantalones hasta debajo de su culo y le tomó una foto.
Había sido una broma inofensiva, algo que los adolescentes hacían para meterse con sus amigos. Denny se había teñido de diez tonos de rosado cuando el otro le había mostrado la imagen después. Había sido divertido como el carajo en ese momento.
No era muy divertido ahora. No podía apartar la mirada de la pálida curva de la columna vertebral de Denny. De los dos hoyuelos justo por sobre la curva del trasero de éste. Del pequeño agujero rosado entre las pálidas mejillas exuberantes de Denny.
Se sentía como jodido pervertido cada vez que miraba la imagen.
Esta vez no fue la excepción, pero no estaba apartando la mirada. Nunca podía hacerlo. Se humedeció los resecos labios, mirando el agujero de Denny.
No debería haber nada excitante al respecto. Pero no podía evitar recordar cuan apretado se sentía alrededor de su polla, lo bien que se sentía a su alrededor, cómo dulcemente gemía Denny cuando lo tomaba más y más profundo...
Denny jodidamente amaba tener su polla dentro de él, estaba encendido por ello...
Maldita sea.
Maldiciendo entre sus apretados dientes, se sentó, pasándose los dedos por el pelo y tratando de ignorar la enorme erección en su bóxer.
Se sentía como si tuviera dos mentes: su antiguo yo que extrañaba a su mejor amigo como una puta extremidad y quería montarse en un avión a Rusia para arreglar lo que estuviera mal con Denny y protegerlo de todo el mundo; y el gilipollas calenturiento que quería tirarse en un avión hacia Rusia por motivos completamente diferentes.
La peor parte era que no podía conciliar ambos deseos en absoluto. Todavía se estremecía cada vez que se encontraba pensando en follarse a Denny.
No podía repentinamente dejar de pensar en Denny como en un pseudo-hermano sólo porque una parte de él quería cogérselo, también.
Era una cagada de conflicto emocional. Sabía que en este estado mental debería mantenerse lejos de Denny... que sólo acabaría jodiendo su cabeza y dañándolo de nuevo.
Sin importar lo que estuviera sucediendo con Denny ahora, KangIn sólo empeoraría las cosas.