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Especial De Parejas Del Fic "Un Papá Para Kiki" por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Espero que les guste un nuevo capitulo de este especial, ya estamos en la pareja de los mandamases.

Su amor es tan lejendario, y hermoso.

Espero que lo disfruten, lean y comenten mucho.

Nos vemos abajo.

Décadas y décadas de tiempo ha pasado, pero el amor de ellos dos se ha mantenido de pie, sin importar las adversidades que tuvieron que soportar en la época de su juventud, lo que antes no estuviera permitido, no ante los ojos de su Diosa, si no de parte del maestro de uno de ellos.

No por ser ambos hombres en sí, ya que a uno de ellos lo consideraban indigno del otro.

Una guerra Santa que bien pudo acabar con alguno de los enamorados, o ambos, pero al final fueron los únicos de su generación que siguieron con vida, prueba de su fuerte cosmos o de otra cosa.

Lamentablemente su Diosa les encomendó a cada uno, misiones que solo ellos podrían llevar a cabo.

No desafiarían las últimas órdenes de ella, pues hasta dentro de doscientos años volvería y acatarían todo al pie de letra.

Separándose hasta nuevo aviso y sí que fue mucho tiempo.

En donde cada uno añoraba al otro, sufrían en silencio, pensaban en el ser amado de día y de noche, se querían ocupar pero sus corazones solo deseaban volver a sentir su latir.

Se extrañaban tanto, pero no podían romper su deber.

Después la muerte de uno de ellos, destrozó por completó la vida del otro. Aun así nunca cedió, de alguna forma debía mantener todo bien, para la siguiente generación y su Diosa Atena, la guerra estaría muy pronto por estañar.

Reencontrarse en el siglo XX, como en los viejos tiempo en la guerra de aquella época, la diferencia es que uno luchaba por el bien y el otro por el mal.

Una verdadera confusión de sentimientos e ideales.

Confiaba en que este no era su amado Aries de tiempos antiguos, y al final descubrió la verdad.

Cada uno cumplió su deber, pero como deseaba Libra dejar este mundo a lado de quien más amaba, lo peor fue verlo morir de nueva cuenta o más bien volverse polvo de estrellas, sus lágrimas solo se dejaron escapar y las palabras que se dedicaban estaban cargadas de amor puro, del cual solo ellos sabían y no deseaban que nadie más supiera

Al fin la muerte los reencuentro, pero antes Dohko tuvo que ayudar en Asgard.

Su Diosa los devolvió a la vida, y por fin pudieron retomar ese amor que se quedó en pausa por tantos años.

Pero en fin en resumen ese podría ser su historia de amor, linda, trágica, cruel amorosa, y triste.

Sin embargo es mejor iniciar por el principio. Más precisamente al siglo XVIII es en donde todo comenzó.

---Grecia (Santuario) XVIII---

Un castaño, con grandes ojos verdes, portando la armadura de Libra descendía hasta el primer templo, topándose con sus camaradas de armas y saludando con su gran efusividad característica.

Tomaban algunos de raro que no estuviera sin el peto, pues otra cosa que le gustaba hacer siempre es estar desnudo del dorso, pero debía tener alguna buena razón.

Era un secreto a gritos que Libra estaba interesado en Aries, pero nadie se metía con eso, era muy cosa de ellos.

Ni se metían para bien, ni para mal. Así es como debieran ser las personas.

Volviendo a cómo iba, apresurado, pues no quería perder más tiempo.

Sabía que ese día volvería aquel hombre de cabellos esponjosos verdes y mirada rosa, que nunca ha negado que le fascinaba.

Quería ser el primero que lo viera, darle un abrazo y tal vez por fin confesar sus sentimientos.

Lo había estando planeado por los últimos ocho años, y decimos esto pues quedo enamorado desde la primera vez que lo vio, aun siendo muy jóvenes cayo rendido ante Shion, su belleza exótica, su carácter bastante tranquilo, amable pero algo orgulloso, sus habilidades, el manejo de cosmos, cada parte de él, simplemente es perfecto.

Pero tardo varios años en pensar que sería conveniente pedirle que fuera su novio, el utilizaba ese término, por que odiaba cuando las personas se dirigían al ser amado que les correspondía como pareja, es una manera tan poco significativa de hablarles a ellos. Bueno según la mentalidad de Dohko.

Más nunca hallaba la forma adecuada de expresar sus sentimientos, o el momento adecuado.

