Solo un poco confuso #5 KangTeuk

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- No tienes sexo a los dieciséis, Denny... follas, con la esperanza de que lo estés haciendo bien. Es rápido, excitante, y torpe como el infierno. Yo probablemente era mejor en ello que el promedio de chicos de dieciséis años, pero aun así era bastante mediocre.

- Para mí virginal mirada, tu técnica estaba bien. - murmuró Denny, dejando caer su mirada a la camisa de KangIn. - Era...

KangIn se quedó en silencio, mirándolo con curiosidad.

- Hasta ese momento yo había estado medio negándolo. - dijo el chico finalmente. - Esperaba que fuera sólo una fase, algo que podría pasar. Pero... pero era difícil seguir negándolo cuando me di cuenta de que quería tomar el lugar de la chica. - levantó los ojos, la familiar expresión descarada nuevamente en ellos. - Quería ser el que estuviera debajo de ti, aquel a quien te follaras.

KangIn se quedó mirándolo, el ambiente tan silencioso que podía escuchar el motor de la nevera desde la cocina.

- Tuve algo así como una crisis de identidad luego de eso. - mojando sus labios con la lengua. - Odiaba mi cuerpo, odiaba querer cosas que mi cuerpo no podía tomar y no debía desear. - se sonrojó. - A veces... a veces odiaba ser un varón y deseaba haber nacido mujer, porque así podría saber lo que se siente tenerte... tenerte de esa manera. Lo deseaba tanto. Se había convertido en una especie de obsesión... por tenerte dentro de mí.

KangIn no estaba seguro de cómo reaccionar ante una confesión así. Tenía la boca seca. Lo que su amigo estaba diciendo estaba más que un poco jodido por varios motivos. Pero había algo en ello la parte sobre Denny necesitándolo, deseando tenerlo dentro de él que apelaba a la retorcida parte suya que deseaba ser dueño de él en todas las formas posibles, incluso cuando su parte racional se estremecía y consideraba que era incorrecto.

- Bastante jodido, ¿no? - dijo con una sonrisa triste. - Pero eso fue antes de que hiciera algunas investigaciones y descubriera que los hombres podían estar unidos así, también. Fue entonces cuando descubrí los consoladores.

El mayor no entendía que estaba intentando conseguir Denny. Si su objetivo era ponerlo incómodo de puta madre, estaba teniendo éxito.

- Denny...

- Me encantó usarlos. - murmuró, con la cara roja, pero con su mandíbula tenazmente fija, con una mirada de determinación en sus ojos. - Me encantó. Me volví algo adicto a ello. -Se rió un poco. - El problema fue, que siempre imaginé que eras tú, así que cuando realmente tuve sexo con mis novios, me los follé, pero no pude dejar que me follaran... se sentía incorrecto. - La mirada de él sostuvo la de KangIn, con una expresión extrañamente vulnerable y atrevida al mismo tiempo. - Así que sí, he deseado que me folles desde que tenía dieciséis.

- ¿Estás tratando de impresionarme?

Dijo con una risa corta.

Denny se encogió de hombros.

- Quizás. ¿Está funcionando?

El menor ladeó la cabeza, estudiándolo con una mirada indescifrable en los ojos.

- ¿Estás asqueado?

- No.

Sentía muchas cosas, pero asco no era una de ellas.

Denny se humedeció los labios.

- Quiero chuparte la verga.

KangIn se quedó congelado. Incluso luego de todo lo que había sucedido en las últimas semanas, oír eso aún era jodidamente surrealista. Pero, de nuevo, Denny parecía estar en un extraño estado de ánimo esta noche.

Sabía que sólo podía culparse a sí mismo por esta situación. Debería haber mantenido la distancia mientras que Denny estaba emocionalmente comprometido, en vez de tenerlo sentado en su puto regazo.

- ¿Estás borracho?

Preguntó tratando de ignorar la agitación en su ingle.

El menor sacudió la cabeza.

- Sabes que no lo estoy. Así que, ¿puedo chuparte la polla?

Nunca habría pensado que una frase pudiera sonar tan errónea y excitante a la vez.

Debería decir que no. Deberían dejar de hacer esto. Pero esa tendencia inagotable a satisfacer las necesidades de Denny estaba jodiendo su mente, por lo que era más difícil decirle que no cuando ya había tomado su silencio por un sí y empezó a desabrochar sus jeans.

Su polla se estaba endureciendo, su cuerpo respondiendo a la necesidad del rubio como un semental que olía una yegua en celo.

Joder.

Éste era Denny.

Su Denny.

Denny no era para follárselo. Poner su polla en la boca de su amigo todavía se sentía como una blasfemia.

Y, sin embargo, se encontró sin resistirse cuando el chico sacó su polla y comenzó a acariciarla lentamente con ambas manos, mirándola con hambre y fascinación, mientras que se endurecía por completo.

