Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Único Deseo por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno mis terrones leean, comenten y disfruten. 

Nos vemos abajo. 

Si bien han pasado poco de un mes desde esa fatídica y afortunada noche, en la vida de dos carneros cambiaron para siempre, una se apagó y otra comenzó a brillar de a poco.

Recientemente, el pequeño Mu ha estado aprendiendo mucho más de la vida exterior, con la ayuda de Shura, quien es su principal guardián entre los Omegas del gremio.

Gozar de la fama del más malhumorado y aburrido debe ser bueno, nadie se mete contigo y mucho menos ahora con ese corderito pelilila que lo sigue a todos lados.

Pues sí, Mu ha desarrollado un apego al cabrío, y al otro no le molesta tanto, pues de a poco se siente muy tranquilo a tenerlo cerca, es como si llegaran ambos a llenar un vacío.

Pero no solo el si no que el peli celeste, quien ahora por mandado de su maestro ha dejado de darle los te, pues ya no los ha necesitado, su cuerpo ha reaccionado bien, las heridas sanados y la exposición al sol funcionado, mas sigue visitándolo casi todas las tardes, para que conozca y mostrarle modales.

Si bien el peliverde oscuro, se encarga de mostrarle las reglas del recinto, que si bien por su forma de actuar primero rompió algunas, pero se les perdonaba, por su trauma correspondiente, y por qué cierto rubio intervenía por el ante el consejo de ancianos.

Esos que hacían respetar las reglas al pie de la letra y sobre todo vigilar que los actuales líder cumplieran sus obligaciones.

Ellos usualmente no se dirigían a los lugares de entrenamiento, o fuera del pabellón principal, pero sí que tenía oídos por todas partes y ojos de igual forma.

Shaka debía tener cuidado, cuando deseaba observar en silencio al pequeño pelilila

Mas el carnerito, cuando lo lograba ver, le dedicaba una sonrisa, por la promesa que le había hecho, si, aún no estaba cómodo con Alfas cerca hacia un esfuerzo, para cumplir con que debe hacer una reverencia con quienes tiene alto rango.

Incluso llegaba a poder estar cerca del primer líder Aioros y no aterrarse, más aun se sentía nervioso y prefería mantenerse a lado del cabrío, pero este a su vez también sentía nervios por el castaño, un sinfín de cosas pasaban en este gremio.

Seria pronto ese día en que Mu debería probar la carne, porque sus colmillitos que le daban la parte de hibrido que era, un dulce corderito con marcas de tigre, sumamente hermoso y más raro que cualquier cosa.

No estaba convencido al principio, pero se le explico que era necesario que tuviera un acercamiento a este alimento, su cuerpo posiblemente lo necesitara, pero tenía opción de no consumirla si no era su deseo, mas debía intentarlo.

Otra buena nueva, es que por su logro de confianza, ya no debía comer en su habitación, lo hacía en el comedor en donde varios que ayudaban en el gremio lo hacían.

El primer día, sin duda fue el centro de atención de todos, y nunca le gusto serlo. Con un rápido movimiento se pegó a la cintura de Shura abrazándolo con fuerza.

Ver al más serio y frio del lugar, con un corderito sujetado a él, es sin duda un espectáculo que nadie imagino.

Pobre del peliverde oscuro, casi tropezaba, quería mantener su semblante de siempre, pero era muy difícil con Mu así.

Gracias a su Diosa, Afrodita los esperaba junto a otros para que se sentara a con ellos. Había dos mujeres a su lado con él, ambas siendo Beta y fauno, aunque en una no se podría distinguir bien, salvo por su habilidad que la delataría.

Ambas quedaron maravilladas por el pequeño, y por extraño que parezca esta vez ya no lo confundieron con un pequeño de doce, ya había logrado verse un poco más grande, tal vez una apariencia de trece o catorce a lo mucho.

Tenía tanto que recorrer, ya no se veía tan desnutrido, sonreía más y eso le estaba ayudando a ganarse a muchos.

Pero el más empalagoso seguía siendo Dita, que le causaba suma ternura el menor y ya este no le molestaba lo entendía como muestra de afecto.

Volviendo al momento principal, la hora de degustar la carne, sería algo que el pobre enserio no estaba seguro, pero solo una prueba, algo pequeño y ya.

