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Un mes después, KangIn estaba tirado en el mismo sofá, con su brazo alrededor de la cintura de Arin mientras que veían una película juntos, cuando oyó el sonido de la llave girando en la cerradura.
Denny se quedó en la puerta, parpadeando hacia ellos como un búho.
- Oh. Pensé que estabas en casa de Zhou Mi. Lo siento por irrumpir.
Se dio la vuelta.
- ¡Denny, espera!
KangIn se desenredó del sofá y fue hacia su mejor amigo. Agarrando los hombros de Denny con sus manos, lo estudió. Los ojos del chico estaban sospechosamente brillantes.
- ¿Qué pasa?
Preguntó en voz baja.
Denny se encogió de hombros y sacudió la cabeza, evitando su mirada.
Los labios de KangIn se apretaban entre sí.
- Cariño, ¿puedes dejarnos solos, por favor?
Dijo, alzando la voz.
- Claro. - dijo Arin, tan comprensiva siempre. - Nos vemos, Dennis.
Ella agarró su cartera, dio un beso fugaz en los labios a KangIn, y luego, se había ido.
- No deberías haberlo hecho. - dijo Denny, envolviendo sus brazos alrededor suyo, con el rostro pálido. - Lo siento. Sólo quería caer aquí para pasar la noche. Pensé que estabas en lo de Zhou Mi.
KangIn cerró la puerta, tomó a Denny por el brazo y lo condujo hacia el sofá. Lo obligó a sentarse antes de ir a buscar unas cuantas latas de cerveza. Las abrió, ofreciendo en silencio una a Denny, y se sentó junto a él.
- ¿Quieres hablar de ello?
Negó con la cabeza y tomó un gran trago de su botella.
Una hora más tarde, el rubio estaba apoyado pesadamente contra KangIn, una mejilla presionada en su hombro, su botella flojamente agarrada con la mano que no tenía un agarre de muerte en la camisa de KangIn.
- Realmente me gustaba. - murmuró, arrastrando las palabras. - Me gustaba, KangIn.
KangIn se mordió el interior de la mejilla para aguantarse de decir "te lo dije". Eso no era lo que Denny necesitaba ahora.
- Quiero decir - murmuró. - no lo amo, pero pensé que podría, algún día, ¿sabes?
- Lo sé.
Respondió con dulzura, pasando los dedos por el cabello de su amigo, masajeándole el cuero cabelludo.
Denny hizo un ruidito, apoyándose en la caricia.
- Odiaba que yo estuviera en el armario. Que no pudiera presentarlos. A papá y a él. Le dije que no estaba preparado, y me dijo... me dijo que tan sólo no lo amaba... y que debería decirle a papá o habríamos terminado. Yo sólo...no pude. Papá estaría... estaría decepcionado. Más decepcionado conmigo de lo que ya está.
KangIn quería golpear a Lee hasta volverlo puré. Y a Demián Park después.
- Tu padre te ama.
Sabía que era verdad. Pese a todos los defectos de Demián, él amaba a su único hijo, a su manera.
- Eso no quiere decir que no esté decepcionado. - murmuró apenas audiblemente, sus palabras amortiguadas por la camisa del hombre. - No soy nada parecido a él. No soy inteligente y de pensar en frío. No soy muy bueno en los negocios. Si no tuviera los ojos Park, creería que me cambiaron al nacer. -se rió. - Pese a que no significa demasiado. DongHae tiene los ojos Park y él no es un Park. - se rió de nuevo. - De hecho, DongHae hubiera sido un mucho mejor Park que yo. Es inteligente y perspicaz con sus inversiones...Zhou Mi me contó eso. Papá lo habría aprobado.
KangIn tomó la barbilla de Denny y levantó su cara. El aspecto de "miseria absoluta" en la mirada del rubio, le retorcía las entrañas formando un apretado nudo de enojo.
- Si ser un buen Park significa ser un arrogante, manipulador, hijo de puta, me alegro de que seas muy malo en ello. Y si el capullo de Lee necesitaba la bendición de tu padre para amarte, entonces que se vaya al carajo. Es un jodido imbécil. Lo has estado viendo por cuanto, ¿dos meses? Un poco demasiado pronto para llegar a la parte de presentar a los padres.
- Supongo que él estaba demasiado dispuesto a conocerlo.
Agarró la lata del mayor y se tomó el restante en un profundo trago.
KangIn inhaló lentamente a través de sus dientes apretados.
