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Munzel por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Buenos mis terrones de azucar, aqui otro capitulo de este fic, espero que les guste. Por avor lean, comenten y disfruten.

Aqui les dejo un link, hacia el fic que esta participando en un cocnurso ShaMu, por si ls interesa ir a leerlo y voten. 

https://www.wattpad.com/923796904-capitulo-1-un-d%C3%ADa-como-ni%C3%B1os

Pero a quien había logrado sorprenderá, era a un hombre de cabellos azules, con una capa oscura y una canasta, que solo lanzo un grito de asombró.

Relincho decepcionado de su gran error, girando los ojos.

Este hombre lanzo un suspiro al saber que solo se trataba de un corcel cualquiera –Un caballo del castillo- Pero su rostro se descompuso, y los ojos bien abiertos al darse cuenta de lo siguiente -¿Y tú jinete?- Posiblemente la imagen del pelilila, llego a su mente –Munzel…-

Giro su cuerpo de regreso, para darse cuenta que podría ser encontrado el doncel.

Dejo incluso tirada la canasta, para volver a la torre.

-¡¡¡MUNZEL!!!-

El caballo solo lo miro alejarse, sin atender que le había pasado, un relinchido lo confirmo.

Su capacidad de correr es asombrosa, pues de un momento para el otro, ya se encontraba atravesando la cueva, para estar al frente de la torre.

Se notaba todo sombrío, pues como se posiciona en medio de montañas, que el sol estuviera puesto al poniente, oscurecía algo el lugar.

-¡¡¡MUNZEL!!! ¡¡¡DEJA CAER TU CABELLO!!!- Grito lo más que pudo, tratando de sonar tranquilo, pero al no haber contestación volvió a intentarlo -¡¡¡¿MUNZEL?!!!- Sus ojos puestos hacia arriba de la torre, no caía el cabello del jovencito. Se angustio mucho más y su mirada se fijó en algún punto al pie de dicho lugar.

Se encontraba realmente desesperado, su voz agitada, la respiración igual, buscaba algún tipo de entrada, cubierta por hiedra y flores e color azul oscuro.

Rápidamente Madre Sagtel comenzó a arrancar con fuerza esa maleza y una pequeña puerta bloqueada por piedras, que fue quitando una por una, para acceder a la torre por debajo de esta.

La desesperación en el rostro de este hombre lo denotaba completamente, quería llegar al interior a como diera lugar. No podía permitir que su fuente de la juventud se le volviera escapará.

Al poder entrar, por aquel bloqueo, tenía que remover una pequeña pieza de loza en el suelo del segundo piso, para llegar a la habitación de Munzel.

Al estar allí, se puso de pie y miro para todos lados, con la esperanza de que el pelilila estuviera por allí, dormido o escondido.

Grito su nombre varias veces con una desesperación y angustia digna de cualquier “Madre” Si tan solo esa fuera el caso por el que quería encontrarlo.

Distendió la cama, incluso arrancó la cortina, pero nada, no encontraba al joven por ningún lado.

Los jadeos no faltaron, y su mente de seguro daba mil vueltas de ¿Que podría pasar? o ¿Dónde está el pequeño?, llevo sus manos hacia la cabeza, quería pensar con claridad solo que no podía.

Se movía desesperado, tratando de hallar la solución, hasta que un reflejo de luz le fue dando directo en el ojo, lo cual llamo su atención.

Justo diviso aquel destello por el pie de las escaleras.

-¿Qué?- Se dispuso a acercarse a dicho lugar, con cautela podría ser una trampa.

Levanto aquel peldaño de la escalera, para descubrir de donde provenía ese brillo.

Diviso la bolsa de cuero, y rápidamente se inclinó, para abrirla.

Saco la corona, para admirarla con atención, pero al darse cuenta de aquel objetó, lo arrojo lejos.

Dejando escapara un jadeo sordo.

Sabía bien de dónde había llegado dicho objeto, entendía que podría ser un problema.

Pensó lo más rápido que pudo, miraba a su alrededor, buscando alguna otra señal de ¿Quién estuvo allí?

De nuevo miro el interior de la bolsa y encuentro la hoja de papel, el afiche de Shaflyn Rider. Lo miro con atención, su ceño fruncido, notaba molestia.