-Shura… La carne… Entonces es de algún animal… pero eso sería…- Pensó por unos instantes, para recordar es apalabra antes mencionada –Canibalismo… Porque, aunque no sean faunos… Bueno… Yo… No estoy seguro- Bajaba su mirada, mientras caminaba junto al mayor, por los pasillos.

-Solo come un bocado, puede que te guste- Tenia una cara de desagrado, él no era para nada partidario de consumir carne, por su condición de fauno puro de una especie herbívora.

-Pero sería raro… Se supone que los Carneros solo comen vegetales, frutas y algunos otros alimentos no derivados de la carne- Le dijo esto con tanta seguridad en su voz y ojos.

Le daba una ternura inmensa, como el pequeño se esforzaba por aprender más del mundo –Veo que has aprendido a memorizar lo que te he enseñado-

-Gracias a usted… He aprendido a leer y escribir… Sé que me falta mucho, y su conocimiento lo agradezco…- Bajo su mirada, no pasaba mucho sin recordar a quien más extrañaba –Mi papá, me había enseñado un poco de todo eso, pero tampoco tuvo oportunidad de mayor conocimiento por…- Callo apretando los labios, debía no llorar, le dolía pero tenía una esperanza.

Aunque su mente le decía que era imposible, la quería mantener para darse fuerza.

-Lo has hecho bien, eso es lo único que debes pensar- Rápido llamo al joven con esa voz fría, prefería que se preguntara porque reaccionaba así el mayor a verlo triste.

Al llegar al comedor, suspiro resignado, no había por que asustarse, solo comería carne de un animal inocente que murió y que ahora se alimentara de ese hecho.

Así se lo planteaba en su mente y la sola idea le desagradaba.

Sus ojos verdes, pudieron ver a Albafica esperándolos para que se viera el resultado de este evento. Algo así como un experimento nuevo, pero no de mala forma.

Pero la sorpresa de Mu fue algo grande, cuando también vio el Alfa que siempre lo observaba y salvo, conversando con el peli celeste lacio.

Al verlo de nueva cuenta, sintió algo diferente en cómo se había estado sintiendo, lo mismo que experimentaba cuando sus miradas conectaba, esa sensación de seguridad y tranquilidad que invadía todo su ser.

Shaka no podría negar, más lo haría, verlo que poco a poco se hacía autosuficiente le alegraba, que lograra ver su sonrisa, escuchar esas risas y que no temiera a nadie. Verlo tan recuperado le tranquilizaba también, ya era un ser tan hermoso con esos cuernitos de carnero, pero ahora era mayor su belleza.

Si alguien pudiera escuchar sus pensamientos lo más seguro es que sería azotado por ello, no le importaba el daño físico que tuviera que padecer, mientras que Mu estuviera bien, todo le podía ocurrir.

-Hola Mu, ¿Estás listo?- Pregunto Albafica, dedicándole un sonrisa.

Sonrió apenado, aun sentía un poco de intimidación con el olor de un Alfa –Creo que si… Pero… No estoy seguro-

-Ya lo hemos hablado, por tu ascendencia, es necesario que lo hagas, solo una vez- Le señalo el plato tapado –Sé que tu condición de carnero es más fuerte que lo de tigre en ti, pero tu cuerpo necesita experimentar ese alimento, si no te apetece después, puede que tu organismo no lo requiera-

Bajo su mirada a lo que estaba en ese plato, que fue destapado previamente por Shura, el olor a la carne era fuerte para ambos faunos, la carne no era para nada algo que un herbívoro gustara.

Un pedazo de carne, podría ser un filete o algo así, solo era eso demasiado cocido para que no le hiciera algún otro efecto.

La cruda no era una mejor opción, se necesitan jugos gástricos muy potentes para que destruyera cualquier bacteria y eso era algo que el corderito no poseía, o bueno lo más seguro.

La mera vista de aquello, le causaba malestar, pero debía hacerlo, era lo que le repetían mucho. Sus manos juntitas, jugando con estas, paso saliva, el olor no era mejor.

Pero lo haría, ya habría aprendido a cómo usar cubiertos, por lo menos lo básico, tomar un tenedor y con esta tratar de cortarlo, se le olvidaba que el cuchillo era para eso.

Mas no era demasiado grueso aquello, corto con facilidad, clavando dicho elementó en la carne y preparándose mentalmente para probarla.