Pudo ser aquella vez en que Libra había encontrado a un pequeño cachorro, y en el santuario existía la regla de nada de mascotas, pero él no podía dejarlo solito, pues su ojitos tristes no los resistía.

Tuvo que llegar a escondidas al santuario y pedirle a un Shion de unos trece años en ayudarlo, obviamente este le brindó su ayuda, tanto por que el cachorrito de color chocolate les gusto tanto a ambos, pareciéndole tan adorable.

Lo pudieron esconder bien en el templo de Libra, por un tiempo fue así y Shion siempre trataba de estar al pendiente de ese animalito, llevándole alguna comida especial para perros. Con decirles que investigó como preparar algo de manera casera, pues el dinero no era una opción tan factible.

Creo que ese fue otro motivo por el cual Dohko se enamoró del carnero dorado de ese siglo, se veía tan lindo al estar con el pequeño cachorro, como el dedicaba bastante tiempo y esfuerzo, sin duda dotes de paternidad latentes. Tan atento y lindo.

Quiso confesarse una vez en esas circunstancias, pero la mala fortuna los seguía. Pues justamente el patriarca Sage descubrió al pequeño canino.

Le sorprendió a primera vista, luego prosiguió a arles un sermón, obvio tuvieron que cumplir un castigo.

Aunque Dohko fue el primero en responder, pidiendo que a Shion no le impusiera nada, que él solo cumplidera el castigo de ambos.

Eso llamo la atención de Sage, entendiendo un poco esos puros sentimientos, pero en vez de degustarle, le pareció algo tierno.

El mismo tuvo un amor de hace tiempo, lamentablemente no fue correspondido.

Y de igual forma eso cautivo un poco más el corazón de Shion.

Porque seamos sinceros, no solo Dohko se enamoró a primera vista, Shion también sufrió ese ataque al corazón de sentimientos, pero es más discreto en sus acciones.

Al final ambos cumplieron el castigo, pues ante sus ojos ambos cometieron la travesura, pero les pidió que debían encontrar un buen hogar para el cachorro, diciéndoles que el santuario, no era un lugar para una mascota, por las constantes batallas y la futura guerra.

Más todo esto unió a esos jóvenes corazones.

Ahora con su sonrisa tan amplia, sus ojos brillando, y tratando de lucir realmente bien, estaba parado en la entrada de Aries, esperándolo a él. Solo a ese joven hombre que amaba.

Ahora tenían ambos alrededor de dieciocho años.

No podría perder más tiempo, solo quería decirle lo que sentía, darle a saber que su corazón solo le pertenece, y que podría hacer lo que quiera con él.

Pero lo único que pedía era que lo amara tanto y solo lo quisiera para toda la vida.

No pedía mucho, si me lo preguntan, más si sabemos que su amor ser así de fuerte.

Su emoción creció, cuando lo sintió el cosmos del primer guardián. Había llegado, y era cuestión de unos pasos que lo viera de frente.

Estaba ya con los brazos casi abiertos, cuando tuvo que detenerse, y bajarlos.

Ya que esta vez Shion no venía solo, sino que acompañado de su maestro Hakurei y del caballero femenino Yuzuriha de Grulla, como siempre aunque fuera en contra de las reglas, no portaba su máscara, pero bueno, estuvo a punto de casarse así que podría liberarse de repente de aquella ley.

Libra se sorprendió de esto, pero se mantuvo en calma, sería mala idea correr y abrazar al Ariano estando el maestro de este delante, lo más posible, que lo encerrara en la armadura de Altar.

Ver conversar tan animado a Shion con la joven Lemuriana, no negara que le molesto, sabía que ambos son aprendices del caballero de Altar, y que este siempre vio a ambos con buenos ojos para que se unieran en matrimonio y si lograran sobrevivir la guerra santa una descendencia podría ser lo más conveniente.

Más ambos no parecian interesados en ello.

Lo supo cuando el mismo, cuestionó por días a Shion si gustaba de Yuzuriha, y este siempre le dijo que no la veía de esa forma, que solo era su compañero de armas y tal vez una muy buena amiga, solo eso.

Dohko puede ser tan terco cuando se lo propone.

Al llegar a Aries, Hakurei solo saludo de manera fría al castaño, ese comportamiento se había mantenido desde hace un buen tiempo.

La chica, más animada levanto su mano para saludar.

Shion por su parte, le dedico una sonrisa, y movió los labios para comunicarle algo que solo el entendería.

La lectura de labios es bastante conveniente en ocasiones.

-“Te veo en libra en cuanto acabe esta reunión”- Fue lo que decían sus labios.