Por el rabillo del ojo, diviso unos cajones de color blanco, hechos de manera, y abrió el primero, en donde se encontraba una daga, que el mango siendo de un color dorado.

La tomo con su mano, sacándola y guardándola entre sus ropas.

Ajora pasemos al bosque de nueva cuenta y con nuestra linda parejita.

-Sé que esta por aquí, en alguna parte- Atravesaban un pequeño camino, el rubio buscaba donde comer.

El más joven, venía detrás de él, con su martillo en mano algo preocupado, pues no conocía nada y estaba con la expectativa de que algo apsara.

Giro su cabeza levemente a la izquierda y lanzo un grito de alivio –Haaaaa, hay esta- Se encamino por ese sendero, y más al ver el cartel.

-El cangrejito modosito- Y en dicho cartel de madera, esta dibujado el animalito que decía, pintando de un color azulado.

-tranquilo, es muy pintoresco- Su voz con tanta confianza, podría divisarse mas de burla en este nivel. –Perfecto para ti- Le dio un leve golpe en el hombro –No quiero que te asustes y arrepienta de hacer este viaje- Como era tan buen actor para mostrar empatía hacia el pelilila -¿Entiendes?-

-Bueno- Lanzo una risita nerviosa –Los cangrejitos son lindos- Abrazaba su martillo, con una mirada de ilusión y felicidad, pensando que el rubio era ahora un amigo de fiar.

-¡¡¡HURRA!!!- Su rostro quería mostrar alegría, con esa sonrisa amplia y sus ojos cerrados, solo para transmitir una confianza y empatía que realmente no había.

Se abrió la puerta de golpe, siendo Shaflyn quien lo hizo, sujetando al pelilila por la cintura y muy cerca.

-¡¡¡GARZÓN, DEME SU MEJOR MESA!!!- Su grito de emoción se vio opacado.

Por la expresión de horror en el menor, al ver en interior del supuesto “Restaurante pintoresco”

Lo que vio Munzel, fueron a varios hombres que tenían un aspecto de maleantes, malvados, ladrones, gandayas, todo lo que su madre le había advertido del mundo exterior.

Y obviamente los recién llegados no pasaron desapercibidos por los demás.

Primero, un hombre rodeado de cuervos negros, que los traía alrededor del cuerpo, sonriéndole de manera maliciosa.

Luego un hombre limpiando lo que aprecia un garfio en vez de mano, para amenazarlos con este

Se puso en guardia, con el martillo hacia el frente, amputándolo a cada uno, prevenir que le hicieron algún tipo de daño.

Sus lindos ojitos verdes, estaban aterrados, se veía que no podía respirar con facilidad.

El ladrón acompañante, le tomo el hombro y un abrazo, acercándose a él, con una sonrisa burlona.

-¿Hueles eso?- Esa pregunta tan descarada –Anda, inhala hondo por la nariz- Empezó a caminar empujando al menor, mientras hacía dicha acción, para inundar sus pulmones –Deja que se impregne el olor-

Atravesar por en medio de todos esos personajes con tan malas pintas, ropas negras, de cuero, malgastadas, con hebillas, cascos, armas, los miraban a ambos como si fueran sus próximas víctimas.

-¿A que huele?- Estaba disfrutando haciendo sufrir a Munzel –Creo que una parte, huele a hombre apestoso y la otra huela a hombre súper apestosos- Gozaba con asustarlo más.

El pelilila, solo caminaba, poniendo su arma de guardia, mirando alrededor, diviso a un sujeto cocinando en una olla algo que tenía tentáculos con algunas plantas dentro.

Pobre del corderito en su hombro, iba igual asustado, ocultándose un poco en el cabello largo, bramando un poco y leve con cada movimiento brusco.

-No sé por qué, pero el olor me hace pensar en el color marrón- Se acercó por el lado derecho al de ojos verdes -¿Tu que dices?-

Sintió un fuerte tirón en su cabello, que lo dejo muy preocupado, girándose para atrás y tratar de sujetarlo, para alejarse de ese hombre.

-Es un largo cabello- Sujetó el cabello lila entre sus manos, un hombre bajo y algo regordete.