El segundo líder, no pasaba por alto cada gesto, incluso se sentía molesto por hacer que pasara por esto, ya que compartía la ideología de no comer carne, pues al ser vegetariano tampoco la carne la agradaba.

-Albafica, yo opino que no es necesario hacer que Mu pase por esto, aunque tenga un padre carnívoro, no significa que él pueda comer esto- Estaba ya con el ceño fruncido, cualquier cosa hasta la más mínima que pudiera atormentar al menor, le molestaba.

-Señor Shaka, Mu debe hacer este esfuerzo, para ver como reaccionaria. Usualmente cuando existen casos como híbridos, heredan la genética más proveniente de un padre- Lo miraba, un poco nervioso, los ojos de un Alfa cuando perturban a quien ama, no es lo mejor que ver –En cambio… Él tiene dos características visibles, y una de carnívoro en un cuerpo herbívoro, puede ser algo que ayude en diferentes contextos para analizar-

-En otras palabras, me estás dando a entender que consideras a Mu ¿Cómo rata de laboratorio?- Apretó sus puños, su quijada apretada, el ceño ya estaba más fruncido que nunca. Que trataran así al pelilila le estaba causando malestar intenso.

Si no fuera su educación y que debe permanecer tranquiló, en ese momento de llevaba al pequeño lejos de ese lugar, más la voz del menor llego a él, para calmarlo.

-Se…Señor Shaka… No tiene que enojarse…- Estaba nervioso, dirigirse al rubio le ocasionaba eso –Sé que debo intentarlo por mi bien… Así que solo lo hare… Y… No creo que sea tan malo- Sonrió, cerrando los ojos, y con un leve rubor-

Ahora sí, ese corderito tenía la capacidad de calmar a un Alfa, si se enojaba, solo su voz y su rostro angelical lo lograría, siempre y cuando no estuviera en mayor peligro que comer carne.

Tomo aire, asintió, y decidió hacerlo rápido.

Llevo rápidamente el pedazo de carne a su boca, comiéndola con rapidez, masticando con fuerza.

Su rostro no se veía nada bien, pues erraba los ojos con fuerza, mientras trataba de hacer más pasable la comida.

Pobre del corderito, pues esto no le ayudo nada, el sabor, la sensación, nada de eso le agrado, cuando trato de tragar, no podía parecería que su cuerpo se negaba a hacerlo.

Pero se forzó a sí mismo para que esto acabara, no escupiría la comida, sería una falta de respeto enfrente de todos ellos, sobre todo del rubio.

No quería causar problemas al doctor así que, logro pasar ese bocado que le atormento tanto.

Al hacerlo, parecía que hubiera hecho una gran Azaña, se odia notar que su color hubiera cambiado a uno más pálido, sus ojos casi llorosos por ese esfuerzo, pero decidió sonreír para que todos viran que estaba bien.

Pero realmente no lograba convencer a nadie.

-Creo que no funcionó- Miro al peli celeste.

-Tienes razón, disculpa pequeño- Dirigió su vista al pequeño corderito, con algo de arrepentimiento –Creo que tú cuerpo no está hecho para consumir carne, con esto se acaba esto, no tienes que volver a probarla-

Negó con la cabeza –No tiene que disculparse… Lo hizo por mi bien… Y lo comprendo- Sonrió, con gentileza.

Para dos completamente un ser adorable, para otro lo más bello que ha logrado ver.

La idea de estar en esa situación, si bien era para verlo, sentirlo cerca, su aroma, cuidarlo, pero también quería lograr hablar con él. Sobre un poco de información que había obtenido.

Tosió levemente, para llamar la atención –Ya que esto ha terminado, me gustaría poder hablar con Mu a solas- Se estaba aventurando mucho, en querer estar a solas, pero no tanto por sus deseos Alfas, no aquello no dominaba en el tanto, si no que la información que tenía debía dársela solo a él.

Albafica, miro levemente al rubio, él tenía una fuerte idea de lo que podría pasar por su mente, pero no sería capaz de hablar más allá.

Solo asintió, y se retiró del lugar.

Por otra parte del fauno cabrío, debía obedecer, y así lo hizo con la típica reverencia, pero no le agradaba la idea, ya que estaba sintiendo que esos dos más jóvenes que él, estaban dando un camino al sufrimiento, aunque uno no comprendiera todo, sucedería.