El castaño, entendió y asintió con su cabeza, sonriéndole, le dedico lo siguiente.

-“Entiendo, quiero contarte tanta cosas”-

Así pues los tres desapareciendo para llegar a la sala patriarcal.

Lo que se discutió en ese lugar, fueron planes para la guerra santa, la capacidad de cada uno para repararlas armaduras, comos e organizarían.

Y el reporte del primer guardián de aquella misión.

Cosas importantes para aquella época.

Si bien, es algo que cada acaballero dorado debería importarle seriamente.

Shion, ya deseaba retirarse, en su interior solo quería ir a conversar un poco con su “Amigo” más cercano, contarle todo lo ocurrido y por qué no disfrutar de esos abrazos tan cálidos que solo él podía regalarle.

Nunca le había gustado el contacto físico con nadie, pero solo hacia esa excepción con Libra.

Dejaba ver su lado más relajado con él. Pues siempre estaba esa carga en los hombros por ser alumno de un caballero de la guerra santa pasada.

Algo que debía mantener por toda costa la postura y una actitud recta, aunque en su interior como deseaba solo relajarse y olvidar todo ese asunto por un instante.

Cuando se pudo retirar, junto a la joven no sabía de su felicidad, obviamente no lo demostraría tan abiertamente, solo una reverencia, inclinación de su cabeza y salir.

Ya era libre aunque fuera por ese día, para ir con su mejor amigo.

Bajará de nueva cuenta las escalares no era una misión tan cansada como se podría, y más si tienes una motivación.

-Caminas así de rápido, ¿Por qué es tu costumbre? O ¿Por qué quieres ver a cierto caballero de Libra?- La joven de cabello largo y atado en una coleta, se burló de su amigo.

-¿Qué? Yuzuriha…- No le había contado nada a nadie, prefiera mantener todo en secreto, pero como siempre se ha dicho y se confirma hasta en tiempos inmemoriales.

El amor, el dinero y el hambre no se pueden ocultar.

-Ja, ja, ja, Vamos Shion, eres demasiado obvio, se nota que sientes algo por Dohko- Pensó un momento –Así se llama ¿Cierto?-

No es que lo olvidara a propósito, es solo que no convivía mucho con el santuario, salvo por las armaduras y su entrenamiento en Jamir, además que el peliverde siempre tan serio en sus amistades.

-Sí, así se llama… Pero... No entiendo a qué te refieres…- Desvió su mirada, aun caminando no perdería tiempo, pero sus mejillas estaban rojas.

Sonrió sínicamente, negando con la cabeza –Si, como digas… Cuando lleguemos a Libra, seguir de largo quiero ir al coliseo un momento, hace tanto que no estoy allí y me gustaría patear algunos traseros, si tengo al oportunidad- Camino a la par del primer guardián, se divertía por la expresión de enamorado tonto que estaba en su rostro, pero no sería capaz de burlarse tan abiertamente.

Llegando al séptimo templo.

Ya se encontraba en la entrada posterior Dohko, tan animado como siempre. No pudo soportar más y fue directo a abrazar al peliverde.

Tanto lo hizo por necesidad propia y para demostrar a la joven que él era el único que lo abrazaría aun como amigos.

Algo así como marcar tu territorio.

-¡¡¡ME ALEGRA QUE VOLVIERAS!!!- Dijo esto casi gritando, ya había sido mucho el no poder saludarlo como es su costumbre.

Para el peliverde, siempre era maravilloso estar entre sus brazos, aunque el otro fuera un poco más bajo, se sentía seguro allí, pero sus mejillas no dejaban de teñirse se carmín y más si unos ojos amigos los observaban con prudencia.

-Gracias, por recibirlos Dohko- Suspiro con nervios y sobre todo tratar de apartarse un poco, se sentía tana penado en esa situación –Siento no haberte saludado como de costumbre, pero… no era conveniente-

-No te preocupes Shion- Lo miraba con ensoñamiento, no lo había visto por tres semanas y media, así que el tiempo lo había estando matando tanto –Sé que tu maestro tiende a ser algo exigente con ustedes-

-Sí, pero es muy bueno, además… Era necesario que todos viniéramos- No negaba que cada que veía esos dulces ojos esmeralda lo hacían sentirse en el cielo. Solo contemplarlos era lo mejor.

Podían quedarse mirándose ambos con devoción todo el día, sin importar sus responsabilidades, aunque esto caía de repente en cuenta en el peliverde.

Y aun así, seria increíble, pero cierto que ellos no se daban cuenta de los sentimientos del otro.