KangIn no podía creer que Lee lo hubiera llamado frígido: estaba tan lejos de ser frígido como podría. O tal vez Denny era así sólo con él.

Denny se bajó de su regazo y empujó los muslos de KangIn abriéndolos.

- Denny...

Gimió cuando Denny lo chupó profundamente, con un movimiento suave que destruyó el restante autocontrol de KangIn.

Gruñendo y relajándose contra el sofá, se inclinó hacia el cabello rubio de Denny le estaba creciendo largo y lo empujó hacia atrás sólo para poder mirar. Los rosados labios del menor recorrieron a lo largo de su erección, su lengua se arremolinó alrededor del glande, y este se estremeció.

La forma en que Denny se veía cuando le chupaba la polla era obscena: sus mejillas rojas, los ojos vidriosos por la lujuria y el placer, una mirada de pura felicidad en el rostro. Chupaba la polla de KangIn como si fuera su cosa favorita en el mundo.

Denny gimió alrededor de él y KangIn vió que su amigo había liberado su propia polla y estaba acariciándola rápidamente mientras que trabajaba lentamente con su boca, como si apreciara su sabor. La suave, húmeda, caliente boca de Denny envolviendo su dolorida polla, pero no lo suficientemente rápido ni lo suficientemente apretado.

Agarrándose al pelo del menor, empujó con sus caderas hacia el frente, más y más rápido hasta que estaba follándose la boca; su mente en blanco, pero guiado por el deseo de correrse profundo en esa dulce garganta y llenar el vientre del rubio con su semen hasta que este estuviera tan lleno de él que...

Un teléfono sonó dentro del bolsillo de Denny, sonando tan fuerte como una alarma anti-incendios. Siguió sonando y sonando hasta que Denny se echó hacia atrás, jadeante, y lo sacó con dedos inestables.

- Apágalo.

KangIn dijo entre dientes, jalando la boca de Denny de nuevo hacia su palpitante verga. Si Denny insistía en chupar su polla, lo menos que podía hacer era no dejarlo colgando tan cerca del límite. Se sentía como si estuviera a punto de estallar.

Con ojos iluminados de travesura, sonrió aturdido y pulsó el botón de responder.

Puso en el altavoz, para contestar.

- ¿Qué?

Dijo con la voz ronca de chupar la polla del hombre.

- "¡Pendejo!"

Dijo la persona que llamaba. Era SungMin.

- ¿Qué hice?

Preguntó con sus ojos vidriosos todavía centrados en la dolorida polla de KangIn. Denny curvó su mano alrededor de la base y apretó, como si disfrutara de su dureza. Silbando entre dientes, KangIn lo miró.

Sonrió, arrastrando sus labios a lo largo de la longitud de su verga. Era una lenta tortura cuando todo lo que quería hacer era cogerse esa boca y correrse.

- "¿Qué has hecho?" - dijo SungMin con incredulidad. – "Me dejaste en un sitio en que conozco un total de tres personas, y todos ellos se perdieron en alguna jodida parte. Ey, suenas borracho... ¿Estás borracho? ¿Tú y KangIn me abandonaron para pasar un buen rato? En ese caso, "buuuuuu", tu apestas".

- Estoy ocupado. - dijo y lamió la cabeza de la polla del hombre. - Hablamos mañana.

- "¿Estás en lo de KangIn?"

- Mhm.

Denny zumbó afirmativamente alrededor de la polla de KangIn. Levantó la vista para encontrarse con los ojos de KangIn y éste sintió que su polla latía ante la mirada de lujuria desenfrenada en la cara de Denny.

La pequeña mierda estaba realmente consiguiendo excitarse al mamar la polla mientras que estaba hablando por teléfono con su amigo.

- "Entonces te veo en diez minutos". - dijo SungMin. – "Cinco, si no hay tráfico."

Colgó.

KangIn se puso rígido. Había oído mal ¿verdad? Pero a juzgar por la mirada de los ojos ampliamente abiertos de Denny, él no lo había hecho. Se miraron uno al otro, con la boca de su amigo todavía envuelta apretadamente alrededor del miembro de KangIn, y la mano de Denny todavía alrededor de su propia erección. Jesús.

- Está en camino.

Logró decir, con la voz un poco inestable. Sacó su polla de Denny, silbando ante la pérdida de su húmeda y tibia boca. Denny dejó escapar un gemidito decepcionado.

- No tenemos tiempo.

Dijo el mayor, tratando de bajar su erección. Era en vano; estaba tan condenadamente erecto.

Denny no se vía mejor, su respiración acelerada, su erección todavía fuera, los ojos desenfocados.

- Tengo una idea. - murmuró, descartando rápido sus jeans y ropa interior. - Sólo no te vuelvas loco conmigo, ¿de acuerdo?

Sacó algo del bolsillo de su chaqueta.