El dulce carnerito, se quedó estático en su lugar, paso un poco de saliva, había tenido grandes avances, pero quedarse en un lugar a solas con un Alfa, era otra cosa… Podría comenzar a temblar, a hiperventilar, tener miedo, pánico.

Pero por difícil que se pudiera creer, solo estaba nervioso y algo intimidado, cada que lo miraba, y esa sonrisa que le daba, le trasmitía calma, de una extraña manera, lo hacía y le reconfortaba, le hacía pensar que todo estaría perfectamente bien.

-¿Aun tienes miedo?- Esa fue la primera pregunta que le hizo al estar solos, no se acercaría a tocarlo como esa vez, pero lo deseaba hacer.

-Señor… Shaka… No es miedo… Es solo... Que…- Quería explicarse pero… No lo lograba aun.

-Es normal, después de todo, lo que pasaste, los Alfas para ti deben ser… Seres que… Son todos malos, pero… No tienes que temer aquí- Le dedicaba una mirada de gentileza, esa sonrisa que solo el menor le arrancaba, el corazón le latía demasiado.

Es malo ser el primero en enamorarse, pues el contrario aun no comprende los sentimientos que florecen, más no significaba que siempre tendría que ser así.

Bajo la mirada –Sé que aquí, no tengo nada que temer…- Juagaba con sus manitas, un signo de que estaba nervioso –Pero… Aún es muy difícil… Confiar-

-Pero… Confiaste en mi- Le sorprendió que digiera aquello y más cuando le había pedido algo de lo cual tenía algunas respuestas.

Levanto la mirada en automático, para contestar lo mejor posible –Usted es diferente, me salvo… Y… Sé que no es malo…- Su semblante cambio a uno de preocupación, no quería ofender a quien le había rescatado.

Ese movimiento ocular, para enfrentarse a los azules de alguna forma, le produjo una sensación que había olvidado hace unos días, pero volvía… Ese cosquilleó en el estómago, el corazón que latía con fuerza, y un pequeño temblor en su cuerpo.

¿Podría ser que eso hacen los Alfas con los omegas?

La intimidación, pero no podía darle una explicación, se supone que eso haría que un Omega se alejará, pero no quería hacerlo.

Sonrió de nuevo, pero se mantuvo en su lugar, si lo abrazaba u otra cosa, lo asustaría tanto. Además que no estaban solos como creía, podía sentir que los miraban.

-Mu, con lo que me pediste- Le dijo de inmediato.

-¿Si?-

-Creo saber de quién se trata, el hombre… Que hizo todo esto- Cuidaba sus palabras, no debía hacer recordar sucesos malos al niño.

Este no contesto, prefirió quedarse callado, cualquier cosa que supieran significaba que existían pequeñas esperanzas.

-Saga Blizanci, es su nombre… Localizamos la mansión- Su semblante cambiaba a uno de molestia de a poco.

-¿Podríamos rescatar a mi padre así?- Su asombroso estaba plasmado en su dulce carita, un breve destello de felicidad, le daba que así era.

Dejo escapara un suspiro pesado, cerrando sus ojos, casi negando con la cabeza -¿Tu padre fue comprado por el?-

Asintió, haciendo que sus ojos se volvieran apagar, estaba comprendiendo de a poco a que se refería.

-Sera muy difícil, que logremos salvarlo…- Verlo así de triste, le hacía sentir el peor ser del mundo, no aguanto más y le dio un abrazo, no lo pensó, ni lo dudo.

Su cuerpo se sobresaltó, al sentir ese contacto tan cálido, tanto que no podía moverse, pero no se sentía amenazado, al contario.

-Pero te prometí, que haré cualquier cosa para que estés con él, lo cumpliré… No tienes nada que temer- Sentir su aroma, la esencia que desprendía era sumamente suave, delicado, no lo identificaba, eso era porque aún no había tenido el celo, no intensifica esa fragancia distintiva, pero no impedía que él no sintiera aquello.

Sentir su cuerpo, un poco más pequeño que el suyo, estremeciéndose contare el propio, su cabello ese tono le gustaba, los cuernitos de carnero, le parecían tan adorables, que estaba por tocarlos, le daban curiosidad.

Si pudiera permanecer de esta forma más tiempo, solo con ese inocente Omega, lo haría… Quería tenerlo así para siempre. Pero nada de eso ocurrirá, por las idiotez que cometió para poder defender a los demás, sin tomar en cuenta su propia felicidad, que se le negaba ahora.