A veces uno puede ser tan ciego. Y no nos referimos a como lo es el guardián de Virgo de esta generación.

-Cof, cof, cof- Trato de llamar la atención, pues ya se habían olvidado de su presencia.

Ambo se giraron, se podrían leer sus expresiones, la de Libra de una, no tan amigable de “No molestes” Y en a de Aries una de “Que pena”.

-Si me disculpan, iré al coliseo- Dirigiéndose al castaño –Un placer volver a verte Dohko, cuida muy bien a Shion, que es medio inseguro a veces- Dejó escapar una risita divertida, le gustaba hacer desatinar al peliverde.

-¡¡¡YUZURIHA!!! ¡¡¡BASTA, POR FAVOR!!!- Aries, ya estaba más rojo que un tomate y parecía uno, pues el cabello verde y cara rojiza.

Ella no devolvió palabra alguna, solo se alejó del séptimo templo y salió de este, quería darles un poco de privacidad.

Ese castaño se giró a verlo, el ceño levemente fruncido, pero lejos de molestia, parecía vergüenza y angustia a partes iguales. Ese color rojizo en las mejillas del más alto, lo hacían lucir adorable.

Si estando tranquilo, lucia adorable y perfecto ante sus ojos. Ahora con ese toque, lo hacía verse irresistible.

Aunque el otro odiara verse tan vulnerable, podía darse el permiso con su mejor amigo.

Mas este hizo un movimiento atrevido, de esos que lo caracterizan en otras circunstancias.

Tomo el rostro de Aries, aunque fuera unos centímetros, más alto, no le importo, lo miro fijo a los ojos. Esos cuarzos rosas no los deseaba lejos de él, nunca.

-¿Do…Dohko? ¿Qué… Estas haciendo?- Esa cercanía lo cohibía demasiado, pues no comprendía a ciencia cierta que pretendía.

Pues ni en sus sueños locos creyó que Libra le correspondería. Aunque sabía que esos signos estaban destinados a estar unidos de una forma u otra.

-Shion…- Le gustaba ese nombre tanto, pero más el dueño del mismo. Lo trato de pronunciar lo más seductor posible.

No contestó, el peliverde se había quedado petrificado en su lugar, las manos que tocaban sus mejillas, se sentían algo toscas.

Peculiar, si tomamos en cuenta, quien repara las armaduras es el peliverde y en cambio son suaves al tacto.

-Debo decir, que cada día luces más bonito- Esas palabras improvisadas salieron, pero dichas con tanta confianza no lo parecían –Desde que te conozco… He querido que supieras lo que siento por ti- Sus ojos entrecerrados, mirándolo fijamente, su boca levemente abierta, sus mejillas sonrojadas, el corazón palpitante y la respiración algo caliente.

Estaba por hacer su confesión, lo haría, no le importaría nada.

Pero las ganas de provocar esos labios color durazno suave, se veían tan apetecibles y en su mente le invitaban a robarlos.

No se hizo del rogar, pues cedió a la tentación que le estaba causando.

Llevo con rapidez el rostro del peliverde junto al suyo y lo beso, lejos de un beso casto, fue uno que se profundizo rápidamente.

Sujetando la cintura de Aries, contra su cuerpo, atrayéndolo lo más posible.

No dejaría que se le escapara, por esa razón lo tomaba de la armadura con fuerza.

Al principio se sorprendió, no creía que Dohko llegara a hacer algo así, o bueno no con él.

El tacto labial, provoco que se ensancharan sus orbes rosas, y el rubor aumentara, su corazón estaba latiendo como loco, y sentía que su cuerpo comenzaba a temblar de nervios.

Ni en sus sueños más locos creyó que besaría a su mejor amigo.

Pero se dejó llevar esa sensación lo hacía sentir tan bien, lo necesitaba.

Se sentía muy feliz, tanto que al cerrar sus ojos, para dejar que el placer de ese beso se expandiera, dejo escapara unas pequeñas lágrimas de felicidad.

Colocando sus brazos alrededor del cuello del más bajo, quería probar de esa tosca boca, le gustaba.

Ambas lenguas trataban de luchar por dominar, pero Dohko lo logro al final, exploraba el interior de la boca ajena, le parecía un sabor tan deleitante como lo que imaginaba, los duraznos, melocotones, suaves sabores que eran firmes.

Así es como Shion le parecía siempre.

El sabor que poseía Dohko, era algo indescriptible para el mayor, uno que jamás había probado, pero como ahora no podría vivir sin él.