No era la primera vez que alguien cercano a Denny estaba más interesado en Demián que en él. Denny ya estaba acostumbrado a ello. Pero eso no quería decir que todavía no le hiciera daño.
- Necesito más.
El rubio arrastró las palabras, con la mirada desenfocada.
- Creo que ya has tenido suficiente, compañero.
Agarrando ambas latas dejándolas en el suelo.
- No.
Dijo Denny tenazmente.
- Sí. Te odiarás por la mañana.
- Si estoy borracho, tú estás borracho, también.
- A diferencia de ti, yo puedo aguantar el alcohol. Mi cuerpo es fuerte y todo eso.
Aunque, a decir verdad, KangIn se sentía algo borracho, tal vez no lo suficiente como para tener resaca por la mañana, pero lo suficiente como para que el mundo se sintiera lento y algo soñoliento.
- No. Soy mitad inglés, tal vez si fuese irlandés aguantaría.
Denny murmuró con una mirada desconcertada en el rostro.
En otras circunstancias, si Denny no hubiera estado sintiéndose tan miserable, KangIn se habría reído. Su amigo rara vez se irritaba tanto como para perder el hilo de la conversación.
- Sí, lo eres. - sosteniendo el rostro del rubio, rozó sus labios en la frente. - Todo va a estar bien, ya lo verás.
Besó la sien de Denny.
Denny se estremeció.
- No. Ahora no. No puedo...ahora no.
Frunciendo el ceño, KangIn se retiró para mirar a su amigo.
Denny lo miraba raro, sus labios se abrieron y cerraron en una mueca, sus ojos brillando por la desesperación.
- Yo...
Dijo antes de repentinamente lanzarse al frente y cerrar la distancia entre sus bocas.
Por un momento, el cerebro del mayor nublado por el alcohol no lograba entender lo que estaba pasando.
Denny lo estaba besando.
Denny lo estaba besando. O al menos intentándolo, con labios torpes e incómodos, pero con desesperación y necesidad... tanta necesidad que estaba incomodando a KangIn.
- Por favor.
Susurró, sus dedos agarrando el pelo de KangIn y sus labios aferrando los contrarios.
- Por favor.
KangIn nunca se había sentido más trastornado. Una parte de él estaba enloqueciendo. Era Denny, su mejor amigo, el chico que amaba como a un hermanito menor, por el amor de Dios, y ¿qué demonios estaba haciendo?
Pero nunca había sido bueno en decirle no a Denny cuando estaba herido. Y éste, con sus mejillas húmedas por las lágrimas, estaba herido.
Pero tenía que frenar esto.
Tomando la cara del rubio entre sus manos otra vez, lo empujó suavemente. Denny soltó un quejido.
- Denny.
Observó como la conciencia reemplazaba finalmente a la espeluznante desesperación en los ojos de Denny. Reconocimiento, autoconciencia, y un horror naciente.
El menor parecía mucho más sobrio de pronto. Se sonrojó intensamente.
KangIn se rió entre dientes.
- Estoy a favor de cobrársela después de una ruptura, pero... sé que estás borracho, pero no pensé que estuvieras tan borracho como para que hasta yo sirviera.
Denny lo miró intensamente por un largo momento antes de dejar caer la mirada. Después de un rato, miró a KangIn de nuevo.
- Lo lamento. - dijo, aclarándose la garganta. - Yo sólo... No estaba tratando de no usarte para vengarme. Obviamente. Yo sólo... Jong Suk dijo algo que me afectó y daño mi ego, así que supongo. - se encogió de hombros con timidez. - que...Lo siento.
- ¿Qué dijo?
Preguntó KangIn, sabiendo de antemano que no iba a gustarle.
- No importa. Fue en el calor del momento, sólo para hacerme daño.
- Denny.
- Dijo... dijo que era frígido y que no era para nada bueno en la cama. - murmuró. - Y que soy terrible besando.
Denny se negaba a mirarlo a los ojos.
KangIn dijo suavemente:
- Denny, ¿cuánta experiencia tienes realmente?
En todo caso, Denny parecía estar aún más incómodo.
- He estado en el armario toda la vida.
- ¿Cuánta?
Presionó.
- Hasta Jong Suk, unos cuantos besuqueos y un trabajo manual.
Era el turno de KangIn de mirarlo obnubilado.
- ¿Recorriste el camino completo con él?
Preguntó por fin, con la esperanza de que Denny dijera que no.