-Así le gusta- El rubio se quedó al lado del hombre, con las manos en sus caderas. -¿Tienes sangre en el bigote?- Señalado dicho lugar –Oye, mira esto, ahí sangre sobre su bigote- Sonaba como si fuera el mayor descubrimiento, pero todo era parte de su plan, para asustar al doncel –Oiga, esa es mucha sangre-

Caminaba hacia atrás, sujetando su largo cabello entre sus brazos y pecho. Mientras con el otro sostenía su martillo.

Choco de espaldas contra un hombre, sentando en una silla, que se giró un poco molesto.

Esto aterro al pelilila tanto, dando un salto hacia atrás, para alejarse del sujeto intimidante.

Mientras su “Guía”, se acercaba al joven, para “Ayudarlo”.

-Oye, creo que estas algo pálido- Lo miraba de arriba abajo, fingía su preocupación -¿Tal vez quieras ir a casa?- Dio un paso con cautela –Para que descanses-

Munzel estaba al borde del pánico, sobre alerta y pensando que todo se podría poner peor, respiraba agitado, siempre pensó que todo esto era malo y aquello le confirmaba.

-Es mejor precioso- Sujeto su espalda, para ahora sacarlo del lugar –Esta taberna es cinco estrellas, y si es demasiado para ti-

Pobre pequeño pelilila, giraba su mirada para atrás, quedaba en guarda a cada rato, todo su ser estaba sobresaltado.

-Pues tal vez estés más seguro en tu torre- Caminaba sujetando el brazo cubierto por la tela amarilla, pero la puerta fu cerrada de golpe.

Provocando que ambos se fijaran sobre lo que pasaba.

Y era que uno de esos hombres de la taberna, les había cerrado la única salida visible, con su mano y en esta un afiche de “Se busca” perteneciente a Shaflyn.

-¿Eres tú?- La voz profunda de aquel hombre, señalando la imagen impresa.

Munzel aterrado, detrás del rubio, que rápidamente se giró a ver la puerta, para verificar algo sumamente importante.

Quitando un dedo que ocultaba el punto central de su cara y sí que se llevó una horrible sorpresa, al ver que de nueva cuenta le habían dibujado… Una muy exagerada, grande y larga nariz.

-Oh, esto ya es crueldad- La decepción de su voz, pudo notarse por toda la taberna.

-Es él en persona- El mismo hombre que pulía un casco, de cabellos morados y una escasa barba, se acerca peligrosamente –Milo, los guardias, pronto.

-De inmediato- El hombre de cabellos cerúleo, salió de la taberna, para cumplir el pedido.

-Esa recompensa, va a comprarme litros de cerveza- Lo amenazaba con una espada y se veía intimidante con esa sonrisa torcida.

-También quiero el dinero- Otro hombre de cabellos verde oscuro, tomo al rubio por el cuello haciendo uso de su brazo.

-¿Qué hay de mí? Soy pobre- Ahora el que primero los había encerrado en dicho lugar, sujetaba al rubio con fuerza. Un de verdad muy alto, musculoso, una característica era que no poseía una oreja –Apártense es mío-

Y así fue como todos los rufianes, ladrones y demás que estaban en he dicho local, se abalanzaron para obtener la posibilidad de capturar al famoso ladrón rubio y entregarlo para tener la recompensa.

-¡¡¡RUFIANES ALTO!!!- El pobre, fue empujado un poco por los demás, mientras trataba de detenerlos, pero sus llamados fueron inútiles.

-Hay que negociar- Estaban estrujándolo y jalando sus extremidades, para obtenerlo. Sin duda una situación bastante incomoda.

-Ey, no lo lastimen- Trataba de verdad alcanzarlo, pero su altura y complexión no le ayudaba a pasar por todos aquellos sujetos.

-Calma, por favor…- Lo estaban casi asfixiando.

-Estando a la orilla de ese revuelo, golpeaba con su martillo a quien fuera más cercano, para que lo soltaron, pero sus intentos no surtían efecto alguno –Devuélvanme a mi guía- Ya estaba desesperado -¡¡¡RUFIANES!!!-

En un momento a otro, lo sujetaron entre todos, para que el hombre de barba escasa, le diera un buen golpe en la cara, le volverían a romper su arma mortal por tercera o cuarta vez en el día.