Se separaron por la falta de aire, dejando un hilo de saliva que unía ambas bocas.

Jadeando después de eso, las miradas verdes y rosas estaban de igual forma conectadas, bastante intenso se sintió.

-Creo… Que sobra decírtelo… Pero… Te amo- Le sonrió, y dijo esto antes de volver a besarlo, ahora un poco más suave.

-Dohko…- Seguía sin reaccionar, se dejó llevar tanto por ese beso, que costaba calmar un poco su corazón para hablar.

Sonrió, pero aun sentía un calor que emanaba de él, quería seguir con besos, caricias, y si se podía mas –Shion… ¿Yo te gusto?- Quería confirmar, si era correspondido.

Bajo su cabeza, ocultando su rostro con el cabello desordenado, su boca quería hablar, pero su voz no salía de manera correcta.

Siempre tan diplomático en muchas ocasiones, pero ahora no podía decir nada.

-Shion, lo siento... Tal vez no…- Se alarmo, pensaba que había sido demasiado lejos, el besarlo no fue buena idea, o lo lastimo, al morder su labio.

-Te… Te… Amo… Dohko…- Susurró aquellas palabras apenas audibles, pero llegaron a los oídos del otro.

Esto no pudo hacer más feliz a Libra, que olvido cualquier prudencia y se arrojó sobre él.

Literalmente provoco que cayeran ambos al suelo, Dohko arriba y Shion abajo.

La vista era bastante atractiva para el Chino, tener a Aries a su merced, le gustaba.

Y si Shion no mostraba resistencia alguna, sería lo mejor.

-Shion… ¿Puedo seguir amándote?- Esa voz sensual de nuevo, sujetando las muñecas del otro.

-Si…- Se quería dejar llevar un poco, siempre tan recto y correcto en todo, deseaba que su corazón lo doblegara esta vez.

Acto seguido procedió a besar la piel descubierta de ese cuello. Al sentirla era como porcelana, y demasiado adictiva, que solo quería seguir  y seguir hasta que le dejara marcas en todo el cuerpo, para que supieran que Shion se Aries tenía un dueño.

El mayor, solo gemía de placer, dejaba al descubierto más su cuello, como se quería liberar esta vez de la armadura de su constelación y dejar el paso a que Libra lo poseyera.

No pensaba con conciencia, el amor que experimentaba era tan apasionado que no se resistiría a él.

-¡¡¡¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?!!! ¡¡¡SHION!!! ¡¡¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?!!!- Aquella voz zona autoritaria y con tanto enfado que no se disimulaba.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Qué hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Cómo están el día de hoy mis terrones de azúcar? Aquí andamos bien, con un poco de lluvia, pero ya esta cediendo. jajajajajaja Lo malo es que se le da por dejarnos sin luz de vez en vez. Y así no me gusta para nada.

Al fin una de las parejas mas esperadas, lo se... Se que la esperaban con ansias y por fin les toco. JAjajajjjaja Yo igual ya quería llegar a esta pareja, no es secreto para nadie que es mi segunda suprema, y si bien adoro a todas las parejas, esta me gusta mucho. Jajjajajajajajaja 

Espero que les guste, la verdad trate de manejar la personalidad de Shion un poco mas relajado, sin caer en despreocupado, algo así como que no creo que en su juventud hubiera sido tan serio, si no un poco mas atrevido en sus acciones, como aquí lo podemos ver.

Ya sabemos de antemano, quien es la persona que llego al final, pobre Dohko, tal vez se nos muera... Jajajajajajaja o no... Bueno ya conocemos la historia de estos dos a futuro. 

Pude ver que el RadaXKanon es un poco mas popular que el KanonXSorrento.

No olviden hacer las preguntas para esta pareja, que el final ya se acerca, y se contestaran en la ultima parte. 

La pregunta de hoy sera... ¿Que opinan sobre el décimo tercer caballero dorado? Osea de Ofiuco. Yo no tengo una opinión como tal, pues no he llegado aun a conocerlo mas allá de imágenes y habladurías, pero me gustaría saber las de ustedes terrón de azúcar, obviamente de quienes lo conocen. 

Espero sus respuestas, comentarios y reclamos.

Muchas gracias por seguirme y apoyarme, en verdad se los agradezco.

Ahora me retiro, pues debo preparar los siguientes fic´s y espero que les guste tanto. JAjajajajaja estoy tan feliz, por que todos lean y lo comenten, muchas gracias. 

Nos vemos mañana terrones de azúcar. 

Ammu se va.

 


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