Hubiera permanecido así y hecho más promesa al corderito que no entendería ene se instante, pero fueron interrumpidos y agradeció que fuera Aioros, otro en su lugar hubiera dicho lo ocurrido.

-¡¡¡SHAKA!!! ¡¡¡ES NECESARIO IR DE INMEDIATO AL GREMIO DE HADES!!!- Venía agitado, había corrido hasta ese lugar buscándolo, faltando a una de las reglas del recinto, pero no le importaba, estaban teniendo una oportunidad que tal vez no se repetiría.

Encontrarlos abrazándose, o más bien el rubio capturando al menor, le asombró, pero eso no podría quitar el hecho de la noticia previa, que se necesitaba atender con urgencia.

El comprendía la situación, entendía que necesitaba conocer más detalles, no quería pero debía soltarlo, para hacer sus responsabilidades.

Verlo, sentirlo entre sus brazos, no podía negar que rechazaba la idea de alejarse, pero no había nada que hacer.

Mu solo había permanecido estoico, sin moverse al estar siendo abrazado, no sabía cómo actuar al verse envuelto en tantas sensaciones en su joven cuerpo, que no reaccionó de inmediato.

Pero sus manitas delante de su pecho, sus ojos verdes con un toque de miedo e intranquilidad, con sus mejillas rojizas, no podía hablar de inmediato.

-Com…Con…Per…Miso…- Al ya nos entirse entre esos brazos, podía ser libre, pero una parte quería aun estar allí, aunque le daba miedo, salió casi corriendo de allí, ni siquiera se acordó de la reverencia, solo quería alejarse de lo que estaba sintiendo, no lo entendía y asustaba.

Su corazón latía demasiado pronto, sus mejillas estaban rojas, cerro sus ojos, pues se le escaparon algunas lágrimas, de todo lo que sentía le estaba angustiando, quería entenderlo pero… No sabía si era miedo por los Alfas o algo más.

Dentro del comedor, donde quedaron ambos líderes, el rubio trataba de componer su postura, y tratara de alejar esos pensamientos y el sonrojó de sus mejillas.

-Discúlpame si interrumpí, pero… Esto no puede esperar y lo sabes- Hablaba tan autoritario, que no se le negaría que era algo de vida o muerte.

-¿Que sucede Aioros? ¿Cómo es que lograste una reunión?- Debía tranquilizarse y pensar en sus deberes como líder.

-Te explicaré en el camino- Le señalo la salida de inmediato -Debemos irnos en este instante, para llegar el día en que nos citaron, sin contar a los Shadow’s que nos toparemos- Su ceño fruncido y su semblante de líder, casaba que aquello era una combinación de cosas buenas y malas.

El rubio solo asintió, no podía oponerse si el de mayor rango daba una orden y más con razones importantes de antemano.

Que podía significar una alianza que tanto deseaban para combatir a los enemigos de todos en común.

Este mundo tiene tantas guerras pasando al mismo tiempo, pero se necesita dar oportunidad a todas por igual, pero no se puede a la vez, si no causaría un conflicto mayor.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar? Yo ando super bien, acá actualizando y mega emocionada, pues llegara el mes de septiembre y habrá muchos cumpleaños que festejar jajajaja principalmente de terrones de azúcar, jajajajajaajajaja

En fin, vengo rapidito por que hoy debo hacer algunas cosas y apenas tengo el tiempo justo.

Me gustaron las preguntas que me hicieron, las contestare ahora mismo, jajajajajaja so feliz cada día, con que tenemos una gran comunidad mis terrones de azúcar, que digo, si somos una enorme familia, que nos apoyamos y aprecias, queremos. Todos los terrones unidos por un mismo fin Saint Seiya, eso me llena el corazón de tanta emoción.

Pregunta del día, si pudieran pedirles un favor a los de Bronce ¿Que seria? Yo les pediría que me enseñaran lo básico en combate a su nivel, jajajajajaja e Ikki, le pediría que usara una botarga de pollo rostizado, sacarle fotos y venderlas jajajajaja

Espero sus respuestas, comentarios y reclamos mis terroncitos de azúcar.

Pero bueno me debo despedir, y preparame para salir, si debo hacer las compras, deseenme suerte.

Nos vemos mañana en el que sigue.

Ammu se va.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).