El pelilila, ya estaba cansado de ser ignorado y que lastimaran al ladrón que le “Ayudaba”, así que usando su cabello, lanzándolo y colgándolo de una viga de madera, para sujetar una rama de adorno que había en el lugar, para jalarla con fuerza, y de esta forma detener al sujeto antes de darle un buen golpe al rubio.

-No la nariz, no la nariz, no la nariz- Es lo que pedía Shaflyn, tal vez si fueran menos, podría defenderse, pero igual sabía que debía tener cuidado pues atacar al doncel que lo acompaña, no quería que sucedería…

Más descubriría que él no era tan indefenso como aparentaba.

Al dejar ir aquella rama, le dio de lleno al de cabellos morados, haciéndolo estremece pues el golpe fue directo a la cabeza, provocando que se detuviera.

-¡¡¡BÁJENLO OYERON!!!- Ahora que tenía la atención de todos, demostraba s fuerza, su carita de enojo se dejaba ver.

El sujeto que recibió el golpe, lo miro enfadado, sería capaz de golpearlo.

-Haaaagg- resoplo un poco –No sé dónde estoy, saben- Miraba para todos lados buscando a su martillo y cuando lo encontró, señalo al rubio sujetado –Y quiero que él me lleve a ver el polvo estelar, porque he pasado mi vida esperando, poder verlas algún día- Enfatizaba con sus manos, la desesperación en su voz y cara, apretando sus dientes, frunciendo el ceño -¡¡¡TENGAN COMPASIÓN!!!- Dejo escapara el grito, ya no sabía cómo hacerlos entender -¿Ninguno tuvo un sueño alguna vez?- pregunto hacia los rufianes, que lo miraban atento. Que inocente joven pensando que podría hacer alguna diferencia.

Quien golpearía en la cara a Shaflyn, saco su espada de nuevo, para ir directo hacia el jovencito de cabellos lila.

El más grande y musculoso, dejo colgando al rubio en un gancho.

Este no daba crédito a lo que Munzel acaba de hacer, estaba atónito, tanto que abrió sus ojos.

Al momento de que este se acercaba con mirada amenazante y arma en mano. El toro caminaba hacia atrás, ya estaba pensando que había sido pésima idea enfrentarlos.

Tan cerca, que se tuvo que recargar en la barra, por el miedo que infundía su cara de odio.

Se esperaba lo peor de aquella situación.

-Yo… Algún día… Soñé- Miraba a la nada, con el menor aterrado casi debajo de él, lanzando su espada contra un pobre hombre en la esquina, que estaba encadenado con un grillete, y comenzó a tocar un acordeón, pues aquella arma dio en la pared de madera, quitándole el sombrero.

Shaflyn, ya no entendía nada, le aprecia tan bizarra esta situación, estando allí colgado, que solo miraba.

-Soy maloso, pavoroso- Señalo su cara, haciendo una mueca bastante desagradable.

Munzel se ponía el martillo de frente, por algo de miedo.

-Mi gesto es horroroso- Señala unas marcas de cinta blanca de alguna persona, con un ancha clavada al piso –Mis manos no es tan del todo limpias-

Camino, un poco guiando al pelilila –Pero aun que me vea vil, con mi cara y mi perfil- Sí que tenía una buena voz, y una pose bastante imponente cuando quería.

Mientras el otro solo mirada atento cada acción y como logro arrojar a un sujeto para quitarlo del asiento –Yo siempre quise ser un gran pianista- Apareció detrás de él un piano, tocándolo con sus manos de manera grácil y perfectas las notas –En el escenario interpretar a Mozart, tecleando firma y sin parar- Y por la fuerza implementada, arrojo todas las teclas de marfil, para producir sonido, cayendo cerca del pelilila y este cubriéndose con su martillo y una sonrisa de emoción en su lindo rostro.

-Sí, prefiero que de miedo, mi domino de instrumentó- Siguió sonando el piano, aun con las teclas faltantes -¡¡¡GRACIAS!!!- Miraba al doncel –Por qué en el fondo tengo un sueño ideal-

El más joven sonrío enternecido, por aquella declaración, que le parecí bastante sincera.

Mientras los demás, les hacían coro con la parte de –Un sueño ideal, un sueño ideal-

Shaflyn, miraba desde donde lo tenían colgado, con una de desagrado total.

-Y no soy tan cruel y fiero en realidad- Seguía tocando, como presumiendo sus habilidades.

Pero se debía fijar que había un segundo hombre de cabellos celestes, que lo mirada algo molesto desde lejos, el cual no cantaba, pero detesto que el portara algo atento con el muchacho.

Aparte de eso, un hombre más alto, musculoso y con una uniceja se acercaba al pelilila, pero el “Gran pianista”, le dio un golpe sin querer, al enfatizar su música, Munzel solo se agacho, sin darse cuenta que eso conecto contra alguien.

-Si me gusta romper huesos- Apretó sus puños emocionados –Pero tengo muchos sueños- Dio un leve abrazo de hombros al pelilila –Y como todos tengo un sueño ideal-

El corderito rojizo, se encontraba cerca de unos cuervos, que aprecian bailar al son de aquella singular canción, este los miraba igual como el rubio lo hacía.

El escandalo se escuchaba afuera de la taberna, llamando la atención de alguien encapuchado, que se acercaba peligrosamente al lugar.

Al quitarse aquella prenda de la cabeza, dejo ver una cabellera azul y larga.

De vuelta al lugar de la música.

-Tengo cicatrices feas- El hombre de una sola ceja, le contaba sus desgracias al pelilila, el cual lo sorprendió un poco su canto, y lo escucho atento –Y aquí me escurre un flujo- Se levanta el brazo, señalándose una párate de este –Y ya no hablar de mi fisionomía- Enfatizo su rostro con sus manos.

Munzel, es demasiado dulce y bueno, como para alejarse de este hombre. Solo lo escuchaba atento, con una sonrisa, le aprecia interesante.

-Tengo un dedo más aquí- Levanta su pie desnudo, mueve estos.

Para el otro, este la parecía muy interesante, con los ojos verdes bien abiertos.

-Y mi bocio y mi nariz- Mostro su cuello con una protuberancia en él y una nariz bastante grande, más que las dibujadas en los afiches –Mas quiero que el amor llegue a mi vida- Le da una pequeña flor blanca al doncel, quien al tomo con suavidad, sonriendo enternecido.

Todo aquello la precio muy dulce.

-Me imagino con la doncella elegida-  Sostenía un palo de madera enredado en cuerdas, dentro de un baño de igual material, muy grande y otro hombre más bajito, con barba blanca y una sombrilla abierta.

-En un botecito ir a remar- Aquel palo lo utilizaba como remo, para moverse por el lugar.

Pasaron por delante del pelilila, que miraba a ambos. Este sueño le aprecia bastante adorable, aun escuchando la música de piano de fondo.

-Aunque sea un sinvergüenza- Bajaba una cuerda mano a mano, mientras el hombre de barba blanca, subía vestido solo con un pañal, unas alitas blancas, arco y flecha, creo que trataban de recrear a un cupido –Quiero amor y no la guerra- Sujeto la cuerda que sujetaba al pequeño hombre y la alzo levemente, para que este girara alrededor del lugar –Por qué en el fondo, tengo un sueño ideal-

-Mi sueño ideal, mi sueño ideal-

-Un sueño ideal, un sueño ideal-

Sí que todos aquí presentaban dotes de grandes voces.

-Sé Que reinara, el romance de verdad- Cantaba el grandote.

Todos felices y festejando por los sueños.

Pero el rubio olvidado, estaba con una cara de pocos amigos, fastidiado, molestó, ceño fruncido y ojos cerrados. Se sentía ridículo de solo escuchar todo lo que decían y de ver, a mejor prefirió alejar las imágenes.

-Y aunque tenga un rostro horrible- Llevaba sujetando de su brazos a Munzel, mientras le tiraba la cerveza a otro de los bandidos de allí –Soy un soñador sublime- Abrazando a ambos por los hombros – y como todos, tengo un sueño ideal-

Uno de los antes mencionados bandidos, comenzó a decir los sueños de sus demás camaradas.

-Afrodita quisiera ser un gran florista- Un hombre de cabellos celestes, demostraba sus habilidades, armando un arreglo de flores, con un casco sostenido por los dos cuernos que sobresalían, colocando rosas rojas, unos cráneos en medio de ellas, y una rosa negra arriba que escurría un poco de sangre.

Munzel se encontraba sorprendido, por la habilidad, de rapidez y que aunque fueran elementos no muy comunes, le pareció lo más hermoso del mundo, su carita lo delataba, dando aplausos de igual forma.

-Shura, quiere ser decorador- Ahora un honre serio, de porte elegante, posaba en un rincón con un cuadro de una cabra triste, un sillón de oso, una mesita con un florero y una lámpara de madera, un lugar muy acogedor.

-Kanon un mimo es- Un hombre bastante similar a madre Sagtel, pero con la cara pintada de blanco y negro, ropas iguales. Se acercaba para hacerle maldades al rubio colgado.

-Y así lo hornea, hay que ver- Otro hombre, que no se podía saber quién era, pues su casco le ocultaba por competo la cara, le ofrecía unas galletas, muy bien hechas y con chispitas de chocolate al pelilila, que sus ojitos brillaban, pues ya tenía hambre.

-O tejer- Un rubio ondulado, tejía con esmero, lo que aprecia una botita verde –Remendar- Un sujeto cocía una cicatriz en quien estaba con la atención en su labor.

-Marionetas manejar- ¿Quién sería el rufián, que manejaba los personaje de aquel hombre? Jamás lo sabremos.

-Y Cassios con pegasos, es feliz- De nuevo el hombre que había encerrados a los ajenos a este grupo, mostraba su cara seria, dos pequeñas figuras de pegasos, los juntaba por las caras, dándose un besito y sonrió.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están el día de hoy mis terrones de azúcar? ¿Que hacen?

Yo estoy super emocionada, por varias razones, pero... También les debo dar unas noticias.

Ok, primero que nada, perdóneme... Pero el día sábado, no podre subir el capitulo del fic "Un Mes De Vacaciones En México" Pues bueno, ya muchas sabrán juego Pokemon Go y estaré ocupada en el Safari Zone que sera estos dos días. Por ende no estaré tampoco activa en ninguna otra red, osea no veré nada de Wattpad, ni insta, ni Facebook, Desintalar todo, por falta de espacio y para que el cel me corra mas rápido. 

Bueno, la otra es que... No me maten, pero la siguiente semana no habrá actualización de ningún fic, pues... Me estaré ocupando en haré unas portadas, para tres fic's que estoy planeando, o mas bien ya están hechos algunos capítulos. Para que el Agosto se venga con ganas. Obviamente serán fic's que actualizare de vez en cuando, pues tengo los principales en emisión, y ya cuando alguno acabe, lo pondré en ese espacio. 

Pero bueno ya el 03 de Agosto, se viene todo normal. Obvio después de las ocho de la noche del domingo, vuelvo a reconectarme en todo. Así que no estaré perdida, si no en un Safari Zone interno, osea en mi casa... Así que, mañana todo normal, ya el sábado me desaparezco. jajajajajaj XD lo único que contestare sera Wattsap.

Les recuerdo del concurso que estoy participando, aquí les dejo el link, por si gustan leerlo y voten por favor: https://www.wattpad.com/923796904-capitulo-1-un-d%C3%ADa-como-ni%C3%B1os

Valla que buenos papás tuvimos en esta parte, jajajajjajaa osea en sus respuestas que lindos papis. Sin duda.

La pregunta de hoy seria... O mas bien opinión de cada uno. 

¿Cuales son las tres cosas que les desagrada de Shura? Si no les desagrada nada, pues no hay necesidad de contestar, son cosas que se me ocurren a la mera hora. 

Yo creo que me desespera mucho su seriedad, a veces la falta de empatia que lo hacen proyectar, (Aunque en el fondo es un hombre bastante buena onda) Y que lo hacen ver algo presumido. Es solo mi opinión, osea, se que no es como nos los pintan todos los Capricornios, pero yo refiriéndome a la forma de ser de Shura, sin necesidad de tomar todo el signo zodiacal como tal. Recuerden el ascendente... Puede ser Geminis jajajajja XD Me callo con esto.

Espero sus respuestas, comentarios y reclamos.

En fin, creo que paso a retirarme, por el momento es todo.

Me debo ir a preparara la comida.

nos veos mañana.

Ammu se va. 


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